HISTORIA EN BREVE

  • En un reciente estudio de casos, un año después del diagnóstico de adenocarcinoma de pulmón y de haber rechazado todos los demás tratamientos, un hombre anónimo de 81 años tomó aceite de CBD y experimentó una reducción significativa en el tamaño de su tumor
  • Sus médicos registraron la reducción del tamaño del tumor a través de radiografías y tomografías computarizadas. En un estudio que usó dos compuestos cannabinoides, los datos arrojaron resultados impresionantes al brindar alivio del dolor, restaurar el apetito y reducir tumores cerebrales
  • El cuerpo tiene receptores cannabinoides naturales, lo que indica que produce estos compuestos de forma natural; los cannabinoides son esenciales para mantener una salud óptima cuando se producen en cantidades adecuadas
  • Puede aumentar la producción endógena de compuestos cannabinoides de forma natural con el fin de mejorar su salud a través del ejercicio, yoga, reducción del estrés, exposición al frío y el ayuno

Por el Dr. Mercola

El cannabis tiene una larga historia de uso tradicional como medicina botánica. El término marihuana medicinal se refiere al uso de plantas enteras sin procesar y su extracto puro para tratar enfermedades o mejorar un síntoma. Para considerarse como tal, el producto debe provenir de una planta de cannabis de grado medicinal que se haya cultivado meticulosamente sin pesticidas ni fertilizantes tóxicos.

La planta de cannabis tiene más de 400 sustancias químicas y al menos 60 cannabinoides diferentes, compuestos químicos ante los cuales el cuerpo humano está especialmente equipado para responder. Los dos principales son el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC), el último de los cuales corresponde al componente psicoactivo de la marihuana.

De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, los resultados notables de un estudio científico condujeron a la creación de dos medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos que contienen sustancias químicas cannabinoides en forma de pastillas, sin hacer uso de la planta entera frente a sus ingredientes individuales.

El paso del aceite de CBD dentro y fuera de la lista de medicamentos de la Lista 1 (la categoría más peligrosa reservada para sustancias como el LSD y la heroína) podría indicar complicaciones entre los resultados de la investigación y el deseo de aprovechar el potencial financiero de la variedad en forma de pastilla.

Hace poco en Reino Unido un paciente anónimo fue tratado con aceite de CBD y experimentó resultados significativos que fueron documentados por sus médicos.

Paciente anónimo en Reino Unido reduce su cáncer de pulmón con aceite de CBD

Tal como se informó en el Daily Mail, un paciente de 81 años aún no identificado, presuntamente de Stoke-on-Trent en Reino Unido, parece haber experimentado una notable contracción de su tumor luego de consumir aceite de CBD todos los días. Según se informa, se trata de un exfumador de 81 años que había sido tratado por cáncer de próstata 15 años antes.

El hombre había sido diagnosticado con adenocarcinoma de pulmón en octubre de 2016, una forma de cáncer de pulmón que representa casi el 80 % de los diagnósticos de cáncer de pulmón en Reino Unido. Le ofrecieron quimioterapia y radioterapia para prolongar su vida, pero rechazó el tratamiento. En diciembre de ese año, la masa aumentó de tamaño, pero él una vez más rechazó el tratamiento.

Otra radiografía de tórax en julio de 2017 demostró que la enfermedad aún estaba progresando, sin embargo, de forma repentina y sorprendente, en noviembre de ese año una tomografía computarizada reveló la "resolución del tumor" casi en su totalidad. El paciente tenía enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y, según se informa, durante sus 20 y 30 años de edad fumaba 20 cigarros diarios.

Después de detectar la reducción significativa en el tamaño y progresión del tumor, los médicos le preguntaron al paciente sobre su estilo de vida para comprender qué podría haber provocado estos cambios. Según lo informado por el paciente, comenzó a tomar aceite de CBD dos meses antes de su última tomografía computarizada.

No reportó otros cambios en su alimentación, medicamentos ni estilo de vida, lo que llevó a sus médicos a creer que el aceite de CBD fue responsable de la reducción del tamaño del tumor.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, el cáncer de pulmón de células no pequeñas es el tipo más común de cáncer de pulmón con tasas de supervivencia de entre el 6 % y 60 % a cinco años, dependiendo de la propagación de la enfermedad.

The Daily Mail publicó las exploraciones del paciente que demuestran cómo el tamaño de su tumor se redujo a la mitad. Aunque los expertos han advertido que se trata de un solo caso, otros datos también apoyan el uso del cannabis para el tratamiento del cáncer.

Equipo de investigación internacional encuentra que el THC reduce el crecimiento de tumores cerebrales

Aunque tanto el CBD y como el THC son cannabinoides que interactúan con los receptores que se encuentran en el cerebro humano, tienen efectos drásticamente diferentes.

El CBD no es psicoactivo, lo que significa que no experimenta el “éxtasis” que experimentan con consumir o fumar marihuana. El THC es el principal componente psicoactivo de la planta y es responsable de crear el efecto asociado con el uso recreativo.

Mientras que el paciente anónimo de 81 años de edad en Reino Unido experimentó una reducción en el tamaño de su tumor con solo usar aceite de CBD, un estudio in vitro de la Universidad de Londres que fue publicado en Molecular Cancer Therapeutics, empleó THC y CBD lo que produjo resultados impresionantes en el alivio del dolor, restauración del apetito y disminución de los tumores cerebrales.

