📝HISTORIA EN BREVE

  • La deficiencia de vitamina D es muy común, sobre todo en las regiones del norte con luz del sol limitada. En el Hospital Vibra de Dakota del Norte, el 44 % de los pacientes tenían niveles muy bajos, inferiores a 20 nanogramos por mililitro (ng/mL)
  • Para corregir la deficiencia de vitamina D, el Hospital Vibra puso en marcha un protocolo estructurado de vitamina D que mejoró de forma significativa la recuperación de los pacientes, redujo las complicaciones y contribuyó a mejorar los resultados generales
  • Mantener los niveles de vitamina D entre 60 y 80 ng/mL favorece la función inmunológica, la salud cardiovascular, el rendimiento cognitivo, el equilibrio hormonal y la regulación del azúcar en la sangre, además de reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer
  • La exposición al sol es la fuente más natural de vitamina D. Asegúrese de eliminar los aceites vegetales de su alimentación antes de exponerse al sol en las horas de mayor intensidad, ya que aumentan el riesgo de quemaduras solares y daños en la piel
  • Si necesita tomar vitamina D3, empiece por analizar sus niveles en la sangre para encontrar la dosis adecuada. Tómela con una comida rica en grasas saludables, y compleméntela con magnesio y vitamina K2 para ayudar a su cuerpo a absorberla y utilizarla de manera adecuada

🩺Por el Dr. Mercola

Muchas personas saben que la vitamina D es importante, pero pocas se dan cuenta de lo común que es tener una deficiencia, sobre todo en lugares con poca luz solar. En estados del norte como Dakota del Norte, los largos inviernos se traducen en una exposición muy reducida a los rayos UVB, lo que dificulta la producción de una cantidad adecuada de vitamina D a partir de la luz solar.

En el caso de los pacientes hospitalizados que no han salido al exterior durante semanas, es casi seguro que tendrán niveles bajos de vitamina D. Y aunque la mayoría asocia la vitamina D con la salud ósea, también afecta al sistema inmunológico y a la recuperación de los pacientes después de una enfermedad. Esto es lo que llevó al Hospital Vibra de Fargo, Dakota del Norte, a lanzar un programa enfocado en la vitamina D.

En el vídeo de GrassrootsHealth que aparece más arriba, Bonnie Vangerud, directora clínica del Hospital Vibra, y Kristen Schimmel, coordinadora educativa del mismo centro, explican cómo introdujeron un protocolo de vitamina D para sus pacientes de cuidados de larga duración, que dio lugar a mejoras cuantificables, desde respuestas inmunológicas más fuertes hasta mejores resultados de recuperación.1

Cómo favorecer la recuperación mediante un programa estructurado de vitamina D

Para combatir un estado crónico de niveles bajos de vitamina D observados en los pacientes recién ingresados, muchos de los cuales llegaban tras largas estancias en otros centros con escasa o nula exposición al sol, el Hospital Vibra implantó un protocolo estructurado que combinaba pruebas, dosificación personalizada y seguimiento.

El objetivo fue restablecer los niveles séricos de vitamina D de cada paciente hasta un objetivo terapéutico de 50 nanogramos por mililitro (ng/mL), lo que se asoció con una función inmunológica más fuerte y una mejor recuperación.2

• Cada paciente se sometió a pruebas al ingreso, con dosificación personalizada en función de los resultados: los criterios de exclusión se definieron con cuidado para evitar complicaciones en pacientes con afecciones como sarcoidosis, hipercalcemia o enfermedad renal avanzada. Kristen Schimmel explicó:

"En el momento del ingreso, les hacemos una extracción de sangre en suero, que se incluye con todas las demás pruebas de laboratorio que les hacemos para comprobar cuál es su nivel de vitamina D. Después, nuestro nutricionista toma ese nivel sérico y lo introduce en la calculadora de GrassrootsHealth, la herramienta en línea, para establecer su dosis de ataque (o bolo), así como una dosis de mantenimiento.
Así, a partir de ese valor, ella lo discute con el médico, quien luego puede solicitar la vitamina D que se necesita. Realizamos los análisis de seguimiento ya sea al día 25 o al alta, si el paciente recibe el alta alrededor de la marca de los 3 meses.
Pero sí queremos examinarlos antes de que se vayan, por eso implementamos ese control a los 25 días. A los tres meses, volvemos a revisar su nivel de vitamina D y podemos ajustarlo según sea necesario, si es un poco más alto que el valor que indica la calculadora o si todavía está en ese nivel más bajo para realizar ese análisis de laboratorio monitoreado".3

• Casi la mitad de los pacientes tenían niveles de vitamina D muy bajos: sus datos revelaron que el 44 % de los pacientes tenían niveles de vitamina D por debajo de 20 ng/mL, y el 12 % por debajo de 10 ng/mL, y en algunos casos, los niveles eran tan bajos que no se podían detectar en absoluto. Estos hallazgos revelaron un error muy grave en la atención hospitalaria convencional, donde a menudo se ignora el estado de la vitamina D a pesar de sus efectos de amplio alcance sobre la salud.

