📝HISTORIA EN BREVE

  • Se calcula que entre el 15 % y 20 % de las personas con obesidad no tienen ninguno de los trastornos metabólicos relacionados con la obesidad, como niveles elevados de azúcar y de grasa en la sangre, presión arterial alta y diabetes tipo 2. Esto ha generado que muchas personas crean que se puede ser obeso y tener una buena salud
  • De acuerdo con estudios recientes, la “obesidad metabólicamente saludable” (OMS) es una mentira. Las personas con obesidad, incluso sin marcadores de riesgo metabólico, podrían tener un riesgo mayor de diabetes y de enfermedades del corazón
  • Un índice de masa corporal (IMC) alto junto con niveles adecuados de glucosa y lípidos, al igual que la falta de presión arterial alta, no es suficiente para clasificarse como OMS. Más bien, lo importante es cómo se comporta el tejido adiposo. Las personas con adipocitos de tamaño normal (células que almacenan grasa) tienen menos problemas relacionados con la obesidad, en comparación con aquellas que tienen adipocitos dilatados o inflamados
  • También es muy importante dónde acumula la mayor parte de la grasa. Las personas con obesidad que tienen grandes reservas de grasa visceral, lo que significa que la grasa se acumula alrededor de sus órganos internos, tienen probabilidades mucho más altas de desarrollar diabetes tipo 2, comparado con las personas cuyas reservas de grasa se distribuyen de manera más uniforme por todo el cuerpo
  • La obesidad es un estado de deficiencia energética que se genera debido a que se inhibe la respiración mitocondrial, lo que provoca que las calorías se almacenen en forma de grasa, en lugar de quemarse como combustible. La solución es mejorar la función de las mitocondrias y aumentar su tasa metabólica

🩺Por el Dr. Mercola

¿Se puede tener obesidad y aun así estar en forma? Se calcula que entre el 15 % y 20 % de las personas con obesidad no tienen ninguno de los trastornos metabólicos relacionados con la obesidad, como niveles elevados de azúcar y de grasa en la sangre, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.1

Esta situación ha generado que muchas personas crean que se puede ser obeso y tener buena salud. Pero de acuerdo con una investigación reciente,2,3,4 esta creencia popular, conocida como "obesidad metabólicamente saludable" (OMS), es una mentira. Según el portal Studyfinds.org:5

"Un nuevo estudio desmintió el mito de que se puede estar 'obeso, pero en forma'. Los investigadores encontraron que las personas con obesidad, incluso aunque parezcan sanas, tienen un riesgo mayor de diabetes y son un 50 % más propensos de sufrir una enfermedad coronaria".

No puede estar "obeso y en forma"

De acuerdo con el profesor Matthias Blüher, quien presentó los resultados en la reunión de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes de 2023,6 un índice de masa corporal (IMC) alto junto con niveles adecuados de glucosa y lípidos, al igual que la falta de presión arterial alta, no es suficiente para clasificarse como OMS. Más bien, lo que importa aquí es cómo se comportan las células adiposas.

Las personas con adipocitos de tamaño normal (células que almacenan grasa) tienen menos problemas relacionados con la obesidad en comparación con aquellas que tienen adipocitos dilatados o inflamados.

Los adipocitos que no funcionan de manera adecuada podrían provocar fibrosis y liberar moléculas dañinas que podrían afectar los órganos. Las hormonas secretadas por el tejido adiposo, conocidas como adipocinas, también podrían afectar de forma directa a las células del sistema vascular y provocar aterosclerosis.

También es muy importante dónde acumula la mayor parte de grasa. El estudio encontró que las personas con obesidad que tienen grandes reservas de grasa visceral, lo que significa que la grasa se acumula alrededor de sus órganos internos, tienen probabilidades mucho más altas de desarrollar diabetes tipo 2, comparado con las personas cuyas reservas de grasa se distribuyen de manera más uniforme por todo el cuerpo. Otros estudios también demostraron esto.7

En pocas palabras, los pacientes con obesidad deben concentrarse en perder peso, pero es posible que también requieran otros tratamientos preventivos. Matthias explicó lo siguiente en un comunicado de prensa del 3 de octubre de 2023:8

"Por lo tanto, las personas que viven con obesidad tienen un riesgo residual mayor, incluso si tienen lo que se conoce como obesidad metabólicamente saludable.
Incluso aunque no presenten otros factores de riesgo cardiometabólico, el aumento de la masa grasa y la disfunción del tejido adiposo podrían favorecer un riesgo mayor de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, controlar el peso y las recomendaciones para la pérdida de peso son fundamentales para las personas que viven con obesidad metabólicamente saludable".

