📝HISTORIA EN BREVE

  • Una investigación que se publicó en JAMA Psychiatry, demostró más evidencia sobre la importancia de los probióticos para la salud mental
  • El estudio descubrió que suplementar con probióticos mejoró de forma significativa los síntomas de depresión en comparación con el placebo, además de disminuir los síntomas de ansiedad
  • A pesar de que los síntomas de depresión mejoraron en ambos grupos, se descubrió un mayor cambio en el grupo de probióticos en la cuarta semana
  • Se descubrió un desequilibrio del microbioma intestinal en las personas con problemas de salud mental, que a su vez podría tener una relación con varios biomarcadores de depresión, como aumentos en el cortisol y citoquinas proinflamatorias, y niveles más bajos del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés)
  • Los alimentos fermentados podrían ayudar a reducir el estrés, que también se asocia con la depresión

🩺Por el Dr. Mercola

Una investigación que se publicó en JAMA Psychiatry1 demostró más evidencia sobre la importancia de los probióticos para la salud mental. El estudio, realizado por investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King's College de Londres, descubrió que suplementar con probióticos mejoró de forma significativa los síntomas de depresión en comparación con el placebo, además de que disminuyó los síntomas de ansiedad.2

Los resultados positivos se consiguieron después de sólo ocho semanas de tomar suplementos todos los días, lo que demuestra que el eje microbioma-intestino-cerebro es un factor importante en la depresión. En la actualidad, alrededor del 60 % de las personas con trastorno depresivo mayor (TDM) no responden a tratamientos de primera línea como los antidepresivos, mientras que un tercio todavía experimenta síntomas incluso con tratamiento.3

Apoyar la salud intestinal con bacterias beneficiosas podría brindar un alivio natural y efectivo a las personas con depresión.

Los probióticos podrían reducir los síntomas de la depresión

El estudio se realizó con 50 pacientes con trastorno depresivo mayor que tomaban algún antidepresivo. A los pacientes se les asignó al azar tomar cuatro cápsulas al día de probióticos o de placebo. Los probióticos tenían 14 cepas diferentes, las cuales han demostrado efectos antidepresivos:4

Bacillus subtilis

Bifidobacterium bifidum

Bifidobacterium breve

Bifidobacterium infantis

Bifidobacterium longum

Lactobacillus acidophilus

Lactobacillus delbrueckii subsp bulgaricus

Lactobacillus casei

Lactobacillus plantarum

Lactobacillus rhamnosus

Lactobacillus helveticus

Lactobacillus salivarius

Lactococcus lactis

Streptococcus thermophilus

A pesar de que los síntomas de depresión mejoraron en los dos grupos, se descubrió un mayor cambio en el grupo de probióticos en la cuarta semana. Los investigadores señalaron lo siguiente: "los probióticos podrían ser beneficiosos como tratamiento complementario, ya que podrían ayudar a disminuir los síntomas que los antidepresivos no pueden mejorar (p. ej., ansiedad somática)".5

También mencionaron que los efectos positivos en la ansiedad, que es un síntoma frecuente de la depresión, fueron significativos:6

"Además de los efectos positivos sobre la ansiedad, nuestros análisis exploratorios señalaron que los síntomas somáticos de ansiedad, podrían haber disminuido gracias al probiótico. Si se logra confirmar con estudios más grandes, estos hallazgos podrían ayudar a determinar qué pacientes se benefician más del tratamiento con probióticos".

Además de ayudar a disminuir los síntomas, los pacientes toleraron bien el probiótico, y no se reportaron efectos secundarios graves. James Stone, autor del estudio y que ahora trabaja en la Facultad de Medicina de Brighton y Sussex, dijo para Medical Xpress:7

"La respuesta parcial o nula a los antidepresivos es un gran inconveniente, y este estudio es el primer paso para investigar la capacidad terapéutica de los probióticos como un tratamiento para la depresión.
Descubrimos que los probióticos son un suplemento adecuado para las personas que toman medicamentos antidepresivos. Esto sienta las bases para que los estudios analicen si los efectos beneficiosos de los probióticos sobre la depresión y la ansiedad se producen en poblaciones más grandes de pacientes".

