HISTORIA EN BREVE

  • Restringir el periodo de consumo de alimentos es un enfoque poderoso que facilita la pérdida de peso y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas
  • Entre los muchos beneficios está la regulación ascendente de la autofagia y la mitofagia, que son los procesos de limpieza natural necesarios para una mejor función y renovación celular
  • Una investigación sugiere que la restricción de calorías y la alimentación restringida ayudan a combatir el alzhéimer a través de la autofagia
  • Las características de la patología del alzhéimer incluyen las placas beta amiloides y los ovillos tau. Otros eventos patológicos observados con frecuencia en personas con alzhéimer incluyen el déficit sináptico, la disfunción mitocondrial, el estrés oxidativo y la neuroinflamación
  • Muchos de estos son el resultado de una falta de autofagia, y una de las maneras más simples de regular ascendentemente la autofagia es mediante el ayuno intermitente

Por el Dr. Mercola

Las investigaciones respaldan la idea de que abandonar el enfoque de "tres comidas al día" y restringir el periodo de consumo de alimentos (también conocido como ayuno intermitente) puede hacer maravillas en la salud, ya que el cuerpo no puede funcionar correctamente cuando existe un suministro continuo de calorías.

El ciclo de festín (alimentación) y hambruna (ayuno) imita los hábitos alimenticios de nuestros antepasados y restaura el cuerpo a un estado más natural que permite una gran cantidad de beneficios bioquímicos.

Es un enfoque poderoso que no solo facilita la pérdida de peso, sino que también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, el cáncer y alzhéimer.

Aunque existen muchas variaciones, el ayuno intermitente implica detener el consumo de alimentos durante al menos 14 horas al día. Sin embargo, no comer durante 16 a 20 horas probablemente se acerca más a un ideal metabólico. Esto significa consumir todos los alimentos dentro de un período de cuatro a ocho horas.

Entre los muchos beneficios está la regulación ascendente de la autofagia y la mitofagia, que son los procesos de limpieza necesarios para una mejor función y renovación celular. En un artículo de enero del 2020, los investigadores explican cómo la restricción de calorías ayuda a combatir el alzhéimer a través de las vías de la autofagia.1

Cómo prevenir el alzhéimer a través del ayuno intermitente

Como se explica en el artículo titulado: "The Effects of Caloric Restriction and Its Mimetics in Alzheimer’s Disease Through Autophagy Pathways", publicado en la revista Food & Function, dos de las características patológicas de la enfermedad de Alzheimer son las placas beta amiloides y los ovillos neurofibrilares formados por los agregados de proteína tau.2

"La acumulación de estas proteínas agregadas y mal plegadas produce neurotoxicidad y, por lo tanto, la enfermedad de Alzheimer se reconoce como una proteinopatía", según afirma el artículo. Otros eventos patológicos que se observan con frecuencia en los cerebros de las personas con alzhéimer incluyen los siguientes:3

  • Déficits sinápticos y degeneración axonal
  • Disfunción mitocondrial
  • Homeostasis anormal de metales
  • Estrés oxidativo
  • Neuroinflamación

Muchos de estos ocurren como resultado de una "eliminación insuficiente de proteínas neurotóxicas u orgánulos intracelulares dañados", señala el documento. Es decir, ocurren cuando no existe suficiente autofagia en el cuerpo. La buena noticia es que es posible regular ascendentemente la autofagia, y una de las maneras más simples de hacerlo es con el ayuno intermitente. Como se explica en esta revisión:4

"La autofagia es un mecanismo catabólico que asegura la eliminación de proteínas mal plegadas o agregadas, al igual que mantiene la renovación de los compuestos citoplasmáticos.
En condiciones de eficiencia energética, los fagóforos se sintetizan en el citoplasma a partir de los lípidos recién sintetizados o de los orgánulos intracelulares con estructuras de membrana, como el retículo endoplásmico.
Los fagóforos se alargan y se curvan para formar autofagosomas de doble membrana, que luego encapsulan materiales citosólicos, proteínas mal plegadas o proteínas de larga vida.
Después de la fusión con los lisosomas, cualquier carga se degrada por las enzimas lisosómicas. El proceso autofágico proporciona una estrategia para eliminar proteínas mal plegadas o agregadas en trastornos proteinopáticos. El fracaso de la autofagia conduce a la acumulación de agregados, lo que resulta en neurotoxicidad y progresión de la enfermedad".

