📝HISTORIA EN BREVE
- En una carta abierta, insto a la Asociación Dental Americana a que deje de apoyar la fluoración del agua, ya que las investigaciones vinculan la exposición al fluoruro con un menor coeficiente intelectual, síntomas de TDAH y disfunción tiroidea
- La mayoría de los países de Europa Occidental han rechazado la fluoración del agua en favor de la educación, los productos sin fluoruro y las mejoras alimenticias para abordar los problemas de salud dental
- Pido que se eliminen los empastes de amalgama de mercurio, ya que las investigaciones muestran niveles elevados de mercurio en la sangre de pacientes con múltiples empastes de amalgama
- La Unión Europea prohibió por completo las amalgamas dentales en enero de 2025, mientras que muchos otros países han restringido o prohibido su uso, sobre todo en poblaciones vulnerables
- A pesar de los cambios a nivel mundial hacia alternativas más seguras, los programas federales de Estados Unidos como Medicaid siguen utilizando empastes de amalgama, lo que afecta de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables con opciones de atención sanitaria limitadas
🩺Por el Dr. Mercola
Publicada por primera vez en el Well Being Journal, edición de marzo/abril de 2025, mi carta abierta se dirige a la Asociación Dental Americana (ADA) con un llamado urgente a reformar dos prácticas arraigadas en la odontología de Estados Unidos: la fluoración del agua y el uso continuo de empastes de amalgama de mercurio. Ante las pruebas cada vez más numerosas que relacionan ambos con problemas de salud sistémicos, solicito a la ADA que adapte sus políticas a la ciencia moderna y a las mejores prácticas mundiales en materia de salud pública.
Un llamado a las prácticas odontológicas progresistas y basadas en evidencias
El campo de la odontología lleva mucho tiempo a la vanguardia de la atención preventiva, con avances que han mejorado la calidad de vida de muchas personas. Sin embargo, cada vez hay más investigaciones que cuestionan algunas de las prácticas fundamentales que aún respalda la ADA. Como responsables de la salud pública, la ADA debe reevaluar estas políticas y adaptarlas a las pruebas científicas modernas y a las mejores técnicas.
¿Es necesaria la fluoración del agua?
La fluoración de los suministros municipales de agua ha sido una piedra angular de los esfuerzos de salud pública desde mediados del siglo XX. Aunque al principio se alabó su función de reducir la caries de los dientes, cada vez hay más investigaciones que demuestran que esta práctica plantea riesgos significativos para el desarrollo cognitivo.
Una revisión sistemática que se publicó en Environmental Research reveló un vínculo consistente entre la exposición al fluoruro y puntajes más bajos de CI en los niños. Otros estudios han vinculado la exposición al agua fluorada con síntomas de TDAH y deterioros en el funcionamiento ejecutivo, incluso en niveles bajos.
La mayor parte de Europa occidental ha rechazado la fluoración del agua y, en 2024, cerca del 98 % de la población de Europa Occidental bebió agua no fluorada. Sus estrategias hacen hincapié en la educación, el acceso a productos de higiene bucal sin fluoruro y la mejora de la alimentación, para evitar los posibles efectos neurotóxicos del fluoruro y, al mismo tiempo, mejorar la salud dental. El respaldo continuo de la ADA a la fluoración del agua hace que Estados Unidos no esté a la altura de las mejores prácticas mundiales.
El Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos también ha identificado pruebas considerables que indican que el agua fluorada puede afectar a la función tiroidea. En particular, durante la década de los 50's, los médicos de Europa y Sudamérica utilizaron flúor con fines terapéuticos para reducir la actividad tiroidea en personas con hipertiroidismo.
