HISTORIA EN BREVE

  • Algunos casos de autismo son provocados por mutaciones en el gen del complejo deshidrogenasa de alfa-cetoácidos de cadena ramificada (BCKDK por sus siglas en inglés); en las personas con insuficiencia de BCKDK, los BCAAs se descomponen demasiado rápido, lo que genera una deficiencia de estos
  • La deficiencia de BCAAs tiene una relación con un trastorno del neurodesarrollo que incluye autismo, discapacidad intelectual y microcefalia
  • Una alimentación alta en proteínas combinada con suplementos de BCAAs generaron un aumento importante de los niveles de BCAAs y mejoraron o estabilizaron las funciones motoras y la circunferencia de la cabeza en casi todos los pacientes niños con deficiencia de BCKDK
  • Ningún niño que comenzó el tratamiento antes de los 2 años desarrolló autismo; el más pequeño tenía 8 meses cuando comenzó el tratamiento y a los 3 años aún mantenía un desarrollo normal
  • Los investigadores sugieren que se agregue la prueba de deficiencia de BCKDK a las pruebas de detección para recién nacidos, para poder comenzar a tiempo la suplementación con BCAAs en caso de ser necesario, lo que podría prevenir el desarrollo del autismo

Por el Dr. Mercola

Algunos casos de autismo son provocados por mutaciones en el gen del complejo deshidrogenasa de alfa-cetoácidos de cadena ramificada (BCKDK por sus siglas en inglés). 1 El gen BCKDK interviene en el metabolismo de los aminoácidos de cadena ramificada (BCAAs). En las personas con insuficiencia de BCKDK, los BCAAs se descomponen demasiado rápido, lo que genera una deficiencia de estos. 2

Esta deficiencia de BCAAs tiene una relación con un trastorno del neurodesarrollo que incluye autismo, discapacidad intelectual y microcefalia. Los cambios en la alimentación y la suplementación con BCAAs, podrían ser un tratamiento efectivo para algunos niños, y si se inician a temprana edad podrían incluso prevenir el desarrollo del autismo.

Los suplementos de BCAAs podrían ayudar contra el autismo

En 2012, los investigadores descubrieron que la suplementación con BCAAs revirtió algunas características neurológicas en ratones, y mencionaron lo siguiente:3

"Al complementar la alimentación de las personas con BCAAs, logramos normalizar sus niveles de BCAAs en plasma, lo que nos indica que los suplementos de BCAAs podrían beneficiar a los pacientes con mutaciones en BCKDK".

El Dr. Joseph Gleeson, profesor de la Universidad de California en San Diego, participó en el estudio y señaló que:4

“En un estudio de 2012, identificamos que los ratones con una mutación en BCKDK que siguen una alimentación baja en aminoácidos de cadena ramificada tienen características similares a los de los niños con autismo; darles a estos animales una alimentación rica en aminoácidos elimina dichas características.
Complementar la alimentación de los niños con autismo que tienen una mutación BCKDK mejoró bastante su comportamiento. Una joven se tranquilizó y pudo pronunciar oraciones completas; otro paciente se volvió más activo y atento.
Aunque las mutaciones en BCKDK no son comunes, los problemas metabólicos en el autismo sí podrían serlo. Un ensayo clínico encontró que casi el 17 % de los participantes con autismo mostraron síntomas de un metabolismo inusual de aminoácidos. 5Y en 2012, los investigadores relacionaron las mutaciones en un gen implicado en la síntesis de carnitina (un compuesto derivado de un aminoácido) con el autismo. 6
El factor de riesgo genético se encuentra en 1 de cada 350 niños, de los cuales solo entre el 2 % y el 4 % tienen autismo. Sin embargo, si un niño con autismo tiene esta mutación, un suplemento podría ayudar a tratar la causa subyacente”.

La suplementación temprana con BCAAs podría prevenir el autismo

Un estudio de 2023 brinda más información sobre el uso de BCAAs para mejorar algunas características como la circunferencia de la cabeza y las habilidades motoras en personas con deficiencia de BCKDK. 7 El estudio utilizó datos de 21 niños con mutaciones de BCKDK que fueron diagnosticados con deficiencia de BCKDK cuando tenían entre 8 meses y 16 años de edad.

Al momento del diagnóstico, los niños tenían niveles de BCAAs, incluidos leucina, valina e isoleucina, por debajo de los valores de referencia en plasma y líquido cefalorraquídeo. También tenían retrasos en el desarrollo neurológico, como deterioro de la función motora gruesa, discapacidad intelectual, deterioro del lenguaje, trastorno del espectro autista (TEA), epilepsia, torpeza, pérdida de audición y dificultades para alimentarse.

