HISTORIA EN BREVE

  • Se cree que hay varios agentes que influyen en el desarrollo del autismo, incluidos los trastornos gastrointestinales, las deficiencias nutricionales o vitamínicas, la exposición a los campos electromagnéticos y otros aspectos alimenticios
  • La dieta del protocolo GAPS de la Doctora Natasha Campbell-McBride consiste en alimentos que se digieren de manera fácil y que son altamente nutritivos, incluidos los alimentos fermentados. La norma es evitar los alimentos procesados y los alimentos con alto contenido de azúcar o fructosa, lo cual es un componente esencial en una dieta saludable para el intestino, ya que el azúcar alimenta a las bacterias dañinas y altera la microbiota
  • Se ha encontrado en diferentes investigaciones que la dieta cetogénica podría ser benéfica para los niños con autismo

Por Equipo Mercola

El autismo abarca una amplia gama de condiciones, las cuales se caracterizan por desafíos relacionados a las habilidades sociales, la comunicación y los comportamientos repetitivos. Este padecimiento es un trastorno del espectro autista, lo que quiere decir que sus síntomas de clasifican en vías de su ubicación o escala.

De acuerdo con Autism Speaks, no existe un solo tipo de autismo, sino muchos subtipos influenciados por una combinación de factores genéticos y ambientales. Cada individuo tiene un conjunto distinto de fortalezas y desafíos que afectan la forma en que aprenden, piensan y resuelven problemas.

En algunos casos, las personas con TEA requieren de apoyo significativo, mientras que otras pueden vivir de forma independiente y ocupar puestos de alto rendimiento. Se cree que varios factores influyen en el desarrollo de la afección, incluidos los trastornos gastrointestinales, las deficiencias nutricionales/vitamínicas, la exposición a los campos electromagnéticos y otros factores dietéticos.

La buena noticia es que hay una gran esperanza para los niños con autismo y una de mis metas ha sido brindarles a los padres la mayor cantidad posible de soluciones innovadoras, seguras y efectivas.

La conexión entre el autismo y la microbiota

Considero que un aspecto trascendental es la relación entre la microbiota y el desarrollo de los síntomas del espectro autista de los niños. Al sistema gastrointestinal se le refiere como "el segundo cerebro", el cual contiene 100 millones de neuronas (más de las que hay en la médula espinal o en el sistema nervioso periférico).

Las investigaciones realizadas por pioneras como la Doctora Natasha Campbell-McBride muestran que existe una profunda interacción dinámica entre el intestino, el cerebro y el sistema inmunitario. Desarrolló lo que se considera como una de las estrategias de tratamiento para la prevención y el tratamiento del autismo, así como una gama amplia de desórdenes tales como: los neurológicos, psicológicos y los autoinmunes, todos ellos influenciados por la salud de la microbiota.

Dentro de sus hallazgos se muestra que los niños que nacen con la microbiota dañada tienen riesgo de desarrollar daños por vacunas. Esto podría explicar por qué algunos niños desarrollan síntomas de autismo después de una o dos vacunas, mientras que otros no padecen de esto. Por lo tanto, se le ocurrió el protocolo Síndrome del Intestino y la Psicología (GAPS, por sus siglas en inglés).

Ahora, una investigación reciente publicada en la revista Autism Research también confirma que las mutaciones genéticas en el intestino pueden ser las principales causas del autismo.  Según los investigadores:

“La mutación de neuroligina 3 R451C altera el sistema nervioso entérico, causa disfunción gastrointestinal y altera las poblaciones de microbios intestinales en ratones. La disfunción intestinal en el autismo podría deberse a mutaciones que afectan la comunicación neuronal".

Es sumamente importante comprender que la microbiota que un hijo hereda durante el parto vaginal depende de la microbiota que posee la madre. Entonces, si su microbiota es anormal, la de su hijo también lo será. Por lo tanto, es esencial abordar la salud intestinal antes y durante el embarazo.

