📝HISTORIA EN BREVE

  • Se han identificado cinco tipos de antibióticos orales que podrían favorecer los cálculos renales: penicilinas de amplio espectro, fluoroquinolonas, nitrofurantoína, cefalosporinas y sulfas
  • El riesgo es mucho más grande entre los niños más pequeños, y continúa hasta los cinco años después de la exposición, a excepción de la penicilina de amplio espectro
  • El índice anual de cálculos renales aumentó un 16 % entre 1997 y 2012. El incremento más alto se presentó en los jóvenes de entre 15 a 19 años, donde aumentó un 26 % cada 5 años
  • Estudios anteriores demostraron que los antibióticos orales podrían tener una relación con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y el cáncer colorrectal, que podría deberse a los cambios del microbioma intestinal
  • Las fluoroquinolonas, que por lo general se recetan para las infecciones de las vías respiratorias superiores y las infecciones del tracto urinario (ITU), podrían tener una relación con un riesgo mayor de disección aórtica (desgarros en la aorta), la cual podría ser mortal

🩺Por el Dr. Mercola

De acuerdo con una investigación1 que se publicó en el Journal of the American Society of Nephrology (JASN) en 2018, los antibióticos orales podrían favorecer los cálculos renales. Una revisión de registros de salud de 13 millones de niños y adultos en el Reino Unido, demostró que la exposición a cinco tipos de antibióticos orales podría tener una relación con los cálculos renales dentro de los tres a 12 meses después de tomarlos. La razón de probabilidad ajustada de cálculos renales fue la siguiente:

  • 1.27 para penicilina de amplio espectro
  • 1.67 para fluoroquinolonas
  • 1.70 para nitrofurantoína/metenamina
  • 1.88 para cefalosporinas
  • 2.33 para sulfas

El riesgo fue mayor entre los niños más pequeños y continúo siendo estadísticamente significativo hasta los cinco años después de la exposición, a excepción de la penicilina de amplio espectro. Los autores llegaron a la siguiente conclusión:2

“Los antibióticos orales podrían estar relacionados con un mayor riesgo de nefrolitiasis [cálculos renales], en especial debido a la exposición reciente y a la exposición a una edad temprana. Estos resultados podrían afectar la patogénesis de la enfermedad y el índice creciente de nefrolitiasis, en particular entre los niños”.

El índice de cálculos renales en los niños está en aumento

Si este enlace dice la verdad, veríamos un aumento en el índice de cálculos renales en pacientes jóvenes, y eso es justo lo que estamos viendo. De acuerdo con un artículo de la cadena NBC News del 8 de julio de 2023,3 los estudios demuestran que los cálculos renales “ahora se presentan en personas más jóvenes, en especial entre las adolescentes”, y las principales causas podrían ser “la alimentación rica en alimentos ultraprocesados” y un “alto consumo de antibióticos en las primeras etapas de la vida”.

El índice de cálculos renales durante la infancia se duplicó entre 1997 y 2012.

De acuerdo con un estudio4 que se publicó en el Clinical Journal of the American Society of Nephrology en 2016, el índice anual medio de cálculos renales en todos los grupos de edad aumentó un 1 % al año, de 206 a 239 por cada 100 000 personas, entre 1997 y 2012.

El incremento más alto se presentó en los jóvenes de entre 15 y 19 años, donde aumentó un 26 % cada 5 años. Dentro de este grupo, el índice fue 52 % mayor entre las niñas. En los hombres, los cálculos renales se presentaron con mayor frecuencia después de los 25 años. De acuerdo con los autores:5

“Estos cambios dieron como resultado un aumento dos veces mayor del riesgo de nefrolitiasis durante la infancia, y del 45 % en el riesgo de nefrolitiasis de por vida para las mujeres durante el período de estudio”.

Los antibióticos orales podrían tener una relación con la enfermedad inflamatoria intestinal

De acuerdo con los autores de la revista JASN,6 estudios anteriores demostraron que los antibióticos orales podrían tener una relación con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que podría deberse a los cambios del microbioma intestinal.

En la conferencia de mayo de 2022, realizada durante la Semana de las Enfermedades Digestivas en San Diego, California, se presentó la investigación7 que demuestra la asociación entre los antibióticos orales y la EII. En esta investigación se evaluaron los registros de salud de más de 2.3 millones de adultos mayores, de entre 60 y 90 años, los cuales formaban parte del Registro Nacional Danés de Pacientes y del Registro Nacional Danés de Prescripciones.

En promedio, el uso de antibióticos tuvo una relación con un riesgo 64 % mayor de desarrollar EII, el cual aumentó cuando se administraron dosis adicionales.8En comparación con las personas que no habían tomado antibióticos en los últimos cinco años:9

  • Una prescripción de antibióticos tuvo una relación con un riesgo 27 % mayor de EII
  • Dos prescripciones, con un aumento del 55 %
  • Tres prescripciones, con un aumento del 67 %
  • Cuatro prescripciones, con un aumento del 96 %
  • Cinco o más prescripciones, con un aumento del 236 %

Los adultos que recibieron antibióticos uno o dos años antes de que les diagnosticaran EII, tenían el mayor riesgo. Y aunque todos los tipos de antibióticos se relacionaron con un mayor riesgo de EII, las fluoroquinolonas, que incluyen las marcas Cipro y Levaquin, tuvieron la mayor relación.10

Cabe mencionar que un nuevo estudio encontró que la niacinamida podría ayudar en el tratamiento y prevención de la EII,11 al transformarse en NAD+ como cofactor para producir más ATP en las mitocondrias.

