📝HISTORIA EN BREVE
- Tener niveles de testosterona por debajo de 3.33 ng/ml incrementan en un 65 % el riesgo de cálculos renales, sin importar otros factores de salud como la edad, el peso o la presión arterial
- Los hombres de 34 a 44 años con niveles bajos de testosterona tienen un riesgo 29 % mayor de desarrollar su primer cálculo renal
- Mantener la testosterona por encima de 360 ng/dl reduce bastante el riesgo de cálculos renales, y es un aspecto que se vuelve aún más beneficioso a partir de los 40 años
- La testosterona influye mucho en la formación de cálculos renales, y se cree que esto se debe a que afecta la producción de glicolato oxidasa, que cataliza los metabolitos que promueven el desarrollo de los cálculos
- Algunas estrategias naturales para incrementar los niveles de testosterona incluyen: reducir la exposición a las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, practicar KAATSU, optimizar la alimentación, exponerse a la luz del sol y mantener el equilibrio de las hormonas con progesterona
🩺Por el Dr. Mercola
Los cálculos renales se forman cuando sustancias como el oxalato de calcio, la estruvita y el ácido úrico se cristalizan en el tracto urinario,1 lo que suele ser el resultado de los desequilibrios hormonales o trastornos metabólicos.
Si no se tratan, los cálculos renales no solo causan molestias importantes, sino que también incrementan el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU) y obstruyen el flujo de orina, lo que a la larga, daña los riñones. Hace poco, un grupo de investigadores identificó un factor de riesgo que influye mucho en su desarrollo, y se trata de los niveles bajos de testosterona.
Los niveles de testosterona dicen mucho sobre su riesgo de cálculos renales
En un estudio que se publicó en el International Journal of Impotence Research (IJIR), los investigadores analizaron el impacto de los niveles bajos de testosterona en el riesgo de cálculos renales, sobre todo con el paso de los años.2
El estudio involucró a 3234 hombres adultos sanos (la mayoría de mediana edad) que participaron en exámenes de salud durante un período de 10 años (2010 a 2020). A cada uno se le realizaron análisis de testosterona total junto con exploraciones para detectar cálculos renales, lo que permitió a los investigadores analizar la relación entre ambas variables.
• Existe un umbral en el que el riesgo de cálculos renales incrementa bastante: los hallazgos demuestran que una vez que los niveles de testosterona están por debajo de 3.33 ng/ml (nanogramos por mililitro), el riesgo de cálculos renales incrementa alrededor de un 65 %. Además, esto ocurrió sin importar otros factores como la edad, el peso corporal, los niveles de colesterol o la presión arterial.
Esto significa que incluso si está sano y en buena forma física, los niveles bajos de testosterona son suficientes para tener un riesgo elevado de cálculos renales. Como afirma el estudio: “los niveles bajos de testosterona (<3.33 ng/ml) se relacionaron de manera significativa e independiente con los cálculos renales en hombres”.
• Otros factores comunes dejaron de ser importantes: a diferencia de otros biomarcadores de salud como la presión arterial y el colesterol, los niveles bajos de testosterona son los únicos capaces de influir por sí solos en la formación de cálculos renales.
• La edad es un factor de riesgo determinante: los participantes con el riesgo más elevado de cálculos renales tenían los menores niveles de testosterona y una mayor edad. En términos específicos, el estudio encontró un incremento pronunciado entre los hombres mayores de 50 años con niveles muy bajos de testosterona.
La conclusión es que los hombres mayores, que de por sí ya son propensos al deterioro hormonal, se beneficiarán mucho de optimizar sus niveles de testosterona, ya que eso podría ayudarlos a evitar que los problemas de cálculos renales representen una amenaza importante para su salud en el futuro.
La relación entre la edad, los cálculos renales y la testosterona
En un estudio previo que también se publicó en IJIR, los investigadores analizaron el impacto de la edad en la relación entre los niveles de testosterona y la formación de cálculos renales. Trataron de determinar si el riesgo de desarrollar cálculos renales que se relacionan con los niveles bajos de testosterona cambia entre los hombres de diferentes grupos de edad que no utilizan terapia de reemplazo de testosterona (TRT).3
Los investigadores revisaron los registros médicos electrónicos y seleccionaron a 263 557 hombres de diferentes instituciones de atención médica en los Estados Unidos. Todos los participantes tenían niveles de testosterona por debajo de 300 ng/dl (nanogramos por decilitro) y nunca se habían sometido a la TRT. Esto permitió que el equipo analizara la relación natural entre los niveles bajos de testosterona sin tratar y el riesgo de cálculos renales en distintos grupos de edad.
