Los investigadores encontraron rastros de "sustancias químicas permanentes" o PFAS (sustancias perfolifluoroalquilo y polifluoroalquilo), en los productos de higiene femenina como tampones, toallas sanitarias, copas menstruales y ropa interior reutilizable.

Según la Dra. Sherry Ross, ginecóloga del Providence Saint John’s Health Center, estas sustancias químicas pueden transmitirse de los materiales a la piel, también podrían incrementar el riesgo de cáncer, enfermedades hepáticas, renales, obesidad, diabetes y disfunción del sistema inmunológico.

Las PFAS también se encuentran en el medio ambiente, ya que no se descomponen y pueden desplazarse por los suelos y contaminar el agua; y bioacumularse en los peces y la vida silvestre, lo que incrementa aún más la exposición de las mujeres.

Pero, lo peor de todo es que, las mujeres que utilizan este tipo de productos ni siquiera se imaginan que están en riesgo, porque estas sustancias químicas no se enumeran en la lista de ingredientes.


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