Recomendaciones alimenticias para niños con autismo

A través de la creciente evidencia se demuestra que la causa alimenticia de muchos padecimientos se relaciona con un desbalance de bacterias en el intestino. Este problema se puede corregir fácilmente con una dieta que consista en alimentos de alta calidad, mínimamente procesados y de preferencia orgánicos.

La dieta del protocolo GAPS de la Doctora Campbell-McBride consiste en alimentos fáciles de digerir que son muy nutritivos, incluidos los alimentos fermentados. Como norma se evitan los alimentos procesados y los que tienen un alto contenido de azúcar o fructosa, ya que esta alimenta a las bacterias nocivas y desestabiliza la armonía del intestino. Seguir esto es fundamental para poseer una microbiota saludable. Se incluyen TODAS las formas de azúcar, ya sea azúcar de mesa regular o endulzantes a base de maíz, como jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF), miel o agave, y ya sea que se encuentre en jugos, sodas, papas fritas o productos de granos, como: pasta, bagels, cereal, pretzels y más.

De hecho, el azúcar es nociva para la salud, ya que es capaz de provocar un daño severo.  A su vez, favorece la resistencia a la insulina y a la diabetes tipo 2. Por lo que, es fácil entender que el factor alimenticio puede contribuir al desarrollo de todos los padecimientos que aquí se han mencionado, tales como: la diabetes tipo 2, el desequilibrio de la microbiota y de los trastornos cerebrales, de aprendizaje y de desarrollo.

Se sabe que las frutas contienen nutrientes esenciales que son buenos para la salud de los niños; sin embargo, algunas variedades tales como los mangos o las granadas, tienen un alto contenido de azúcar, por lo que es mejor su consumo moderado. Lo mejor es optar por frutas con bajo contenido de azúcar, como: manzanas, frutos rojos (arándanos, frambuesas y fresas), aguacate y limón.

Además, usted y su hijo deben evitar la leche pasteurizada. Cuando se trata el autismo esto es imprescindible. Se incluyen todos los productos derivados de la leche, tales como: el helado, el yogur, e incluso el lactosuero.  Se deben de evitar también los saborizantes naturales, a menos que el quien los elabora pueda garantizar de antemano que no contienen caseinato.

Para obtener una lista detallada de alimentos para el autismo, consulte esta tabla:

Alimentos que puede comer

Alimentos que debe evitar

Vegetales frescos

Verduras de hojas verdes (col, col rizada, bok choy, lechuga, espinaca y más)

Brócoli

Pimientos

Cebolla y ajo

Espárragos

Hinojo

Tomates y berenjenas (vegetales solanáceos)

 

Vegetales fermentados (como el chucrut y el kimchi)

 

Alimentos procesados y ultraprocesados

Comidas rápidas (hamburguesas y papas fritas)

Comida chatarra (papas fritas, pizza y hotdogs)

 

Frutas con bajo contenido de azúcar

Aguacate

Manzana

Coco

Frutos rojos (frambuesas, fresas y arándanos)

Limón

Kiwi

Frutas con alto contenido de azúcar (evitar o consumir cantidades muy moderadas)

Mango

Granada

Cereza

Plátano

Naranja

 

Frutos secos y semillas

Semillas de chía y lino

Nueces de nogal

Almendras

Nueces pecanas

Macadamias

Nueces de Brasil

Alimentos que contienen gluten

Pasta

Panadería (galletas, pretzels, muffins y donas)

Cereales

Cebada, centeno y avena

Trigo y productos de trigo

Carnes (de preferencia de animales alimentados con pasto y orgánicas) como res, pavo y cordero y caldo de huesos

 

Productos de soya sin fermentar (como el tofu)

Mariscos capturados en su hábitat natural, tales como: salmón, anchoas y sardinas.

Alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar

Caramelos, chocolate y otros dulces

Sodas (incluso las variedades dietéticas) y jugos de fruta procesados

Lácteos sin pasteurizar (sin pasteurizar y orgánicos)

Leche sin pasteurizar

Queso sin pasteurizar de vaca, oveja o cabra

Kéfir

Yogur

Lácteos pasteurizados

Leche pasteurizada

Helado

Yogur de supermercado

 

¿Puede una dieta cetogénica ayudar a los niños con autismo?

Esta es una estrategia de estilo de vida que cambia el metabolismo corporal para quemar grasas en lugar de carbohidratos. Las células tienen la flexibilidad metabólica para adaptarse al usar la glucosa como combustible para usar cuerpos cetónicos, que provienen de la descomposición de las grasas, de ahí el nombre "cetogénico". Otro término para esto es cetosis alimenticia.

Si bien es común que las personas recurran a la alimentación cetogénica para perder peso, ya existe un número creciente de investigaciones en las que se ha encontrado que también este tipo de alimentación representaría posibles beneficios para los niños que padecen de autismo. En un estudio de 2020 publicado en el Journal of Proteome Research, los investigadores descubrieron que cuando se les alimentaban con una versión modificada de un régimen alimenticio cetogénico, los niños con trastornos del espectro autista tenían una mejora perceptible en su comportamiento y también mostraban cambios en su metabolismo y oligoelementos en su cuerpo Según el investigador a cargo Chunlong Mu, Ph.D.:

“Descubrimos que después de tres meses con el régimen alimenticio, los participantes habían disminuido el comportamiento repetitivo autodirigido y mejorado la comunicación social.
Una forma en que este tipo de alimentación puede funcionar es que aumenta las cetonas disponibles para producir energía en el cerebro, lo que revierte el estrés oxidativo y la disfunción de las mitocondrias que pueden contribuir al TEA.  Con este estudio queríamos hacer un perfil metabólico extenso para entender por qué la dieta tiene beneficios terapéuticos”.

Un estudio independiente publicado en 2021 en la revista Frontiers in Pediatrics menciona estos hallazgos.  Los investigadores revisaron el papel neuroprotector de este tipo de alimentación. Señalaron que "una [la alimentación cetogénica] puede mejorar el comportamiento social de los niños con TEA al normalizar el GABA, mejorar la función mitocondrial, mejorar la actividad inflamatoria y el estrés oxidativo en el cerebro, inhibir la vía de señalización mTOR y reajustar la microbiota intestinal". Si bien, aún se desconocen los mecanismos subyacentes, señalaron que la alimentación cetogénica "quizá sea un tratamiento seguro y eficaz para el TEA".

Los suplementos vitamínicos prenatales pueden disminuir las tasas de autismo

El cuidado prenatal también desempeña un papel crucial en el riesgo de autismo de un niño.  En un estudio en el que los investigadores observaron a 241 familias, encontraron que el 32.7 % de los niños desarrollaron autismo por no haber consumido vitaminas prenatales.  Los niños nacidos de madres que tomaban vitaminas prenatales, como el ácido fólico, también obtuvieron puntajes cognitivos más altos, y tenían síntomas menos graves si se les diagnosticaba con TEA. La reducción en el riesgo de TEA pareció ser mayor en las madres que utilizaron vitaminas prenatales con dosis más altas de hierro y ácido fólico, lo que sugirió que puede haber un efecto de dosis parcial.

Si bien los resultados del estudio se basaron en las vitaminas prenatales que contienen ácido fólico, es importante entender que existe una diferencia significativa entre el folato y el ácido fólico.  Se utiliza el término "folato" para la vitamina B soluble en agua, B9, mientras que el ácido fólico es un compuesto sintético oxidado fabricado para suplementos dietéticos y fortificación de alimentos.