Disfunción autofágica de los trastornos neurodegenerativos

La disfunción autofágica se ha identificado en varios trastornos y enfermedades neurodegenerativas y neuropsiquiátricas, como el alzhéimer, el párkinson, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad de Huntington, el accidente cerebrovascular isquémico, la esquizofrenia e incluso la drogadicción.5

Por lo tanto, se cree que la activación de la autofagia es un factor importante para prevenir y tratar estas enfermedades. Sin embargo, es importante destacar que el uso de estimuladores de autofagia, como medicamentos, terapia génica o suplementos, puede tener efectos secundarios indeseables en algunas personas.

Los autores señalan que restringir el periodo de consumo de alimentos o la restricción de calorías es una estrategia más segura y efectiva para la mayoría de las personas. Entonces, ¿cómo es que la restricción calórica o el ayuno intermitente inducen la autofagia?

Existen varios mecanismos involucrados, pero los más importantes son la activación de la proteína quinasa activada por monofosfato (AMPK, por sus siglas en inglés) y la inhibición del objetivo de rapamicina en mamíferos (mTOR).6

La restricción de calorías también ayuda a mejorar el alzhéimer y otras afecciones degenerativas, al reducir la inflamación y mejorar la sensibilidad a la insulina, la función mitocondrial y el estrés oxidativo.

Beneficios de la activación de la AMPK

La AMPK es una enzima esencial para mantener el equilibrio energético. Consiste en tres proteínas (conocidas como subunidades) que crean una enzima funcional. La AMPK se expresa en varios tejidos, incluyendo el cerebro, el hígado, el músculo esquelético y las células grasas, y es crucial para activar la autofagia.

En ocasiones se le denomina como el "interruptor metabólico" porque es importante para regular el metabolismo.7 Cambia la energía hacia la reparación y el mantenimiento celular, lo que ayuda al cuerpo a regresar a la homeostasis (equilibrio).

Un menor nivel de AMPK se ha relacionado con la resistencia a la insulina, la disfunción mitocondrial, la obesidad, la neurodegeneración y la inflamación crónica. La AMPK produce muchos de los mismos beneficios que el ejercicio, la alimentación y la pérdida de peso, todos los cuales son conocidos por ayudar en una variedad de enfermedades crónicas y condiciones.8

La AMPK también es una enzima neuroprotectora importante, por lo que es relevante para prevenir y tratar el alzhéimer.9 Además, la AMPK estimula la autofagia mitocondrial (mitofagia), la autofagia celular y la biogénesis mitocondrial, así como otras vías de importancia crítica:

  • Insulina
  • Leptina
  • Vía mTOR
  • Factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1)
  • Proliferador activado por el receptor gamma coactivador 1-alfa (PGC-1α)

Beneficios de inhibir la vía mTOR

La vía MTOR también es muy importante para controlar la autofagia. Al inhibir la vía mTOR con el ayuno intermitente, es posible activar la autofagia. La vía MTOR es un sensor de nutrientes. Mientras que la insulina detecta el consumo de carbohidratos, la vía mTOR detecta el consumo de proteínas.

Dicho esto, otros nutrientes también pueden activar o inhibir la vía mTOR. Los nutrientes que activan la vía mTOR incluyen: los aminoácidos de cadena ramificada, la glutamina, el metil folato y la vitamina B12.

Los nutrientes que inhiben la vía mTOR incluyen a los polifenoles como la curcumina, la fisetina, la quercetina, el resveratrol (que se encuentra en el vino) y el galato de epigalocatequina (EGCG, que se encuentra en el té verde). El café orgánico y el chocolate negro también contienen grandes cantidades de polifenoles que inhiben la vía mTOR.

Por qué es tan importante la autofagia

Una de las razones por las que el ayuno funciona es porque se activa y desactiva la autofagia de manera diaria.

Esta activación y desactivación es fundamental. No se recomienda inhibir la vía mTOR y activar la autofagia todo el tiempo. Es necesario que haya un equilibrio entre activar y desactivar.

Al comer, la insulina aumenta, la vía mTOR se activa y se inhibe la autofagia, lo que permite la reconstrucción y el crecimiento celular. Al ayunar, la insulina disminuye, se inhibe la vía mTOR y se activa la autofagia, lo que permite la descomposición y eliminación de componentes celulares disfuncionales. Al comer nuevamente se activa el ciclo de reconstrucción y así sucesivamente.

Consumir alimentos de manera continua, inhibe enormemente la autofagia. Como resultado, el daño continúa acumulándose, ya que las células dañadas no se eliminan y regeneran de manera eficiente. El ayuno también produce cambios hormonales, incluyendo la hormona del crecimiento.

Las opiniones sobre cuánto tiempo se debe ayunar varían. Como regla general, el rango recomendado es entre 12 y 18 horas de ayuno al día. En mi opinión, la mejor opción es ayunar de 16 a 18 horas al día, ya que esto le permite al cuerpo agotar las reservas de glucógeno en el hígado, suprimir la vía mTOR y activar mejor la autofagia.

El ayuno intermitente mejora la función cerebral

Como se señaló en el artículo titulado: "The Effects of Caloric Restriction and Its Mimetics in Alzheimer’s Disease Through Autophagy Pathways", una serie de estudios en animales ha demostrado que restringir el periodo de consumo de alimentos ayuda a prevenir la pérdida de memoria y a mejorar la cognición. Los autores afirman lo siguiente:10

"Se ha informado que [el ayuno intermitente] optimiza la función cerebral y aumenta la resistencia neuronal a lesiones y enfermedades. Se pueden observar mejoras en el comportamiento de los ratones con enfermedad de Alzheimer que se someten al ayuno intermitente, debido a los efectos del ayuno en el equilibrio de la excitabilidad del hipocampo.
Además, el ayuno previene la pérdida de memoria en ratas ovariectomizadas infundidas con beta amiloide en regiones del hipocampo. El ayuno a corto plazo (24 o 48 horas) fue capaz de mejorar la autofagia neuronal en ratones 5xFAD, que es un modelo de enfermedad de Alzheimer grave".

La importancia de comer menos

Tanto los estudios en animales como en humanos sugieren que las personas que consumen pocas calorías tienen un menor riesgo de alzhéimer en comparación con las que consumen muchas calorías.11

En un estudio, los animales cuya alimentación tenía un 30 % menos de calorías experimentaron una restauración del rendimiento de su memoria después de 10 meses. También se demostró que una alimentación alta en calorías provoca una falla autofágica en el hipocampo.12

Los estudios en animales también han demostrado que un menor consumo de calorías reduce la cantidad de beta amiloide y tau en el cerebro, mientras que las alimentaciones altas en calorías las aumentan.13

La mejor característica del ayuno intermitente es que parece replicar la mayoría de los beneficios metabólicos de la restricción calórica sin restringir las calorías. Además, debido a que el periodo de consumo de alimentos es tan restringido, el apetito de las personas disminuye, por lo que terminan comiendo menos calorías sin ninguna sensación de privación.

Restricción de calorías

El artículo titulado: "The Effects of Caloric Restriction and Its Mimetics in Alzheimer's Disease Through Autophagy Pathways", también aborda el uso de miméticos de la restricción calórica, que son compuestos que imitan los efectos de la restricción de calorías.

El mimético más estudiado y reconocido es el resveratrol, un polifenol que se encuentra en las pieles de las uvas y ciertas bayas, incluyendo los arándanos y la mora azul. Según indicaron los autores del estudio:14

"Varios estudios han revelado la eficacia potencial de los suplementos de resveratrol para prevenir y tratar la enfermedad de Alzheimer (EA). Por ejemplo, el tratamiento con resveratrol previene la neurotoxicidad en las células cultivadas expuestas al beta amiloide.
Además, en un modelo de EA en roedores, el resveratrol alivió los déficits de memoria, conservó la integridad de la barrera hematoencefálica, mejoró la carga de la placa en la patología tau y suprimió la activación microglial.
Los efectos anti-amiloidogénicos y neuroprotectores del resveratrol en la EA parecen estar fuertemente relacionados con una mayor actividad autofágica. El resveratrol activa la autofagia dependiente del SIRT1, lo que contribuye a una atenuación de la neurotoxicidad causada por la beta amiloide.
Además, el resveratrol reprime la señalización de la vía mTOR e induce la autofagia al activar la vía de señalización de la AMPK".

Otras opciones para prevenir el alzhéimer

Además del ayuno intermitente, existen muchas otras estrategias que ayudan a prevenir (y en algunos casos, tratar) el alzhéimer. Estos son algunos de los más importantes:

Evite las grasas trans y los aceites vegetales procesados industrialmente. Aunque las dietas ricas en grasas saludables y antioxidantes pueden contribuir en gran medida a prevenir la demencia, las dietas ricas en grasas trans y aceites omega-6 procesados la promueven.

La investigación publicada en la edición de octubre del 2019 de la revista Neurology, encontró una relación entre el consumo de grasas trans y la incidencia de demencia y sus diversos subtipos, incluyendo el alzhéimer.15

Los principales culpables fueron la repostería, la margarina, los dulces, los caramelos, los croissants, las cremas en polvo, los helados y las galletas de arroz.16 Del mismo modo, el consumo excesivo de grasa omega-6 oxidada, que se encuentra en los aceites vegetales procesados, puede causar un daño significativo en el cerebro.