Aunque ningún niño tenía microcefalia al nacer, 17 de ellos la desarrollaron durante el período de seguimiento. 8 A los niños se les proporcionó una alimentación rica en proteínas (los alimentos que contienen proteínas tienen BCAAs) y suplementos de BCAAs, lo genero un aumento en los niveles de BCAAs y mejoras o estabilizaciones en las funciones motoras y la circunferencia de la cabeza en casi todos los pacientes.

Además, ninguno de los tres niños que comenzaron el tratamiento antes de los 2 años de edad, desarrolló autismo. El más pequeño tenía 8 meses cuando comenzó el tratamiento y a los 3 años aún mantenía un desarrollo normal. De acuerdo al estudio, “estos resultados demuestran los beneficios potenciales de un buen plan de alimentación y del consumo de BCAAs a temprana edad”. 9

Una de las mejores fuentes de BCAAs es el lactosuero, que es rico en leucina. La carne de bisonte, los lacteos y la carne de res de animales criados de manera orgánica y con pastura, los huevos orgánicos de gallinas camperas también son fuentes de BCAAs. Los investigadores sugieren que debería agregarse la prueba de deficiencia de BCKDK a las pruebas de detección para recién nacidos. En el estudio se observó que seis de siete niños, que contaban con la prueba de detección para recién nacidos, tenían niveles bajos de aminoácidos. 10

La Dra. Ángeles García-Cazorla, autora principal del estudio, mencionó a Spectrum News que, “los niños que comenzaron el tratamiento cuando tenían menos de 2 años, evolucionaron mejor que los demás”. “Existe un periodo de tiempo en el que el tratamiento podría revertir o mejorar la enfermedad”.11

La Dra. García-Cazorla informó a los funcionarios de salud de Cataluña, España, responsables de las pruebas de detección para recién nacidos, sobre los resultados del estudio, y gracias a esto, agregaron la prueba deficiencia de BCKDK a las pruebas de detección.

Spectrum News informó en Estados Unidos que “agregar enfermedades a las pruebas de recién nacidos es un proceso lento y laborioso. Pero a muchos recién nacidos ya se les revisan los niveles de aminoácidos para detectar la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, señala [Gaia] Novarino [investigador del estudio de 2012]. 'Así que debería ser sencillo agregar esa prueba'”.12

La relación con la vitamina B12

La vitamina B12 también se usa como tratamiento contra el autismo, ya que los estudios demuestran que podría beneficiar13 la comunicación expresiva, la vida diaria, las habilidades sociales y de afrontamiento, el sueño, los síntomas gastrointestinales, la hiperactividad, los berrinches, la visión, el contacto visual y más.

Mientras que una deficiencia de vitamina B12 podría afectar la capacidad para metabolizar los BCAAs. Un estudio con gusanos llamados Caenorhabditis elegans (C. elegans), encontró que una alimentación baja en B12, alteró su metabolismo de BCAAs, lo que afectó la salud de los gusanos a nivel celular: "La investigación demostró que la poca capacidad para descomponer los BCAAs provocó una acumulación tóxica de subproductos de BCAAs parcialmente metabolizados que dañaron la salud mitocondrial”.14

En un estudio de 57 niños con autismo, el tratamiento con metil B12 ayudo con los síntomas,15 mientras que la deficiencia de vitamina B12 podría provocar síntomas similares a los del autismo, lo que podría generar un diagnóstico equivocado. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina B12 podría provocar comportamientos obsesivo-compulsivos, indiferencia, aislamiento y problemas con el habla, el lenguaje y la comprensión en los niños. 16 Algunas fuentes alimenticias de vitamina B12 incluyen:

Carne de res e hígado de res de animales criados de manera organica y con pastura

Cordero

Venado

Callo de hacha (escalopas)

Huevos y pollo orgánico de pastoreo

Leche sin pasteurizar de animales alimentados con pastura

Levadura nutricional

La relación con la disfunción mitocondrial

En los Estados Unidos, el índice de autismo cada vez es mayor, de acuerdo a las últimas estadísticas, 1 de cada 30, o el 3.49 %, de los niños de entre 3 a 17 años fueron diagnosticados con TEA en 2020.17 La salud mitocondrial podría ser un factor subyacente de este aumento. En octubre de 2020, una reseña científica publicada en Seminars in Pediatric Neurology, demostró que la función mitocondrial podría tener una relación con el autismo.

