📝HISTORIA EN BREVE
- La inflamación crónica causa problemas de salud graves como enfermedades cardíacas, Alzheimer, cáncer y trastornos autoinmunes. Pero, los análisis estándar miden la inflamación generalizada, pero no identifican los tejidos exactos que daña
- Investigadores de la Universidad Case Western Reserve acaban de desarrollar un método para detectar el origen de la inflamación con ayuda de anticuerpos que identifican marcadores moleculares que dejan las especies reactivas de oxígeno (ROS)
- A diferencia de los marcadores tradicionales como la proteína C reactiva (PCR), este enfoque podría permitir a los médicos identificar órganos específicos bajo estrés inflamatorio, lo que ayudará a obtener diagnósticos más tempranos y precisos
- Investigaciones recientes contradicen la idea de que la inflamación crónica no es más que una inflamación aguda sin resolver. Los investigadores sugieren que es resultado de una falta de mediadores antiinflamatorios, y no de una señalización inflamatoria excesiva
- Las causas principales de la inflamación crónica incluyen el exceso de ácido linoleico (AL), sustancias químicas disruptoras endocrinas, endotoxinas y campos electromagnéticos (EMF)
🩺Por el Dr. Mercola
Casi todas las enfermedades, desde los problemas cardíacos y el Alzheimer hasta el cáncer, tienen una cosa en común: la inflamación crónica. Pero, si bien la inflamación es una de las causas subyacentes de un gran número de enfermedades, hasta hace poco, era muy difícil detectar su origen. Los análisis de sangre estándar miden marcadores generales como la proteína C reactiva (PCR), pero no logran identificar tejidos u órganos específicos en los que hay inflamación.1
Ahora, un estudio reciente que se publicó en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences2 descubrió una forma de detectar la inflamación en zonas específicas con la ayuda de anticuerpos. Esta innovación podría abrir la puerta a análisis de diagnóstico más específicos que ayuden a detectar y tratar a tiempo las enfermedades inflamatorias.
¿Qué es la inflamación?
La inflamación es la forma en que el cuerpo responde a las amenazas, ya sea por lesiones o infecciones. Activa las células inmunológicas, incrementa el flujo sanguíneo y envía moléculas de señalización para contener el daño y tratar de curarlo. Pero para que este proceso funcione de forma correcta, el sistema inmunológico debe mantener un equilibrio saludable entre la inflamación y la resolución. Cuando se produce un desequilibrio, la inflamación se vuelve crónica y causa problemas de salud a largo plazo.3
• La primera línea de defensa de su cuerpo: cuando se lesiona o expone a bacterias dañinas, se activa su sistema inmunológico. Las células inmunológicas especializadas, que se conocen como macrófagos, actúan como centinelas que patrullan por todo su cuerpo. Detectan señales de auxilio de las células dañadas o invasores extraños y responden de inmediato para mantenerlo a salvo.4
• Las "alarmas" celulares activan las respuestas inmunológicas: cuando su sistema inmunológico detecta una amenaza, activa la alarma que libera moléculas de señalización que se conocen como citoquinas y quimioquinas. Estas moléculas actúan como alertas de emergencia para pedir ayuda a más células inmunológicas. Las citoquinas también controlan qué tan fuerte y duradera es la inflamación para asegurarse de que su cuerpo responda de forma adecuada.5
• El incremento del flujo sanguíneo forma parte del sistema de defensa de su cuerpo: cuando su sistema inmunológico detecta una amenaza, sus vasos sanguíneos se ensanchan para incrementar el flujo sanguíneo a la zona. Esto libera células inmunológicas, que incluyen a los neutrófilos, que atacan a los invasores y limpian el tejido dañado. Con ayuda del oxígeno y los nutrientes, este incremento en el flujo sanguíneo ayuda a combatir la infección e iniciar el proceso de curación, lo que causa enrojecimiento, hinchazón y sensación de calor, que son los signos clásicos de la inflamación.6
• Las células inmunológicas atacan y eliminan la amenaza: cuando el cuerpo detecta una amenaza, los neutrófilos son los primeros en llegar. Primero, absorben las partículas dañinas y luego, liberan sustancias antimicrobianas para matar a los invasores. Si la amenaza persiste, los macrófagos entran en acción para eliminar los patógenos y los restos celulares, mientras que las células T coordinan la respuesta inmunológica y destruyen las células infectadas para evitar más daños.7
• Detener la inflamación para pasar al proceso de recuperación: una vez que la infección o lesión está bajo control, el sistema inmunológico libera moléculas antiinflamatorias para comenzar a ralentizar la respuesta. Esto evita daños innecesarios al tejido sano y ayuda al cuerpo a pasar del modo de defensa al proceso de reparación.8
Para más información sobre las diferencias clave entre la inflamación aguda y crónica, las primeras señales de advertencia y estrategias para restaurar el equilibrio, consulte: "Esto es lo que debe detectar a tiempo para enfrentar este padecimiento".
