📝HISTORIA EN BREVE

  • El dolor de columna afecta a millones de personas a pesar de que se gastan más de 134 mil millones de dólares al año en Estados Unidos, y la mayoría de los pacientes están en un ciclo de dolor crónico debido a los tratamientos que abordan los síntomas en lugar de las causas fundamentales
  • Con frecuencia se pasan por alto los factores que suelen causar dolor, incluyendo los ligamentos débiles, músculos tensos, desalineaciones estructurales, emociones atrapadas y afecciones inflamatorias, lo que obliga a los pacientes a someterse a intervenciones cada vez más peligrosas sin abordar los problemas subyacentes
  • Los medicamentos convencionales crean más problemas de los que resuelven, ya que los AINEs son la principal causa de ingresos hospitalarios relacionados con medicamentos, el Tylenol causa 56 000 visitas a urgencias al año por toxicidad y la gabapentina tiene pocos beneficios al tiempo que causa efectos cognitivos como somnolencia
  • Los corticosteroides, a pesar de ser "medicamentos milagrosos", causan daños graves a largo plazo, incluyendo una pérdida ósea del 5 % al 15 % al año, tasas de aumento de peso del 70 % y aumentos en ataques cardíacos (226 %), insuficiencia cardíaca (272 %) y derrames cerebrales (73 %)
  • Las cirugías de columna aún son muy rentables, pero su efectividad es cuestionable, ya que tienen riesgos significativos que los pacientes a menudo no conocen hasta después de que ocurren las complicaciones y no se puede "deshacer" el daño quirúrgico

🩺Por A Midwestern Doctor, autor invitado

A la mayoría de los pacientes con dolor crónico por lo general se les recomienda primero una variedad de analgésicos y fisioterapia; si estos no funcionan, se les sugieren inyecciones de esteroides y luego una cirugía articular.

Por desgracia, este proceso a menudo no es efectivo para abordar el dolor del paciente o crea una variedad de complicaciones que hacen que su situación sea aún más insoportable. Por esta razón, es fundamental comprender los riesgos de cada parte de este proceso y las alternativas más seguras que podrían aliviar de forma permanente el dolor articular y de columna.

Nota: El dolor persistente o recurrente después de una cirugía de columna, dolor de espalda después de una cirugía de columna, se conoce como "síndrome de cirugía de espalda fallida" y afecta entre el 10 % y el 40 % de las personas que se someten a una cirugía de columna.

Factores que suelen generar dolor de columna

En la mayoría de los casos el dolor articular tiene una causa que se debe identificar para tratarlo. Por ejemplo, cuando se trata el dolor de columna, es fundamental abordar:

• Músculos tensos: rara vez se reconocen a pesar de ser comunes (en particular, el iliopsoas y el cuadrado lumbar, que son dos grupos musculares grandes y que con frecuencia se tensan, los cuales se unen de manera directa con la columna lumbar). Los fisioterapeutas por lo general se centran en fortalecer los músculos tensos en lugar de estirarlos o relajarlos.

• Desalineación: requiere ajustes y correcciones en el estilo de vida. Una causa común de desalineación son las longitudes desiguales de las piernas, que inclinan la pelvis y la columna vertebral (y se pueden corregir con un elevador de talón adecuado).

Laxitud ligamentosa: suele ser la causa principal de artritis espinal, rigidez muscular y problemas de disco, ya que los ligamentos tensos son necesarios para garantizar que los huesos permanezcan en la ubicación correcta y no presionen los tejidos.

Hernia de disco: no es la causa más común de dolor de espalda, pero a veces lo promueve de manera significativa (y se utiliza con frecuencia como justificación para cirugías de columna desastrosas). En la mayoría de los casos, las hernias discales se deben a que las vértebras se doblan demasiado hacia adelante, lo que empuja los discos hacia atrás y comprime los nervios detrás de ellos.

Esto podría deberse con frecuencia a un debilitamiento de los ligamentos espinales o a una mala postura que elimina la curvatura natural hacia atrás en el cuello y la espalda baja.

Nota: Los músculos tensos, las desalineaciones de las articulaciones y la laxitud de los ligamentos también crean problemas en otras partes del cuerpo (por ejemplo, las rodillas).