Otros estudios coinciden con esto

Otras investigaciones recientes llegaron a la misma conclusión. Un estudio de cohorte prospectivo de 381 363 participantes del Reino Unido, el cual se publicó en 2021, encontró lo siguiente:9

"En comparación con las personas que no tenían obesidad al inicio del estudio, los participantes con OMS tuvieron una incidencia mayor de HF [insuficiencia cardíaca] (HR [índice de riesgo] 1.60...) y de enfermedad respiratoria (HR 1.20...). Las relaciones de OMS fueron más débiles para los resultados fatales y sólo fueron significativas para todas las causas (HR 1.12...) y tasas de mortalidad por HF (HR 1.44...).
Sin embargo, en comparación con las personas metabólicamente sanas y sin obesidad, los participantes con OMS tuvieron tasas más altas de incidencia de diabetes (HR 4.32...), ASCVD [enfermedad cardiovascular aterosclerótica] (HR 1.18...), HF (HR 1.76...), enfermedades respiratorias (HR 1.28...) y mortalidad por todas las causas (HR 1.22 ...).
Conclusiones e interpretación: es muy importante recomendar el control de peso a todas las personas con obesidad, sin importar su estado metabólico, para reducir el riesgo de diabetes, ASCVD, HF y enfermedades respiratorias. Se debe evitar el término 'OMS', ya que es confuso, y se deben evaluar diferentes estrategias para la estratificación del riesgo".

El consumo excesivo de calorías no provoca el aumento de peso

En el podcast Energy Balance, Jay Feldman y Mike Fave, investigadores de salud independientes, explicaron por qué comer demasiado y hacer muy poco ejercicio no es la razón del aumento de peso. Feldman es uno de los mejores profesores de la visión bioenergética de la salud.

La obesidad es un estado de DEFICIENCIA energética que se genera debido a que se inhibe la respiración mitocondrial, lo que provoca que las calorías se almacenen en forma de grasa, en lugar de quemarse como combustible. Por lo tanto, la solución no es comer menos y hacer más ejercicio. Más bien, la solución es mejorar la función de las mitocondrias y aumentar su tasa metabólica.

No poder quemar el combustible (metabolización de los alimentos) es la razón por la que las personas con obesidad también suelen tener otros problemas de salud, como poca energía, fatiga, incapacidad para concentrarse, problemas digestivos y mala función inmunológica.

La visión bioenergética de la energía

Como explica Jay, la "energía", en términos del cuerpo humano, se refiere en especial a su nivel de ATP. Por ende, el ATP es igual a energía. La opinión convencional es que las calorías generan la energía, pero eso no es del todo correcto, ya que las calorías provienen de tres sustratos principales (grasa, glucosa y proteínas) y no producen la misma cantidad de ATP caloría por caloría.

Otro concepto erróneo es que cuando aumenta de peso, convierte todo su combustible (de los alimentos) en ATP y, por ende, no necesita más (por lo general porque no realiza alguna actividad física), por lo que el exceso de energía se almacena como grasa corporal en lugar de quemarse.

Pero lo que sucede es que tiene dificultad para convertir el combustible que consume en energía, por lo que se almacena como grasa corporal. En otras palabras, no produce suficiente energía y se encuentra en un estado de deficiencia energética. Por lo tanto, no es un exceso de ATP/energía lo que se almacena. Lo que se almacena es el combustible, y esto sucede debido a que su cuerpo no puede metabolizarlo de manera adecuada.

El resultado es un exceso de grasa corporal y falta de energía, lo que a su vez obliga al cuerpo a regular de forma negativa otros sistemas, como la actividad de la tiroides y las hormonas reproductivas, todo lo que no sea esencial para sobrevivir.

También podría sentir hambre todo el tiempo, ya que la señal de hambre está regulada por la disponibilidad de energía. Esto provoca que coma en exceso, lo que genera un círculo vicioso de falta de energía y aumento de peso.

La falta de energía podría provocar obesidad

Hace poco se publicó un estudio10 en el International Journal of Molecular Sciences, el cual sugiere que las mitocondrias rotas podrían provocar obesidad. Como indicaron los autores:

"Un componente esencial de la patogénesis del síndrome metabólico es la disfunción mitocondrial, que podría favorecer la hipoxia tisular, alterar la integridad de las mitocondrias, aumentar la producción de especies reactivas de oxígeno y disminuir el ATP, lo que podría generar un estado inflamatorio crónico que afecta los tejidos y sistemas de órganos".