• El impacto de la edad: este factor (junto con los niveles bajos de testosterona) influye mucho en el riesgo de tener cálculos renales. Aunque el riesgo de los hombres de entre 18 y 24 años con niveles bajos de testosterona no se consideró importante, comenzó a incrementar de forma constante con la edad.
Mientras tanto, los hombres de entre 34 y 44 años experimentaron el mayor incremento, ya que a diferencia de los hombres con niveles normales de testosterona del mismo grupo, su riesgo de desarrollar su primer cálculo renal fue 29 % mayor.
• Los niveles de testosterona bajan con la edad: en relación con el punto anterior, el estudio afirma que el riesgo varía mucho entre los diferentes grupos de edad. De manera sorprendente, los adultos más jóvenes no mostraron un riesgo inmediato, lo que indica que, es posible que las influencias hormonales requieran de una interacción crónica con otros factores para desencadenar la formación de cálculos renales.
Pero, a medida que nos acercamos a la mediana edad, los niveles de hormonas comienzan a bajar, lo que nos hace más vulnerables a este problema.
• El riesgo se estabiliza después de cierta edad: otro hallazgo importante fue que el riesgo de cálculos renales volvió a disminuir a medida que los hombres alcanzaban edades más avanzadas. Aunque todavía tenían un riesgo elevado, se redujo un poco entre los hombres mayores de 55 años.
Los investigadores proponen que esto sucede porque los hombres de edad avanzada suelen tener otros factores de salud importantes o bien, realizan cambios en el estilo de vida que eclipsan el impacto directo de la testosterona, por lo que, la edad es un factor determinante para los hombres que se encuentra entre mediados de los 30 y principios de los 50.
• Aún no se sabe cómo se forman los cálculos renales: según los autores, no existe ninguna investigación sólida que explique cómo se forman los cálculos renales. Pero, están seguros de que los hombres tienen “el doble de riesgo que las mujeres”.4
El umbral de testosterona que incrementa el riesgo de los cálculos renales
En un estudio que se publicó en Frontiers in Endocrinology, los investigadores se propusieron a determinar el rango en el que los niveles de testosterona comienzan a incrementar el riesgo de cálculos renales en hombres. Utilizaron una base de datos nacional que incluía a 6 633 hombres adultos para definir el rango que se relaciona con el menor riesgo de cálculos renales.5
Los investigadores se enfocaron en hombres adultos sin terapias hormonales, ni antecedentes de cálculos renales. Con esta información, el análisis obtuvo una cifra clara: mantener los niveles de testosterona por encima de 360 a 422 ng/dl reduce bastante el riesgo de cálculos renales. Mientras que mantener niveles por debajo de este rango tendrá un impacto negativo en su salud.
• La relación entre la testosterona y los cálculos renales es clara: los autores dividieron las mediciones de testosterona en cuatro cuartiles y clasificaron a los hombres por grupos (niveles más bajos a más altos). Los hombres con niveles de testosterona por encima de 360 ng/dl (que representaban el cuartil más alto) tuvieron un riesgo mucho menor de desarrollar cálculos renales.
Mientras que los hombres en el grupo con los menores niveles de testosterona tuvieron un riesgo casi 47 % mayor que los participantes con niveles por encima del umbral.
• Los beneficios de protección que se derivan de los niveles elevados de testosterona no se distribuyen de manera uniforme: los hombres más jóvenes de entre 20 y 40 años no experimentaron cambios importantes en su riesgo de cálculos renales.
Pero, el nivel de protección se hizo más evidente en los hombres mayores de 40 años, en este grupo, los hombres que mantuvieron niveles de testosterona por encima del umbral de 360 ng/dl experimentaron los mayores beneficios, lo que demuestra que controlar la testosterona en la mediana edad reduce bastante los riesgos para la salud renal a largo plazo.
• El impacto de la testosterona en otros factores comunes: los hallazgos enfatizan que, si bien la obesidad y la mala alimentación incrementan de forma independiente el riesgo de cálculos renales, tener niveles bajos de testosterona empeora estos problemas. Otros factores que interactúan con los niveles bajos de testosterona incluyen las enfermedades vasculares, la diabetes tipo 2 y la osteoporosis.
