📝HISTORIA EN BREVE
- A lo largo de los años, los patrones de enfermedades evolucionaron de infecciosas a crónicas. En el mundo moderno, problemas de salud como las enfermedades cardíacas, el cáncer y los trastornos autoinmunes se han vuelto más comunes
- A pesar de que ahora, las personas viven más tiempo gracias a los avances médicos, no se puede decir lo mismo de la calidad de vida, que solo ha empeorado debido a que la medicina moderna solo se enfoca en controlar los síntomas, en lugar de tratar las causas subyacentes de los problemas de salud
- En el pasado, las personas tenían una mejor resistencia física porque se mantenían en movimiento y realizaban trabajos manuales, pero ahora, los estilos de vida sedentarios están detrás de la aparición temprana de los problemas de movilidad y fragilidad
- Las alimentaciones tradicionales se basaban en alimentos de temporada, frescos y sin procesar que se obtenían de fuentes locales, sin el uso de aditivos, ni conservadores artificiales, lo que se traducía en una mejor nutrición gracias a los ingredientes enteros y los métodos de preparación
- Para recuperar su salud es necesario que cambie sus hábitos modernos, ponga su salud por encima de la comodidad y retome los principios básicos: consumir alimentos nutritivos, mantenerse en movimiento y evitar las toxinas ambientales
🩺Por el Dr. Mercola
En la actualidad, la salud de las personas es muy diferente a lo que solía ser hace algunos años. Si comparamos las tendencias de salud actuales con los registros históricos, notará que muchas de las enfermedades que se consideran normales en la vida moderna, eran muy raras en el pasado.
Y sí, es posible que antes, las personas vivían menos tiempo en promedio, pero lo hacían de una forma mucho más saludable. Todo dentro de su cuerpo funcionaba de forma correcta. La pregunta es ¿por qué?
Muchos cometen el error de creer que, por el hecho de que tenemos tecnología de vanguardia, las personas tienen mejor salud que nunca. Pero, la realidad es muy diferente, la tecnología no ha ayudado a prevenir ni controlar las crecientes tasas de enfermedades crónicas. El problema es que el sistema actual se basa en controlar los síntomas en lugar de abordar las causas subyacentes de las enfermedades.
Por esa razón, es fundamental entender las diferencias entre el estilo de vida de nuestros antepasados y los nuestros para hacer un cambio real en la salud pública. Una vez que comprenda este punto podrá ver todo lo que está mal, y lo más importante, podrá hacer algo al respecto.
Los patrones de enfermedades en el pasado
A diferencia de lo que vivimos hoy en día, la mayor amenaza para la salud pública eran las infecciones agudas, y no las enfermedades crónicas. Según los datos de mortalidad de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos,1 en los años de 1900, un total de 343 217 personas murieron de causas diferentes, que incluyeron neumonía, influenza, tuberculosis y enfermedades diarreicas, que cobraron la vida de decenas de miles de personas cada año.
•Las causas principales de muerte fueron las infecciones respiratorias y diarreicas: la neumonía y la influenza por sí solas representaron 40 362 muertes, lo que las convirtió en las infecciones más mortales de aquel tiempo. La tuberculosis fue el tercer lugar de la lista con 38 820 muertes. Mientras que las enfermedades diarreicas, que representaban una mayor amenaza para los bebés y niños pequeños debido a la falta de higiene y agua purificada, cobraron 28 491 vidas.2
Estas enfermedades eran las mayores crisis de salud pública y fueron el punto de partida para los primeros avances en aspectos sanitarios como la higiene y la prevención de enfermedades. Todo lo contrario a la actualidad, en donde las enfermedades que en el pasado eran muy poco comunes, lideran las tasas de mortalidad.