Otros factores que generan dolor

• Emociones atrapadas: el estrés crónico y la angustia emocional con frecuencia agravan el dolor (y en algunos casos son la causa principal del dolor de espalda). Por ejemplo, el Dr. Sarno abordó el dolor de espalda mediante la psicoterapia y generó un gran número de seguidores1 ya que su enfoque ayudó a muchos (pero no a todos).

Nota: Con frecuencia la liberación directa de las emociones atrapadas (en lugar de psicoterapia) es necesaria para abordar el trauma emocional crónico.

• Desregulación del sistema nervioso: la activación excesiva del sistema nervioso simpático junto con la falta de actividad del sistema parasimpático agrava el dolor.

Nota: Un efecto común del trauma no resuelto es la activación excesiva del sistema de lucha o huida.2

• Las afecciones inflamatorias crónicas (por ejemplo, alergias alimentarias, toxicidad por moho, enfermedad de Lyme, lesiones por proteína Spike) suelen empeorar los patrones de dolor.

Nota: Muchas personas han descubierto que dejar de consumir alérgenos alimenticios resuelve la artritis.

• Las cicatrices de cirugías podrían generar con frecuencia una desregulación autonómica significativa y dolor, y el tratamiento de esas cicatrices suele producir mejoras espectaculares.

• Mal procesamiento del dolor de cerebro: a menudo debido a una activación excesiva y constante de los nervios o microderrames cerebrales que lesionan el tálamo (que de otro modo amortigua las señales de dolor). 3 En estos casos, los estímulos pequeños pueden ser muy dolorosos.

Medicamentos sistémicos

Dado que el dolor articular o de columna tiene múltiples causas y el diagnóstico lleva mucho tiempo, los médicos suelen recetar pastillas o derivan a los pacientes a otros especialistas en lugar de abordar las causas fundamentales de su dolor. Los medicamentos comunes incluyen los AINEs, Tylenol, esteroides, gabapentina (o Lyrica) y opioides, todos los cuales tienen problemas importantes.

Nota: Debido a la tasa elevada de adicción que conlleva recetar opioides (y el daño social que esto provoca), el gobierno ha tomado medidas cada vez más estrictas para restringir las prescripciones de opioides. Debido a esto, los pacientes con dolor significativo que solo responden a los opioides, a pesar de sus mejores esfuerzos, a menudo no pueden obtener estos medicamentos y en su lugar se les da otra opción que no es efectiva (por ejemplo, los AINEs), lo que hace importante que se pongan a disposición del público soluciones efectivas sin opioides para el dolor.

• AINEs: los AINEs (por ejemplo, ibuprofeno y naproxeno) reducen el dolor de manera temporal, pero solo en parte, lo que lleva a los pacientes a utilizarlos en exceso, a menudo de manera peligrosa, ya que los AINE son tóxicos en dosis elevadas (lo que ocurre con frecuencia porque los AINEs se toman para el dolor y están disponibles sin receta). Muchas personas consideran que los AINEs están entre los medicamentos más peligrosos en Estados Unidos porque:

◦ Son la principal causa de admisiones hospitalarias relacionadas con medicamentos: a menudo debido a ataques cardíacos, derrames cerebrales, sangrado e insuficiencia renal.4

◦ El daño renal es un riesgo significativo: un estudio descubrió un aumento del 20 % en el riesgo de enfermedad renal por el uso de AINEs;5 otros descubrieron hasta un 212 %. 6 Entre los pacientes con insuficiencia renal, se descubrió que el 65.7 % eran usuarios crónicos de AINEs.7

◦ Los AINEs aumentan los riesgos cardiovasculares: los AINEs también aumentan el riesgo de ataques cardíacos y muerte (por ejemplo, estudios exhaustivos descubrieron un aumento de entre el 24 % y el 326 %8,9,10). Dos de los peores, Vioxx (Merck) y Celebrex (Pfizer), fueron diseñados para reducir el sangrado estomacal pero en cambio causaron ataques cardíacos y derrames cerebrales.

