📝HISTORIA EN BREVE

  • La bacteria probiótica Lactobacillus reuteri ayuda a regular de forma ascendente la hormona oxitocina, que es un mensajero químico que tiene funciones importantes en los sistemas reproductivos masculinos y femeninos; además, influye en aspectos del comportamiento humano, incluyendo la excitación sexual, el reconocimiento, la confianza y los vínculos interpersonales
  • La bacteria L. reuteri también regula de forma ascendente las respuestas inmunes sistémicas, lo que ayuda a cicatrizar las heridas y favorece la salud mental, el metabolismo y el mantenimiento mioesquelético
  • Los ratones viejos que fueron alimentados con yogur con probióticos L. reuteri, experimentaron cambios en la piel y el cabello similares a los que se observan en animales más jóvenes con una salud y capacidad reproductiva óptimas, incluyendo una dermis más gruesa y un pelaje más brillante, grueso y lustroso. Por el contrario, los animales de la misma edad del grupo de control, que solo comieron su comida, tenían el pelaje opaco y padecían alopecia y dermatitis ocasionales
  • La bacteria L. reuteri tiene efectos antimicrobianos, estimulantes e inmunomoduladores, y ayuda a fortalecer la barrera intestinal. Los lactobacillus también benefician su salud al descomponer la fibra alimenticia en ácidos grasos de cadena corta beneficiosos, descomponer los fitonutrientes, promover el crecimiento de otros microbios intestinales beneficiosos, mantener un nivel adecuado de pH en su intestino y suprimir la producción de endotoxinas
  • En los últimos años, se ha encontrado una relación entre la salud intestinal y la función del sistema inmunológico, y los estudios han demostrado que diversas especies de Lactobacillus podrían ayudar a prevenir y tratar estas afecciones

🩺Por el Dr. Mercola

Durante mucho tiempo, los suplementos probióticos se han promocionado por su capacidad para mejorar la salud gastrointestinal. Sin embargo, como se indica en un artículo del año 2016,1 las bacterias del intestino "no solo influyen en el tracto gastrointestinal, sino también en los tejidos distantes y la salud en general".

Por ejemplo, la bacteria probiótica Lactobacillus reuteri ayuda a regular de forma ascendente la hormona oxitocina, un mensajero químico que tiene funciones importantes en los sistemas reproductivos masculinos y femeninos, que además influye en aspectos del comportamiento humano, incluyendo la excitación sexual, el reconocimiento, la confianza y los vínculos interpersonales.2

La bacteria L. reuteri también regula de forma ascendente las respuestas inmunes sistémicas, lo que ayuda a cicatrizar las heridas y favorece la salud mental, el metabolismo y el mantenimiento mioesquelético.3 Algunos de estos efectos se logran por medio de la inhibición competitiva, que es cuando las bacterias beneficiosas desplazan a las dañinas.

Las bacterias beneficiosas, como la L. reuteri, también tienen funciones de señalización importantes y, en conjunto con su microbioma intestinal, interactúa con diversos sistemas a través de redes de señalización inmuno-endocrina-cerebral.

El artículo de 2016 concluye que, como tales, los probióticos “brindan estrategias terapéuticas novedosas para estimular las vías homeostáticas y programas genéticos, que se derivan de la coevolución de los mamíferos y su microbioma”4.

Los Lactobacillus reuteri promueven un brillo saludable

Un estudio que se publicó en el año 2013,5 descubrió que los ratones viejos, que fueron alimentados con un yogur sabor vainilla y rico en probióticos L. reuteri, experimentaron cambios en la piel y el pelaje similares a los que se observan en "animales más jóvenes con una salud y capacidad reproductiva óptima", incluyendo una dermis más gruesa y un pelaje más brillante, grueso y lustroso.

Estos cambios se atribuyeron, en gran medida, a un mecanismo dependiente de interleucina-10 inducido por bacterias en los machos, así como a un pH más ácido en la piel de las hembras. Por el contrario, los animales de la misma edad del grupo de control, que solo comieron su comida, tenían el pelaje opaco y padecían alopecia y dermatitis ocasional.

