📝HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) se caracteriza por acumular demasiada grasa en el hígado. Si no se trata, podría causar otros problemas hepáticos graves, como esteatohepatitis no alcohólica (NASH), que provoca inflamación y fibrosis (cicatrización del hígado). La NAFLD también incrementa el riesgo de otros problemas de salud, como la enfermedad cardiovascular
  • A pesar de que los primeros casos documentados de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) no surgieron sino hasta después de 1980, en la actualidad, esta enfermedad afecta hasta al 32.4 % de las personas en todo el mundo, y es la causa principal de trasplante de hígado en adultos menores de 50 años
  • En los Estados Unidos, la NAFLD también afecta hasta al 9.6 % de los niños de 2 a 19 años, una tasa similar a la del asma. Mientras tanto, entre los jóvenes de 15 a 19 años, la prevalencia es del 17.3 %. A partir de 2017, la prevalencia entre los niños de 0 a 17 años incrementó un 168.3 %, pero el incremento más marcado se produjo en el año 2020
  • Se cree que este incremento tan marcado en las tasas de NAFLD podría relacionarse con los confinamientos por el COVID, que también incrementaron las tasas de obesidad infantil entre un 8.3 % y 13.4 % según el grupo de edad
  • Tener obesidad y consumir muchas sodas de dieta y comida chatarra durante el embarazo incrementa el riesgo de NAFLD en los hijos, y se cree que esto podría deberse a que los endulzantes artificiales programan el metabolismo del feto para estimular el almacenamiento de grasa y reducir la producción de energía

🩺Por el Dr. Mercola

La enfermedad del hígado graso solía ser casi exclusiva en personas de edad avanzada, sobre todo en aquellas que consumían mucho alcohol. De hecho, los primeros casos documentados de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) no surgieron sino hasta 1980.1 En ese momento, los investigadores la describieron como una "enfermedad hepática sin nombre y de causa desconocida".

En junio de 2023, los científicos propusieron cambiar el nombre de NAFLD a "enfermedad del hígado graso asociada a la disfunción metabólica" para hacer hincapié en su relación con otros problemas metabólicos, como la diabetes. Lo que todos estos trastornos metabólicos tienen en común se relaciona con el hecho de que el cuerpo no puede convertir los alimentos en energía.

Jay Feldman, investigador independiente de temas de salud, ha insistido recientemente sobre las verdaderas causas de la NAFLD. Incluso, se atreve a explicar qué la fructosa NO es la causa principal de este problema de salud. Feldman también ha profundizado sobre la forma en la que el hígado produce grasa, tanto de la fructosa como de las grasas alimentarias, y ha mencionado otra causa muy común de esta enfermedad, que es la disfunción en las mitocondrias.

Primero analicemos qué es la NAFLD

La NAFLD se caracteriza por acumular demasiada grasa en el hígado. Si no se trata, podría causar otros problemas hepáticos graves, como esteatohepatitis no alcohólica (NASH) que provoca inflamación y fibrosis (cicatrización del hígado).

Por su parte, la NASH podría causar cirrosis, lo que incrementa el riesgo de cáncer de hígado y enfermedad hepática en etapa terminal. La NAFLD también incrementa el riesgo de otros problemas de salud, como la enfermedad cardiovascular, que es la causa principal de muerte entre las personas con esta enfermedad hepática. Aunque las personas con NAFLD no suelen presentar síntomas, podría causar fatiga, ictericia, inflamación en las piernas y abdomen, confusión mental, entre otros.

El hígado realiza más de 500 funciones esenciales, tales como producir bilis (que descompone las grasas alimentarias y elimina los desechos), convertir el exceso de glucosa en glucógeno y regular los aminoácidos. También participa en los procesos desintoxicación, ya que ayuda a eliminar las toxinas de la sangre.

La buena noticia es que el hígado tiene una increíble capacidad para regenerarse. Incluso cuando se extirpa hasta en un 90 %, puede recuperar su tamaño normal. Eso explica por qué realizar cambios en el estilo de vida, como llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio, puede ayudar a revertir la NAFLD durante sus primeras etapas.

Las tasas de NAFLD han alcanzado niveles récord

En la actualidad, esta enfermedad afecta hasta al 32.4 % de las personas de todo el mundo,2 y es la causa principal de trasplante de hígado en adultos menores de 50 años.3 En los Estados Unidos, la NAFLD también afecta hasta al 9.6 % de los niños de 2 a 19 años,4 una tasa similar a la del asma.5 Mientras que entre los jóvenes de 15 a 19 años la prevalencia es del 17.3 %.6

Sin embargo, lo más extraño de todo son las crecientes tasas de esta enfermedad entre niños y adolescentes. Como muestra la siguiente gráfica de Trilliant Health,7 a partir de 2017 la prevalencia entre los niños de 0 a 17 años incrementó un 168.3 %, pero el incremento más marcado se produjo en 2020.