Merck ocultó datos sobre los riesgos de Vioxx; con el tiempo, se retiró del mercado tras causar alrededor de 120 000 muertes.11 Celebrex, que todavía está en el mercado, se ha asociado con 75 000 muertes.12 El manejo de Vioxx por parte de Merck13 influyó en la forma en que las compañías farmacéuticas promovieron la vacuna contra el VPH14 y las vacunas de ARNm.

Nota: Un año antes de que Vioxx saliera al mercado, el Dr. Mercola advirtió sobre sus peligros, pero fue ignorado.

◦ El sangrado gastrointestinal es común y a menudo fatal: más de 16 000 personas en Estados Unidos murieron a causa de ello en 1999.15 Los AINEs también causan daños en el intestino delgado en más del 50 % de los usuarios crónicos16 (a menudo sin detectar), lo que lleva a una "enteropatía del intestino delgado" y quizás a una enfermedad crónica a través de la permeabilidad intestinal.17

◦ Dificultan la curación, en especial de los ligamentos, lo que favorece el riesgo de volver a lesionarse a largo plazo.18

"Los ensayos que alegan el beneficio de los AINEs suelen ser engañosos a propósito y con frecuencia crean la ilusión de proporcionar beneficios cuando no es así. Lo que esto significa es que muchos pacientes arruinan sus vidas con medicamentos que, en primer lugar, casi no los beneficiaron". señaló Peter Gøtzsche19

Por desgracia, los AINEs aún son unos de los medicamentos más recetados y se administran con frecuencia para tratar lesiones musculoesqueléticas.

• Tylenol: el Tylenol (acetaminofén) es una de las pocas alternativas de venta libre a los AINEs y por lo general se considera más seguro, aunque a menudo no es efectivo para el dolor intenso. Aun así, conlleva riesgos graves:

◦ Toxicidad hepática: el uso excesivo provoca 56 000 visitas a salas de emergencia, 2 600 hospitalizaciones y 500 muertes al año en Estados Unidos debido a la toxicidad del Tylenol.20

◦ Supresión de la fiebre: el Tylenol reduce la fiebre, que es una defensa inmunitaria importante. Suprimirla puede empeorar o prolongar las infecciones, que es un patrón que se observó durante el COVID-19.21 Muchos padres de niños lesionados por vacunas reportaron que aparecieron síntomas (por ejemplo, autismo) después de utilizar Tylenol para suprimir las fiebres elevadas posteriores a la vacuna, lo que se exploró en este artículo de 2021.22

• Gabapentina y pregabalina: la gabapentina (Neurontin) en un inicio se aprobó para tratar la epilepsia, que es un mercado pequeño. Después de que se aprobó, Pfizer promovió usos no aprobados, en especial para el dolor neuropático, a pesar de la poca evidencia.23 El gobierno federal multó a Pfizer con casi mil millones de dólares por promoción ilegal.

Aunque son menos tóxicos que los AINEs, los efectos secundarios de estos medicamentos son comunes e incluyen letargo, mareos, sedación y deterioro cognitivo, así como reacciones menos frecuentes pero graves como depresión respiratoria e hipersensibilidad. La gabapentina también podría crear dependencia.

Nota: Dado que la gabapentina y la pregabalina (Lyrica) solo funcionan para tipos específicos de dolor (por ejemplo, dolor neuropático), por lo general no son muy efectivas para el dolor de la mayoría de los pacientes. Sin embargo, se suelen recetar porque carecen de muchos de los riesgos graves que se asocian con otros medicamentos para reducir el dolor y, como resultado, a muchos se les recetan de forma inadecuada.

• Corticosteroides: al principio, los corticosteroides como la prednisona y la hidrocortisona se consideraban un medicamento milagroso, pero poco a poco se descubrió que tenían efectos secundarios significativos (por ejemplo, aumento de peso, supresión suprarrenal, ataques cardíacos, diabetes, insomnio y efectos psiquiátricos). Dado que los corticosteroides provocan la degradación de los tejidos, también suelen debilitar en gran medida la integridad estructural del cuerpo, perjudican la cicatrización de heridas y debilitan la síntesis de colágeno.24