Mantener niveles óptimos de testosterona refuerza la salud metabólica, lo que ayuda a controlar el peso corporal, que, como se mencionó, es un factor de riesgo en los cálculos renales. Además, los hombres con niveles saludables de testosterona suelen tener menos problemas metabólicos, lo que se traduce en menos complicaciones en los riñones en el futuro.
• Una teoría sobre cómo se forman los cálculos: en la literatura que analizaron los investigadores,6,7 observaron que la testosterona influye en la producción de glicolato oxidasa, una enzima hepática que cataliza “la conversión de glicolato en glioxilato y de glioxilato en oxalato, un metabolito clave en la formación de cálculos renales”.8 Pero, esta solo es una suposición:
“hasta donde sabemos, el modelo de litiasis urinaria con etilenglicol en ratas se basa en mecanismos artificiales que no pueden compararse con la fisiopatología de la litiasis natural en humanos. Pero, en la formación natural de cálculos en humanos, no existe evidencia que demuestre que se formen como consecuencia de una lesión renal inducida por oxalato, ni que los cristales de oxalato de calcio se depositen en el intersticio renal”.9
Estrategias naturales para incrementar los niveles de testosterona
Después de analizar la investigación, un hallazgo es claro: los niveles de testosterona influyen en el riesgo de desarrollar cálculos renales. Con esto en mente, es importante aprender a identificar los signos de niveles bajos de testosterona, que incluyen fatiga, reducción de la libido, pérdida de masa muscular y cambios de humor.
Primero, le recomiendo que se haga un análisis de sangre.10 Pero ¿cuál es el rango saludable? Según el artículo, entre 300 y 1000 ng/dl como valor de referencia. Ahora bien ¿qué puede hacer para incrementar sus niveles? En el vídeo de arriba, comparto nueve consejos que puede implementar de inmediato. Aquí otras estrategias:
1. Reducir la exposición a sustancias químicas que alteran el sistema endocrino (EDC): el primer paso es minimizar la exposición a sustancias químicas que alteran las hormonas, que suelen encontrarse en plásticos, utensilios de cocina antiadherentes, productos para el cuidado personal y pesticidas.
Opte por contenedores de vidrio o acero inoxidable en lugar de plástico, siempre que le sea posible, elija alimentos orgánicos que se producen manera sustentable, y busque productos para el cuidado personal que se etiqueten como: "sin parabenos" y "sin ftalatos".
2. Practicar el entrenamiento KAATSU para el equilibrio hormonal: si no sabe por dónde empezar, le recomiendo el entrenamiento KAATSU. Este enfoque consiste en restringir de forma temporal el flujo sanguíneo con bandas especiales con el fin de estimular el crecimiento muscular y la producción de testosterona sin estresar demasiado las articulaciones o los músculos.11
3. Tomar un suplemento de niacinamida: que también se conoce como nicotinamida y es muy importante para la función de sus mitocondrias. Además, las investigaciones demuestran que optimizar los niveles de este nutriente también ayuda con los problemas que se relacionan con la falta de testosterona.12 Para maximizar los beneficios, le recomiendo:
- 50 miligramos (mg) tres veces al día
- 5 mg a 10 mg de DHEA una vez al día
- 50 mg de pregnenolona una vez al día
4. Exponerse de forma segura a la luz del sol: exponerse al sol hace mucho más que incrementar los niveles de vitamina D. Mejora la energía celular, lo que ayuda a mantener niveles óptimos de testosterona y refuerza todos los aspectos de la salud. Como se menciona en un estudio que se publicó en Cureus, la vitamina D también influye en el equilibrio del calcio. Además, se descubrió que los participantes con niveles bajos de vitamina D también tenían niveles bajos de testosterona.13
Para maximizar los resultados, es importante exponerse al sol por lo menos una hora al día durante el mediodía solar (12 del mediodía o 1 p.m.) en horario de verano. Pero, aquí hay un punto importante que debe considerar.
Si come alimentos ricos en ácido linoleico (AL), deberá evitar la luz solar durante las horas más intensas (que suele ser una hora antes y después del mediodía solar) hasta que haya reducido su consumo de esta sustancia durante al menos dos a seis meses. Por lo general, toma entre dos y tres años para eliminar la mayor parte del AL de la piel, pero hay una forma de acelerar el proceso.
