HISTORIA EN BREVE

  • Se estima que del 80 al 90 % de las personas han tenido alguna forma de lesión cerebral traumática (TBI). El personal militar, los boxeadores y los jugadores de fútbol tienden a correr un riesgo particularmente alto, pero una lesión cerebral traumática puede ocurrirle a cualquiera, por diversas razones
  • Se estima que entre 4 y 6 millones de personas sufren discapacidad debido a padecimientos crónicos graves derivados de una lesión cerebral traumática, pero muchas personas más tienen lesiones cerebrales traumáticas sin reportar, ya sea por un accidente automovilístico, deslizamiento o caída, o simplemente por haberse golpeado la cabeza con un mueble
  • Los signos indicadores de TBI incluyen: mala concentración, cambios de humor, irritabilidad, alteraciones en la capacidad para concentrarse y resolver ejercicios mentales, dificultades para recordar palabras, niebla mental y problemas para dormir
  • La encefalopatía traumática crónica a largo plazo, que es la acumulación de conmociones cerebrales de bajo grado a lo largo del tiempo, acelera el proceso de demencia, lo que aumenta el riesgo de disfunción neurológica y las enfermedades futuras
  • Los tratamientos auxiliares incluyen la terapia de flotación, terapia de oxigenación hiperbárica, fotobiomodulación, terapia de campo electromagnético pulsado, estimulación transcraneal con corriente directa, neuroretroalimentación y el aceite de CBD

Por el Dr. Mercola

El Dr. Dan Engle, certificado por la junta en psicología y neurología para adultos, ha escrito una guía indispensable para recuperarse de una lesión cerebral traumática (TBI, por sus siglas en inglés), titulada "The Concussion Repair Manual: A Practical Guide to Recovering From Traumatic Brain Injuries".

Las lesiones cerebrales traumáticas son increíblemente predominantes. Se estima que entre el 80 y 90 % de las personas han tenido alguna forma de TBI. El personal militar, los boxeadores y los jugadores de fútbol tienden a correr un riesgo particularmente alto, pero una lesión de este tipo puede ocurrirle a cualquiera, por diversas razones.

Engle cuenta a continuación una experiencia personal al respecto, que lo motivó a seguir esta disciplina médica y a escribir un libro:

"Asistí a la universidad para jugar fútbol... en el boxeo se reciben golpes en la cara, lo que equivale a alrededor de 20 libras de presión en el cerebro. En el fútbol, ​​para lograr un tiro completo o cabezazo, el cerebro recibe 70 libras de presión... Sufrí una serie de conmociones cerebrales que me hicieron elegir la escuela de medicina.
A las dos semanas de cursar la escuela de medicina, me rompí el cuello. Ese fue un gran punto de partida para reevaluar mi dirección... Empecé [la escuela de medicina] con un chaleco Halo, que me atornillaron al cráneo y que me ayudo a caminar en una postura fija. Durante los primeros tres meses de la escuela de medicina utilice ese dispositivo.
Fue lo primero que finalmente me detuvo. Me ayudó a reflexionar, a darme cuenta de que estaba llevando mi vida a un nivel de intensidad que en realidad no disfrutaba.
Terminé divirtiéndome mucho más en la escuela de medicina y la residencia que en la escuela secundaria y bachillerato, solo porque no todo era tan intenso. Me llevó desde la sala de emergencias y la medicina quirúrgica hasta la neurología y psiquiatría.
[Mi enfoque] eran... los aspectos neuroreparadores de las lesiones cerebrales y de la médula espinal, así como el lado más humanista para comprender a las personas, las historias de lo que nos hace ser lo que somos, la mentalidad de curación, y lo importante que es para la recuperación".

Las TBI son increíblemente predominantes, sin embargo, muchos no reciben una rehabilitación adecuada

Un mito generalizado es que a menos que haya perdido completamente la conciencia, no tuvo una conmoción cerebral o lesión importante en la cabeza; sin embargo, simplemente eso es falso, dice Engle. En términos generales, una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática leve y obtendrá una puntuación más alta en la evaluación utilizando la escala de coma de Glasgow (un sistema de puntuación que califica su nivel de conciencia después de una lesión cerebral traumática). Las lesiones cerebrales traumáticas más graves que son moderadas o graves tendrán, respectivamente, una puntuación más baja.