• Las infecciones nosocomiales se redujeron a cero después de corregir los niveles de la vitamina D: las infecciones del torrente sanguíneo asociadas a catéteres centrales (CLABSI, por sus siglas en inglés), que oscilaban entre dos y cuatro anuales, descendieron a cero en 2024.

Las infecciones del tracto urinario asociadas a catéter (ITUAC) también disminuyeron de forma drástica, y no se registró ningún caso en todo año. Si bien intervinieron otras estrategias de control de infecciones, como protocolos de higiene actualizados y la extracción temprana del catéter, muchos miembros del personal sintieron que restablecer los niveles de vitamina D fue un factor fundamental en la tendencia a la baja.

• Surgieron beneficios adicionales en áreas no relacionadas con la infección: Bonnie Vangerud indicó que una enfermera de cuidado de heridas vio que los pacientes sanaban mucho más rápido. También compartió el caso de un paciente con lesión cerebral que no respondía y dependía de un respirador, pero después de recibir vitamina D como parte del protocolo, recuperó la conciencia y progresó a la rehabilitación. Un artículo anterior sobre el programa de vitamina D en el Hospital Vibra también indicó:

“El hospital también registró un menor número de reingresos en un nivel de atención superior, un mayor número de pacientes dados de alta a domicilio o en rehabilitación, un menor número de altas en centros de enfermería especializada y una menor duración total de la estancia hospitalaria”.4

• No se produjo toxicidad incluso con la suplementación de dosis altas: algunos pacientes recibieron hasta 50 000 UI cada 48 horas durante varias semanas sin ningún signo de toxicidad. Estos niveles se guiaron por los valores de laboratorio y se ajustaron en función de las necesidades, lo que subraya la importancia de un seguimiento estricto y una atención individualizada.

• Los efectos del programa se extendieron mucho más allá de la atención a los pacientes: los miembros del personal empezaron a analizar sus propios niveles de vitamina D y a ajustar su suplementación tras comprobar los beneficios por sí mismos. Las enfermeras internacionales que se habían trasladado desde regiones muy soleadas, como Filipinas y África, contaron cómo su estado de ánimo había cambiado durante los inviernos sin sol de Dakota del Norte y cómo esos síntomas se aliviaron una vez que se restablecieron sus niveles de vitamina D.

• El éxito del hospital se reconoció a nivel estatal: después de aplicar el programa, el Hospital Vibra recibió una carta del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Dakota del Norte en la que se reconocía su espectacular descenso en las tasas de infecciones nosocomiales. El reconocimiento acreditó los esfuerzos del equipo para crear un ambiente de atención más seguro para los pacientes en todo el estado.5

• Este enfoque es simple, seguro y eficaz: al reflexionar sobre el éxito del programa, Bonnie Vangerud afirmó:

“La vitamina D es muy económica y hay evidencias de que da resultados, entonces ¿por qué no administrársela a sus pacientes? Lo mejor es darles todas las opciones posibles para que se recuperen y resistan la infección. Es fácil y no causa daños... es una opción conveniente”.6

¿Qué otros beneficios tiene la vitamina D?

Mucho más allá de los resultados clínicos que se observaron en el programa del Hospital Vibra, cada vez son más las investigaciones que respaldan el rol más amplio de la vitamina D en la salud de todo el cuerpo. Estos son algunos de sus beneficios:

• Mejora la fuerza muscular y la función física: los receptores de vitamina D están presentes en el tejido muscular, y su deficiencia está relacionada con debilidad muscular, caídas y fragilidad, sobre todo en adultos mayores o quienes pasan los días en una cama de hospital. Los niveles adecuados mejoran la síntesis de proteínas musculares, la coordinación y la recuperación de lesiones.7,8