Las fluoroquinolonas podrían tener una relación con una enfermedad cardíaca mortal

Las fluoroquinolonas, que por lo general se recetan para las infecciones de las vías respiratorias superiores y para las infecciones del tracto urinario (ITU), también podrían afectar su corazón. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos emitió en diciembre de 2018, un aviso de seguridad12 sobre las fluoroquinolonas después de que cuatro estudios demostraron una posible relación entre el antibiótico y un mayor riesgo de desgarros en la aorta (disección aórtica), la cual podría ser mortal. 13

La aorta es la arteria principal del cuerpo, la cual suministra sangre oxigenada al sistema circulatorio. La arteria proviene del lado izquierdo de su corazón y baja por el frente de su columna vertebral. La revisión de la FDA encontró que los antibióticos de fluoroquinolona podrían aumentar el riesgo de ruptura después de un aneurisma de la aorta (es decir, un agrandamiento de la aorta a más de 1.5 veces su tamaño normal).

Esto hizo que la FDA advirtiera sobre el uso de antibióticos de fluoroquinolona en personas en riesgo, a menos que sea su única opción de tratamiento. Este antibiótico no debería ser utilizado por:

  • Las personas con un riesgo de aneurisma de la aorta
  • Personas que padecen una enfermedad vascular aterosclerótica periférica o presión arterial alta
  • Los adultos mayores
  • Personas con síndrome de Ehlers-Danlos o síndrome de Marfan (trastornos genéticos)

Los antibióticos podrían tener una relación con el cáncer colorrectal

Los investigadores también demostraron que el uso de antibióticos podría tener una relación con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Según un artículo del portal Live Science en 2014:14

"Los investigadores analizaron los registros médicos de más de 22 000 pacientes con cáncer colorrectal en el Reino Unido, y realizaron un seguimiento durante un promedio de seis años... Los investigadores compararon la cantidad de antibióticos que los pacientes tomaron al menos seis meses antes de ser diagnosticados con cáncer, con la cantidad de antibióticos que tomaba un grupo de cerca de 86 000 personas sanas.
Después de considerar los posibles factores de riesgo del cáncer colorrectal, como la obesidad, diabetes, el tabaquismo y consumo de alcohol, los resultados demostraron que las personas que tomaron antibióticos, incluyendo penicilina, quinolonas y metronidazol, tenían una probabilidad entre 8 % y 11 % mayor de desarrollar cáncer colorrectal... lo cual podría deberse a los efectos del medicamento en las bacterias del colon".

Un estudio de 201615 también demostró que los antibióticos podrían tener una relación con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, en especial cuando se usan con frecuencia, y otra investigación16 que se publicó en 2017, encontró que las mujeres que tomaron antibióticos durante dos meses o más tenían un mayor riesgo de desarrollar pólipos en el colon, lo cual podría ser un precursor del cáncer colorrectal.

Las personas entre 20 y 30 años que tomaron los medicamentos durante al menos dos meses, tenían un riesgo 36 % mayor de pólipos, mientras que las mujeres que los usaron durante al menos dos meses entre los 40 y los 50 años tenían un riesgo 69 % mayor.

Los antibióticos podrían favorecer las enfermedades crónicas al debilitar su microbioma

En un artículo anterior, analicé el documental titulado “The Invisible Extinction”, el cual menciona el trabajo del Dr. Martin Blaser y Gloria Dominguez-Bello, microbiólogos que investigan las relaciones entre las enfermedades crónicas y la pérdida de diversidad bacteriana en el intestino humano.

El uso excesivo de antibióticos es un factor fundamental de esta pérdida. Las cesáreas electivas y los alimentos procesados también podrían dañar nuestro microbioma. De acuerdo con una investigación publicada en el Cleveland Clinic Journal of Medicine en 2018,17 en Estados Unidos las personas ya perdieron la mitad de su diversidad microbiana, por eso es fundamental evaluar los riesgos de los antibióticos frente a los beneficios antes tomarlos.

Muchos 'alimentos saludables' también podrían favorecer los cálculos renales

Como ya lo mencioné, la alimentación también podría ser un factor importante en el desarrollo de cálculos renales, y los alimentos procesados no son los únicos culpables. El oxalato (ácido oxálico con calcio adjunto) representa cerca del 80 % de los cálculos renales, mientras que los alimentos ricos en oxalato, como las espinacas, acelgas y hojas de betabel o remolacha, se promocionan como "superalimentos".