Se estima que entre 4 y 6 millones de personas sufren discapacidad debido a afecciones crónicas graves derivadas de una lesión cerebral traumática, pero muchas personas más tienen lesiones cerebrales traumáticas sin reportar, ya sea por un accidente automovilístico, resbalón o caída, o simplemente por haberse golpeado la cabeza con un mueble.

La mayoría de estas lesiones son leves y sanan por sí solas, pero incluso una TBI leve puede tener efectos persistentes que pueden volverse crónicos a menos que sean tratados. Según el Dr. Engle:

"Para la mayoría de las personas, golpearse la cabeza contra una puerta o mueble, no será suficiente para tener una secuela neurológica significativa en progreso, sin embargo, en ocasiones sí lo es.
A menudo, lo que sucede en casa, como una caída, puede tener impactos negativos a largo plazo. Si se resbala sobre una alfombra o cae al bajar las escaleras, hay un impulso considerable que empuja al cerebro dentro del cráneo, lo que se llama lesión por contragolpe o lesión de un lado a otro. Y será evidente".

Signos indicadores de TBI

Con frecuencia, la lesión no parece ser lo suficientemente grave como para haber causado TBI, por lo que a menudo se ignoran las señales reveladoras, como la falta de concentración, los cambios de humor o las variaciones en la capacidad de atención y para realizar ejercicios mentales. Además, podría olvidar algunas palabras. El desequilibrio emocional, la irritabilidad, la niebla mental y los problemas para dormir también son efectos comunes.

Cada vez que experimente una lesión en la cabeza, independientemente de lo grave que parezca, preste especial atención a los cambios psicológicos que pudieran ocurrirle durante las siguientes dos semanas.

Los signos que acabamos de mencionar son indicios de que su sistema nervioso está en alerta máxima debido a una cascada inflamatoria que se manifiesta en forma de efectos secundarios psicológicos y cognitivos. De acuerdo con el Dr. Engle:

"La clásica frase, 'Ve a casa y descansa. Todo va a estar bien’, tiene algo de mérito. Pero cuando yo sufrí conmociones cerebrales, la última de las cuales fue después de romperme el cuello... sabía que algo andaba mal porque tenía problemas de atención, concentración, enfoque, memoria, sueño, algo así como el típico síndrome posconmoción...
Esto ocurrió hace 20 años. Realmente no había tecnologías y terapias significativas de recuperación. Me puse a trabajar en el laboratorio. No estaba de acuerdo con que todo siguiera siendo insuficiente. Quería probarlo todo... Lo que me funcionó a mí o a mis amigos, familiares y clientes de manera significativa son las cosas que terminé escribiendo en el manual...
Algunas personas experimentarán hipersomnolencia, en especial durante la fase de conmoción cerebral aguda, porque el sistema debe entrar en lapso convaleciente de tranquilidad y descansar...
Es decir, en un entorno de poca estimulación. Es importante estar alejado de la estimulación electrónica, del estrés laboral y de los compromisos agobiantes del hogar; ser capaz de llevar la energía a casa o descansar el sistema nervioso".

Evaluación de TBI

Ahora hay nuevas técnicas de escaneo infrarrojo portátil que pueden ayudar a evaluar el daño de las lesiones traumáticas cerebrales, como, por ejemplo, si hubiera una hemorragia activa o aguda dentro del cráneo. En el fútbol profesional, ahora tienen neurodiagnósticos y un examen neurológico que permitirá que el médico evalúe si el jugador está en condiciones de regresar al campo. De acuerdo con Engle:

"Justo el año pasado, observamos una eficacia variable al respecto en la Liga Nacional de Fútbol. Esos protocolos se vuelven más específicos y refinados todo el tiempo.
Pero basta decir que en cuanto alguien sufra una lesión importante, es fundamental que pueda ser evaluado, ya sea por un profesional en la línea lateral del campo, en el departamento de emergencia o por alguien capacitado en atender lesiones cerebrales, con el fin de valorar cuál es su nivel de seguridad y posible riesgo, en caso de tener otro impacto".

