📝HISTORIA EN BREVE

  • Vivir una experiencia nueva cada día, como realizar una nueva receta o seguir una ruta diferente, mejora la memoria y el estado de ánimo, lo que le da más emoción a los días
  • Visitar diferentes lugares, incluso dentro de su área local, se relaciona con una sensación de felicidad, lo que demuestra que la novedad del entorno, más que la distancia del viaje, impacta de manera positiva el bienestar emocional
  • La novedad activa la memoria y los centros de recompensa de su cerebro, lo que refuerza la motivación y la salud emocional; esto sugiere que buscar nuevas experiencias es gratificante para su cerebro
  • El seguimiento y la reflexión sobre nuevas experiencias fortalecen la capacidad de recordar, mejoran el estado de ánimo y ayudan a romper el ciclo del aburrimiento al crear un ciclo de retroalimentación positiva de acción y conciencia
  • Para activar estos efectos positivos solo bastan pequeños cambios en su rutina diaria; ya que su cerebro prospera con las diferencias, no necesariamente con eventos drásticos o maravillosos

🩺Por el Dr. Mercola

Pequeños cambios en su rutina diaria (como seguir una nueva ruta para caminar o charlar con un vecino) causan cambios en su estado de ánimo y memoria. De hecho, las investigaciones demuestran que la novedad y la variedad no sólo hacen que la vida sea interesante, sino que remodelan su cerebro y mejoran el bienestar emocional.

Lo mejor de todo es que: todas las personas son capaces de experimentar estos cambios. La forma en que pasa su tiempo libre es muy importante, ya sea que esté confinado en casa o le guste salir, esté jubilado o trabaje de tiempo completo.

Las nuevas experiencias contribuyen a una mente más sana

Un estudio publicado en Scientific Reports explora cómo realizar algo nuevo cada día podría mejorar la memoria y el estado de ánimo.1 18 adultos mayores, aislados durante los confinamientos por la pandemia de COVID-19, usaron una aplicación llamada HippoCamera para registrar eventos diarios (algunos rutinarios, otros novedosos) y luego los reprodujeron en sesiones de memoria. Todos los participantes estaban sanos pero vivían solos y sentían los efectos de la monotonía diaria.

•Los nuevos eventos crearon mejores recuerdos: cuanto más singular sea la actividad (como visitar un lugar nuevo o cocinar un platillo nuevo), más vívido será el recuerdo. Estos recuerdos incluían detalles específicos como conversaciones, emociones y entornos. El cerebro reconoció y retuvo estos momentos, incluso cuando no se reprodujeron a través de la aplicación.

•Sentirse mejor se relacionaba con hacer algo diferente: los días en que los participantes hicieron algo fuera de lo común, informaron que se sentían más felices y menos aburridos. El tiempo parecía pasar más rápido. En los días aburridos y repetitivos, el aburrimiento regresaba y el tiempo pasaba lento. La diferencia dependía de si la experiencia rompía su patrón habitual.

•Los momentos ordinarios adquirieron significado a través de la repetición: los eventos menos exclusivos obtuvieron la mayor mejora al poder repetirse. Si el día era repetitivo, reproducirlo ayudó a convertirlo en un momento más memorable. Esto significa que si su rutina no le permite hacer grandes cambios, reflexionar o escribir un diario sobre su día todavía ayuda a que su cerebro lo recuerde.

•Los recuerdos personales recibieron un impulso mayor: lo que más mejoró fue la memoria episódica, el tipo de memoria que lo ayuda a recordar momentos personales como lo que estaba haciendo, dónde estaba y cómo te sintió. Éstos son los recuerdos más vulnerables al envejecimiento y la demencia precoz. Los hechos o conocimientos generales no mejoraron tanto.

Probar algo nuevo lo hará sentir mejor de inmediato

El estudio reveló que las personas se sintieron mejor en los días que vivieron experiencias únicas. Estos cambios emocionales no tuvieron ninguna relación con que se repitieran los acontecimientos: todos se relacionaron con lo diferente que se sentía el día en comparación con lo normal.

•La repetición y la novedad funcionaron de maneras diferentes: la repetición ayudó porque le dio al cerebro una segunda oportunidad para concentrarse y almacenar detalles. La novedad ayudó a despertar el sistema de atención del cerebro. Cuando se combinaron funcionaron mejor, pero cada uno tuvo su propio efecto. La repetición hizo que los acontecimientos aburridos fueran más memorables, mientras que la novedad convirtió la vida cotidiana en algo que valía la pena recordar.