Los resultados también se generaron cuando se utilizó la bacteria L. reuteri en agua. Los investigadores indican que un pelaje de aspecto saludable (y el cabello en humanos) también suele ser un signo de fertilidad y buena salud en general, tanto en animales como en humanos:

“En un estudio anterior sobre el sistema inmunológico gastrointestinal, reportamos cambios en la apariencia del pelaje en ratones tratados con probióticos. En condiciones naturales, los organismos "probióticos" similares predominan durante la infancia y la fertilidad en muchas especies animales.
En conjunto, estos hallazgos nos llevan a plantear la hipótesis de que los probióticos podrían influir en el efecto de la "belleza" relacionada con la juventud y en la capacidad reproductiva. Además, sugerimos que la alimentación con probióticos podría imitar estos efectos tegumentarios beneficiosos característicos de la juventud en animales viejos...
Con base en datos publicados de Ravel et al. (2011) sobre el microbioma vaginal y los niveles de pH de las mujeres, encontramos que un pH vaginal ácido podría tener una correlación con la gran cantidad de Lactobacillus sp y la fertilidad máxima, la cual se estima que es a los 25 años de edad en las mujeres.
En conjunto con nuestros resultados anteriores, esto nos llevó a plantear que las bacterias probióticas inducen cambios fisiológicos del huésped, incluyendo un pH más ácido que da como resultado una piel radiante y un cabello brillante, lo que indica una salud y fertilidad óptimas y, por lo tanto, una buena inversión reproductiva”.

La bacteria responsable de esta belleza fue del género Lactobacillus, bacterias anaeróbicas grampositivas que metabolizan los carbohidratos para producir ácido láctico. El género Lactobacillus es el más grande dentro del grupo de las bacterias del ácido láctico (LAB).6

Este género es conocido por su capacidad para promover la salud gastrointestinal y regular el sistema inmunológico, lo que lo hace muy importante en el tratamiento de problemas gastrointestinales, como las enfermedades inflamatorias intestinales,7,8 pero como demuestran estos dos (y otros) estudios, sus efectos son bastante extensos e incluyen la mayor parte o totalidad de su cuerpo.

Efectos antimicrobianos, antiinflamatorios e inmunomoduladores

Como se explica en el artículo de 2018: “Role of Lactobacillus Reuteri in Human Health and Diseases”, los mecanismos de acción de la bacteria L. reuteri incluyen:9

• Efectos antimicrobianos, ya que produce múltiples moléculas antimicrobianas, incluyendo ácidos orgánicos, etanol y reuterina. Como resultado, la L. reuteri podría inhibir de manera eficaz la colonización de microbios patógenos y renovar la composición de su microbiota comensal (patógenos oportunistas).

Los estudios10,11 han demostrado que, cuando se aplica por vía tópica, las bacterias L. reuteri y L. rhamnosus GG podrían reducir el riesgo de infecciones por estafilococos y sepsis durante la cicatrización de heridas. Se ha demostrado que la bacteria L. rhamnosus GG podría promover la migración celular, lo que ayuda a cicatrizar la herida con mayor rapidez, mientras que la L. reuteri aumentó las tasas de división celular, lo que también promueve la cicatrización de heridas.

Aún existen dudas sobre la idea de colocar bacterias vivas en una herida abierta, sin embargo, dado que el extracto de bacterias muertas demostró tener un efecto similar, los investigadores sugieren que con el tiempo los extractos de bacterias podrían utilizarse para el tratamiento de heridas.

Otro estudio doble ciego controlado con placebo12,13 encontró que el uso de pastillas que contienen L. reuteri prodentis aumentó en un 53 % la efectividad del tratamiento estándar para la periodontitis crónica (raspado y alisado radicular).

• Efectos inmunomoduladores e inmunoestimulantes: algunas cepas de L. reuteri podrían inhibir la producción de citocinas proinflamatorias y, al mismo, tiempo promover el desarrollo y la función de las células T reguladoras.

• Fortalecimiento de la barrera intestinal, lo que disminuye la translocación microbiana desde el lumen intestinal hacia otros tejidos. Como resultado, podría mejorar una gran variedad de enfermedades causadas por la inflamación sistémica.