Un metaanálisis demostró que los probióticos podrían ayudar con la depresión

El equipo realizó un metaanálisis y revisión de siete estudios, para analizar el uso de probióticos en el tratamiento de la depresión clínica. Los investigadores descubrieron que los probióticos podrían aliviar de forma efectiva los síntomas depresivos cuando se administran con antidepresivos, y señalaron que, "los posibles mecanismos de acción podrían deberse gracias a que aumenta el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), y a que disminuye la proteína C reactiva (CRP)".8

Se han descubierto desequilibrios del microbioma intestinal, también conocida como disbiosis intestinal, en las personas con problemas de salud mental, que a su vez se han relacionado con varios biomarcadores de depresión, como aumentos del nivel de cortisol y citocinas proinflamatorias y niveles más bajos de factor neurotrófico derivado del cerebro.9 De acuerdo con el equipo:10

"Nuestro nuevo análisis demuestra que los probióticos podrían ayudar a reducir los síntomas depresivos cuando se administran en conjunto con los antidepresivos. Esta evidencia respalda el uso clínico de los probióticos en las personas con depresión, y brinda información de cuál es la mejor forma de administrarlos para obtener los efectos antidepresivos".

La suplementación con probióticos en dosis elevadas podría ser la respuesta

Con respecto a cuál es la mejor dosis de probióticos para la salud mental, los investigadores señalaron que: "aún no se define el contenido ni la dosis adecuada de suplementos de probióticos".11 Sin embargo, un ensayo controlado aleatorizado independiente, demostró que la suplementación con probióticos en dosis elevadas podría beneficiar a las personas con depresión.

En un estudio de cuatro semanas que se publicó en Translational Psychiatry,12 21 personas que estaban bajo tratamiento médico para la depresión, recibieron probióticos junto con antidepresivos, mientras que 26 recibieron un placebo que contenía maltosa además de un antidepresivo. El suplemento probiótico contenía ocho cepas diferentes, lo que equivale a una dosis elevada de 900 mil millones de unidades formadoras de colonias (CFUs) al día. A diferencia del estudio de JAMA Psychiatry, que utilizó un probiótico con 8 mil millones de unidades formadoras de colonias al día.13

Los investigadores explicaron que, "como todavía no se sabe con exactitud qué bacterias podrían reducir los síntomas depresivos, decidimos utilizar un suplemento probiótico que se pueda conseguir en las farmacias y, por lo tanto, sea fácil de utilizar en la práctica clínica".14

Para poder evaluar a los pacientes antes, durante y después de los probióticos o el placebo, se utilizaron muestras de heces, imágenes del cerebro y evaluaciones de depresión. Se descubrió que el estado de ánimo mejoró en todos los pacientes, pero los que tomaron probióticos tuvieron los mejores resultados, además de que la cantidad de Lactobacillus beneficiosos en su intestino aumentó.15

Algunos estudios anteriores descubrieron que los suplementos con Lactobacillus rhamnosus podrían ayudar a disminuir la depresión y ansiedad en las mujeres durante y después del embarazo.16 Estudios en animales demostraron que los Lactobacillus podrían producir ácido gamma aminobutírico (GABA, por sus siglas en inglés), que es un neurotransmisor que inhibe la activación neuronal excesiva, lo que promueve un estado natural de calma,1718 y favorece el comportamiento relacionado con la depresión.19

Algunos efectos antidepresivos de los probióticos podrían tener una relación con el aumento en las cepas de lactobacillus. El equipo explicó lo siguiente:20

“De acuerdo con reportes previos, el efecto antidepresivo de los probióticos podría tener una relación con el aumento de estas especies. Por ejemplo, algunos estudios con ratones demostraron que el género Lactobacillus podría producir GABA, y también se demostró que podría disminuir la corticosterona inducida por el estrés y el comportamiento que se relaciona con la ansiedad y depresión. El aumento de dicho género tuvo una relación con la reducción de los síntomas depresivos.
Diversos estudios demostraron los efectos positivos de las especies del género Lactobacillus como terapia complementaria, gracias a que podrían favorecer la integridad de la barrera intestinal, mejorar la tolerancia inmunológica, disminuir la translocación bacteriana y mejorar el comportamiento que se relaciona con la ansiedad y la depresión.
Las cepas del género Lactobacillus pueden producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como acetato, butirato y propionato, los cuales tienen una función importante para mantener la salud del huésped, y podrían tener efectos positivos sin cambiar el microbioma intestinal".

Los probióticos podrían influir en el cerebro

El estudio de Translational Psychiatry demostró que las personas que tomaron probióticos, tuvieron un aumento en el volumen de materia gris, al igual que cambios en la actividad del cerebro. Si bien, las personas con depresión suelen percibir las fotos de caras normales como negativas, era más probable que las que tomaron probióticos las vieran como neutras.21 Según el estudio:22

"Nuestros resultados indican que un tratamiento probiótico complementario podría disminuir los síntomas de depresión (HAM-D) y provocar cambios en el microbioma intestinal y el cerebro, lo que destaca la función del eje MGB en el MDD, y favorece el potencial del tratamiento que se relaciona con el microbioma como terapias accesibles, realistas y positivas en el MDD".

