📝HISTORIA EN BREVE
- El síndrome de piernas inquietas (SPI) provoca una necesidad de mover las piernas y los síntomas empeoran durante la noche. Se siente como un hormigueo, tirón, dolor y palpitaciones
- El síndrome de piernas inquietas (SPI) suele relacionarse con afecciones subyacentes como deficiencia de hierro, insuficiencia renal, neuropatía periférica, afecciones de la médula espinal o enfermedad de Parkinson
- Algunos enfoques nutricionales como consumir más hierro, magnesio con B6 y vitamina D ayudan a controlar los síntomas del síndrome de piernas inquietas sin producir los efectos secundarios de los medicamentos
- Los remedios herbales tradicionales como Dangguijakyak-san (DS) y Shihogyeji-tang (ST) también ayudan a tratar el síndrome de piernas inquietas, ya que equilibran el flujo de la sangre y la actividad de la dopamina
- El ejercicio, el estiramiento, la acupuntura y otros enfoques holísticos como los dispositivos de compresión neumática y la terapia de luz de infrarrojo cercano reducen de manera efectiva la gravedad de los síntomas del síndrome de piernas inquietas y favorecen la calidad del sueño
🩺Por el Dr. Mercola
¿A menudo siente la necesidad de mover las piernas cuando está sentado o quieto en un lugar? ¿Su sueño se ve afectado porque mueve las piernas de manera involuntaria? Es probable que padezca el síndrome de piernas inquietas (SPI).
¿Qué es el SPI?
La Clínica Mayo define el síndrome de piernas inquietas (SPI) como la necesidad de mover las piernas para aliviar el malestar. Es común que experimente:1
• Sensaciones incómodas en las piernas que comienzan mientras descansa: esto ocurre cuando ha permanecido en cama o sentado en una silla durante mucho tiempo.
• El movimiento alivia los síntomas: los síntomas del síndrome de piernas inquietas disminuyen cuando mueve el cuerpo. Algunos ejemplos son los estiramientos, mover las piernas, caminar de un lado a otro o solo caminar.
• Espasmos en las piernas durante la noche: el síndrome de piernas inquietas (SPI) suele relacionarse con otra afección más común, conocida como el movimiento periódico de las extremidades durante el sueño (PLMS, por sus siglas en inglés). Esta afección provoca que las piernas pateen durante toda la noche mientras duerme.
Los pacientes con síndrome de piernas inquietas notan que los síntomas son intensos y desagradables, y que ambos lados del cuerpo sienten la necesidad de moverse. Las sensaciones se desarrollan en las piernas en lugar de en la piel, y a menudo se describen como un:
• Hormigueo
• Arrastramiento
• Tirón
• Palpitar
• Dolor
• Comezón
• Eléctrico
Las señales y los síntomas del SPI
Para brindarle un diagnóstico preciso, su médico lo examinará con base en los siguientes criterios:2
• Siente la necesidad de mover las piernas, lo que se produce junto con sensaciones incómodas como dolor o tirones.
• Los síntomas comienzan o empeoran durante periodos de descanso o inactividad.
• Experimenta un alivio parcial o total cuando se estira, camina o ejercita los músculos afectados.
• Los síntomas empeoran por la noche.
• Otra condición médica no provocó los síntomas.
El síndrome de piernas inquietas (SPI) suele ser un síntoma de una enfermedad subyacente, no una enfermedad en sí. Los síntomas que se manifiestan quizás se deban a lo siguiente:3
• Neuropatía periférica: algunas enfermedades crónicas como la diabetes a veces dañan los nervios en las manos y los pies. El abuso de bebidas alcohólicas también es un factor.
• Deficiencia de hierro: los niveles bajos de hierro pueden causar o empeorar el síndrome de piernas inquietas (SPI), también si tiene antecedentes de sangrado estomacal o intestinal.
• Insuficiencia renal: en relación con el ejemplo anterior, la insuficiencia renal a menudo genera una deficiencia de hierro. Los niveles de hierro en la sangre disminuyen cuando los riñones no funcionan bien.
• Afecciones de la médula espinal: las lesiones que afectan la médula espinal se han relacionado con el SPI.
