HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria crónica (EII) que se desarrolla cuando algunas partes del sistema digestivo se inflaman o irritan
  • Según los investigadores, hay varios factores alimentarios que se relacionan con la enfermedad de Crohn, tales como consumir grasas, comida rápida y azúcar refinada
  • De acuerdo con un análisis de varios estudios que se publicó en la revista Nutrients en 2020, a diferencia de otros tipos de dietas como la baja en lactosa, mediterránea y vegetariana, llevar una alimentación baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP, por sus siglas en inglés) podría ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad de Crohn
  • Otros estudios de pequeño alcance encontraron que tomar mesalamina junto con curcumina podría ayudar a "inducir la remisión clínica y endoscópica en pacientes con CU activa de leve a moderada (colitis ulcerosa), sin causar efectos adversos aparentes".

Por el Dr. Mercola

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), alrededor de 3 millones de adultos tienen una enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que se puede dividir en dos categorías: colitis ulcerosa (CU) y enfermedad de Crohn (EC). Mientras que la colitis ulcerosa suele afectar el intestino grueso o al recto, la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal (GI), desde la boca hasta el ano.

En este artículo, solo hablaremos de la enfermedad de Crohn: sus causas, sus síntomas y las estrategias alimentarias que puede implementar para controlar esta enfermedad que no tiene cura.

¿Qué es la enfermedad de Crohn y cuáles son sus síntomas?

Esta enfermedad recibió su nombre en honor al Dr. Burill Crohn, que la descubrió en 1932, y se trata de una enfermedad inflamatoria intestinal crónica (EII) que se desarrolla cuando alguna parte de su sistema digestivo se inflama o irrita. Esto sucede cuando su sistema inmunológico confunde las bacterias inofensivas de su tracto GI con invasores extraños como virus, bacterias, hongos y otros microorganismos, por lo que lanza una respuesta que causa inflamación e irritación (úlceras) y afecta el grosor de la pared intestinal.

La enfermedad de Crohn puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres, y suele desarrollarse entre los 20 y los 29 años. Aunque los síntomas podrían variar de un paciente a otro, algunos indicadores comunes incluyen:

Urgencia por defecar

Diarrea crónica

Sangrado rectal

Dolor y calambres en el abdomen

Sensación de vaciado intestinal incompleto

Estreñimiento y una posible obstrucción intestinal

Dado que se trata de una enfermedad crónica, habrá períodos de remisión en los que la persona no experimentará ningún síntoma. Sin embargo, los síntomas se activan durante los brotes y, en ese momento, las personas suelen experimentar todas las molestias y malestar.

La alimentación influye mucho en esta enfermedad

Los brotes de la enfermedad de Crohn pueden causar mucho dolor e interferir con sus actividades cotidianas. La buena noticia es que existen estrategias que podrían ayudar a controlar este problema de salud y el primer paso es darle a su cuerpo los nutrientes que necesita.

En un estudio que se publicó en la revista Alimentary Pharmacology and Therapeuticsen 2005, los investigadores indicaron que hay varios factores alimentarios que se relacionan con la enfermedad de Crohn, que incluyen:

La cantidad y calidad de las grasas que consume. Según un estudio que se publicó en Italian Journal of Gastroenterology, los pacientes que solían reutilizar su aceite de cocina tenían mayor riesgo de enfermedad de Crohn.

La frecuencia con la que consume comida rápida. Según un estudio que se publicó en la revista Epidemiology en 1992, consumir comida rápida al menos dos veces a la semana incrementó el riesgo relativo tanto de la enfermedad de Crohn como de la colitis ulcerosa.

La cantidad de azúcar refinada que consume. Doce de trece estudios señalaron que los pacientes con enfermedad de Crohn, sin importar su ubicación geográfica o etnia, suelen consumir demasiada azúcar.

Si bien el estudio de 2005 menciona que estos hallazgos deben investigarse más a fondo, creo que estos factores, que forman parte de la dieta occidental promedio, influyen mucho en la aparición de trastornos digestivos, y que cambiar estos hábitos alimentarios podría ayudar a aliviar algunos de los síntomas.

