📝HISTORIA EN BREVE
- Un descanso de 72 horas sin utilizar los celulares provocó un aumento de las ansias en los participantes del estudio; los escáneres del cerebro mostraron una mayor actividad en los centros de recompensa cuando se mostraban imágenes del teléfono
- Los teléfonos celulares estimulan el centro de placer del cerebro de manera similar a otras recompensas y crean dosis de dopamina que conducen a la dependencia
- El centro de atención del cerebro se enfoca cada vez más en los teléfonos, lo que hace que sea difícil concentrarse en otras tareas sin sentirse atraído a revisar los dispositivos
- Los descansos regulares del teléfono ayudan a controlar la dependencia; estrategias como establecer momentos sin teléfono durante las comidas o antes de acostarse reducen las ansias
- El uso excesivo del teléfono perjudica la concentración, el sueño y el estado de ánimo, y crea patrones similares a la adicción que interfieren con el bienestar general
🩺Por el Dr. Mercola
¿Alguna vez ha sentido como si tuviera el celular pegado a la mano? Es difícil dejarlo, pero ¿qué pasaría si se tomara un descanso durante tres días? ¿Su cerebro se alegraría o se rebelaría? Los celulares son parte de la vida diaria de la mayoría, pero pasar demasiado tiempo con ellos altera la mente. Muchas personas comienzan a ansiarlos más, casi como si fuera una adicción, y eso perjudica la salud mental.
Los investigadores quisieron ver qué sucede cuando una persona deja de usar el celular, por lo que les pidieron a 25 adultos jóvenes que dejaran de usar sus teléfonos durante 72 horas.1 Utilizaron escáneres cerebrales para comprobar cómo reaccionaban sus cerebros a las fotos del teléfono. Los resultados podrían sorprenderlo. Su cerebro podría llenarse de ansias, pero también hay buenas noticias. Exploremos qué fue lo que encontraron y cómo afecta.
Por qué su cerebro se ilumina cuando ve un teléfono
Quizás haya notado cómo algunas cosas captan su atención en poco tiempo, como ver un jugoso trozo de sandía en un día caluroso. El estómago ruge y quiere comerlo de inmediato. Ese es su cerebro reaccionando a una “señal”, un detonante que lo hace querer algo.
Los científicos lo llaman "actividad cerebral relacionada con señales". Es como si su cerebro gritara: "¡Necesito eso!". El celular hace lo mismo. Cuando lo ve, sobre todo después de un descanso, su cerebro se emociona. Está acostumbrado a cosas divertidas (como mensajes de texto o juegos), por eso se anima cuando detecta el teléfono.
- Cómo se realizó el estudio: esto es lo que hicieron los investigadores. Consiguieron que 25 adultos jóvenes dejaran de usar sus teléfonos durante 72 horas: tres días sin ver redes sociales ni enviar mensajes de texto. Antes y después del descanso, escanearon su cerebro con una máquina que muestra la actividad del mismo. Durante el escaneo les presentaron imágenes: teléfonos celulares encendidos, celulares apagados e imágenes neutras como paisajes. Querían ver cómo maneja el cerebro las señales del teléfono después de estar lejos de él.
- Lo que descubrieron: después del descanso, las partes del cerebro relacionadas con el deseo se activaron más cuando vieron fotografías del teléfono. Es como si el cerebro hubiera extrañado el teléfono y se hubiera emocionado muchísimo al verlo de nuevo. El descanso hizo que sus cerebros estuvieran más ansiosos por las recompensas del teléfono.
- Por qué esto me afecta: quizás esto le suene familiar. ¿Alguna vez intentó reducir el uso del teléfono y sintió el impulso de agarrarlo? Quizás lo olvidó en casa y no pudo dejar de pensar en ello todo el día. Es su cerebro dándose cuenta de que se ha ido. El estudio demuestra que después de un descanso, la reacción del cerebro a las señales del teléfono se hace más fuerte. Explica por qué es difícil ignorar el teléfono incluso cuando quiere hacerlo.