• Enfermedad de Parkinson: las personas diagnosticadas con esta afección tienen un riesgo mayor de desarrollar SPI.
Remedios médicos y herbales para el SPI
La Clínica Cleveland estima que entre el 7 % y el 10 % de las personas en Estados Unidos padecen SPI y, a menudo, el primer tratamiento son los medicamentos que alteran los neurotransmisores, como:4
• Medicamentos anticonvulsivos (gabapentina y pregabalina)
• Agonistas dopaminérgicos (pramipexol y ropinirol)
• Precursores de la dopamina (Levodopa)
A pacientes con síntomas graves se les recetan ciertos medicamentos como las benzodiazepinas (clonazepam) e incluso los opioides (metadona y buprenorfina). Sin embargo, tomar estos medicamentos provocará efectos secundarios graves e incluso genera dependencia de por vida.
Por otra parte, los “remedios médicos” no siempre se refieren a los medicamentos o procedimientos de hospitalización.5 A veces la solución es que consuma más de estos nutrientes:
• Hierro: las investigaciones demuestran que los pacientes con síndrome de piernas inquietas suelen tener niveles bajos de hierro en el cerebro, y que aumentarlos alivia los síntomas debido a la regulación epigenética.6
Si decide adoptar esta estrategia, primero averigüe cuáles son sus niveles de hierro, ya que tener niveles excesivos de hierro se relaciona con el deterioro cognitivo que, en última instancia, promueve la enfermedad de Alzheimer. Quizás ni siquiera necesite tomar ningún suplemento.
• Magnesio y vitamina B6: según un artículo publicado en 2022, una combinación de magnesio y vitamina B6 redujo la gravedad de los síntomas del SPI, así como la calidad del sueño.7
• Vitamina D: un estudio demostró que los pacientes con SPI por lo general tienen deficiencia de este nutriente, y que consumirlo más funciona como un alivio.8
Además de los nutrientes mencionados, las medicinas herbales tradicionales como Dangguijakyak-san (DS) y Shihogyeji-tang (ST) son efectivas para controlar el SPI. En un estudio de caso publicado en Medicine, los investigadores explicaron el tratamiento exitoso de una mujer de 72 años que sufrió de SPI durante casi 60 años.9
• El SPI altera el sueño: en el momento del estudio, la paciente también se recuperaba de un derrame cerebral. La mujer presentó síntomas graves que le impidieron dormir, y la única forma de aliviar los síntomas era mover las piernas.
• La filosofía detrás de DS y ST: a la paciente se le administró DS y ST para abordar el SPI y otras deficiencias subyacentes definidas por los principios de la medicina del este de Asia, en específico la deficiencia de Xue (deficiencia de sangre) y el estancamiento del Qi.
• Los remedios herbales producen resultados positivos y seguros: los síntomas de la paciente se redujeron después de una semana de comenzar el programa de remedios herbales. Durante los siguientes 47 días, mejoró de forma constante y no se consideró necesario que tomara ningún medicamento después de suspender el tratamiento. En un seguimiento después de seis meses, la mujer reportó que los síntomas nunca regresaron.
Respecto al DS y ST, estas combinaciones de hierbas atacan el origen del malestar y la inquietud en el síndrome de piernas inquietas debido a que equilibran el flujo de sangre y energía del cuerpo:10
• El ingrediente principal en ambas fórmulas: el DS y ST contienen Paeoniae Radix (raíz de peonía). Según la investigación, este compuesto es rico en paeoniflorina, que activa el receptor de adenosina A1 (A1R).
• La influencia del A1R: es importante en el metabolismo cerebral, ya que ayuda a estabilizar la actividad de los neurotransmisores. Este efecto estabiliza los desequilibrios de dopamina, que son un factor en el SPI.
La dopamina es un neurotransmisor que ayuda a regular el movimiento y su disfunción suele relacionarse con el SPI. Dado que estimula la actividad de la dopamina, la Paeoniae Radix reduce la necesidad de mover las piernas durante la noche.