Otro estudio en el que participaron adultos diagnosticados con síndrome del intestino irritable (SII) y depresión descubrió que el probiótico Bifidobacterium longum podría ayudar a aliviar la depresión. El 64 % del grupo de tratamiento disminuyó sus niveles de depresión después de seis semanas, en comparación con el 32 % del grupo de control que recibió un placebo.23,24

El grupo de tratamiento también experimentó menos síntomas del IBS, y tuvieron una mejora en la calidad de vida en general. Después de las 10 semanas, cerca del doble en el grupo de tratamiento aún presentaron niveles más bajos de depresión.

Cabe mencionar que las resonancias magnéticas demostraron una relación entre los niveles bajos de depresión y los cambios en la actividad del cerebro, en especial en las áreas que controlan el estado de ánimo, como la amígdala. De acuerdo con el Dr. Roger McIntyre, profesor de psiquiatría y farmacología de la Universidad de Toronto, y que no participó en el estudio:25

"Ahora sabemos que la amígdala, que es una parte del cerebro, suele estar activa en las personas con depresión, y que podría calmarse con este tratamiento. Esto le brinda mayor credibilidad científica al hecho de que este probiótico afecta algo en el cerebro a un nivel muy biológico".

Los alimentos fermentados podrían ayudar a reducir el estrés

Reducir el estrés es muy importante, ya que a largo plazo podría influir en la depresión. Los alimentos fermentados, que también favorecen la salud intestinal, podrían ayudar con esto. El tipo de alimentación podría influir en los microbios en su intestino,26 por esta razón, los investigadores de APC Microbiome Ireland en la University College Cork (UCC) analizaron el efecto de una alimentación psicobiótica en el perfil microbiológico y la salud mental de 45 adultos.27

Los participantes fueron asignados al azar para consumir una alimentación psicobiótica o una de control durante cuatro semanas. La alimentación psicobiótica incluyó frutas y vegetales ricos en fibra prebiótica, como cebollas, puerros, repollo, manzanas y plátanos, además de alimentos fermentados, como chucrut y kéfir.28

Los participantes que siguieron la alimentación psicobiótica disminuyeron sus niveles de estrés después de cuatro semanas. Sin embargo, los participantes que continuaron con esta alimentación por más tiempo, tuvieron niveles de estrés aún más bajos. Además, se descubrieron cambios en 40 sustancias químicas diferentes, junto con cambios pequeños en la composición microbiana. El profesor John Cryan, uno de los autores principales del estudio, mencionó lo siguiente en un comunicado de prensa para la UCC:29

"Aunque el microbioma ya se ha relacionado con el estrés y el comportamiento, aún no esta claro si alimentar estos microbios pueda tener efectos comprobables. Nuestro estudio brinda uno de los primeros datos sobre la correlación entre la alimentación, el microbioma, el estrés y el estado de ánimo.
Una alimentación enfocada en el microbioma para regular de forma positiva la comunicación intestino-cerebro, podría disminuir el estrés y los trastornos relacionados, pero se necesitan más investigaciones para analizar los mecanismos subyacentes".

La deficiencia de nutrientes, cómo la vitamina B12, también podría influir en la depresión

Además de los probióticos, la deficiencia de nutrientes y otros factores de la alimentación también podrían influir en la salud mental. Un estudio que se publicó en el British Journal of Nutrition, demostró una relación entre la deficiencia de vitamina B12 y el índice de depresión en las personas mayores que viven en la comunidad. 30

Los adultos mayores con niveles bajos de vitamina B12, tuvieron un riesgo 51 % mayor de desarrollar depresión durante el estudio.31 Los niveles bajos de vitamina B12 podrían ser resultado de una mala alimentación o de una mala absorción relacionada con niveles más bajos de secreción de pepsina que libera vitamina B12 de los alimentos. Otras deficiencias de nutrientes que se asocian con la depresión incluyen la vitamina D32 y las grasas omega-3.33

Las personas con depresión también podrían tener menores niveles de magnesio en la sangre,34 el cerebro35 y el líquido cefalorraquídeo.36 A diferencia del cloruro de magnesio o el gluconato de magnesio, el treonato de magnesio podría aumentar los niveles de magnesio en el líquido cefalorraquídeo en modelos animales.37

Por estas razones, además de cuidar su salud intestinal a través de una alimentación saludable con alimentos enteros y fermentados, y tal vez un suplemento probiótico, las personas con depresión también deberían mejorar sus niveles de vitamina D, mediante un mayor consumo de grasas omega-3 y tomar suplementos de treonato de magnesio.