Además, los corticosteroides duplican el riesgo de sufrir fracturas (en especial de vértebras);25 el 12 % de las personas que los utilizan reportan haber sufrido fracturas.26 Los esteroides causan entre un 5 % y un 15 % de pérdida ósea cada año,27 y el 37 % de los usuarios a largo plazo experimentan fracturas vertebrales.28 Las dosis elevadas aumentan cinco veces el riesgo de fractura vertebral.29 Las dosis más elevadas también causan necrosis avascular en el 6.7 % de los usuarios.30

Nota: Los principales medicamentos que se utilizan para tratar la osteoporosis (bifosfonatos) tienen efectos secundarios graves , incluyendo una mayor probabilidad de que los huesos se rompan. A su vez, uno de los pocos usos que se aprobó para los bifosfonatos es la pérdida ósea inducida por esteroides.31

Dado que tanto el colágeno como los ligamentos (que están compuestos de colágeno) y los huesos se debilitan con los esteroides, su uso prolongado debilita las articulaciones y provoca dolor crónico. Debido a esto, con frecuencia hay pacientes que obtienen un alivio temporal del dolor en las articulaciones (por ejemplo, en la columna o la rodilla) pero luego su condición empeora y requieren cirugía. Por desgracia, este efecto secundario rara vez se informa a los pacientes, lo que da lugar a muchas cirugías que podrían haberse evitado.

Nota: En muchos casos, si el dolor articular se trata al fortalecer los ligamentos (por ejemplo, con suplementos nutricionales o proloterapia), el dolor se resolverá y se podrán prevenir cirugías en el futuro.

El problema con las cirugías

Las cirugías suelen tener riesgos que los pacientes no conocen hasta que ocurren las complicaciones, lo que es problemático ya que no se puede "deshacer" la cirugía. Por esta razón, los pacientes deben buscar segundas opiniones imparciales de médicos a los que no se les paga por realizar la cirugía propuesta.

Un dolor insoportable (por ejemplo, en una articulación) es uno de los mayores motivos para someterse a una intervención quirúrgica, y las cirugías de columna son las cirugías electivas sobre las que me consultan con mayor frecuencia. Por desgracia, dado que las cirugías de columna son una de las áreas más rentables de la medicina,32 son pocas las personas que se plantean si los riesgos superan a los beneficios o si existen alternativas más seguras y efectivas, y con el paso de los años me he vuelto cada vez más escéptico al respecto.

A pesar de los billones invertidos en el dolor de columna (por ejemplo, en 2016, se gastaron 134.4 mil millones de dólares en dolor de cuello y espalda baja en Estados Unidos),33 la mayoría de los pacientes aún tienen dolor crónico y experimentan efectos secundarios significativos de los tratamientos.

Nota: Ha habido numerosas investigaciones periodísticas sobre cirujanos de columna que realizaron de manera imprudente muchas cirugías que no eran necesarias,34 las cuales mataron o hirieron a muchos de los pacientes; sin embargo, fueron protegidos por sus hospitales debido a la cantidad de ingresos que generaron.

El DMSO es una alternativa más segura

Durante los últimos siete meses, me he esforzado para dar a conocer el dimetilsulfóxido en todo el mundo, el cual es un compuesto natural que tiene beneficios para una variedad de afecciones complicadas (por ejemplo, autoinmunidad, derrames cerebrales, parálisis, infecciones resistentes a los antibióticos, diferentes tipos de cáncer, pérdida de la visión y tinnitus).

El DMSO también promueve la circulación sanguínea al tejido, reduce la inflamación, interrumpe la transmisión del dolor, relaja los músculos y disminuye la actividad del sistema nervioso simpático.35 Debido a esto, el DMSO es muy efectivo para:

• Curar lesiones tisulares (incluyendo lesiones paralizantes de la médula espinal).

• El tratamiento de la bursitis.

• Curar la artritis.

• Reducir el dolor agudo y crónico.

• Tratar muchas formas de dolor, ya que las terapias convencionales (incluidos los opioides) a menudo no son efectivas para casos como el dolor por cáncer, el síndrome de dolor regional complejo, la fibromialgia, el dolor posquirúrgico y el dolor del miembro fantasma.