• El DS y ST son seguros de usar: según los investigadores, el DS y ST no produjeron efectos secundarios en la paciente, lo que los destaca como una forma segura y sostenible de controlar el SPI.
El ejercicio es otro remedio natural y efectivo para el SPI
En un estudio publicado en Movement Disorders, los investigadores analizaron los efectos de diferentes programas de ejercicio sobre el SPI.11 Los investigadores seleccionaron 17 pacientes de entre 22 y 61 años y los dividieron en tres grupos: uno fue el grupo de control, otro hizo ejercicio aeróbico y el último hizo estiramientos.
El grupo de ejercicios aeróbicos realizó sesiones de 40 minutos tres veces por semana durante un total de ocho semanas. El grupo que hizo estiramientos realizó sesiones que duraron entre 40 y 45 minutos en el mismo periodo de tiempo.
• El ejercicio ayuda de forma significativa a tratar el SPI: los investigadores observaron que el ejercicio aeróbico, en particular caminar, redujo en un 21 % la gravedad de los síntomas. Además, los pacientes reportaron que mejoró su calidad de vida.
El estudio teorizó que una mayor liberación de beta-endorfinas, el flujo de sangre al cerebro y la neuroplasticidad contribuyeron a los cambios. “El resultado fue que el ejercicio tiene el potencial de brindar múltiples beneficios terapéuticos que son compatibles con la fisiopatología del SPI”, dijeron los investigadores.
• Los estiramientos mejoraron los síntomas del SPI: si bien los estiramientos no están al mismo nivel que el ejercicio en cuanto a intensidad, los investigadores observaron que redujeron en un 18 % la gravedad de los síntomas.
• Moverse más promueve un mejor descanso: se ha observado que tanto el ejercicio como el estiramiento ayudan en aspectos importantes del sueño, como el tiempo que se tarda en conciliar el sueño y una mayor duración.
Las pruebas anteriores refuerzan mi postura de que caminar es uno de los mejores ejercicios que puede hacer para mejorar su salud. Es accesible y gratuito para la mayoría de las personas, solo levántese, salga y camine alrededor de su comunidad. Esto no solo ayudará a controlar el SPI, sino que las investigaciones demuestran que también reduce la mortalidad por todas las causas.
Según mi entrevista con el Dr. James O'Keefe, cardiólogo residente en Kansas City, le recomiendo que camine 10 000 pasos al día (y que su máximo sea de 12 000). El Dr. James agregó que:
"Mientras más camine, mejor. Los mayores beneficios se obtienen de pasar de un estilo de vida sedentario, es decir, caminar de 2 000 a 3 000 pasos al día, a dar 7 000 u 8 000 pasos al día. En este punto, se reduce de manera importante el riesgo de mortalidad y mejora la supervivencia. De hecho, los beneficios continúan hasta los 12 000 pasos al día. Casi todos los estudios demuestran que, después de los 12 000 pasos al día ya no obtendrá más beneficios".
Alternativas holísticas para controlar el SPI
Además del ejercicio y el estiramiento, un metaanálisis publicado en Cureus investigó otras alternativas para controlar mejor el SPI:12
• Acupuntura: es un método antiguo de curación que se incluye en la Medicina Tradicional China (MTC), e implica insertar agujas en puntos específicos del cuerpo, lo que promueve el flujo de la sangre y equilibra la energía.
• Reflexología: implica aplicar presión en puntos específicos de las plantas de los pies para promover la circulación y la relajación.
• Dispositivos de compresión neumática (PCDs, por sus siglas en inglés): estos dispositivos aplican presión a las piernas, lo que mejora el flujo de la sangre y al mismo tiempo reduce los síntomas del SPI. Según los investigadores, este método es una de las alternativas más prometedoras:
“Los PCDs son una terapia complementaria o alternativa muy prometedora para el SPI, ya que son prácticos y parecen tener éxito en mejorar la intensidad de los síntomas del SPI y todos los aspectos de la calidad de vida”.
• Yoga: los investigadores observaron que el yoga es muy útil para estabilizar el estado de ánimo y reducir el insomnio, "por lo que es una opción viable para las mujeres con SPI en etapa posmenopáusica".