Es evidente que si se obtiene folato de fuentes de alimentos naturales es mucho más saludable que comer alimentos procesados complementados con ácido fólico (o tomar un suplemento de ácido fólico). El folato natural se puede encontrar en la lechuga romana, la espinaca, el perejil, el brócoli y la coliflor. Las fuentes alimenticias más ricas son los hígados de ternera y de pollo. Si busca suplementos, considere usar productos de folato que incluyan 5-metiltetrahidrofolato (5-MTHF) en la etiqueta, no ácido fólico.

La deficiencia de vitamina D durante el embarazo también aumenta el riesgo para su hijo

En 2016 en un gran estudio de cohorte multiétnico basado en la población y publicado en Molecular Psychiatry encontró que la deficiencia de vitamina D durante el embarazo se asoció con un aumento en los rasgos relacionados con el autismo en niños de 6 años de edad. Los investigadores evaluaron los niveles de vitamina D de las madres a la mitad de la gestación (entre las semanas 18 y 25) y utilizaron muestras de sangre materna y sangre del cordón umbilical al nacer.

Para entender por qué la vitamina D desempeña un papel tan importante en la función (y disfunción) del cerebro, es importante entender que la vitamina D en realidad se convierte en una hormona esteroide que regula más de 1000 procesos fisiológicos diferentes.

En el intestino, la vitamina D apaga o amortigua la actividad del gen responsable de producir la enzima que convierte el triptófano en serotonina. De esta forma, la vitamina D ayuda a combatir la inflamación en el intestino debido a los niveles excesivos de serotonina.

En el cerebro, el gen de la triptófano hidroxilasa tiene una secuencia que provoca la reacción opuesta. Aquí la vitamina D activa el gen, aumentando así la producción de serotonina. No hace falta decir que cuando tiene cantidades suficientes de vitamina D, dos cosas suceden de manera simultánea:

1.       La inflamación intestinal se reduce que se desactiva el gen asociado con la producción de serotonina.

2.       Los niveles de serotonina en el cerebro aumentan por la activación de genes, y en el cerebro, la serotonina desempeña un papel importante en el estado de ánimo, el control de los impulsos, la planificación a largo plazo, el comportamiento a largo plazo, la ansiedad, la memoria y muchas otras funciones y comportamientos cognitivos, incluyendo la compuerta sensorial: la capacidad de filtrar estímulos extraños o sin importancia.

En niños con autismo, la suplementación con vitamina D3 también puede ayudar a controlar los síntomas. De acuerdo con un ensayo controlado aleatorio en 2018, realizado en niños con autismo, la suplementación oral con vitamina D3 ayudó a mejorar los "síntomas centrales" de este trastorno.

Su requerimiento de vitamina D o el de su hijo puede ser mayor o menor dependiendo de su estado actual. Si está considerando quedar embarazada, asegúrese de revisar sus niveles y hágalo también de forma rutinaria durante el embarazo y la lactancia.

Si por alguna razón no puede obtener vitamina D de la exposición solar suficiente, tome la cantidad de suplemento de vitamina D3 que necesite para alcanzar y mantener un nivel de 40 a 60 ng/mL (100 a 150 nmol/L). Sin duda, no debe ser menor a 40 ng/mL (100 nmol/L).

La melatonina también puede ayudar a los niños con autismo

Si bien la mayoría de los niños pueden dormir bien por la noche y de manera eficiente, los niños con autismo pueden necesitar ayuda en esta área, especialmente si los síntomas empeoran. Aquí es donde la suplementación con melatonina puede resultar útil.

Los trastornos del sueño son comunes en los niños con autismo y pueden intensificar los síntomas autistas. La melatonina ha demostrado ayudar a sincronizar los ritmos circadianos y mejorar la calidad del sueño y el comportamiento de personas con autismo.

En niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) e insomnio crónico al inicio del sueño, también se descubrió que la melatonina es una terapia eficaz en el 88 % de los casos, incluso cuando se usa a largo plazo, sin que se hayan informado eventos adversos graves. Además, el comportamiento y el estado de ánimo también mejoraron en el 71 % y el 61 % de los casos, respectivamente.