•El cerebro está programado para notar cosas nuevas: aunque el estudio no incluyó escáneres cerebrales, los investigadores creen que las experiencias nuevas activaron la parte del cerebro que ayuda a crear recuerdos. Esto sugiere que incluso pequeños cambios en la rutina estimulan el cerebro a prestar atención y comenzar a almacenar información con más detalle.

•El mayor impacto provino de pequeños cambios: no es necesario realizar un gran viaje ni un cambio drástico. Basta con cambiar su camino habitual, plantar algo nuevo en el jardín o llamar a alguien con quien no ha hablado durante un tiempo. El cerebro no necesita grandes acontecimientos, sólo necesita cosas diferentes.

Visitar lugares nuevos mejora el estado de ánimo

En otro estudio, investigadores de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Miami rastrearon a 132 adultos que vivían en Nueva York y Miami con datos de GPS y encuestas sobre el estado de ánimo.2 El objetivo fue descubrir cómo cambia el estado emocional en función de la variedad de lugares que una persona visita durante el día.

•Los participantes se sintieron mejor en los días con más variedad: en los días en que las personas fueron a lugares nuevos o menos frecuentados, reportaron sentimientos más positivos, como alegría, curiosidad y satisfacción. La relación entre la novedad y el estado de ánimo se mantuvo fuerte, incluso después de tener en cuenta el clima, la distancia recorrida y el día de la semana.

•La distancia no importó, lo nuevo si: no se trataba de lo lejos que viajaron, sino de lo diferentes que eran los alrededores respecto de sus entornos normales. Ir a un lugar desconocido, incluso cercano, tuvo un impacto mayor que solo recorrer más kilómetros.

•Los barrios diversos mejoraron el bienestar emocional: los participantes se sentían más felices cuando visitaban lugares que los exponían a más personas. Explorar áreas con diferentes grupos de edad, niveles de ingresos u orígenes les dio un impulso adicional a su estado de ánimo.

•Tener un mejor estado de ánimo hoy los motivó a explorar más mañana: la relación funcionó en ambos sentidos. Cuando las personas se sentían bien, tenían una probabilidad mayor de ir a algún lugar nuevo al día siguiente. Esto creó un círculo virtuoso: más novedad contribuía a un mejor estado de ánimo, lo que a su vez fomentaba más novedad al día siguiente.

El cerebro considera la novedad como una recompensa

Las personas no tuvieron que esperar semanas para sentirse mejor. El alivio emocional se produjo el mismo día que exploraron más.

•Los escáneres cerebrales explicaron por qué las nuevas experiencias se sienten bien: en un grupo más pequeño de participantes, las imágenes cerebrales demostraron que los que experimentaron más beneficios del estado de ánimo a partir de la novedad tuvieron una mejor conectividad entre dos áreas importantes: el hipocampo, que ayuda a procesar nuevas experiencias y recuerdos, y el estriado ventral, que gestiona los sentimientos de recompensa y motivación.

•Algunos cerebros están programados para beneficiarse más de la novedad: cuando estas dos regiones del cerebro trabajan en estrecha colaboración, es más probable que se sienta emocionalmente recompensado al explorar. Esto podría explicar por qué algunas personas buscan nuevas experiencias de manera natural, ya que obtienen más beneficios de ellas a nivel cerebral.

•Los pequeños actos novedosos mejoran la salud mental: esta investigación apoya la idea de la “espiral ascendente”: los cambios pequeños mejoran el estado de ánimo, lo que hace que uno quiera seguir haciendo más cambios positivos. No necesita un cambio drástico: salir de la rutina ayuda a entrenar su cerebro para sentirse mejor y buscar experiencias más gratificantes cada día.

Participe en nuevas experiencias y cambie su rutina

Si siente que los días se mezclan, o que su estado de ánimo decae y su memoria se siente nublada, el problema podría ser la monotonía. Cuando la vida parece tan predecible, el cerebro deja de prestar atención. Esa rutina aburrida no sólo afecta cómo se siente, sino que también limita la capacidad del cerebro para almacenar y recuperar recuerdos.

Por suerte, la solución no es complicada. No necesita un cambio de vida ni unas vacaciones largas. Lo que su cerebro necesita es frescura: la suficiente novedad cada día como para indicar: “esto importa. Se debe recordar.”