Además, los investigadores también analizaron la relación entre los FODMAP y la enfermedad de Crohn y, de hecho, algunas investigaciones recientes encontraron hallazgos similares.

¿Qué son los FODMAP y qué relación tienen con la EII?

FODMAP es el acrónimo en inglés para "oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables"; en pocas palabras, estos son carbohidratos de cadena corta que fermentan las bacterias intestinales. Dado que el intestino delgado no puede descomponerlos, ni absorberlos, se requiere de mucha agua para transportarlos al intestino grueso. Cuando llegan al intestino grueso, las bacterias intestinales en su colon comienzan a comerlos y fermentarlos, y este proceso produce gases y ácidos grasos como subproductos.

Los FODMAP no son malos en sí; de hecho, el sistema digestivo humano está diseñado para procesar alimentos que no se pueden digerir por completo, como es el caso de la fibra. El problema es que este tipo de alimentos pueden causar indigestión en personas con alguna EII, como la enfermedad de Crohn. Por esa razón, se recomienda que lleven una dieta baja en FODMAP y evitar los alimentos que causan malestar. De acuerdo con los autores del estudio, que llaman a esto la "hipótesis de FODMAP":

“El paso de estas sustancias por el intestino y su rápida fermentación causa daños e incrementa la permeabilidad intestinal, un factor que predispone a un huésped genéticamente susceptible a la enfermedad de Crohn”.

Este tipo de dieta puede ayudar a determinar qué activa los síntomas

Entonces, ¿qué alimentos se consideran FODMAP? Estos son los componentes y sus fuentes más comunes:

Fructosa: frutas, miel y jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF)

Lactosa: productos lácteos como leche, yogurt y helado

Fructanos: trigo (cereales, pan y galletas) y cebollas

Polioles: manzanas, peras, cerezas, duraznos y ciruelas

Galactooligosacáridos: legumbres, frijoles, col, coles de Bruselas, cebolla, alcachofas, espárragos y ajo

De acuerdo con un análisis de varios estudios que se publicó en la revista Nutrients en 2020, a diferencia de otros tipos de dietas como la baja en lactosa, mediterránea y vegetariana, llevar una alimentación baja en FODMAP podría ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Además, un estudio más reciente que se publicó en la misma revista obtuvo hallazgos similares e indicó que este tipo de alimentación podría ayudar a tratar los síntomas gastrointestinales funcionales. De acuerdo con los autores:

“El resultado principal de este estudio fue que una alimentación tipo LFD puede mejorar los FGS en la EII. Se observó una mejora en síntomas como distensión abdominal, flatulencias, ruidos intestinales, dolor abdominal, fatiga y letargo en pacientes con EII, aunque no afectó síntomas como náuseas y vómitos. No se encontraron diferencias en la mejora de los síntomas en pacientes con diferentes subtipos, ya que la LFD produjo resultados similares que aliviaron los FGS en pacientes con EC y CU”.

En pocas palabras, una dieta baja en FODMAP es una dieta de eliminación que se basa en tres pasos:

1. Dejar de comer ciertos alimentos ricos en FODMAP.

2. Volver a introducirlos, uno por uno, para determinar cuáles causan problemas.

3. Identificar los alimentos que causan los síntomas. A partir de ahí, puede evitar o limitar los alimentos problemáticos mientras disfruta de todos los demás sin experimentar ningún síntoma.

La Dra. Hazel Galon Veloso, especialista en gastroenterología de Johns Hopkins, recomienda implementar el paso 1 durante dos a seis semanas con el fin de minimizar los síntomas.

“Si tiene SIBO, puede ayudar a disminuir los niveles anormalmente altos de bacterias intestinales. Luego, cada tres días, puede volver a introducir un alimento rico en FODMAP a su alimentación, uno a la vez, para ver si causa algún síntoma. Si cierto alimento con alto contenido de FODMAP causa síntomas, no vuelva a comerlo”, dijo la Dra. Hazel.

¿Cuáles son los alimentos con bajo contenido de FODMAP?