•Las enfermedades cardíacas y el cáncer eran muy poco comunes: las enfermedades cardíacas, que son la causa principal de muerte en todo el mundo,3 solo causaron 27 427 muertes en los años de 1900, y su tasa de mortalidad era de 138 por cada 100 000 personas. Por su parte, el cáncer era aún menos común, ya que solo representó 12 769 muertes. Mientras que la diabetes, que ahora afecta millones de personas, ni siquiera formaba parte de las causas principales de muerte de aquel tiempo.4
•Los avances en la medicina redujeron las enfermedades infecciosas pero incrementaron las enfermedades crónicas: a mediados del siglo XX, se redujeron bastante las tasas de enfermedades infecciosas gracias a los avances en el campo de la medicina. Pero, si bien los avances médicos ayudaron a que las personas dejaran de morir a causa de las infecciones, no tuvieron ningún impacto en el deterioro de la salud metabólica y física. Mientras bajaban los casos de infecciones, incrementaban las tasas de enfermedades crónicas.
•A finales del siglo XX, las enfermedades cardíacas y el cáncer ya encabezan la lista de las causas principales de muerte: la diabetes entró en la lista por primera vez en 1922,5 mientras que las enfermedades cardíacas tomaron el lugar de las infecciones como la causa principal de mortalidad en 1921, y han mantenido esa posición desde entonces.6
Para el año de 1998, las enfermedades cardíacas ya habían cobrado la vida de 724 859 personas cada año. Seguidas del cáncer que causó 541 532 muertes, y el derrame cerebral con 158 448. Junto con las enfermedades respiratorias crónicas que representaron 112 584 muertes y la diabetes con 64 751.7
•Las tasas de enfermedades autoinmunes han sufrido un incremento muy marcado en las últimas décadas: estas enfermedades, que casi no aparecían en los registros de mortalidad de aquellos tiempos, experimentaron un incremento del 3 % al 12 % al año.8
Las investigaciones que se realizaron de 2011 a 2022, descubrieron que más de 15 millones de personas, lo que equivale al 4.6 % de la población de Estados Unidos, fueron diagnosticadas con al menos una enfermedad autoinmune. Aún más preocupante, es el hecho de que el 34 % de esos diagnósticos fueron de dos o más problemas autoinmunes.9
Este cambio radical en las tendencias de enfermedades es un reflejo de las transformaciones en el estilo de vida de las personas. Si bien, la medicina moderna ha ayudado a las personas a vivir más, eso no significa que vivan mejor. En el pasado, las personas no dependían de las pastillas para poder funcionar. Su estilo de vida era suficiente para que su cuerpo funcionara de forma correcta, algo que no sucede en la actualidad.
El estilo de vida era la base de todo
Hace casi un siglo, mantenerse en movimiento no era opcional, sino que formaba parte de la vida cotidiana. Casi todos los trabajos requerían tareas manuales, como la agricultura, la construcción y la metalurgia. Incluso en casa se realizaban tareas manuales, desde recolectar los alimentos, transportar el agua hasta cortar la madera. También era muy común que las personas caminaran largas distancias y utilizaran su cuerpo para hacer sus actividades cotidianas. Pero, ahora, las cosas son muy diferentes.10,11
•El estilo de vida moderno se basa en el sedentarismo y la dependencia en la tecnología: el estilo de vida moderno casi no requiere que las personas se muevan, lo que hace que se vuelvan sedentarias. Ahora, la mayoría de los trabajos no requieren esfuerzo físico, lo que empeora las cosas.
Los elevadores remplazaron las escaleras, los carros sustituyeron las piernas, y las máquinas, el trabajo manual. Esta falta de movimiento diario ha tenido un impacto muy negativo en la fuerza y la movilidad, lo que a su vez, incrementa bastante el riesgo de enfermedades y lesiones.12
•En el pasado, los niños desarrollaban resistencia física desde temprana edad: antes, los niños pasaban mucho tiempo al aire libre, subían árboles, corrían y hacían actividades que ayudaban a desarrollar fuerza, resistencia y coordinación. Sus rutinas diarias involucraban actividades como caminar a la escuela, ayudar en las tareas domésticas y mantenerse en constante movimiento, por lo que, tenían de forma natural un buen estado físico.