Los lactobacilos también benefician la salud, ya que realizan las siguientes funciones:

• Convierten la fibra alimenticia en ácidos grasos de cadena corta beneficiosos.

• Desintegran fitonutrientes, como los polifenoles, los cuales tienen beneficios antiinflamatorios y antioxidantes.

• Promueven el crecimiento de otros microbios intestinales beneficiosos, incluyendo las bacterias que producen butirato, que es una fuente de combustible para las células del revestimiento intestinal y que inhibe la inflamación.14

• Mantienen un nivel adecuado de pH en el intestino, al generar lactato y acetato de la fibra alimenticia. Igualmente, equilibran la acidez del intestino, fomentan la proliferación de bacterias beneficiosas e inofensivas (comensales), al mismo tiempo que impiden la proliferación de las bacterias dañinas.

Beneficios específicos de las cepas

También se ha demostrado que las cepas específicas de Lactobacillus son beneficiosas para determinados problemas de salud. Por ejemplo:15

La bacteria L. acidophilus se recomienda para tratar la colitis ulcerosa.

La bacteria L. plantarum podría mejorar la enfermedad del intestino irritable (EII), el síndrome del intestino irritable (SII), las enfermedades cardíacas, el cáncer y los problemas gastrointestinales. También se ha demostrado que podría ayudar a disminuir las características patológicas del alzhéimer, como las placas y ovillos amiloides.16

La bacteria L. reuteri podría ser efectiva para tratar el cólico infantil y el intestino permeable, así como para prevenir las enfermedades urogenitales, la caries dental y sensibilidad alimentaria.

La bacteria L. casei podría ayudar a prevenir la diarrea relacionada con los antibióticos y las infecciones por Clostridium difficile, así como mejorar la respuesta de la glucosa.

La investigación preliminar en animales sugiere que la L. paracasei podría tener la capacidad de prevenir la diabetes tipo 2, al influir en los genes implicados en el metabolismo de la glucosa.17

La bacteria L. rhamnosus podría ayudar a las mujeres a perder peso.18

En pacientes de edad avanzada diagnosticados con alzhéimer, un probiótico lácteo que contiene L. acidophilus, L. casei, bifidobacterium bifidum y L. fermentum, demostró que podría ayudar a reducir en un 18 % los niveles de proteína C reactiva muy sensible (un marcador de inflamación) después de 12 semanas.19

Mientras tanto, los pacientes que tomaron un placebo experimentaron un aumento del 45 % en la hs-CRP. Los niveles cognitivos del grupo de placebo también continuaron deteriorándose, mientras que los pacientes que tomaron probióticos experimentaron una mejora significativa en sus puntuaciones del examen del estado mental (MMSE).

La bacteria L. helveticus podría ayudar a mejorar la memoria. 20

 Los Lactobacillus también ayudan a regular el estado de ánimo

Además de los efectos que ya mencioné, en los últimos años, los problemas de salud mental también tienen cierta relación con la salud intestinal y la función del sistema inmunológico, y varios estudios21 descubrieron que las personas con ansiedad y depresión tienen menor cantidad de diferentes cepas de la familia Lactobacillaceae.22

Otros estudios han confirmado que diferentes especies de Lactobacillus podrían ayudar a prevenir y tratar estos problemas de salud, tanto así que el Lactobacillus es considerado un "psicobiótico".23 Por ejemplo, un estudio de 201124 descubrió que el probiótico L. rhamnosus tuvo un efecto importante sobre los niveles de GABA en ciertas regiones del cerebro y que reduce la hormona corticosterona inducida por el estrés, lo que causa un comportamiento relacionado con la depresión y ansiedad.