Mientras implementa la dieta de eliminación para determinar qué alimentos activan los síntomas de la enfermedad de Crohn, asegúrese de consumir alimentos bajos en FODMAP, como:

Huevos de gallinas camperas y carne de animales alimentados con pastura

Vegetales como berenjenas, zanahorias, calabacines, pepinos y pimientos

Vegetales de hojas verdes como espinaca y la col rizada

Frutas como fresas, piña, uvas, moras azules y naranjas

Leches alternativas como leche de coco 

La Crohn's and Colitis Foundation señala que no existe una dieta universal, y esto tiene sentido ya que un alimento puede causar síntomas en un paciente, pero no en otro. Entonces, lo mejor es consultar a su médico para que lo ayude a desarrollar un plan de nutrición personalizado que pueda ayudar a controlar los síntomas, mientras mejora su salud.

La cúrcuma y la vitamina D también son de gran ayuda

Además de obtener suficientes nutrientes como ácidos grasos omega-3, zinc, vitamina B12, calcio y más, hay otros suplementos que pueden ayudar a controlar la enfermedad de Crohn. La cúrcuma es uno de ellos, gracias a su compuesto curcumina que combate la inflamación. Algunos estudios de pequeño alcance encontraron que tomar mesalamina junto con curcumina podría ayudar a "inducir la remisión clínica y endoscópica en pacientes con CU (colitis ulcerosa) activa de leve a moderada, sin causar efectos adversos aparentes".

La vitamina D también puede ayudar a controlar esta enfermedad inflamatoria intestinal, gracias sus propiedades que estimulan el sistema inmunológico y combaten la inflamación. Se dice que la deficiencia de este nutriente es común en pacientes con enfermedad de Crohn.

De hecho, un estudio que se publicó en la revista Nutrients analizó la relación entre la vitamina D y la EII, y los investigadores indicaron que:

“La vitamina D también parece ayudar a proteger la integridad de la barrera gastrointestinal al regular las proteínas que se relacionan con las uniones comunicantes de las células epiteliales. Además, la función de la barrera de la vitamina D también se relaciona con su impacto en el microbioma gastrointestinal; por ejemplo, el estado sérico de 25-OH-D en humanos se correlaciona con cambios en los géneros bacterianos gastrointestinales que se asocian con las respuestas inmunológicas inflamatorias.
Es decir, la vitamina D podría ayudar a prevenir la aparición de la EII porque refuerza la función de barrera y la homeostasis del microbioma y combate la progresión de la enfermedad a través de respuestas inmunológicas antiinflamatorias”.

Si tiene la enfermedad de Crohn, asegúrese de optimizar sus niveles de vitamina D a través de la exposición al sol. Si vive en un área donde no hay mucha luz solar, considere tomar un suplemento de vitamina D3.

Otras estrategias para controlar la enfermedad de Crohn

Además de la alimentación, hay otros hábitos que influyen en los síntomas de la enfermedad de Crohn. Aquí algunos cambios de estilo de vida que debería implementar:

Evitar los medicamentos antiinflamatorios de venta libre. Estos medicamentos pueden causar úlceras en el revestimiento del intestino, lo que empeora la enfermedad.

No fumar, ni beber alcohol. Las personas que fuman no solo tienen mayor riesgo de enfermedad de Crohn, sino que también suelen tener más brotes y requerir cirugías de emergencia. Además, el alcohol puede irritar el revestimiento del tracto intestinal y empeorar los síntomas. 

Hacer ejercicio con regularidad. Implementar un programa de ejercicio que incluya entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) podría ayudar a optimizar la función del tracto digestivo. Mantenerse activo también ayuda a liberar hormonas como endorfinas, lo que puede ayudar a reducir el estrés.

Dormir bien. La falta de sueño puede causar irritabilidad y estrés, lo que empeora los síntomas. Implemente una rutina para la hora de acostarse y elimine todas las distracciones de su habitación.

Practicar técnicas de atención plena y relajación. La respiración lenta, el yoga, el tai chi y la meditación ayudan a combatir el estrés y controlar los brotes.