La obesidad es el principal factor de riesgo de la NAFLD

En marzo de 2021, se publicó un artículo sobre la NAFLD pediátrica que afirma lo siguiente:8

"El factor de riesgo principal de la NAFLD es la obesidad. En niños, la obesidad y la NAFLD suelen ir de la mano, pero no son concomitantes.
En 2019, un estudio que involucró a 408 niños con obesidad y que utilizó imágenes de resonancia magnética de todo el hígado y la fracción grasa por densidad protónica, encontró una tasa de prevalencia de NAFLD del 26.0 %, lo que podría traducirse en uno de cada cuatro niños. Por su parte, en el estudio Teen LABS, en el que participaron adolescentes con obesidad tan grave como para justificar una cirugía de pérdida de peso, la tasa de prevalencia de NAFLD fue mayor: el 59 %".

Se cree que este incremento tan marcado en las tasas de NAFLD podría relacionarse con los confinamientos por el COVID, que también incrementaron las tasas de obesidad infantil entre un 8.3% y 13.4%, según el grupo de edad.9

Los endulzantes artificiales también podría alterar el metabolismo

Ahora bien, se estima que la NAFLD también afecta a un 8 % de los niños con peso normal.10 Aquí la genética es un factor importante. Sin embargo, el entorno en el útero también puede influir en el riesgo de que un niño desarrolle NAFLD,11 y esto podría ayudar a explicar las crecientes tasas de esta enfermedad entre este grupo de la población.

Tener obesidad y consumir muchas sodas de dieta y comida chatarra durante el embarazo, incrementa el riesgo de NAFLD en los hijos, y se cree que esto podría deberse a que los endulzantes artificiales programan el metabolismo del feto para estimular el almacenamiento de grasa y reducir la producción de energía.12

Otro factor importante es que los bebés también reciben de forma crónica cantidades muy altas de endulzantes a través de las fórmulas infantiles y los alimentos para bebés. En los últimos años, la industria de las fórmulas para bebés comenzó a sustituir la lactosa de leche de vaca con sólidos de jarabe de maíz. Se dice que es una mejor opción para los bebés con sensibilidad a la lactosa.

Sin embargo, investigaciones recientes13 indican que la fórmula a base de sólidos de jarabe de maíz incrementa bastante el riesgo de obesidad a partir de los 4 años y, por consiguiente, de NAFLD, por lo que los niños que consumen más fórmula tienen el mayor riesgo.

Además, las llamadas "fórmulas de transición" y "leches en polvo" también contienen mucho más azúcar que la leche de vaca normal, ya que solo son productos de marketing que no tienen ningún valor nutricional. Mientras tanto, las investigaciones14 demuestran que consumir leche de vaca sin azúcar se relaciona con un menor riesgo de NAFLD.

La importancia de la alimentación

De hecho, la dieta moderna es una de las razones principales por las que este problema de salud se ha vuelto tan común en la actualidad. Según el periódico The Washington Post:15

"… muchos médicos creen que la causa principal es nuestro estilo de vida moderno (la alimentación, el sedentarismo que se relaciona con la tecnología y la exposición ambiental). Una de las funciones del hígado es eliminar las toxinas, y cuando no hay un equilibrio, el órgano se deteriora y comienza fallar.
Es normal tener un poco de grasa en el hígado, pero cuando más del 5 % de sus células contienen grasa, el hígado comienza a fallar, y los especialistas en pediatría en esta área indican que algunos de sus pacientes llegan a tener de 30 % a 40 % o incluso hasta 60 % de grasa en su hígado.
De hecho, algunos expertos en pediatría tienen la teoría de que existe una incompatibilidad entre nuestra genética y los alimentos procesados ​​y azucarados que han cautivado la alimentación de muchos niños.
Las encuestas sobre nutrición demuestran que, a partir de los años 80, la alimentación de los niños sufrió un cambio radical, ya que se sustituyeron los alimentos poco procesados con ultraprocesados. Ahora, representan más del 67 %16 de la alimentación. Consumir este tipo de alimentos también produce cambios hormonales y otros efectos negativos.
‘Crea una bomba de tiempo que está cobrando la vida de nuestros niños’, dijo Barry M. Popkin, profesor de nutrición de la Escuela de Salud Pública Global UNC Gillings de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill".

El periódico Washington Post también cita una revisión sistemática que se realizó en enero de 2022,17 la cual encontró "un incremento paralelo pero retrasado" de las enfermedades no transmisibles con una creciente prevalencia de alimentos ultraprocesados.

Entre los años de 1800 y 2019, los alimentos procesados ​​y ultraprocesados ​​pasaron de representar el 5 % a más del 60 % de la alimentación. Esto alteró por completo el contenido de macronutrientes de nuestra dieta. El consumo de azúcar y aceite de semillas (o "aceite vegetal") también incrementó de forma radical, a la vez que disminuyó el consumo de grasa saturadas de origen animal.