En 2017, se estimó que alrededor del 4 % de los niños con autismo podrían tener una enfermedad mitocondrial, mientras que otras investigaciones señalan que las anomalías de la función mitocondrial podrían afectar hasta al 80 % de los niños con autismo. 18

Se han encontrado "nuevas anomalías" en la función mitocondrial en niños con autismo, y también se descubrió que los tratamientos para la disfunción mitocondrial, como la suplementación con L-carnitina y una dieta cetogénica, son beneficiosos. Cuando el autismo se origina debido a una disfunción mitocondrial, los niños pueden presentar síntomas especiales como los siguientes:19

  • Fatiga
  • Trastornos gastrointestinales
  • Convulsiones o epilepsia
  • Retraso psicomotor, ataxia o debilidad muscular
  • Regresión inusual del neurodesarrollo, que incluye regresiones múltiples o regresiones más tardías que las que se suelen tener una relación con el TEA

El Dr. Richard Frye, autor de la reseña, junto con el Instituto Neurológico Barrow del Hospital Infantil de Phoenix en Arizona, señalaron que las mitocondrias son "vulnerables a los factores ambientales", y que un nuevo tipo de disfunción de las mitocondrias", en el que la actividad de la cadena de transporte de electrones aumenta de forma importante, podría tener una relación con las exposiciones ambientales”.20

En 2010, el tribunal federal admitió que el autismo de la niña Hannah Poling fue provocado por las vacunas, las cuales “agravaron un trastorno mitocondrial subyacente, lo que generó deficiencias en el metabolismo energético celular y se manifestó como una encefalopatía reversible con características del trastorno del espectro autista.”21

Los antidepresivos durante el embarazo podrían provocar autismo

Las exposiciones ambientales, incluso a ciertos medicamentos, también podrían tener una relación. Una investigación publicada en el Brain, Behavior, and Immunity, señala que los medicamentos antidepresivos durante el embarazo podrían estar involucrados. Este descubrimiento podría tener repercusiones en la salud pública, sobre todo si se considera que al 80 % de las mujeres embarazadas que usan antidepresivos, se les recetan medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). 22

Un estudio en animales demostró que los ISRS podrían tener una relación con la inflamación en el cuerpo de la madre, lo que provoca una reacción que afecta la interfase materno-fetal (MFI por sus siglas en inglés), que incluye la decidua (una membrana mucosa que recubre el útero), la placenta y por último, el cerebro en desarrollo del feto.

En la edad adulta, los hijos cuyas madres sufrieron inflamación durante el embarazo, tuvieron cambios de comportamiento, según el sexo, incluyendo una menor comunicación y poco interés en las interacciones sociales, similar a las personas con autismo. 23

"Además", los investigadores mencionaron que "la combinación de la inflamación materna con la inhibición farmacológica de la reabsorción de serotonina, transformó aún más la fisiología de la MFI y la neurobiología, lo que afecto las vías de señalización inmunitarias y de la serotonina".24

De hecho, el paracetamol, sustancia activa del Tylenol, que muchas personas consideran inofensivo, tiene una relación con el autismo cuando se usa durante el embarazo. Los hijos de madres que tomaron una dosis alta de paracetamol durante el embarazo tienen un riesgo 262 % mayor de padecer TEA.

Los autores señalaron que sus resultados "respaldan estudios previos sobre la relación entre la exposición prenatal y perinatal al paracetamol con el riesgo del desarrollo neurológico infantil".25 La exposición al glifosato,26 mercurio, plomo,27 aluminio28 y otras sustancias químicas como los ftalatos29 y la contaminación del aire,30 también tienen una relación con el autismo.

La relación intestino-cerebro con el autismo

El intestino también podría tener una relación con el desarrollo del TEA. La disfunción intestinal en el autismo podría deberse a mutaciones en genes que se encuentran en el intestino y en el cerebro, que afectan la comunicación neuronal. 31

La neuróloga rusa Natasha Campbell-McBride considera que la toxicidad cerebral que se deriva de la toxicidad intestinal, también conocida como Síndrome psico-intestinal (GAPS por sus siglas en inglés), es un factor importante que podría provocar autismo, en especial cuando se agregan vacunas a la formula. Tener un microbioma intestinal desequilibrado también podría provocar que los niños se vuelvan más susceptibles a los efectos secundarios de las toxinas ambientales.

Cabe señalar que los BCAAs también ayudan a regular la salud intestinal y a mantener la función de barrera intestinal, mientras que la suplementación con BCAAs favoreció el desarrollo intestinal y aumentó la absorción intestinal de aminoácidos en estudios con animales,32 lo que podría ser otro beneficio potencial de los BCAAs para esta enfermedad compleja.


Fuentes y Referencias