El "centro de placer" de su cerebro y por qué le encanta el teléfono
A su cerebro le encanta sentirse bien. Cuando le envía un mensaje de texto a un amigo o ve TikTok, se ilumina una parte llamada “centro de placer”. Esto es el procesamiento de recompensa: la forma que tiene el cerebro de decir: "¡Esto es divertido! ¡Sigue!”. Es la misma euforia que siente al comer chocolate o ganar un juego. El teléfono le da pequeñas dosis de felicidad y el cerebro las devora.
- Las partes del cerebro involucradas: dos áreas esenciales se encargan de esto: el centro de placer del cerebro (que se pone feliz cuando llegan las recompensas) y la región que nos ayuda a decidir qué hacer a continuación. En el estudio, estos lugares se volvieron más activos después del descanso de 72 horas, cuando las personas vieron fotos del teléfono. Es como si estuvieran ansiosos por volver a usarlo y divertirse.
- Cambios después de no tener teléfono: entonces ¿qué pasó? Después de tres días sin teléfonos, estas áreas del cerebro se volvieron locas al ver imágenes de teléfonos. Fue como si estuvieran rogando: “¡Dame esa recompensa!”
- La vida diaria: estas ansias lo afectan todos los días. Es por eso que quizás revisa su teléfono sin pensar, incluso durante una película o una charla. Su centro de placer lo impulsa a agarrarlo para obtener ese gozo instantáneo. Es difícil ignorarlo cuando su cerebro está programado para deleitarse con esas pequeñas recompensas.
Las sustancias químicas detrás de sus ansias por usar el teléfono móvil
El cerebro utiliza sustancias químicas como mensajeras para controlar sus emociones y sus acciones. Dos de las más importantes son la dopamina y la serotonina. Piense en la dopamina como un mensaje que dice: "¡Anímate!" y en la serotonina como uno que dice: "Relájate, estás bien". Se unen para mantener el estado de ánimo y el comportamiento bajo control.
- La conclusión del estudio: el estudio relacionó estas sustancias químicas con cambios en el cerebro después de suspender el uso del celular. Se observó una mayor actividad de la dopamina, lo que significa un mayor deseo de usar el teléfono. Es como ansiar un café para levantarse por la mañana: la dopamina genera ese impulso, ya sea por la cafeína o por el teléfono.
- Lo que significa: si su cerebro se vuelve adicto a la dopamina relacionada con el uso del teléfono, es posible que se sienta nervioso sin ella. Es una pista de que un tiempo excesivo frente a la pantalla podría inclinarse hacia la adicción. ¿Alguna vez se ha sentido extraño cuando las redes sociales están en silencio? Lo que sucede es que a su cerebro le hace falta su dosis de dopamina, lo que demuestra lo poderosos que son esos impulsos.
El "centro de atención" de su cerebro y su obsesión con el teléfono
Una parte del centro de atención de su cerebro es como un reflector. Le ayuda a concentrarse en lo que sucede a su alrededor, como cuando un amigo le habla o cuando su teléfono vibra. Es por eso que nota que su teléfono se ilumina al otro lado de la habitación, incluso cuando está ocupado con otra cosa.
- Anhelo de conexión: después del descanso de 72 horas, esta área se vinculó con las ansias de usar el teléfono. Cuanto más tiempo pasaba, más crecían las ganas de usar el teléfono. Imagínese trabajando duro, pero fantaseando con enviar mensajes de texto: su atención se desvía hacia el teléfono en lugar de permanecer fija en el trabajo.
- Por qué es difícil dejarlo: cuando esta parte se fija en el teléfono, enfocarse en otra cosa se vuelve complicado. Lo atrae como un imán. Es como intentar ignorar un televisor con mucho volumen: quiere dejar de escucharlo, pero su cerebro sigue notándolo. Con su teléfono ocurre lo mismo.