Los adultos que se lesionan en casa podrán evaluarse por sí mismos y observar los cambios psicológicos y neurológicos, pero ¿y los niños? Es importante que los padres sepan cómo evaluar el estado neurológico de sus hijos y que sean lo suficientemente observadores como para notar los cambios de comportamiento.

"Dado que los niños son inquietos... si ocurrió una lesión importante y se presenta un cambio en la función durante los próximos días o semanas, significa que requiere de un diagnóstico y evaluación mayor", dice Engle.

Si su hijo juega fútbol, Engle recomienda tener una conversación clara "con el entrenador sobre su estilo de juego. ¿Les está pidiendo que dirijan con la cabeza? ¿Se les habla claro sobre la importancia de la salud cerebral y la necesidad de recuperación después de una conmoción? ¿Los propios jugadores saben cuáles son los posibles efectos posteriores a largo plazo? Todas esas cosas".

Efectos de la acumulación de TBI a largo plazo

La encefalopatía traumática crónica a largo plazo, que es la acumulación de conmociones cerebrales de bajo grado a lo largo del tiempo, acelera el proceso de demencia, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y de disfunción neurológica futura. Muchos boxeadores y jugadores de fútbol comienzan a manifestar estos síntomas a los 30 y 40 años.

Si está genéticamente predispuesto a la enfermedad de Alzheimer, al tener uno o dos alelos de ApoE4, y sufre una lesión cerebral traumática, su riesgo aumenta al menos diez veces. Engle advierte lo siguiente:

"Y si observa los problemas alimenticios e inflamatorios crónicos; por ejemplo, [llevar una] alimentación rica en azúcar, no practicar el ayuno y este tipo de cosas, y luego acumula malos hábitos de estilo de vida o no los optimiza para favorecer el rendimiento cerebral, entonces acelerará aún más dicho proceso".

En su libro, Engle analiza una serie de estrategias de prevención que incluyen componentes nutricionales que optimizan la función cerebral y que ayudan a reparar la función neurológica en caso de lesión. Entre los más importantes se encuentran las grasas omega-3 de origen animal: ácido docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA).

De acuerdo con Engle, el Departamento de Cirugía de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón incluso recomienda el uso de suplementos de omega-3 antes de una cirugía, ya que los resultados son mejores. La curcumina es otro poderoso antiinflamatorio. Además, ambos son valiosos para prevenir la demencia.

Los beneficios de la terapia de flotación

Engle es un firme defensor de la terapia de flotación, y señala que "la terapia de flotación está en la primera línea de muchos protocolos de recuperación y de medicina regenerativa, ya que ofrece la oportunidad de restablecer varios sistemas diferentes". Según Engle:

"Cuando alguien se sumerge en la experiencia de un tanque de flotación o de aislamiento sensorial, esencialmente es la primera vez, desde su concepción, que se encuentra sin estímulos ambientales... Flota en aproximadamente un pie de agua. [El tanque] es aproximadamente del tamaño de una cama king-size.
Contiene alrededor de 1000 a 1200 libras de sales de Epsom. Tiene mucha fuerza de flotación, algo así como el Mar Muerto. No hay gravedad, no hay una recepción [sensorial] apropiada.
No hay variaciones en la temperatura de la piel, porque el agua tiene la misma temperatura que la piel, a diferencia de la temperatura de la zona core. Es difícil saber dónde termina y comienza el resto del universo.
No hay imágenes ni sonido. Todo está desconectado, por así decirlo. El 80 % de lo que el cerebro aporta de manera constante consiste en estímulos ambientales. Ahora, hay más energía hacia los mecanismos de recuperación.
Es tanto una tecnología cerebral como de conciencia, porque... la experiencia del tanque de flotación es como una meditación con esteroides. Si alguien la utiliza para fines regenerativos y de recuperación, también podrá encontrar más paz en su vida fuera del tanque... ya que comienza a restablecer el sistema neuroendocrino.
Ser normalizan los niveles de cortisol y los marcadores inflamatorios globales, al igual que la presión arterial. Y la relación entre el cerebro y el sistema endocrino u hormonal comienza a optimizarse..."