Hace poco, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia descubrieron que dos cepas de la bacteria Lactobacillus L. intestinalis y L. murinus, podrían ayudar a disminuir las respuestas al estrés al regular los niveles de un inmunomodulador llamado interferón gamma (IFNγ). Según los autores:25

“Descubrimos que las especies de lactobacillus en sí, y no las comunidades microbianas malas, protegen contra los factores estresantes y ambientales. Además, determinamos que la familia Lactobacillacea ayuda a mantener los niveles homeostáticos de IFNγ, que son los que modulan estas respuestas conductuales y a nivel de circuito...
Al utilizar ratones que carecían de lactobacillus desde el nacimiento, descubrimos que la inmunidad adaptativa tipo 1 es esencial como factor mediador principal en la resistencia al estrés.
A partir de un conjunto de trabajos que demuestran que los lactobacillus son necesarios para conservar el IFNγ sistémico, pudimos demostrar que tanto el Lactobacilli como el IFNγ son necesarios para contrarrestar los factores estresantes y ambientales”.

Los lactobacillus previenen la producción de endotoxinas

Los lactobacilos también suprimen el crecimiento de bacterias gramnegativas, las cuales son las responsables de generar endotoxinas mediante un proceso conocido como inhibición competitiva.26 Eliminar la endotoxina es muy importante para la salud.

Las bacterias gramnegativas producen las endotoxinas en el intestino, que también se conocen como lipopolisacáridos (LPS). Como se explica en varios artículos recientes, la endotoxina es uno de varios factores que altera la función mitocondrial, favorece la glucólisis y, en última instancia, el metabolismo del cáncer.

Cuando los carbohidratos complejos no se digieren en el estómago, se van al intestino, donde alimentan a las bacterias gramnegativas, y cuando esas bacterias crecen, se multiplican y mueren, liberan LPS, que podría provocar intestino permeable, reacciones alérgicas, problemas en los órganos e incluso sepsis.

La endotoxina provoca reacciones metabólicas que convierten el triptófano en el intestino en serotonina. Aunque la mayoría de las personas piensa que la serotonina es buena, en niveles elevados podría ser dañina. Es muy importante mantener sus niveles bajo control, ya que la serotonina es un antimetabolito.

Esto significa que suprime la capacidad del cuerpo para crear energía en las mitocondrias en la cadena de transporte de electrones, lo que causa síntomas como fatiga y cansancio, pero no solo eso, sino que también ralentiza su tasa metabólica y promueve el aumento de peso.

Para detener este círculo vicioso, debe fortalecer y sellar su intestino. Las bacterias beneficiosas, como las bifidobacterias y lactobacillus, así como las levaduras beneficiosas, como la Saccharomyces boulardii, podrían ayudar a controlar la producción de endotoxinas por medio de la inhibición competitiva.

Este tipo de probióticos también fortalece la barrera intestinal (la parte que sana y sella el intestino), al aumentar la producción de moco, estimular la liberación de péptidos antimicrobianos y aumentar la integridad de las uniones estrechas.27

También es ideal limitar el consumo de azúcar refinada y de la mayoría de los almidones, ya que estos tipos de carbohidratos tienden a alimentar las bacterias que producen endotoxinas, sobre todo si su microbioma no es óptimo. También es mejor evitar el alcohol, ya que podría promover el crecimiento de bacterias gramnegativas y hacer que acumule endotoxinas.

De acuerdo con en un estudio de 2008,28 cuando las bacterias gramnegativas metabolizan el alcohol, también podrían producir acetaldehído, lo que aumenta la permeabilidad intestinal a las endotoxinas. En otras palabras, el acetaldehído favorece la entrada de endotoxinas a la circulación sanguínea.

Cómo alimentar los lactobacillus en el intestino

Entre mayor sea la diversidad de su microbioma intestinal, más probabilidades tendrá de mantener una buena salud general, ya que las bacterias beneficiosas mantendrán la homeostasis y ayudarán a detener a los patógenos oportunistas (bacterias comensales).

Existen tres formas principales de aumentar la cantidad de lactobacillus y otras bacterias beneficiosas en el intestino:29

  1. Tome un suplemento probiótico de alta calidad que contenga una o más cepas.
  2. Consuma alimentos fermentados, como yogur sin pasteurizar o kéfir elaborado con leche sin pasteurizar, crema agria y vegetales fermentados, como el chucrut.
  3. Consuma alimentos que promuevan la proliferación de Lactobacillus, como fibra alimenticia, harina de Konjac, salvado de trigo, trigo sarraceno, cebada, manzanas, nueces, alcachofa y la aronia melanocarpa o chokeberry.