Según un estudio reciente, los mejillones azules podrían ayudar a eliminar los microplásticos del océano. Este molusco se come los microplásticos y otros contaminantes y los expulsa a través de sus heces, que son mucho más fáciles de eliminar del agua.

Los científicos descubrieron que los mejillones filtran alrededor de 240 partículas de microplástico al día, y el trabajo de laboratorio sugiere que los mejillones podrían eliminar casi un cuarto de millón de partículas por hora. Pero, se necesitarían muchos mejillones para hacer un cambio importante, y como todos sabemos, la verdadera solución radica en reducir el uso de plásticos en primer lugar.