Ya sea que esté jubilado, ocupado con el trabajo o en algún punto intermedio, tiene espacio para experimentar con cambios pequeños todos los días que despierten su atención, memoria y los circuitos de recompensa de su cerebro. Si tiene problemas de humor, de memoria o solo se siente estancado, esto puede ayudarle:

1. Elija una experiencia nueva cada día, sin importar lo pequeña que sea: añada un poco de novedad a su día. Podría ir por una nueva ruta para su paseo diario, cocinar un platillo que nunca haya probado, reorganizar una habitación o hablar con alguien que no haya visto en mucho tiempo. No tiene que ser emocionante: sólo tiene que ser diferente. Su cerebro prospera gracias al contraste. Pruebe algo nuevo para el almuerzo. Siéntese en un lugar diferente para leer. Incluso los cambios más pequeños se acumulan de manera rápida.

2. Registre su actividad diaria y cómo le hizo sentir: utilice un cuaderno o un calendario para anotar cada cosa nueva que hizo ese día, incluso si parece insignificante. ¿Como lo hizo sentir?: más despierto, curioso o menos aburrido. El acto de rastrear lo ayuda a mantenerse consciente y refuerza el comportamiento, lo que aumenta la sensación de control y logro. Esto por sí solo mejora el estado de ánimo al crear un circuito de retroalimentación entre la acción y la conciencia.

3.Revise y reflexione los momentos significativos: al final de cada semana, elija dos o tres de esas nuevas experiencias y reflexione sobre ellas. Repítalas en su mente como escenas de una película. ¿Qué las hizo destacar? ¿Por qué fueron memorables? Esto ayuda a anclar la memoria en el cerebro y fortalece los circuitos de recompensa que hacen que quiera seguir explorando.

4. Cambie su entorno físico de manera regular: incluso si está en casa, cambie su entorno. Abra diferentes ventanas. Añada un nuevo aroma. Cambié los muebles de lugar. Explore un vecindario diferente mientras camina o conduce. Si vive en una ciudad, intente visitar calles que nunca antes haya recorrido. La diversidad en su entorno físico apoya el centro de memoria del cerebro y estimula los centros de recompensa emocional.

5. Utilice el aburrimiento como una señal, no como una sentencia: cuando note que el aburrimiento se apodera de usted, no lo reprima. Trátelo como una señal de que su cerebro está subestimulado. En lugar de irse, haga algo inesperado: cambie de tarea, llame a alguien o salga a caminar a un lugar nuevo. El aburrimiento significa que su sistema necesita información nueva. Responderle ayuda a prevenir el estancamiento emocional y la fatiga cognitiva.

Cada vez que prueba algo nuevo, reconfigura su cerebro para la resiliencia, la energía y la curiosidad. Con el tiempo, sus días dejan de mezclarse, la memoria se agudiza y el sentido de significado comienza a regresar. No necesita un gran cambio. Sólo necesita uno diferente.

Preguntas frecuentes sobre el cerebro y las nuevas experiencias

P: ¿Cómo ayuda el probar cosas nuevas a mi memoria y a mi estado de ánimo?

R: Participar en experiencias novedosas activa la memoria y los centros de recompensa del cerebro, lo que contribuye a un mejor recuerdo y un mayor bienestar emocional al hacernos sentir más felices y menos aburridos.

P: ¿Qué tipo de nuevas experiencias debería probar?

R: Incluso los cambios pequeños en su rutina cuentan, como seguir una ruta diferente, preparar un platillo nuevo o visitar un nuevo lugar local; la clave es introducir un elemento diferente en su día.

P: ¿Por qué la novedad tiene un efecto tan positivo en mi cerebro?

R: Las experiencias nuevas estimulan al cerebro a prestar más atención y almacenar información con mayor detalle, al tiempo que activan el sistema de recompensa, que refuerza los sentimientos positivos y la motivación.

P: ¿Visitar lugares nuevos hace una diferencia en mi estado de ánimo?

R: Sí, las investigaciones demuestran que visitar lugares nuevos o menos frecuentados, incluso dentro de la propia ciudad, se relaciona con emociones más positivas como alegría y curiosidad, sin importar la distancia recorrida.

P: ¿Cuáles son algunas formas prácticas de incorporar más novedad a mi vida?

R: Elija una experiencia nueva cada día, registre cómo le hace sentir, reflexione de manera constante los momentos significativos, cambie su entorno físico y use el aburrimiento como una señal para intentar algo inesperado. Incluso cambios pequeños en el entorno o la actividad interrumpen la monotonía y crean una resiliencia emocional duradera.