- Cómo tomar el control: puede luchar contra esto. Esconda su teléfono cuando necesite concentrarse: guárdelo en un cajón o en otra habitación. Menos señales significan menos ansias. Es como limpiar las distracciones para que su atención permanezca donde usted desee.
Tome control del uso de su teléfono
El estudio demostró que un período de 72 horas sin usar el teléfono hace que su cerebro lo anhele más. Las áreas vinculadas a las recompensas y la atención se iluminaron cuando vieron fotos del teléfono. Esta es una señal de que el teléfono tiene un gran control sobre las personas.
- Los riesgos: el uso excesivo del teléfono se siente como una adicción. Altera su concentración, su sueño y su estado de ánimo. No es solo un mal hábito sino un verdadero obstáculo para su bienestar. ¿Alguna vez se desveló navegando por internet y se sintió fatal al día siguiente? Esa es la desventaja.
- Lo que puede hacer: aquí le explicamos cómo tomar el control:
◦ Establezca horarios en los que no use el teléfono, como durante las comidas o antes de acostarse.
◦ Ponga límites de tiempo frente a la pantalla para reducirlo.
◦ Pruebe un mini descanso: deje de usarlo por unas horas o un día. Intente pasar un domingo sin teléfono y quizá se sienta más tranquilo el lunes. Los pasos pequeños dan resultados.
- El lado positivo: administrar el uso del teléfono le permitirá disfrutar de sus ventajas (como permanecer conectado) sin que esto lo domine. Se sentirá en control y mucho menos estresado. Además, tomarse un tiempo lejos del teléfono celular es importante para reducir su exposición a los campos electromagnéticos (EMF por sus siglas en inglés). Todo es cuestión de equilibrio.
Un descanso de 72 horas sin usar el teléfono celular despierta las zonas que generan ansias en su cerebro. Demuestra lo enganchado que puede estar, gracias a las recompensas y a la atención que impulsan sus hábitos. Saber esto explica por qué es difícil ignorar su teléfono y cómo resistir. Pruébelo: comience por esconder su teléfono durante la cena y luego intente guardarlo durante la noche. Observe cómo se siente. Su teléfono es una herramienta útil, pero usted es el jefe. Tómese un descanso y su cerebro se lo agradecerá.
Preguntas frecuentes sobre los teléfonos celulares y el cerebro
P: ¿Por qué a mi cerebro le gusta tanto el teléfono celular?
R: A su cerebro le gusta el teléfono porque le da pequeñas recompensas, como videos divertidos o mensajes de amigos, que lo hacen sentir bien. Esto hace que quiera usarlo mucho.
P: ¿Qué le sucede al cerebro cuando deja de usar el teléfono por un tiempo?
R: Su cerebro lo anhela más después de un tiempo de no usarlo. Las áreas vinculadas a las recompensas y la atención se vuelven más activas, como si extrañaran la diversión y quisieran recuperarla. Este aumento del deseo resalta la influencia tan poderosa que tiene el teléfono sobre el sistema de recompensa del cerebro.
P: ¿Mi cerebro es adicto al teléfono?
R: El estudio sugiere que el cerebro se acostumbra a las recompensas que obtiene con el teléfono, lo que hace que quiera usarlo más, de forma similar a como se sienten muchas personas con cosas como el café.
P: ¿Cómo reducir sus ansias de usar el teléfono celular?
R: Establezca horarios sin teléfono, como la hora de comer o de acostarse. Colóquelo en un lugar alejado y oculto mientras trabaja y pruebe con descansos cortos. Menos tentación significa menos ansias. Si pone en práctica estas estrategias, recuperará el control sobre el uso del teléfono y su cerebro tendrá una menor necesidad de obtener gratificación instantánea.
P: ¿El uso excesivo del teléfono es perjudicial para la salud mental?
R: Sí, interfiere con la concentración, el sueño y el estado de ánimo. Incluso parece adictivo, así que encontrar el equilibrio será de ayuda para que se sienta bien. Tomar descansos del celular le ayudará a ser más consciente de este impacto y le permitirá formar hábitos más saludables.