Por ejemplo, demostraron de manera consistente que el DMSO mejoró la mayoría de las afecciones musculoesqueléticas en las que se probó (por ejemplo, uno de 38 pacientes con hernias lumbares y de disco que descubrieron que el DMSO los hacía recuperarse el doble de rápido).36

Asimismo, ahora he recibido miles de testimonios de lectores que utilizaron el DMSO, la mayoría de los cuales fueron sobre una mejora significativa en el dolor o una curación rápida de una lesión.37 Además, muchos médicos como James Miller MD se han inspirado para usarlo en su práctica y han visto resultados similares para una variedad de afecciones desafiantes.

Para las lesiones musculoesqueléticas (por ejemplo, dolor o lesiones), en la mayoría de los casos en los que se utilizaría un esteroide o AINE, el DMSO:

• Es más efectivo a la hora de abordar los problemas inmediatos.

• También cura el problema subyacente (por ejemplo, una hernia de disco o un ligamento lesionado) en lugar de empeorarlo y no provoca lesiones musculoesqueléticas en el futuro.

• No tiene la gran cantidad de efectos secundarios (a menudo graves) que suelen producirse en los tratamientos convencionales.

Durante años, hemos descubierto que en la mayoría de los casos en que se utilizan medicamentos como los AINEs, se pueden obtener resultados mucho mejores y más seguros con el DMSO. Por desgracia, si bien esto se reconoció en el pasado (por ejemplo, muchos atletas profesionales en las décadas de 1960 y 1970 descubrieron que el DMSO mejoró en gran medida su habilidad de recuperación de lesiones y facilitó un retorno rápido a sus actividades), todo eso ahora se ha olvidado. Por ejemplo, consideremos este episodio de 60 Minutes de 1980:

Conclusión

El modelo de negocio médico gira en torno a aumentar las ventas, ya sea con la venta constante de medicamentos a un paciente o con la venta de productos caros, y como he tratado de demostrar aquí, el tratamiento del dolor es un ejemplo de este modelo de negocio.

Por ejemplo, las cirugías de columna (el último paso para muchos pacientes cuyo dolor no se trató de manera adecuada) pueden generar a un hospital más de 100 000 dólares cada una. A su vez, como lo demostró una investigación de numerosas neurocirugías fallidas, los neurocirujanos ambiciosos (por ejemplo, aquellos que querían realizar tantas cirugías que a menudo tenían varios quirófanos en funcionamiento al mismo tiempo) ganarán suficiente dinero para financiar un hospital:38

Como lo demostró este artículo, a los pacientes con dolor crónico a menudo se les recetan analgésicos de por vida que no logran abordar gran parte de su dolor, tienen efectos secundarios significativos (y a veces podrían ser mortales) y con frecuencia los obligan a pasar por el negocio lucrativo de las cirugías de articulaciones y columna vertebral.

Purdue Pharma ejemplificó ese modelo comercial depredador, ya que sobornó a un revisor de la FDA para que afirmara que su opioide patentado (OxyContin) no era adictivo.39 En 1995, el medicamento se comercializó con esa afirmación y la Sociedad Americana del Dolor declaró que "el dolor era el quinto signo vital",40 lo que obligó a los médicos a evaluarlo de forma rutinaria y a tratar cualquier dolor existente con opioides (ya que, de lo contrario, se enfrentaban a investigaciones por mala praxis por parte de las juntas médicas estatales).

Esto creó la crisis moderna de opioides (ya que muchos usuarios de opioides desarrollan adicciones permanentes después de tratamientos breves con estos medicamentos "no adictivos") que a la larga afectó a tantas comunidades que los médicos perdieron gran parte de su habilidad de recetar opioides a pacientes con dolores incapacitantes que ningún otro medicamento podía aliviar.

En mi opinión, la causa fundamental de todo esto es que, dado que el dolor es muy rentable, hay muy poco interés en analizar las deficiencias de los tratamientos existentes o en investigar los tratamientos efectivos para el dolor que destruyan esa fuente de ingresos perpetua.

La buena noticia es que la necesidad de reducir los gastos innecesarios (por ejemplo, cirugías costosas e innecesarias) del movimiento Make America Healthy Again (MAHA) por fin nos permite cambiar la situación y comenzar a observar las causas y los tratamientos adecuados para estas afecciones, en lugar de recurrir a los más costosos que no sirven para nada.


🔎Fuentes y Referencias: