📝HISTORIA EN BREVE
- La mayoría de las fórmulas infantiles en los Estados Unidos contienen azúcares añadidos en lugar de lactosa natural, y los bebés alimentados con fórmula consumen hasta 60 gramos de azúcares añadidos al día (el equivalente a dos refrescos)
- De 73 fórmulas examinadas en 2022, los investigadores descubrieron que solo cinco contenían lactosa natural en gran medida, y esas ya no están disponibles en el mercado de Estados Unidos
- Los azúcares añadidos en las fórmulas pueden aumentar los riesgos de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y preferencia por alimentos dulces, mientras que carecen de los beneficios de la lactosa que está presente en la leche materna
- A diferencia de los productos alimenticios para adultos, las regulaciones de Estados Unidos no requieren que se informen los azúcares añadidos en las etiquetas nutricionales de las fórmulas infantiles, por lo que los padres no pueden saber el contenido de azúcar
- Los investigadores recomiendan exigir a las empresas de fórmulas que fabriquen productos que contengan solo lactosa natural y eliminar las barreras sociales a la lactancia materna
🩺Por U.S. Right to Know
Publicado por primera vez en US Right to Know: 25 de febrero de 2025
La mayoría de las fórmulas infantiles en Estados Unidos contienen azúcares añadidos en lugar de lactosa natural, lo que según los expertos puede perjudicar el desarrollo temprano, según un nuevo informe de la Universidad de Kansas.
"Los bebés pueden consumir más de 60 gramos de azúcares añadidos al día, o el equivalente a dos refrescos al día si se alimentan solo con fórmula", afirmaron los investigadores en el estudio, publicado el 24 de febrero de 2025 en el Journal of Food Composition and Analysis.1
Los hallazgos demuestran "el grado impactante" en el que las fórmulas infantiles en Estados Unidos cargadas de azúcar atentan contra las recomendaciones federales de una alimentación saludable para los bebés, y no se pueden evitar con facilidad.
"La mayoría de las fórmulas que los padres y cuidadores dan a sus bebés quizás representan un riesgo sustancial para la salud y el desarrollo de sus bebés. En última instancia, los padres y los bebés en los Estados Unidos merecen un mercado de fórmulas que favorezca el desarrollo infantil saludable y no promueva el riesgo de obesidad temprana".
Los azúcares añadidos aportan energía pero carecen de valor nutricional, lo que aumenta las probabilidades de un aumento rápido de peso en el bebé que, a la larga, podría derivar en obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. También pueden hacer que los bebés desarrollen una preferencia más fuerte por los alimentos dulces, lo que aumenta el riesgo de comer en exceso y de sufrir obesidad más adelante en la vida. Y, no favorecen el desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas tan bien como la lactosa.
Por el contrario, la lactosa, que se encuentra de forma natural en la leche materna, de vaca y de cabra, está diseñada para favorecer la nutrición, el sistema inmunológico y la salud intestinal del bebé, dicen los investigadores. Debido a que la lactosa se digiere lento, no provoca el aumento brusco del azúcar en sangre que puede sentar las bases para problemas de salud a largo plazo. También sacia el hambre y ayuda al cuerpo a absorber minerales que son importantes para la salud de los huesos.
El Dr. David Ludwig, endocrinólogo e investigador del Hospital Infantil de Boston que realizó algunos de los estudios originales que relacionan las bebidas azucaradas y la comida rápida con la obesidad, considera que las fórmulas infantiles adicionadas con azúcares son una "pesadilla metabólica para los bebés".
"Se pierden los efectos beneficiosos de la lactosa y se obtienen los efectos nocivos de estos azúcares que se digieren rápido", afirmó el Dr. David. "A menos que nos refiramos al caso muy raro de un niño que no puede tomar lactosa, ese debería ser el carbohidrato principal".
De 73 fórmulas disponibles en Estados Unidos en 2022, la gran mayoría de las cuales eran para bebés de hasta 12 meses, los investigadores descubrieron que solo cinco contenían lactosa natural en gran medida, y esas ya no están disponibles en este país. Se desconoce si alguna fórmula disponible hoy en día en el mercado de Estados Unidos contiene lactosa natural en su mayoría, comentaron.
El estudio también demostró que la calidad y el tipo de azúcares presentes en las fórmulas infantiles varían según la fórmula. De acuerdo con el estudio, las fórmulas suaves (anunciadas como "suave", "calmante", "sensible" o "reflujo ácido") y sin lactosa contienen menos azúcar que las fórmulas estándar, pero mucho más almidón.
"Nuestros hallazgos destacan un problema importante con el suministro de fórmula infantil", dijo la autora principal Audrey Rips-Goodwin, quien dirigió el análisis de datos del Nutrition Data System for Research para el KU’s Health Behavior and Technology Lab.2 "El mercado de fórmulas infantiles de nuestro país contradice por completo lo que recomiendan los expertos en salud infantil".
A los niños menores de 2 años no se les debe dar ningún alimento o bebida con azúcares añadidos, ya que necesitan una alimentación rica en nutrientes y sus preferencias gustativas están en desarrollo´, según la Academia Americana de Pediatría3 y las Guías Alimentarias para Estadounidenses4 (2020 a 2025).
Sin embargo, con pocas opciones de fórmulas sin azúcares añadidos, los investigadores dicen que los padres y cuidadores que no pueden amamantar o acceder a la leche materna enfrentan decisiones difíciles en términos de encontrar una fórmula nutritiva debido a las regulaciones permisivas del gobierno.
A diferencia de los productos alimenticios para adultos, las regulaciones de Estados Unidos no requieren que se informen los azúcares añadidos en la etiqueta nutricional de las fórmulas infantiles (solo los carbohidratos totales). La FDA5 especifica 30 nutrientes que deben incluirse en las fórmulas infantiles, pero no regula los tipos de carbohidratos ni exige que se etiqueten de manera clara. Esto significa que los fabricantes de fórmulas pueden utilizar cualquier tipo de carbohidrato, incluyendo almidones o azúcares añadidos como sólidos de jarabe de maíz, fructosa y glucosa.
"Los consumidores no saben que en las fórmulas infantiles puede haber azúcares añadidos ni en qué cantidades", afirmaron los investigadores. "Como resultado, los padres y tutores pueden, sin saberlo, alimentar a sus bebés con fórmulas que contienen cantidades significativas de azúcares añadidos".
El estudio se basó en otros que demostraron el contenido elevado de azúcar en las fórmulas infantiles. Esto también ocurre menos de un año después de que se informara que dos de las principales marcas de alimentos para bebés de Nestlé,6 promocionadas como saludables en África, Asia y América Latina, contienen niveles elevados de azúcar añadida.
Para promover un desarrollo saludable, los investigadores afirmaron que los esfuerzos deberían centrarse en exigir a las compañías de fórmulas que fabriquen productos que contengan lactosa natural como el único azúcar. La cantidad de lactosa en la fórmula infantil también debería ser similar a la de la leche materna.
Asimismo, se deberían eliminar las barreras sociales a la lactancia materna, incluyendo la falta de licencia parental y de cuidados infantiles asequibles en la primera infancia, añadieron los investigadores.
"El enfoque en una solución a nivel individual (promover la lactancia materna entre mujeres y cuidadores) no se adecua bien a abordar la naturaleza sistémica del problema y coloca una carga injusta sobre las mujeres y las familias, quienes se espera que aborden este problema sistémico", afirmó Audrey Rips-Goodwin.
La autora principal, Tera Fazzino, está de acuerdo. "Aunque se promueve la lactancia materna como la mejor opción, la falta de apoyo dificulta practicarla de forma exclusiva", dijo Tera Fazzino, directora asociada del Centro Cofrin Logan de Investigación y Tratamiento de las Adicciones en el Life Span Institute de la KU. "La mayoría de los padres terminan por usar fórmula infantil, ya sea como suplemento o por completo. Pero nuestros hallazgos sugieren que la fórmula en sí misma podría ser un riesgo grave para la salud infantil".
Sobre el autor
US Right to Know es un grupo de investigación de salud pública sin fines de lucro dedicado a investigar la mala conducta corporativa y las fallas gubernamentales que afectan la salud, el medio ambiente y el sistema alimentario. A través de solicitudes de registros públicos y divulgaciones de denunciantes, es necesario que USRTK revele y comparta información crítica con periodistas, académicos y el público.
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🔎Fuentes y Referencias:
- 1 Journal of Food Composition and Analysis, Volume 141, May 2025, 107369, Conclusions and implications
- 2 Health Behavior and Technology Lab, Audrey Rips-Goodwin
- 3 American Academy of Pediatrics, August 23, 2016
- 4 Dietary Guidelines for Americans
- 5 FDA, Infant Formula
- 6 IBFAN, How Nestlé Gets Children Hooked on Sugar in Lower-Income Countries