En el podcast, Jay cita un estudio que se publicó en 2003 en el Journal of Theoretical Biology, titulado "Decreased Energy Levels Can Cause and Sustain Obesity". Una parte del resumen dice lo siguiente:11

"Las hipótesis actuales consideran que la obesidad es el resultado de comer en exceso y de un estilo de vida sedentario, y la mayoría de las estrategias para tratar o prevenir el aumento de peso se enfocan en el ejercicio y el consumo de alimentos. Este enfoque no mejora la situación, como muestra el aumento del índice de obesidad.
Esto nos llevó a volver a analizar la información actual y a buscar las bases bioquímicas de la obesidad... Comenzamos con información inconsistente: en la obesidad se consumen más calorías de las que se utilizan, lo que sugiere que las personas con obesidad deberían tener un exceso de energía.
Sin embargo, las personas con obesidad experimentan fatiga y menor resistencia física, lo que indica una disminución del suministro de energía en el cuerpo. El resultado de nuestro trabajo muestra una serie de eventos metabólicos que generan la obesidad.
El evento esencial es la inhibición del ciclo del TCA [ácido tricarboxílico] en el paso de la aconitasa. Afecta el metabolismo energético y provoca una deficiencia de ATP al mismo tiempo que se acumula la grasa.
Otros factores en el desarrollo de la obesidad son los efectos de la disminución del suministro de energía: suprime la beta-oxidación, favorece la resistencia a la leptina, aumenta el apetito y el consumo de alimentos, y disminuye la actividad física.
Por lo tanto, nuestra teoría sugiere que la obesidad no es provocada solo por comer en exceso y un estilo de vida sedentario, sino que podría ser el resultado del cambio "enorme" en el metabolismo que obliga a las personas a comer en exceso y ahorrar energía para mantener las funciones metabólicas de las células. Este cambio es provocado por factores ambientales que estimulan un proceso inflamatorio crónico de bajo grado en el cuerpo...".

La siguiente imagen puede ayudarlo a darse una idea. A la izquierda, se muestra cómo se ve el metabolismo normal. Los alimentos que consume se convierten en combustible, una parte del cual se quema para obtener energía y otra se almacena como grasa corporal. Cuando es necesario, la grasa corporal también puede quemarse como combustible y se convierte en energía.

A la derecha, está el metabolismo "obeso". Las diferencias principales son las flechas punteadas. Los alimentos que se consumen se convierten en combustible, pero muy poca cantidad de ese combustible se convierte en energía. En su lugar, la mayor parte se transporta como grasa y, debido a que el metabolismo no es eficiente, la grasa almacenada no se libera ni se quema para obtener energía.

Muchas personas con peso normal también podrían tener un metabolismo en mal funcionamiento

Como explica Jay, no sólo las personas con obesidad tienen un metabolismo alterado, también las personas con peso normal podrían tenerlo. Podría parecer que las personas que hacen mucho ejercicio, que ayunan o que llevan una alimentación baja en carbohidratos tienen un metabolismo saludable porque no tienen sobrepeso, pero la verdadera razón por la que no tienen sobrepeso es porque aumentan la conversión de combustible en energía a través del ESTRÉS.

Por lo tanto, tal vez no acumulen grasa corporal, pero sí podrían tener una deficiencia de energía, la cual podría manifestarse como fatiga, confusión mental, mal humor, disfunción hormonal y más.

Como lo indica Jay, la solución bioenergética a estos problemas es mejorar la conversión de combustible en energía, "lo que significa que tiene la energía suficiente para funcionar de forma adecuada en términos de todos sus sistemas orgánicos, su digestión, sus sistemas reproductivos, su función cognitiva, todo de eso."

Las endotoxinas y las PUFA afectan la producción de energía mitocondrial

Una estrategia esencial para mejorar la producción de energía de las mitocondrias es eliminar los bloques en la cadena de transporte de electrones para que los electrones puedan avanzar sin acumularse ni retroceder.

La endotoxina (lipopolisacárido o LPS) y otras toxinas bacterianas son algunas de las responsables en términos de obstaculizar la producción de energía mitocondrial. Estas toxinas podrían perjudicar el transporte de electrones a través de los complejos de la cadena de transporte de electrones. También podrían alterar ciertas enzimas del ciclo de Krebs.

La solución principal para la obesidad y la mayoría de otros problemas de salud es aumentar la tasa metabólica, y una estrategia clave es eliminar los bloques en la cadena de transporte de electrones. Las endotoxinas y las grasas poliinsaturadas (PUFA) son dos enemigos que se deben eliminar.