Evite el azúcar y la fructosa refinada. Idealmente, se recomienda mantener los niveles de azúcar al mínimo y la fructosa total por debajo de 25 gramos al día, o por debajo de los 15 gramos si presenta resistencia a la insulina o cualquier trastorno relacionado.

Aumente el consumo de grasas saludables, incluyendo los omega-3 de origen marino. Las grasas beneficiosas que el cerebro necesita para un mejor funcionamiento incluyen al aceite de coco, la mantequilla orgánica de leche sin pasteurizar, el ghee, la mantequilla de leche de vacas alimentadas con pastura, las aceitunas, el aceite de oliva virgen, los frutos secos, como las nueces pecanas y las macadamias, los huevos, el salmón salvaje de Alaska y el aguacate.

También es necesario obtener suficientes grasas omega-3 de origen animal a partir de pescados grasos como las anchoas y sardinas, o incluir un suplemento a base de fosfolípidos como el aceite de kril.

Un consumo elevado de grasas omega-3 EPA y DHA ayuda a prevenir el daño celular causado por la enfermedad de Alzheimer, lo que detiene su progresión y reduce el riesgo de desarrollar el trastorno.

Evite el gluten y la caseína (principalmente el trigo y los lácteos pasteurizados, pero no las grasas lácteas, como la mantequilla). La investigación demuestra que el gluten afecta negativamente la barrera hematoencefálica.17

El gluten también genera una mayor permeabilidad en el intestino, lo que permite que las proteínas ingresen al torrente sanguíneo, donde no pertenecen. Esto sensibiliza el sistema inmunológico y promueve la inflamación y la autoinmunidad, las cuales activan el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Optimice su flora intestinal al consumir alimentos fermentados o un suplemento probiótico de alta potencia y calidad.

Mejore sus niveles de magnesio. El treonato de magnesio parece ser prometedor para apoyar la cognición y puede ser superior a otras formas. Para más información, consulte mi artículo "Beneficios cognitivos del treonato de magnesio".

Optimice sus niveles de vitamina D con una exposición segura al sol. Los investigadores consideran que un nivel adecuado de vitamina D puede mejorar la cantidad de sustancias químicas importantes en el cerebro y proteger las células cerebrales, al aumentar la efectividad de las células gliales en el cuidado de las neuronas dañadas.

La vitamina D también puede ejercer algunos de sus efectos beneficiosos sobre el alzhéimer a través de sus propiedades antiinflamatorias e inmunoestimulantes. Es imprescindible obtener suficiente vitamina D para un buen funcionamiento del sistema inmunológico y combatir la inflamación relacionada con el alzhéimer.

Evite y elimine el mercurio de su cuerpo. Las amalgamas dentales, las cuales tienen un 50 % de mercurio, son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados.

Sin embargo, es necesario estar sano antes de retirarlas. Una vez que se haya ajustado a seguir la alimentación descrita en mi plan de nutrición, es posible seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio y buscar un dentista para que se las extraiga.

También evite las vacunas contra la gripe, ya que la mayoría contiene mercurio, también conocido como timerosal, un agente neurotóxico e inmunotóxico.

Evite y elimine el aluminio de su cuerpo. Las fuentes de aluminio incluyen antitranspirantes, utensilios de cocina antiadherentes y adyuvantes de vacunas.

Haga ejercicio regularmente. El ejercicio puede desencadenar un cambio en la forma en la que se metaboliza la proteína precursora amiloide, lo que detiene la aparición y la progresión de la enfermedad de Alzheimer.18

Además, hacer ejercicio aumenta los niveles de la proteína PGC-1 alfa. Las investigaciones han demostrado que las personas con Alzheimer tienen menor cantidad de PGC-1α en sus cerebros y las células que contienen más proteínas producen menos de la proteína amiloide tóxica relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

Evite los anticolinérgicos y las estatinas. Como se detalla en el artículo titulado "Estos medicamentos populares sin receta pueden causar demencia", se ha demostrado que los medicamentos que bloquean la acetilcolina, un neurotransmisor del sistema nervioso, aumentan el riesgo de demencia.

Estos medicamentos incluyen a ciertos analgésicos nocturnos, antihistamínicos, somníferos, ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la incontinencia y ciertos analgésicos narcóticos.

Los medicamentos con estatinas también causan problemas, ya que suprimen la síntesis de colesterol, agotan la coenzima Q10 y los precursores de los neurotransmisores en el cerebro, al igual que evitan el suministro adecuado de ácidos grasos esenciales y de antioxidantes solubles en grasa en el cerebro, al inhibir la producción de la biomolécula transportadora conocida como lipoproteína de baja densidad.