• Favorece la salud cardiovascular: una de las funciones más importantes de la vitamina D en la salud del corazón es controlar la distribución del calcio. Si no tiene suficiente vitamina D, es más probable que el calcio se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de hipertensión, calcificación arterial y enfermedades cardiovasculares. La deficiencia se ha relacionado de forma sistemática con tasas más elevadas de ataque cardíaco, derrame cerebral y síndrome metabólico.9,10,11

• Protege la función cognitiva: la vitamina D ayuda a regular factores neurotróficos como el factor de crecimiento nervioso (NGF) y el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que protegen las neuronas y apoyan la plasticidad sináptica. Los estudios relacionan los niveles bajos de vitamina D con un mayor riesgo de demencia, enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo relacionado con la edad.12,13

• Regula la actividad autoinmune: la vitamina D es esencial para mantener el equilibrio del sistema inmunológico y ejerce un rol fundamental en la regulación de la diferenciación de las células T, lo que ayuda al cuerpo a distinguir entre invasores dañinos y sus propios tejidos sanos. Los estudios vinculan los niveles bajos de vitamina D con un mayor riesgo y gravedad de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y el lupus.14

• Mejora el control del azúcar en la sangre y la resiliencia metabólica: la vitamina D afecta la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa al actuar sobre las células β pancreáticas y modular las señales inflamatorias vinculadas a la resistencia a la insulina. Los ensayos clínicos han demostrado que administrar suplementos mejora los niveles de glucosa en ayunas y de HbA1c en pacientes con prediabetes o diabetes tipo 2, en especial cuando los niveles basales de vitamina D son bajos.15,16

• Reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer: la vitamina D influye en la proliferación, diferenciación y apoptosis celular, que son mecanismos muy importantes que intervienen en el desarrollo del cáncer. Los datos epidemiológicos sugieren que las personas con niveles más elevados de vitamina D tienen tasas más bajas de varios tipos de cáncer, en particular cáncer colorrectal, de mama y de próstata.17,18,19

• Favorece el equilibrio hormonal y la salud de la tiroides: los receptores de la vitamina D se expresan en muchos tejidos productores de hormonas, como la tiroides, los ovarios y las glándulas suprarrenales.20 Se ha relacionado un nivel bajo de vitamina D con la autoinmunidad tiroidea, sobre todo la tiroiditis de Hashimoto,21 así como con el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y las irregularidades menstruales.22

• Favorece la integridad de la barrera intestinal: la vitamina D ayuda a mantener las uniones estrechas en el revestimiento intestinal, lo que reduce la permeabilidad del intestino, que es un factor que contribuye a la inflamación sistémica y las enfermedades crónicas.23 También influye en la composición del microbioma pues favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas y controla el crecimiento excesivo de patógenos.24,25

Para obtener más información sobre cómo este nutriente esencial afecta a casi todos los sistemas de su cuerpo, consulte: “La vitamina que refuerza sus defensas y lo libera del agotamiento emocional”.

¿Está en riesgo de tener deficiencia de vitamina D?

Ya sea a partir de la luz solar, de suplementos o de ambos, es esencial mantener los niveles de vitamina D en el rango óptimo. ¿Pero cómo saber si obtiene lo suficiente? Algunas personas son más propensas a tener deficiencias, incluso cuando se exponen al sol o consumen alimentos ricos en esta vitamina. Puede correr riesgo de tener deficiencia de vitamina D si:

• Tiene la piel más oscura: los niveles más altos de melanina brindan una protección natural contra los rayos UV, pero también reducen la capacidad de la piel para producir vitamina D. Eso significa que necesita más exposición al sol para generar la misma cantidad que alguien con piel más clara.

• Tiene más de 60 años: cuando la piel envejece es menos eficaz para convertir la luz solar en vitamina D. Incluso si pasan tiempo al aire libre, los adultos mayores a menudo tienen dificultades para mantener los niveles adecuados sin suplementos.26

• Vive muy al norte: si vive en regiones del norte como Canadá, Escandinavia o el norte de Estados Unidos, el sol de invierno no proporciona suficientes rayos UV para mantener la producción de vitamina D durante varios meses al año.

• Se cubre la piel o permanece en el interior: el protector solar, la ropa o el tiempo limitado al aire libre reducen la exposición a los rayos UVB y disminuyen de forma drástica la síntesis de vitamina D.

• Padece enfermedades crónicas: ciertos problemas de salud interfieren en el metabolismo de la vitamina D. Por ejemplo, la obesidad atrapa la vitamina D en las células grasas, y la hace menos disponible para su uso, mientras que los trastornos intestinales como la enfermedad celíaca o la de Crohn reducen su absorción a partir de alimentos o suplementos.