La mala digestión por lo general se relaciona con las bacterias gramnegativas en el intestino, las cuales producen endotoxinas, y eso podría afectar su capacidad para convertir los alimentos en energía, provocando así un aumento de grasa corporal. Por esta razón, es muy importante reducir la carga de endotoxinas. Además de la mala digestión, el exceso de endotoxinas también es uno de los principales responsables de las enfermedades degenerativas, el síndrome metabólico, la diabetes y del hígado graso. Para reducir su carga de endotoxinas:

  • Reequilibre su microbioma intestinal al consumir bacterias beneficiosas (probióticos y prebióticos). Una de las formas más efectivas y económicas de hacerlo es comiendo una porción de vegetales fermentados todos los días.
  • Lleve una alimentación baja en fibra y evite los suplementos de fibra, ya que podrían alimentar las bacterias indeseables. Evite todos los vegetales de manera temporal, y tome jugo de frutas como fuente de calorías hasta que mejore su microbioma intestinal. Una vez que mejore puede agregar de forma gradual frutas enteras.

Una vez que su microbioma esté equilibrado y que haya resuelto los síntomas de una mala función intestinal, puede volver a agregar almidones, como el arroz blanco, y consumir vegetales muy bien cocidos. En caso de presentar síntomas de indigestión, como eructos, inflamación o gases, disminuya su consumo, ya que esto sugiere que aún no puede digerir esos carbohidratos.

Otra manera efectiva de bloquear la producción de energía mitocondrial son las grasas poliinsaturadas (PUFA). Esos son los aceites de semillas procesados, el aceite de canola es uno de los peores. Los aceites de semillas tienen una cantidad muy elevada de ácido linoleico, un PUFA de omega-6 que podría ser uno de los principales causantes de enfermedades crónicas, en especial por su efecto perjudicial en la función de las mitocondrias y en la producción de energía.

Por lo tanto, lo mejor es reducir de forma drástica su consumo de PUFA. Además de no cocinar con ellos, también debe evitar los alimentos procesados, la mayoría de los cuales están llenos de estas grasas nocivas.

Los mejores remedios

 Aunque no existe una pastilla mágica para solucionar el metabolismo lento o la baja producción de energía, existen algunas estrategias que pueden ayudar. Por ejemplo, hace poco escribí un artículo sobre los beneficios de la niacinamida. Otra opción es el azul de metileno, el cual podría aceptar y donar electrones.

Entonces, si algo bloquea la cadena de transporte de electrones donde se produce la mayor parte del ATP, digamos las endotoxinas o las PUFA, el azul de metileno podría evitar esos bloques, y permitir que su mitocondria produzca energía de cualquier manera.

Cómo medir su tasa metabólica

De acuerdo con la teoría de la tasa de vida, entre mayor sea su tasa metabólica, es decir, cuanto más rápido se muevan los electrones de los alimentos al oxígeno, que es el aceptor final de electrones, más rápido envejecerá, ya que habrá mayor estrés oxidativo.

Sin embargo, un análisis más profundo reveló justo lo contrario. La verdad es que entre mayor sea su tasa metabólica, más lento envejecerá, porque un metabolismo elevado crea menos especies reactivas de oxígeno (ROS) que pueden dañar sus tejidos.

Su metabolismo está elevado cuando los electrones se mueven de manera rápida y fácil a través de la cadena de transporte de electrones mitocondrial, lo que causa una producción adecuada de energía. Cuando los electrones no pueden avanzar, pueden retroceder, filtrarse a través de la cadena de transporte de electrones mitocondrial y comenzar a retroceder, donde se combinan con el oxígeno para crear un exceso de ROS.

Entonces, para tener una salud adecuada, es necesario tener una producción de energía elevada y eso significa una mayor tasa metabólica. Puede medir su tasa metabólica utilizando su pulso, temperatura corporal y conteo de calorías. Esto no es una ciencia exacta, pero podría darle una idea general de cuál es su situación. Los signos de metabolismo bajo incluyen:

  • Una temperatura corporal inferior a 97.8 °F (36.5 °C) al despertar o 98.6 °F (37 °C) por la tarde. También puede medir su temperatura antes y después de cada comida. Si su temperatura baja después del desayuno (en comparación con la de la mañana), podría ser un síntoma de un metabolismo inadecuado.
  • Un pulso en reposo por debajo de 70 a 80, dependiendo de su condición física. Entre mayor sea su resistencia cardiovascular, menor será su frecuencia cardíaca, sea cual sea su estado metabólico, porque su volumen sistólico es mayor. El volumen sistólico es la cantidad de sangre que el corazón bombea con cada latido. Cuando está en buena forma, su corazón bombea más sangre por latido.
  • Evalúe cuántas calorías puede consumir sin aumentar de peso. Si debería quemar 3000 calorías al día, pero mantiene su peso con 2200 calorías al día, entonces su metabolismo podría estar bajo. Por el contrario, si come más calorías y aún puede mantener su peso, es probable que su tasa metabólica esté elevada, y el consumo adicional de calorías quizá mejore su sueño, relajación, energía y recuperación.