Las investigaciones clínicas de 1958 indicaron que una dosis de fluoruro de tan solo 2 a 5 mg al día durante varios meses puede suprimir la función tiroidea. Esta cantidad se sitúa dentro del intervalo estimado de consumo diario de fluoruro de 1.6 a 6.6 mg para las personas que residen en zonas en las que se aplica la fluoración.1
El fluoruro se agregó por primera vez al agua en la década de los 40's bajo la creencia errónea de que era necesario para prevenir la caries dental. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que los beneficios del fluoruro se derivan sobre todo de la aplicación tópica, no del consumo. Por ello, no es necesario hacerlo.
Seguir con esta práctica obsoleta y perjudicial desvía la atención y los recursos de estrategias más eficaces y basadas en evidencias para mejorar la salud dental de la población.
El uso de empastes de amalgama
El apoyo continuo de la ADA a los empastes de amalgama, que contienen casi un 50 % de mercurio, es otra área que requiere una reevaluación urgente. El mercurio es una neurotoxina conocida con implicaciones sanitarias de gran alcance, sobre todo para poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas, los niños y las personas con susceptibilidades genéticas.
Una investigación de la Universidad de Georgia demostró que las personas con más de ocho empastes de amalgama presentan niveles de mercurio en la sangre muy elevados, más del doble que las que no tienen empastes. Health Canada tomó medidas decisivas hace casi tres décadas, y recomendó no utilizar empastes de amalgama en poblaciones de alto riesgo.
El movimiento mundial para eliminar los empastes de amalgama de mercurio está cobrando impulso, y la Unión Europea lidera esta iniciativa. La prohibición total de la amalgama dental en la Unión Europea entró en vigor el 1 de enero de 2025. Esto incluye no solo su uso, sino también su fabricación y exportación. Esto crea un precedente que pone las cosas muy difíciles para que algunos países como Estados Unidos justifiquen el uso de este material arcaico y peligroso.
Muchos otros países también han tomado medidas para eliminar o restringir el uso de amalgamas de mercurio. Por ejemplo:
- Filipinas, Nueva Caledonia, Saint kitts y Nevis y Moldavia las prohibieron por completo.
- Tanzania, Vietnam y Mauritius prohibieron su uso en niños, mujeres embarazadas y madres lactantes.
- Las Fuerzas Armadas y los Ferrocarriles de la India, que es la empresa con más empleados en todo el mundo el mundo, han dejado de utilizar amalgamas, lo que supone un importante cambio cultural e institucional.
Estas acciones demuestran un reconocimiento global de los peligros que plantea el mercurio, no solo para la salud individual sino también para el medio ambiente.
Aunque los dentistas privados de Estados Unidos ofrecen cada vez más alternativas sin mercurio, los programas financiados con fondos federales, como Medicaid y los Servicios de Salud para Indígenas, siguen dependiendo en gran medida de las amalgamas, lo que significa que las poblaciones vulnerables, incluyendo los niños, las mujeres embarazadas y las personas con acceso limitado a opciones sanitarias, siguen estando muy afectadas.
Es hora de que Estados Unidos se una a este movimiento global, y priorice materiales más seguros y sostenibles en el cuidado dental. La lista creciente de países que adoptan prácticas sin mercurio subraya la viabilidad de esta transición.
Un llamado a la acción progresista
La odontología no debe existir en el vacío, aislada de otras preocupaciones más generales en materia de salud. Las nuevas pruebas que relacionan el fluoruro, el mercurio y los aditivos artificiales con riesgos sistémicos para la salud subrayan la necesidad de un enfoque más holístico y basado en evidencias. La ADA puede liderar la adopción de políticas que prioricen la seguridad y se ajusten a las últimas investigaciones científicas.
- Dejen de apoyar la fluoración del agua municipal y aboguen por estrategias de prevención de caries que no utilicen fluoruro.
- Eliminen el uso de empastes de amalgama y promuevan la adopción de alternativas sin mercurio.
La confianza pública en la profesión odontológica depende de nuestro compromiso colectivo con la innovación, la integridad y la práctica basada en las evidencias. Insto a la ADA a dar estos pasos decisivos para fomentar un futuro más saludable y progresista para la salud dental y general.
Atentamente,
Dr. Joseph Mercola