• Terapia de luz de infrarrojo cercano: la literatura ya publicada y citada por el estudio señaló que la exposición a la luz ayudó a aliviar el malestar. Los beneficios duraron hasta cuatro semanas después de suspender el tratamiento.
• Relajación muscular progresiva (PMR, por sus siglas en inglés): un estudio citado en el metaanálisis señaló que en seis sesiones de PMR, la gravedad de los síntomas se redujo en un 38.89 %. En la sesión número 12, esa cifra había aumentado al 61.11 %.
La PMR es un método que ayuda a reducir la tensión muscular a través de tensar y relajar de manera consciente ciertos grupos de músculos. Si desea intentar la PMR, aquí hay una secuencia de relajación del Centre for Clinical Interventions.
Preguntas frecuentes sobre el síndrome de piernas inquietas
P: ¿Qué es el síndrome de piernas inquietas (SPI) y cuáles son sus síntomas?
R: El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que se caracteriza por una necesidad de mover las piernas, que muchas veces va acompañada de sensaciones incómodas como hormigueo, pulsaciones o comezón. Los síntomas suelen aparecer durante periodos de descanso o inactividad, empeoran por la noche y se alivian de forma temporal con el movimiento. Muchas personas con síndrome de piernas inquietas también experimentan movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño (PLMS, por sus siglas en inglés), lo que interrumpe el sueño.
P: ¿Cómo se diagnostica el SPI?
R: El diagnóstico se basa en varios criterios, entre ellos la presencia de una necesidad de mover las piernas, la aparición o empeoramiento de los síntomas durante el reposo, el alivio mediante el movimiento, la aparición vespertina o nocturna de este síndrome y la exclusión de otras afecciones médicas. El SPI a menudo indica problemas subyacentes como la deficiencia de hierro, neuropatía periférica o problemas renales.
P: ¿Cuáles son los tratamientos disponibles para el SPI?
R: Suelen recetarse medicamentos como los agonistas de la dopamina, los anticonvulsivos y los opioides, pero no los recomiendo, ya que conllevan riesgos de efectos secundarios y dependencia. Los enfoques nutricionales seguros son tomar suplementos de hierro, magnesio, vitamina B6 y vitamina D, todos los cuales han demostrado ser prometedores para reducir la gravedad del SPI y favorecer el sueño.
P: ¿Existen remedios naturales o herbales efectivos para tratar el SPI?
R: Sí, las fórmulas herbales tradicionales del este de Asia como Dangguijakyak-san (DS) y Shihogyeji-tang (ST), que contienen Paeoniae Radix, han demostrado ser efectivas para aliviar los síntomas del SPI, ya que equilibran la actividad de los neurotransmisores y mejoran el flujo de la sangre, sin producir efectos secundarios. Estos remedios también son una solución sostenible y a largo plazo.
P: ¿Qué estilos de vida y alternativas holísticas existen para controlar el SPI?
R: Se ha demostrado que el ejercicio, en particular caminar y estirarse, reduce de forma significativa los síntomas del SPI y favorece la calidad del sueño. Otras terapias holísticas incluyen la acupuntura, la reflexología, el yoga, la relajación muscular progresiva (PMR, por sus siglas en inglés), los dispositivos de compresión neumática y la terapia de luz de infrarrojo cercano. Estas alternativas mejoran la circulación, reducen el estrés y favorecen el sueño.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 3 Mayo Clinic, “Restless Leg Syndrome”
- 2, 4 Cleveland Clinic, “Restless Leg Syndrome”
- 5 The Hearty Soul, April 12, 2025
- 6 Sleep Med. 2016 Nov 10;31:61-70
- 7 BMC Complement Med Ther. 2022 Dec 31;23:1
- 8 Tremor Other Hyperkinet Mov (N Y). 2023 Apr 6;13:12
- 9, 10 Medicine (Baltimore). 2021 Aug 6;100(31):e26800
- 11 Mov Disord Clin Pract. 2023 Jul 27;10(9):1349-1359
- 12 Cureus. 2023 Oct 10;15(10):e46779. doi: 10.7759/cureus.46779