Las almendras también son ricas en oxalatos y podrían provocar una "sobredosis" si consume pan hecho con harina de almendras o leche de almendras, también si lleva una dieta cetogénica o paleolítica, ya que por lo general representan un alto consumo de almendras. Otros alimentos ricos en oxalato son la mantequilla de maní, el salvado de trigo, las papas, el salvado de arroz y el chocolate amargo. Estos son los alimentos que debe evitar si es propenso a los cálculos renales.

Los alimentos con alto contenido de oxalato también podrían favorecer otros problemas de salud.

Además de los cálculos renales de oxalato de calcio, otros síntomas que podría experimentar si se expone a grandes cantidades de oxalato incluyen:

Sarpullido con comezón

Cistitis intersticial (micción frecuente y dolor de vejiga)

Mala cicatrización

Piel frágil que sangra con facilidad (ya que daña los tejidos conectivos)

Dolor en las articulaciones

Osteoporosis (ya que los oxalatos absorben los minerales de los huesos)

Depósitos de calcio

Problemas digestivos

Problemas neurológicos que van desde cambios de humor y torpeza hasta temblores

Sueño deficiente

Dolores musculares reumatológicos, como fibromialgia

Problemas de visión, como miopía, cataratas y mala visión nocturna

Placa dental o sarro

El "antídoto" para los oxalatos

En la actualidad existe un “antídoto” para los oxalatos que podría ayudar en caso de ser propenso a los cálculos renales. Se trata del citrato. Yo tomo citratos todos los días, por lo general con la comida: citrato de magnesio, citrato de calcio y citrato de potasio. Esto podría ayudar a evitar que se absorban los oxalatos en la comida. Otras excelentes opciones, aparte de los suplementos de citrato, son la leche cruda de vacas alimentadas con pastura, las sardinas y el jugo de limón. Como lo explicó Sally Norton en nuestra entrevista de diciembre de 2022:

“Es esencial tomar calcio y magnesio cuando consuma alimentos ricos en oxalato... Los citratos en los minerales son fundamentales para... ayudar a tratar la enfermedad crónica cuando tiene un exceso de oxalato en el cuerpo. Lo que significa que, si tiene más de 10 años de edad y ha consumido este tipo de alimentos, entonces podría tener depósitos de oxalato en la médula ósea, las articulaciones y las glándulas.
El calcio [citrato] es el mineral más importante, ya que podría favorecer el desecho de oxalatos del cuerpo. Algunas personas ni siquiera toleran el calcio porque su cuerpo está tan ansioso por eliminar este desorden de sus tejidos, que el calcio lo acelera demasiado”.

Cuide y apoye su microbioma

Debido a que los antibióticos podrían destruir su microbioma y favorecer los cálculos renales, debe tener mucho cuidado si quiere tomarlos. A continuación, están algunas recomendaciones de lo que debe y no debe hacer para proteger su microbioma tanto como sea posible:

Qué hacer

Consuma alimentos fermentados: las mejores opciones son el lassi, kéfir fermentado de animales alimentados con pastura, natto (soya fermentada) y vegetales fermentados.

Tomar un suplemento de probióticos: si no consume alimentos fermentados de manera regular, una opción son los suplementos de probióticos.

Aumente su consumo de fibra soluble e insoluble, con vegetales y semillas, como las semillas germinadas.

Salga al jardín: la exposición a las bacterias y virus en la tierra podría fortalecer su sistema inmunológico y proporcionar una inmunidad duradera contra las enfermedades.

Abra sus ventanas: la investigación demuestra que aumentar el flujo de aire natural podría mejorar la diversidad y la salud de los microbios en su hogar, lo que a su vez lo beneficia.18

Lavar sus platos a mano en lugar de utilizar el lavavajillas: las investigaciones demostraron que lavar los platos a mano deja más bacterias en los platos que los lavavajillas. Comer en estos platos, menos estériles, podría disminuir el riesgo de alergias, ya que estimula su sistema inmunológico.19 Además, la mayoría de los detergentes para lavavajillas contienen sustancias químicas peligrosas, por lo que debe asegurarse de elegir uno que no sea tóxico.

Qué debe evitar

Antibióticos, a menos que sea necesario. Si los tiene que usar, asegúrese de consumir alimentos fermentados y un suplemento probiótico de alta calidad.

Alimentos ricos en oxalatos.

Consumir carne de animales criados de manera convencional y otros productos de origen animal, ya que los animales de las CAFO reciben antibióticos en dosis bajas de manera rutinaria.

Agua clorada o fluorada: incluso para bañarse.

Alimentos procesados: el exceso de azúcares, junto con otros nutrientes "muertos", favorece las bacterias patógenas. Los emulsionantes alimentarios, como el polisorbato 80, lecitina, carragenina, poligliceroles y la goma xantana, podrían tener un efecto adverso en su microbiota.

Productos químicos para la agricultura: el glifosato es un herbicida que podría matar muchos de sus microbios intestinales beneficiosos si come alimentos contaminados con él.

Jabón antibacterial, ya que podría matar tanto las bacterias malas como las buenas, además favorece el desarrollo de resistencia a los antibióticos.