Cómo obtener los máximos beneficios de la exposición a la luz de sol

Hay dos formas principales de mantener niveles saludables de vitamina D: la luz solar y los suplementos. De las dos, la luz solar es la fuente más natural y eficiente, pero obtenerla de forma correcta implica más que solo pasar tiempo al aire libre. A continuación, le indicamos cómo optimizar su exposición al sol de forma segura y eficaz:

• ¿Qué nivel de exposición al sol necesita?  Intente exponer su piel desnuda a la luz solar todos los días. Utilice la “prueba de las quemaduras solares” como guía: permanezca bajo el sol sólo hasta que su piel comience a tornarse ligeramente rosada. Cualquier enrojecimiento es una señal de que debe alejarse del sol directo, así que evite quemarse con el sol: eso es una señal de daño, no de beneficio.

• Evite los aceites de semillas antes de exponerse al sol durante las horas de mayor intensidad: los aceites vegetales contienen demasiadas grasas poliinsaturadas como el ácido linoleico (AL), que se acumula en la piel y es muy propenso a la oxidación. Cuando se exponen a la luz solar, provocan inflamación y daños en el ADN, lo que supone un riesgo de sufrir quemaduras solares y daños en la piel.

Por lo tanto, si consume mucho AL, evite la luz directa del sol durante sus horas más intensas (de 10 a.m. a 4 p.m.) hasta que haya reducido su consumo durante al menos seis meses. Esto le da tiempo a su cuerpo para eliminar parte del AL acumulado, lo que reduce su riesgo de daño cutáneo por el sol.

• Su cuerpo tiene un interruptor de apagado: deja de producir vitamina D una vez que ha producido una cantidad suficiente. Sin embargo, si tiene la piel más oscura, necesitará una exposición solar más prolongada para generar la misma cantidad de vitamina D que alguien con piel más clara debido al efecto bloqueador de rayos UV de la melanina.

• Cómo proteger su piel mientras elimina el AL: si necesita pasar tiempo bajo el sol pero aún no ha eliminado por completo el AL de su cuerpo, estas son algunas estrategias de protección que le recomiendo:

◦ Tome 12 miligramos de astaxantina todos los días para mejorar la resistencia de su piel a los rayos UV.

◦ Aplique crema tópica de niacinamida (vitamina B3) antes de exponerse al sol para protegerse contra el daño al ADN inducido por los rayos UV.

◦ Tome una aspirina infantil de 30 a 60 minutos antes de la exposición al sol para ayudar a prevenir que el AL se convierta en metabolitos dañinos del ácido linoleico oxidado (OXLAM).

Para conocer los beneficios de la exposición solar para todo el cuerpo, más allá de la vitamina D, consulte: “Tomar cápsulas no es suficiente. Su cuerpo exige esta vitamina tal como la produce la naturaleza”.

Estrategias para mantener niveles óptimos de Vitamina D

Si bien casi todos se beneficiarían de tomar suplementos de vitamina D3, no es buena idea intentar adivinar cuál es su dosis ideal. La única forma confiable de saber cuánto necesita es analizar primero su nivel en la sangre y luego adaptar su enfoque en función de los resultados.

• No confíe en una dosis única: su consumo óptimo depende de varios factores personales, tales como su estado basal de vitamina D, su peso corporal, su tono de piel, su exposición al sol, su alimentación y la cantidad de AL almacenada en sus tejidos. Lo más importante no es la dosis que aparece en la etiqueta, sino el nivel en la sangre. Eso es lo que de verdad interviene en la salud.

• El rango óptimo es más alto de lo que le han dicho: la mayoría de las pautas establecen el valor de corte de suficiencia en alrededor de 40 ng/mL (o 100 nmol/L en Europa), pero ese es solo el valor de referencia para evitar la deficiencia clínica. Por ejemplo, el Hospital Vibra utilizó 50 ng/mL como objetivo terapéutico. Pero incluso ese umbral está por debajo de lo que recomiendo.

Para un buen apoyo al sistema inmunológico, la prevención de enfermedades crónicas y la resiliencia de todo el cuerpo, el rango al que se debe aspirar es de 60 a 80 ng/mL (150 a 200 nmol/L). Ahí es donde comienzan los verdaderos beneficios de protección: no solo la adecuación, sino la optimización.