•En la actualidad, los niños son más sedentarios, lo que daña su salud a largo plazo: ahora sucede todo lo contrario, muchos niños pasan casi todo el día sentados, ya sea en su salón de clases o detrás de una pantalla, lo que debilita los músculos, altera la postura e incrementa el riesgo de desarrollar obesidad o trastornos metabólicos desde temprana edad. Lo peor de todo es que, dejar de hacer estas actividades cotidianas que eran típicas de la infancia, ha tenido un impacto profundo en el estado físico y la salud de los niños.13,14,15
•Las personas de edad avanzada también eran más independientes: una de las diferencias principales entre las generaciones pasadas y las personas en la actualidad es el nivel de independencia que se mantiene con el paso de los años.
A principios de los años de 1900, era muy común que las personas trabajarán, caminaran largas distancias y mantuvieran su independencia física hasta una edad muy avanzada.16 Incluso sin todos esos avances en la medicina, se mantenían activos e independientes porque su cuerpo estaba en mejor forma.17
•El deterioro físico moderno suele ser el resultado del sedentarismo: hoy en día, sucede todo lo contrario, muchas personas comienzan a experimentar dolor en las articulaciones, debilidad muscular y problemas de movilidad a una edad más temprana.18 Cuando no le da a su cuerpo el uso para el que fue diseñado, comienza a fallar. Los músculos se encojen, los huesos se vuelven frágiles y el metabolismo se ralentiza.19
•En la actualidad, a las personas les cuesta más trabajo moverse: ahora muchas personas batallan para hacer movimientos naturales como ponerse en cuclillas, levantarse o permanecer de pie durante largos periodos de tiempo.20 Hoy en día, las rutinas de ejercicio se basan en trabajar músculos específicos con movimientos repetitivos, mientras que en el pasado, las personas movían todo su cuerpo de formas prácticas y naturales, lo que ayudaba a que tuvieran mejor equilibrio y menor riesgo de lesiones.
Si quiere tener la misma resistencia física que nuestros antepasados, es fundamental que se mueva más, y no me refiero a hacer ejercicio, eso es aparte. La razón por la que nuestros antepasados no se preocupaban por el estado físico es porque su estilo de vida ayudaba a que se mantuvieran fuertes de una forma natural. La buena noticia es que eso no ha cambiado en absoluto.
La alimentación era un aspecto fundamental
Nuestra alimentación ha cambiado de forma radical. En el pasado no existían los alimentos empaquetados llenos de ingredientes que ni siquiera podemos pronunciar. Antes, las personas solo comían alimentos frescos y muy poco procesados. Consumían sus propios cultivos o compraban sus alimentos en mercados locales, y todas sus comidas eran caseras.
•Los alimentos eran nutritivos y se cultivaban de forma natural: las frutas y los vegetales se cultivaban en los jardines de las casas que tenían suelos ricos en nutrientes que mejoraban el sabor y el perfil nutricional de los alimentos. Las carnes y los productos lácteos provenían de animales alimentados con pastura que se criaban de forma natural. Utilizaban grasas naturales como la mantequilla, la manteca y el sebo para cocinar sus alimentos.
•Estos alimentos enteros daban a nuestros antepasados los nutrientes que necesitaban en una forma biodisponible: los alimentos no estaban fortificados, ni se enriquecían de forma artificial porque no era, ni es, necesario. No existían los saborizantes artificiales, los conservadores químicos, ni los aditivos sintéticos.21,22
En lugar de todo eso, los alimentos se preparaban de una forma que los hacía más sabrosos y nutritivos. Las zanahorias frescas proporcionaban una dulzura natural, la mantequilla de animales alimentados con pastura, le daba un sabor único, mientras que el caldo de huesos que se cocinaba a fuego lento proporcionaba niveles elevados de nutrientes.