Un nuevo enfoque que podría cambiar la forma de diagnosticar la inflamación
El estudio que realizaron los investigadores de la Universidad Case Western Reserve,9 se enfoca en un método nuevo que se basa en anticuerpos para identificar rastros de inflamación desde su origen. Este avance ofrece una forma más precisa de detectar y tratar los problemas de salud que se relacionan con la inflamación.10
• Una reacción química única permite la detección: los investigadores descubrieron que cuando las especies reactivas de oxígeno (ROS), que son moléculas muy reactivas que dañan el ADN, las proteínas y los lípidos, interactúan con ciertos compuestos, producen una reacción química distinta. Esta reacción deja un marcador que permite que los anticuerpos rastreen la inflamación desde su origen.11
• La función de las especies reactivas de oxígeno: durante la inflamación, las células inmunológicas liberan ROS para matar las bacterias y combatir las infecciones. Sin embargo, algunos radicales libres son el resultado de factores ambientales como la contaminación, la radiación, los pesticidas y el tabaquismo. Si bien las ROS forman parte de su sistema de defensa, en exceso, dañan sus células y tejidos e incrementan el riesgo de enfermedades.12
• La interacción entre las ROS y las grasas en las células: los investigadores descubrieron que las ROS reaccionan con el ácido linoleico, un tipo de grasa omega-6 que se encuentra en las membranas celulares. Esta interacción crea compuestos que se conocen como ácidos epoxicetooctadecanoicos (EKODE), que se unen al ARN, al ADN y a las proteínas, lo que deja marcadores que detectan la inflamación.13
• Un avance importante en la detección de biomarcadores: el estudio también descubrió que los EKODE forman un enlace único con la cisteína, un ácido nucleico. Estos compuestos se acumulan en los tejidos que tienen estrés oxidativo, que incluyen el cerebro, el corazón y el hígado. Cuando crearon anticuerpos para detectar EKODE en modelos de ratón, lograron identificar estos marcadores tanto en ratones como en humanos, lo que abre las puertas a una detección más precisa de la inflamación.14
• El siguiente paso es relacionar los EKODE con las enfermedades: ahora, los investigadores tratarán de mapear los EKODE a enfermedades específicas para identificar los órganos y enfermedades con las que se relacionan estos marcadores. El ojo es una de las áreas de enfoque, ya que los EKODE participan en la degeneración macular que se relaciona con la edad y la retinopatía diabética, que son dos enfermedades que causan pérdida de la visión. 15
Los autores creen que estos hallazgos podrían ayudar a crear un análisis de sangre simple que detecte la inflamación en órganos específicos. "Esta investigación abre un gran número de vías para estudios futuros", dijo Greg Tochtrop, Ph.D., profesor de química en Case Western Reserve y autor principal del estudio. "Esto ayudará a entender mejor la inflamación y a la detección de enfermedades, así como a crear medicamentos nuevos".16
La relación entre los productos de peroxidación lipídica y la inflamación
Si bien el innovador método de detección de la inflamación que se menciona en este artículo ofrece una perspectiva nueva sobre las enfermedades crónicas, comprender los factores moleculares que causan la inflamación le permitirá tomar control de su salud a un nivel más profundo. Los EKODE solo son uno de los tres productos de peroxidación lipídica que se forman cuando se oxidan las grasas poliinsaturadas (PUFA), sobre todo el ácido linoleico (AL).