5. Agregar leche sin pasteurizar de animales alimentados con pastura a su alimentación: hace poco, descubrí que la C15:0, una grasa especial que se encuentra en la leche sin pasteurizar, ayuda a eliminar más rápido el AL cuando se combina con una alimentación baja en este ácido graso.
En concreto, consumir 2 gramos de C15:0 al día permite que los queratinocitos de la piel sustituyan el AL con esta grasa saludable en cuatro semanas. Esto significa que si implementa este enfoque, los niveles de AL deberían disminuir entre un 25 % y un 30 % en un plazo de tres a cuatro meses.
Por lo que, si lo implementa de 12 a 18 meses, el AL en su tejido adiposo disminuirá en un 80 %. Después de implementar esta estrategia, cualquier riesgo en su piel provendrá del daño directo al ADN, y eso es algo que no puede solucionarse con cambios en la alimentación.
6. Incorporar un antiestrógeno natural como la progesterona: debe mantener el equilibrio de testosterona y estrógeno para tener una salud óptima, sobre todo si es un hombre de mediana edad que experimenta cambios hormonales. En este caso, la progesterona es una hormona natural que contrarresta de forma segura la acumulación excesiva de estrógeno. En las siguientes secciones, encontrará cómo administrarla de forma correcta.
Preguntas frecuentes sobre la relación entre la testosterona y los cálculos renales
P: ¿Qué causa los cálculos renales y qué tienen que ver con la testosterona?
R: Los cálculos renales se forman cuando sustancias como el oxalato de calcio se cristalizan en el tracto urinario. Aunque se desconoce el proceso exacto, los estudios demuestran que existe una relación estrecha entre los niveles bajos de testosterona y un mayor riesgo de cálculos renales. En concreto, tener niveles de testosterona por debajo de 360 ng/dl incrementa bastante el riesgo.
P: ¿Cuál es el papel de la edad en la forma en que la testosterona influye en el riesgo de cálculos renales?
R: La edad influye mucho en la relación entre la testosterona y el riesgo de cálculos renales. Si bien el riesgo de los hombres menores de 30 años es menos inmediato, en hombres de mediana edad (entre 34 y 55 años) su riesgo de cálculos renales incrementa bastante si su nivel de testosterona es bajo. De manera curiosa, después de los 55 años el riesgo se estabiliza un poco, aunque aún se considera elevado.
P: ¿Es verdad que mantener niveles normales de testosterona ayuda a reducir el riesgo de cálculos renales?
R: Mantener niveles de testosterona de unos 360 ng/dl (que según las investigaciones es el umbral seguro) puede reducir bastante el riesgo de cálculos renales, sobre todo en hombres mayores de 40 años.
P: ¿Cómo interactúa la testosterona con otros factores de riesgo de cálculos renales?
R: Los niveles bajos de testosterona empeoran los efectos de otros problemas de salud, como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, y por otro lado, se sabe que todas estas afecciones también incrementan el riesgo de cálculos renales. Los hombres con niveles bajos de testosterona y una de estas afecciones tienen un riesgo mucho mayor que aquellos que solo tienen uno de estos problemas.
P: ¿Existen estrategias naturales para incrementar los niveles de testosterona y reducir el riesgo de cálculos renales?
R: Sí, Algunas estrategias naturales para incrementar los niveles de testosterona y reducir el riesgo de cálculos renales incluyen reducir la exposición a los EDC (que se encuentran en los plásticos y pesticidas), practicar ejercicios de restricción del flujo sanguíneo (entrenamiento KAATSU), exponerse de forma segura a la luz del sol y mantener el equilibrio en los niveles estrógeno con ayuda de métodos naturales como la progesterona.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1 Mayo Clinic, “Kidney Stones”
- 2 Int J Impot Res (2025)
- 3, 4 Int J Impot Res (2024)
- 5, 9 Front Endocrinol (Lausanne). 2022 May 2;13:863675
- 6 J Urol. 2001 Sep;166(3):1078-82
- 7 J Am Soc Nephrol. 1999 Nov:10 Suppl 14:S376-80
- 8 Biochemistry. 2008 Jan 24;47(8):2439–2449
- 10 Cleveland Clinic, “Testosterone Test”
- 11 J Int Med Res. 2021 Sep; 49(9): 03000605211039564
- 12 Nature Aging 2022; 2: 105-114
- 13 Cureus. 2023 Sep 24;15(9):e45856