•Las alimentaciones tradicionales incluían lácteos sin pasteurizar y todas las partes del animal: los productos lácteos se consumían frescos y sin pasteurizar, lo que proporcionaba una gran cantidad de enzimas naturales y bacterias beneficiosas que mejoraban la digestión y fortalecían el sistema inmunológico.23
Además, consumían todas las partes del animal, que incluyen las vísceras, los tejidos conectivos y los huesos, por lo que, obtenían una gran cantidad de nutrientes. Estos hábitos alimentarios ayudaban a que no se desperdiciara nada y a que el cuerpo recibiera todos los nutrientes que necesita para funcionar de forma correcta.24
•La alimentación dependía de la temporada: las personas consumían alimentos de temporada, lo que ayudaba a que comieran alimentos diferentes durante todo el año. Los cultivos crecían a su propio ritmo y alcanzaban su máximo valor nutricional al momento que estaban listos para cosecharse. No se utilizaban técnicas artificiales para acelerar el crecimiento, fertilizantes sintéticos, ni modificaciones genéticas para forzarlos a madurar antes de lo previsto.25 Esta rotación de alimentos permitía que el cuerpo recibiera justo lo que necesitaba en cada temporada.
•Los alimentos se utilizaban para mucho más que solo alimentar: se aprovechaban sus propiedades terapéuticas para reforzar la salud y las comidas ayudaban a fortalecer los lazos familiares y comunitarios. La hora de la comida era el momento de reunirse con sus seres queridos, y cocinar era una tradición que se pasaba de generación en generación, y además tenían la idea de que la salud dependía de la calidad de la comida.
•Los alimentos no eran un producto, sino un nutriente para el espíritu y el cuerpo: cada cultura tenía sus propios alimentos curativos y recetas para nutrir el cuerpo y el alma. También le daban mayor valor a los alimentos porque eran conscientes de todo el trabajo que implicaba: cultivarlo, cosecharlo y prepararlo.
Esta relación directa con las fuentes de alimentos ayudaba a nutrir tanto el cuerpo como el espíritu. Los alimentos no se producían en masa como un producto más, sino que se consideraban algo fundamental para la supervivencia y el bienestar.
•Los alimentos simples y enteros eran la mejor fuente de nutrición: el mensaje aquí es que no tiene que complicarse la vida, de hecho, mientras más simple, mejor. El cuerpo está diseñado para prosperar con alimentos enteros y sin procesar, que se consuman en su estado más natural posible y con moderación.
Los ingredientes más simples han sido la base de la alimentación humana durante miles de años. En el pasado, las personas estaban sanas y fuertes, y ni siquiera existían las alternativas procesadas a las que estamos acostumbrados hoy en día. Si retoma estos principios básicos, podrá experimentar un nivel de nutrición que no obtendrá del sistema alimentario moderno.
Adopte un estilo de vida lo más tradicional posible
Las diferencias tan marcadas en las tendencias de salud del pasado y el presente solo demuestran una cosa: su cuerpo está diseñado para prosperar bajo las condiciones correctas. Necesita alimentos reales con alto contenido de nutrientes, movimiento regular y un entorno sin sustancias químicas dañinas.
•La salud depende de la efectividad con la que su cuerpo produce energía: una vez que adopte estos hábitos saludables, su cuerpo comenzará a producir energía de una forma más efectiva, lo que ayudará a que se mantenga sano, fuerte y resistente a las enfermedades. Pero, si no hace un cambio, sus mitocondrias no podrán funcionar de forma correcta, lo que se traduce en menores niveles de energía y mayor riesgo de enfermedades crónicas.
•La vida moderna está llena de factores que alteran su biología: si bien, ahora todo parece más fácil, la realidad es que esa comodidad es a costa de su salud.
Estos cambios alteran el metabolismo y están detrás de la epidemia actual de enfermedades crónicas. Para revertir esta tendencia, es fundamental que elimine estos factores que no existían en el pasado, pero ahora son una de las peores amenazas para su salud a nivel celular.
•El primer paso para restaurar la salud es identificar las causas subyacentes: para restaurar su salud es importante que aprenda a identificar qué fue lo que hizo mal y qué puede hacer para corregirlo. Esto significa adoptar los mismos hábitos que refuerzan la función de sus mitocondrias en lugar de depender de un sistema de salud que se creó para controlar los síntomas en lugar de prevenir las enfermedades en primer lugar.
Esto no quiere decir que debe volver al pasado, sino aplicar principios que se sabe que funcionan, pero de una manera que se adapte al mundo actual. Al hacer cambios pequeños pero significativos, podrá ayudar a restaurar la producción de energía de su cuerpo y reconstruir la fuerza y resiliencia que solían ser una característica distintiva de nuestros antepasados.