Los otros dos son el 4-hidroxi-2-nonenal (4-HNE) y el malondialdehído (MDA), que también producen efectos importantes en los sistemas biológicos. Se trata de moléculas de señalización que protegen o destruyen, lo que depende de cómo interactúan en las células. Su actividad ayuda a explicar por qué la inflamación puede salirse de control y la importancia de detectarla a tiempo:
• Los EKODE son señalizadores de doble filo: los EKODE (ácidos grasos epoxiceto) tienen un anillo epóxido y un grupo ceto, lo que les otorga propiedades bioactivas distintivas. En concentraciones bajas, los EKODE activan vías que influyen en las defensas antioxidantes, la inflamación y el metabolismo. Los estudios sugieren que combaten la inflamación en los tejidos vasculares e incluso controlan las respuestas al dolor.
Pero, cuando incrementan sus niveles durante el estrés oxidativo, como en una enfermedad crónica, se vuelven dañinos porque comienzan a atacar a las proteínas, alteran las membranas y empeoran la disfunción celular. En pocas palabras, actúan como mediadores fundamentales en la inflamación, ya que ayudan a mantener el equilibrio entre la adaptación y el daño.
• El 4-HNE es un potente mensajero del estrés: el 4-HNE es un aldehído muy reactivo que activa el Nrf2 para estimular las enzimas de desintoxicación. También puede incrementar los niveles de citoquinas, que es el sistema de alarma inflamatoria del cuerpo. En niveles bajos, el 4-HNE actúa como una molécula de señalización que promueve la adaptación celular.
En niveles altos, el 4-HNE se vuelve dañino, ya que se une a las proteínas mitocondriales y causa apoptosis, lo que incrementa el riesgo de enfermedades que van desde el Alzheimer hasta la aterosclerosis. Su naturaleza electrofílica le permite "etiquetar" proteínas como residuos de cisteína o lisina, lo que altera su función de maneras que favorecen la supervivencia o aceleran la disfunción celular. En la inflamación, el 4-HNE es un factor clave que determina tanto la magnitud como la trayectoria de la respuesta.
• El MDA es el reticulante silencioso: el malondialdehído, el primo del dialdehído, tiene una función más discreta pero igual de dañina en el estrés oxidativo. El MDA es muy bueno para reticular las proteínas y el ADN, lo que deja un rastro de los daños. No se considera un señalizador directo, sino un saboteador que empeora de forma silenciosa la inflamación cuando altera el mecanismo de las células.
Aunque influye de manera indirecta en las vías de estrés, su verdadero peligro reside en la acumulación crónica (pensemos en la diabetes, el envejecimiento o el cáncer), que reduce poco a poco la integridad estructural. La presencia de MDA es una señal de alerta que indica estrés oxidativo crónico y sin resolver.
• La interacción entre estos tres compuestos: estos tres compuestos que se derivan de lípidos no actúan de forma independiente. Durante el estrés oxidativo, interactúan dentro del mismo entorno bioquímico para competir por objetivos nucleofílicos (cisteínas y lisinas en las proteínas), lo que reduce sus efectos. Por ejemplo, si el 4-HNE marca primero una enzima clave, bloquea las interacciones de los EKODE.
Bajo mucho estrés (por ejemplo, un infarto o una infección crónica), se sinergizan y reducen las defensas antioxidantes como el glutatión. El 4-HNE daña las mitocondrias, el MDA crea enlaces cruzados con el ADN y los EKODE desestabilizan las membranas, lo que crea una tormenta perfecta de inflamación y daño. Pero, en niveles bajos, los EKODE regulan de forma ascendente las enzimas desintoxicantes, lo que frena los efectos del 4-HNE y del MDA y reduce el daño.
• La importancia de esta información: el comportamiento de estos compuestos no sólo sirve como explicación científica, sino como una guía. Estos productos de peroxidación lipídica pueden medirse (mediante ensayos como TBARS para MDA o espectrometría de masas para 4-HNE) y sus niveles reflejan su carga oxidativa. El enfoque diagnóstico del que se habla en este artículo podría, en teoría, detectar de forma indirecta su actividad. Digamos que refleja su efecto en su respuesta inflamatoria.
La buena noticia es que estos productos de peroxidación lipídica son factores que pueden controlarse. Comprender la forma en que interactúan le proporcionará el conocimiento que necesita para detectar la inflamación y abordarla desde sus raíces. Para tomar control, estimule la activación del Nrf2 con alimentos ricos en sulforafano como germinados de brócoli, combata los ROS con polifenoles de fuentes como el té verde y deje de consumir aceites vegetales para reducir el exceso de omega-6.