Engle recomienda hacer una serie de ocho a diez sesiones de flotación dentro de un período de tres a cuatro semanas. Al final de esa serie, debe notar una mejora significativa en sus síntomas. También podría tener una sensación de bienestar general, al “fluir” mejor en su vida.

Para mantenimiento, haga una o dos sesiones por mes.

Otros tratamientos auxiliares

Otras intervenciones útiles incluyen:

Oxígeno hiperbárico

Al saturar sus tejidos con oxígeno, este puede entrar en todos los mecanismos neuroreparadores de todo su sistema neurológico, de la cabeza a los pies. Acelera todos los procesos de cicatrización de las heridas, ya sea en la vasculatura periférica o central, alrededor del sistema nervioso, cerebro y médula espinal.

Una alternativa para uso doméstico sería el ejercicio con terapia de oxígeno (EWOT, por sus siglas en inglés). No es tan efectivo para la recuperación neurológica como el tratamiento con oxígeno hiperbárico porque no satura los tejidos con oxígeno, solo la sangre, pero aun así puede beneficiarle si tiene una baja presión parcial de oxígeno (bajos niveles de oxígeno en la sangre).

Terapia láser de bajo nivel (LLLT, por sus siglas en inglés), también conocida como fotobiomodulación, que se puede realizar con láseres o diodos emisores de luz (LED). Según Engle:

"Hay muchos estudios distintos que demuestran que la luz es beneficiosa. Cuando hablamos de recuperación neurológica o de producción de trifosfato de adenosina (ATP), que impulsa la función mitocondrial, existen ciertas longitudes de onda que parecen ser óptimas para ello.

La mayoría de las longitudes de onda para la recuperación neurológica estarán en el infrarrojo cercano (de 810 a 830 nanómetros) y en el espectro del infrarrojo lejano. Hay algunos dispositivos portátiles que se pueden usar".

La luz roja a una frecuencia de 660 nanómetros también es beneficiosa, y muchas tecnologías combinarán la luz roja con infrarrojo cercano y lejano.

Terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF)

Engle explica:

"Si optimizamos el voltaje y la frecuencia en la célula, entonces habrá límites energéticos inferiores: por los que ocurren las enfermedades, y superiores: por los cuales se optimiza su función. La PEMF tiende a elevar el voltaje y la energía de la célula en el sistema en general, con el fin de mejorar la función fisiológica ...

Utilizo una combinación de sistemas de bajo y alto voltaje. Hay un sistema de bajo voltaje llamado Regulación Bio Electromagnética de la Energía (BEMER), y un sistema de alto voltaje llamado Pulse. Encontré beneficios en ambos... También hay un subconjunto de frecuencias pulsadas llamadas estimulación magnética transcraneal, que se basa más en el impulso magnético al cerebro”.

Estimulación transcraneal con corriente directa (TDCS, por sus siglas en inglés)

La TDCS proporciona una estimulación más global, por lo tanto, mientras que algunos pacientes obtienen buenos resultados, otros no, debido a la falta de especificidad. Según Engle, si le funciona, notará los resultados rápidamente. Si no observa ningún beneficio en las primeras sesiones, cambie de terapia.

La electroencefalografía (EEG) y neuroretroalimentación son tecnologías similares de complejidad variable.

"Accede para dominar su habilidad en tiempo real y ver dónde se activan sus patrones de ondas cerebrales, luego, con el fin de establecer las modalidades de pensamiento necesarias y los estados internos para poder entrar a un estado alfa de manera consistente", explica Engle. Los estados alfa son indicativos de calma y concentración.