Preguntas frecuentes sobre las diferencias entre la salud en el pasado y el presente
P: ¿Por qué ahora tantas personas tienen enfermedades crónicas?
R: Las crecientes tasas de enfermedades crónicas se relacionan con los estilos de vida modernos que ya no tienen nada en común con los hábitos naturales que mantenían a nuestros antepasados con una buena salud. Los estilos de vida sedentarios, los alimentos procesados, las toxinas ambientales y la dependencia a un sistema médico que solo controla los síntomas son la base de este problema. En la actualidad, el sistema médico se enfoca en controlar las enfermedades con productos farmacéuticos en lugar de mejorar la vitalidad para prevenirlos en primer lugar.
P: ¿Qué tan cierto es que antes las personas estaban más sanas?
R: Muy real. Aunque en el pasado, las personas vivían menos tiempo en promedio, lo hacían de una forma mucho más saludable. No dependían de pastillas para mantener su salud, su estilo de vida era suficiente para hacerlo.
P: ¿Qué tiene que ver la medicina moderna con todo esto?
R: La medicina moderna ayudó a reducir el número de muertes por infecciones, pero no hizo nada para evitar la epidemia actual de enfermedades crónicas. Se enfoca en controlar los síntomas en lugar de tratar las causas subyacentes. Tal vez, la esperanza de vida es mayor, pero la calidad de vida es mucho peor.
P: ¿Por qué antes las alimentaciones eran más nutritivas y la salud era mejor?
R: Las alimentaciones ancestrales se basaban en alimentos frescos y sin procesar que proporcionaban los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar de forma correcta. Las personas consumían los alimentos que cultivaban o compraban de forma local. Las comidas eran a base de lácteos sin pasteurizar, todas las partes del animal y frutas y vegetales de temporada, y además no existían los aditivos, ni los aceites vegetales. Este tipo de alimentación ayudaba a mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y mantener una buena salud a largo plazo.
P: ¿Es posible disfrutar de la misma salud que solían tener nuestros antepasados?
R: Sí, pero debe hacer cambios importantes en su estilo de vida. Eso significa comer alimentos enteros, mantenerse en movimiento y reducir su exposición a las toxinas modernas. Una vez que adopte estos hábitos comenzará a reforzar la función de sus mitocondrias, lo que a su vez, mejorará sus niveles de energía y la resistencia que necesita para tener una salud óptima.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 2, 4, 5, 7 CDC/NCHS, National Vital Statistics System, Mortality, NVSR Vol. 48 (11) (Archived)
- 3 CDC, Heart Disease
- 6 American Heart Association, January 24, 2024
- 8 National Health Council, March 28, 2024
- 9 J Clin Invest. 2024 Dec 12:e178722
- 10 CDC, Historical Background and Evolution of Physical Activity Recommendations (Archived)
- 11 F1000Res. 2018 Feb 2;6:1787
- 12 National Institute on Aging, November 30, 2020
- 13 Sensors 2022, 22(13), 4973
- 14 Current Sports Medicine Reports 22(12):p 414-422, December 2023
- 15 Children (Basel). 2023 Jul 26;10(8):1283
- 16 Senior Living, June 28, 2024
- 17 Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 118 (50) e2107621118, Human Life History and Physical Activity
- 18 World Nutrition Journal Volume 04 Issue 2, August 2021 (Archived)
- 19 MedlinePlus, Health Risks of an Inactive Lifestyle
- 20 Sports Medicine Volume 48, pages 1533–1540, (2018)
- 21 South African Journal of Clinical Nutrition Volume 37, 2024 - Issue 4: Pages 197-199
- 22 BMC Public Health volume 19, Article number: 1606 (2019)
- 23 Raw Milk Institute, November 25, 2024
- 24 The Weston A. Price Foundation, March 9, 2020
- 25 Biomedical Journal of Scientific & Technical Research July 2019, Volume 20, 1, pp 14802-14805