La verdad sobre la inflamación crónica
Mientras los investigadores de la Universidad Case Western Reserve17 identificaron biomarcadores que indican inflamación en órganos específicos, una nueva teoría que se publicó en Frontiers in Immunology18 contradice la idea convencional de que la inflamación crónica no es más que una inflamación aguda sin resolver. En cambio, sugiere la idea de que la enfermedad crónica se relaciona con la pérdida de mediadores antiinflamatorios, y no solo es el resultado de una señalización inflamatoria excesiva.
• La diferencia entre la inflamación y la “unalamation” desde hace mucho tiempo, los expertos creen que la inflamación crónica se produce porque el sistema inmunológico se mantiene muy activo. Pero, los investigadores ahora sugieren que es resultado de una pérdida de mediadores antiinflamatorios, lo que altera un equilibrio que se conoce como “unalamation”. Esto contradice la idea convencional de que solo se debe contener la inflamación para acabar con el problema.19
• El impacto de la “unalamation” en la salud y la enfermedad: su cuerpo utiliza mediadores inflamatorios como las prostaglandinas y las citoquinas para combatir infecciones, curar heridas y mantener los tejidos en buen estado. La “unalamation” es el equilibrio entre estas señales inflamatorias y antiinflamatorias. Cuando disminuyen demasiado los niveles de mediadores antiinflamatorios, la inflamación se vuelve crónica, incluso sin una lesión o infección, lo que causa problemas de salud a largo plazo.20
• Los medicamentos antiinflamatorios estándar no son la respuesta: los AINE y otros medicamentos para la inflamación ayudan con la inflamación a corto plazo, pero no solucionan enfermedades crónicas como la artritis, los problemas cardíacos o los trastornos neurodegenerativos. Esto se debe a que bloquean las señales inflamatorias sin restaurar las antiinflamatorias, lo que mantiene el desequilibrio subyacente.21
• El cáncer y su relación con la “unalamation”: los investigadores también se replantean la idea de que la inflamación crónica causa cáncer. Los tumores contienen señales tanto inflamatorias como antiinflamatorias, lo que sugiere que crecen en un estado de “unalamation”, no solo de inflamación. Esto puede explicar por qué el simple hecho de contener la inflamación no detiene el cáncer, pero enfocarse en la “unalamation” podría mejorar la forma de tratar el problema.22
Esta investigación emergente podría cambiar por completo la forma en que abordamos las enfermedades que se relacionan con la inflamación. En lugar de solo cerrar las vías inflamatorias, las terapias nuevas podrían enfocarse en restaurar el equilibrio natural entre los mediadores proinflamatorios y antiinflamatorios, lo que representa un camino más sostenible hacia la curación.
Los cuatro factores que causan inflamación
Para acabar por completo con la inflamación, es necesario abordar sus causas subyacentes y no sólo tratar los síntomas. Las dietas actuales, los hábitos diarios y las exposiciones ambientales crean una carga inflamatoria constante que reduce la capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio. Creo que hay cuatro aspectos principales que promueven la inflamación, a los que denomino los "cuatro factores":
1. Exceso de AL: el AL es una grasa poliinsaturada (PUFA) omega-6 que se encuentra en grandes cantidades en los aceites vegetales y alimentos ultraprocesados. El AL es uno de los ingredientes más dañinos de las alimentaciones modernas. Cuando se consume en exceso, daña la tasa metabólica y el microbioma intestinal, que son dos de los factores más importantes para mantener respuestas inflamatorias saludables.