"Si puedo acceder a eso y encontrar ese lugar dentro de mí mismo, entonces comenzaré a generar mi propio sentido de empoderamiento personal". El sistema Evoke es fácil de usar. Implica ver una película durante 20 o 30 minutos. Su atención concentrada mantendrá la película en reproducción. Cuando distrae su atención, la película se vuelve lenta y el volumen disminuye.

Aceite de cannabidiol (CBD)

"El CBD se encuentra junto al aceite de pescado para brindar soporte neuroreparador", dice Engle. "El cannabis tiene dos principales componentes terapéuticos: uno es el tetrahidrocannabinol (THC) y el otro es el CBD. El THC tiene un componente psicoactivo. El CBD tiene un componente neuroreparador. Parece haber un efecto positivo o mejorado cuando hay un poco de THC con CBD. La proporción de CBD y THC será de alrededor de 20:1.

En varias ocasiones hemos observado sus beneficios para el sistema neurológico, ya sea en la recuperación de un derrame cerebral, conmoción cerebral o como apoyo para el tratamiento de convulsiones y ataques de epilepsia... Parece tener un efecto de reparación neurológica.

Los receptores de CBD están vinculados de manera general con la función neurológica en todo el cerebro. Cuando involucramos y estimulamos esos receptores, notamos los beneficios neuroquímicos en la reparación, independientemente del resultado, pero de manera especial con la conmoción cerebral. Por lo tanto, si alguien sufre una lesión significativa, durante la fase aguda, ante todo debe hacer lo siguiente:

·         Modifique su estilo de vida. Manténgase tranquilo. Si puede practique la flotación.

·         Consuma aceite de pescado, CBD, vitamina D y melatonina, sobre todo si tiene problemas para dormir. Aumente los antioxidantes".

El CBD puede ser un estimulador realmente muy potente de la vía del factor de transferencia (Nrf2), que estimula la producción hermética de antioxidantes en su cuerpo.

Más información

Si tiene una lesión cerebral traumática o conoce a alguien que la tenga, asegúrese de obtener un ejemplar del "Manual de recuperación de una conmoción cerebral". Lo necesitará. Hay muchos más detalles en el libro de los que podríamos discutir en esta entrevista. Es un recurso increíble. Engle pasó los últimos 20 años haciendo la investigación para usted, por lo que ahora puede encontrar toda la información en un sitio práctico. Engle concluye diciendo lo siguiente:

"Quería escribirlo como un manual de usuario ampliamente disponible para cualquier persona que esté pasando por la experiencia. Hay muchas metodologías diferentes, una miríada de opciones.
La motivación es esclarecer qué herramientas disponibles puede probar en su entorno inmediato y, luego, ser consistente con dicha metodología mientras monitorea sus síntomas durante un período de 30 días. Si observa una mejora, excelente, continúe.
Si hubo un progreso, pero cree que podría mejorar más, entonces es posible que deba aumentar su frecuencia o intensidad. Ni siquiera hablamos de la dieta cetogénica. Podría reforzar aún más la dieta cetogénica, incluso consumir menos carbohidratos, o hacerlo de manera más amplia, y apegarse a la terapia de flotación y de láser de bajo nivel. Puede encontrar un tanque de oxigenación hiperbárica y hacerlo con regularidad.
Elija los dos o tres principales métodos que quiera probar. Comprométase a realizarlos durante un período de tiempo, sea diligente, obtenga apoyo y asegúrese de monitorear los principales síntomas de conmoción cerebral o lesión neurológica: sueño, irritabilidad, concentración, atención, etc. Hay una sección interactiva en mi libro, con el fin de facilitar el seguimiento diario de los síntomas.
Creo que ser minucioso es aún más importante que eso, así como saber profundamente que todo se puede curar. El cerebro es súper elástico. Sabemos que estar constantemente involucrados en mejores modos de pensamiento, inspiración y empoderamiento, favorece el alivio de las personas. La mentalidad es tan importante como lo es la neuroanatomía y neuroquímica".