Puede encontrar todos los detalles en mi informe sobre la vitamina D, que explica los mecanismos detrás de los efectos de esta vitamina y cómo alcanzar niveles óptimos de forma segura. A continuación le muestro un resumen breve de los pasos fundamentales:

1. Comience con un análisis de sangre: una vez que conozca su nivel en la sangre, puede determinar cuánta vitamina D necesita para aumentarlo o mantenerlo.

2. Calcule su dosis personal: utilice la calculadora de vitamina D* de GrassrootsHealth para estimar la cantidad que necesita para alcanzar su rango objetivo. Si prefiere estimar la vitamina D derivada del sol, la aplicación DMinder27 le ayuda a realizar un seguimiento de cuánta podría producir en función de su ubicación, el tiempo al aire libre, el tipo de piel y otras variables. Para convertir las unidades de Estados Unidos a las de Europa, multiplique ng/mL por 2.5.

3. Siempre tome vitamina D3 con grasas: la vitamina D es liposoluble. Para una mejor absorción, tómela con una comida que incluya grasas saludables, como mantequilla de animales alimentados con pastura, ghee, yemas de huevo de gallinas camperas o sebo.

4. Hágase un análisis cada tres a seis meses: una vez que comience a tomar suplementos o aumente la exposición al sol, vuelva a realizar la prueba después de tres a seis meses. Esto le da tiempo para ver cómo se modifican sus niveles y si es necesario realizar algún ajuste.

5. No se olvide del magnesio y la vitamina K2: si toma suplementos de vitamina D, también necesita tomar magnesio y vitamina K2. Datos de casi 3 000 personas demuestran que quienes no toman magnesio ni vitamina K2 necesitan un 244 % más de vitamina D para alcanzar el mismo nivel en la sangre.28

Estos cofactores ayudan a regular el metabolismo del calcio, reducen el riesgo de calcificación y mejoran la forma en que el cuerpo procesa la vitamina D, lo cual hace que la suplementación sea más eficiente y segura. Para mantener estos nutrientes en un equilibrio adecuado, tome alrededor de 180 microgramos (mcg) de vitamina K2, de preferencia en forma MK-7, junto con 400 mg de magnesio, por cada 5000 UI de vitamina D3 que tome.

Preguntas frecuentes sobre la vitamina D

P: ¿Cuáles son los principales beneficios de la vitamina D?

R: La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, que es esencial para desarrollar y mantener huesos fuertes. También refuerza el sistema inmunológico, reduce la inflamación y regula el azúcar en la sangre. Además, la vitamina D protege la función cognitiva, ayuda a mantener las arterias flexibles mediante el control del calcio, favorece el equilibrio hormonal y fortalece el revestimiento intestinal.

P: ¿Qué tan común es la deficiencia de vitamina D en pacientes hospitalizados?

R: Los datos del Hospital Vibra mostraron que el 44 % de los pacientes tenían niveles inferiores a 20 ng/mL y el 12 % estaban por debajo de 10 ng/mL, y algunos incluso tenían niveles indetectables. Las estancias prolongadas en interiores, la falta de luz solar y las enfermedades crónicas contribuyen a esta deficiencia.

P: ¿Cómo ayuda la vitamina D a los pacientes hospitalizados a recuperarse más rápido?

R: La vitamina D regula la función inmunológica, reduce la inflamación y favorece la reparación de los tejidos. En el Hospital Vibra, los pacientes que recibieron protocolos individualizados de vitamina D tuvieron una curación más rápida de las heridas, menos infecciones e incluso mejoras neurológicas. Algunos pacientes que llevaban mucho tiempo hospitalizados y que llegaron sin responder al tratamiento recuperaron la capacidad de caminar, hablar y regresar a su vida diaria después de alcanzar niveles terapéuticos de vitamina D.

P: ¿Cuál es la mejor manera de aumentar los niveles de vitamina D de forma natural?

R: Exponerse al sol todos los días es la forma más natural. Intente exponer su piel desnuda solo hasta que empiece a ponerse un poco rosada, no roja o quemada. Sin embargo, si vive en climas del norte o tiene acceso limitado al sol, los suplementos de vitamina D3 son una alternativa segura y asequible. Solo asegúrese de hacer una prueba previa y tomar la dosis adecuada.

P: ¿Con qué frecuencia debo analizar mis niveles de vitamina D?

R: Realice una prueba inicial para encontrar su punto de referencia y, a continuación, vuelva a realizar la prueba cada tres a seis meses después de realizar los cambios. Esto le ayudará a ajustar la dosis y a controlar los progresos, sobre todo si está tomando suplementos o aumentando la exposición al sol.