2. Campos electromagnéticos (EMF): los dispositivos electrónicos de uso cotidiano, como teléfonos celulares, enrutadores Wi-Fi y microondas, producen campos electromagnéticos que causan daños invisibles en la salud. Los campos electromagnéticos activan los receptores de canales de calcio dependientes de voltaje (VGCC) en las células, lo que provoca que entren iones de calcio. Esto, a su vez, estimula la producción de peroxinitrito, un oxidante que promueve el estrés celular y la inflamación.23
3. Disruptores endocrinos (EDC): exponerse a los EDC daña mucho la salud porque sobreactiva los receptores de estrógeno en su cuerpo. La prevalencia de microplásticos en nuestro medio ambiente es alarmante: las investigaciones sugieren que una persona promedio consume el equivalente al peso de una tarjeta de crédito en plástico a la semana.24
El plástico suele contener sustancias peligrosas como ftalatos y bisfenol A (BPA), que se unen a los receptores de estrógeno y alteran las funciones hormonales. Los niveles elevados de estrógeno incrementan los niveles de calcio intracelular,25 lo que estimula la producción de peroxinitrito. Esto empeora la inflamación e incrementa el riesgo de una serie de enfermedades crónicas.
4. Endotoxinas: consumir alimentos ultraprocesados a base de aceites de semillas y jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), así como exponerse a los EDC, altera el microbioma intestinal, lo que incrementa la producción de endotoxinas y la inflamación sistémica. Las endotoxinas son sustancias tóxicas que se liberan de las paredes celulares de ciertas bacterias, sobre todo las bacterias gramnegativas.
Estas bacterias son anaerobias facultativas, lo que significa que prosperan tanto en ambientes aeróbicos (con oxígeno) como anaeróbicos (sin oxígeno). Esta adaptabilidad les permite colonizar diferentes áreas de su cuerpo, incluyendo el intestino, donde causan inflamación.
Cuando las endotoxinas de estas bacterias entran al torrente sanguíneo, muchas veces debido a que su barrera intestinal no está en óptimas condiciones (intestino permeable), desencadenan una respuesta inflamatoria que se conoce como endotoxemia. Esta afección se relaciona con una serie de problemas de salud, que incluyen síndrome metabólico y las enfermedades autoinmunes.
Abordar estos cuatro factores que causan estrés e inflamación, reducirá la carga en su sistema y creará las condiciones para que su cuerpo restaure su equilibrio natural de mediadores proinflamatorios y antiinflamatorios. Aprenda cómo abordar estos cuatro factores que son la causa subyacente de la inflamación en: "Las sustancias cotidianas que nos enferman más que nunca".
Preguntas frecuentes sobre la inflamación y las enfermedades crónicas
P: ¿Por qué es tan difícil detectar el origen exacto de la inflamación?
R: Los análisis de sangre estándar sólo miden marcadores inflamatorios generales como la PCR, que indican inflamación, pero no identifican su origen. Pero, este análisis innovador que se basa en anticuerpos identifica la inflamación en órganos específicos.
P: ¿Qué es la unalamación y por qué es importante?
R: La unalamación se refiere al equilibrio funcional entre mediadores inflamatorios y antiinflamatorios. Es posible que el exceso de inflamación no sea la causa subyacente de la inflamación crónica, sino que podría ser el resultado de la falta de actividad antiinflamatoria.
P: ¿Por qué los AINE no logran combatir la inflamación crónica?
R: Los AINE y otros medicamentos para la inflamación solo bloquean los mediadores inflamatorios, pero no restauran las señales antiinflamatorias faltantes. No se puede combatir la inflamación crónica, sin corregir este desequilibrio.
P: ¿Es la inflamación crónica la causa del cáncer?
R: Las investigaciones sugieren que los tumores existen en un estado de mayor unalamación, no solo de inflamación crónica. Esto significa que hay un exceso tanto de mediadores inflamatorios como antiinflamatorios, lo que crea un entorno que promueve el desarrollo de cáncer.
P: ¿Cuáles son las mejores estrategias para restablecer el equilibrio y combatir las enfermedades crónicas?
R: En lugar de solo contener la inflamación, las terapias deberían enfocarse en restaurar los niveles de los mediadores antiinflamatorios, combatir el estrés oxidativo y reforzar la salud mitocondrial.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1 Case Western Reserve, February 12, 2025
- 2, 9, 17 Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 122 (6) e2415039122
- 3, 4, 5, 6, 7, 8 StatPearls [Internet]. Chronic Inflammation
- 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 Science Daily, February 6, 2025
- 18, 19, 20, 21, 22 Front Immunol. 2024 Nov 1;15:1460302
- 23 Open Journal of Veterinary Medicine, 11, 57-86. Abstract
- 24 Science Daily, April 15, 2024
- 25 International Journal of Biological Sciences 2022; 18(3): 1065-1078