La comida rápida representa una amenaza para la salud de su hijo

De todos estos factores, creo que la transición de grasas saturadas de origen animal a los aceites de semillas es el que ha tenido el mayor impacto en la salud. Los aceites de semillas son la fuente principal del ácido linoleico (AL) que destruye las mitocondrias.

Además, creo que consumir demasiado AL es una de las causas principales de las enfermedades crónicas en el mundo occidental, incluyendo la NAFLD.

Para reducir su consumo de AL, evite los alimentos procesados, las comidas rápidas y la mayoría de los alimentos de los restaurantes. Mejor consuma alimentos enteros y orgánicos. Los alimentos procesados suelen contener residuos de glifosato, lo que puede incrementar el riesgo de problemas en el hígado. De hecho, análisis recientes demuestran que el 95 % de las comidas escolares tenían niveles detectables de glifosato,18 lo que significa que lo mejor sería que prepare el lunch de su hijo en casa.

De manera sorprendente, el 100 % de las comidas contenían residuos de metales pesados ​​en niveles hasta 6293 veces superiores a los niveles máximos permitidos en el agua potable. Mientras que la mayoría de las comidas tuvieron cantidades "demasiado bajas" de nutrientes esenciales.

Lo mismo sucede con la comida rápida, la cual contiene cantidades muy bajas de nutrientes esenciales, sobre todo de vitamina B. De hecho, no se detectaron niveles de vitamina B9 o B12 en ninguna de las 10 comidas rápidas que se analizaron.19

Este punto es muy importante si consideramos que algunos de los alimentos que más B12 contienen son la carne de res y pollo, dos alimentos básicos en la comida rápida, ¡pero la carne de res y pollo de la comida rápida no proporcionan ni un poco de B12! Si esta información no es suficiente para convencerlo de que la carne de la comida rápida es muy diferente a la carne de animales alimentados con pastura, la verdad no sé qué otra cosa podría hacerlo abrir los ojos.

El hígado graso también se relaciona con el exceso de azúcar, ya que, además de los aceites de semillas, casi el 35 % de sus calorías las consume en forma de grasa. Esta podría ser la razón por la que esta enfermedad ahora también afecta a los niños pequeños.

Los nutrientes que pueden ayudar a combatir la NAFLD

Consumir estos nutrientes específicos podría ayudarle a combatir la NAFLD.

Colina:  es importante para la función normal y la salud del hígado, ya que ayuda a eliminar la grasa de este órgano. También ayudar a mantener la integridad de la membrana y a controlar el metabolismo del colesterol, incluyendo las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Se ha demostrado que la deficiencia de colina podría generar depósitos anormales de grasa en el hígado, lo que incrementa el riesgo de NAFLD.20

De hecho, algunos expertos mencionan que la NAFLD podría ser el resultado de evitar los alimentos ricos en colina, como el hígado y las yemas de huevo,21 lo que después empeora al consumir demasiado AL. Para incrementar sus niveles, consuma más alimentos ricos en colina, como las yemas de huevo orgánico de gallinas camperas, hígado de res de animales alimentados con pastura, salmón salvaje de Alaska y aceite de kril. La rúcula también es una excelente fuente.

La vitamina B12 y el ácido fólico también podrían ayudar a proteger. Incluso podría disminuir la progresión a NASH. 22

Niacinamida, que también se conoce como nicotinamida (NAM): es un precursor de la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+), una molécula de señalización que podría influir mucho en la longevidad. También se descubrió que la suplementación podría combatir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de hígado graso. 23

N-acetilcisteína (NAC): es un precursor que se requiere para biosintetizar el glutatión. Se utiliza para tratar la intoxicación por paracetamol, en la cual se agota los niveles de glutatión y daña el hígado. Una investigación que se publicó en la revista Hepatitis Monthly también demostró que la suplementación con NAC ayuda a mejorar la función hepática en pacientes con NAFLD.24

Cardo mariano: esta hierba contiene silimarina y silibina, dos antioxidantes que protegen el hígado de las toxinas e incluso ayudan a regenerar las células de este órgano.25

CoQ10: mantiene sus mitocondrias saludables y estimula la producción de ATP, que es la energía celular necesaria para mantenerlo con vida. Se ha demostrado que suplementarse con CoQ10, o su forma natural llamada ubiquinol, reduce el riesgo de NAFLD porque combate el estrés oxidativo y la inflamación.26

Recuerde que los suplementos siempre deben utilizarse como parte de un estilo de vida saludable, que incluye comer bien y hacer ejercicio. Si tiene sobrepeso, bajar entre el 7 % y el 10 % de su peso corporal podría mejorar la NAFLD, ya que disminuye los niveles de grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado.27