El estudio encontró que el THC y CBD en combinación con la radiación eran capaces de reducir los tumores en mayor medida que la radiación por sí sola. Curiosamente, usar uno solo de los compuestos o la radiación por separado tuvo un efecto poco significativo en el tratamiento de los tumores cerebrales.

Los hallazgos sugieren que es posible que los pacientes no necesiten de grandes cantidades de THC para activar el receptor de cannabinoides en la célula cerebral, ya que en pequeñas dosis podría retener propiedades anticancerígenas sin efectos secundarios psicoactivos. El autor principal del estudio, Wai Liu, Ph. D., dice que el truco está en encontrar el equilibrio adecuado. E indicó para Medical Daily:

“Creemos que los cannabinoides impactan varias vías de señalización celular, lo que las prepara para los efectos de la irradiación. El tratamiento previo con cannabinoides parece interferir con la capacidad de la célula tumoral para reparar los efectos dañinos de la irradiación en el ADN.
Creemos que esto se debe a las diferentes vías que atacan estos cannabinoides. El THC funciona de manera específica a través de receptores, mientras que es posible que el CBD no los necesite; en consecuencia, usarlos juntos da como resultado un efecto de "imprimación" sobre las células tumorales, lo que las hace más sensibles a los efectos de "destrucción celular" de la irradiación".

Este estudio también apoya otros resultados. En 2009, investigadores en España descubrieron que el THC mata las células del cáncer cerebral a través de un proceso conocido como autofagia.

El descubrimiento inicial ocurrió en animales. Dos pacientes humanos con tumores cerebrales altamente agresivos recibieron inyecciones intracraneales de THC, lo que manifestó signos similares a los de la autofagia.

Su cuerpo produce endocannabinoides de manera natural

En este breve video, Carl Germano, Ph. D., aborda la importancia del sistema endocannabinoide y su papel en la salud humana. Los receptores de cannabinoides se descubrieron en la década de 1990, lo que nos hizo comprender que el cuerpo humano produce compuestos que influyen en estos receptores.

Se han identificado deficiencias en los cannabinoides endógenos en las personas que padecen migrañas, fibromialgia, síndrome del intestino irritable, afecciones neurológicas y una variedad de padecimientos que no responden a sus tratamientos.

Si bien el CBD y THC son los que han recibido más atención e investigación, la planta de cannabis contiene al menos otros 58 cannabinoides y 400 químicos. Muchos de estos otros fitocannabinoides y terpenos son necesarios para apoyar de manera integral su sistema interno de endocannabinoides (ECS).

En los Estados Unidos, el cáñamo se prohibió desde 1938, sin embargo, la ley agrícola más reciente lo legaliza, lo cual es una emocionante noticia para los nutricionistas clínicos. A Germano, un experto en fitocannabinoides, le entusiasma el futuro de las investigaciones de lo que dice que podría ser la planta botánica más importante del planeta. Continúa diciendo:

“El cuerpo produce cannabinoides de forma similar a los que se encuentran en el cannabis; el cuerpo se alimenta de ellos y si no produce lo suficiente como para alimentar a cada receptor, se desarrollarán diversas enfermedades y padecimientos.
"No he visto ningún compuesto natural tan clínicamente relevante desde el inicio de esta industria, y puedo decir que favorecer al sistema de endocannabinoides que lo respalda dominará la medicina y la nutrición durante las próximas décadas".

Existe una relación íntima entre su ECS y los niveles corporales de omega-3, ya que las grasas omega-3 aumentan la actividad de sus receptores de cannabinoides.

PLOS ONE publicó una revisión sistemática de las intervenciones clínicas que analiza las formas en que los receptores de cannabinoides pueden ser regulados ascendentemente. Los investigadores encontraron datos clínicos que sugieren que el ejercicio, yoga y las grasas omega-3 tienen un efecto en su ECS.

Historia del cannabis y el cáncer

La historia del consumo de cannabis con fines medicinales se remonta a al menos hace 6 000 años. Se introdujo por primera vez a occidente por W.B. O’Shaughnessy, un cirujano irlandés que lo conoció mientras trabajaba en la India.

En 1839 presentó su investigación por primera vez a los especialistas de la Sociedad Médica y Física de Calcuta. En un inicio se usó principalmente por sus propiedades analgésicas, sedantes, antiespasmódicas y anticonvulsivas.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, en 1937 el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos introdujo la Ley de Tasación de la Marihuana, al imponer un gravamen de USD$ 1 por onza para uso medicinal. Curiosamente, los médicos eran los principales opositores, ya que se les exigía que pagaran un impuesto especial, usaran formularios de pedido diferentes y mantuvieran registros especiales.

En 1942 se eliminó el cannabis de la farmacopea de los Estados Unidos (USP, por sus siglas en inglés), la lista de sustancias y medicamentos aprobados en el país, ya que se creía que el cannabis podría tener efectos secundarios dañinos.

En 1951, el Congreso incluyó al cannabis a una lista de estupefacientes. Cuando se aprobó la Ley de Sustancias Controladas en 1970, la marihuana se clasificó como un estupefaciente de la Lista 1.

En 1996, California inició el movimiento para legalizar el acceso medicinal bajo supervisión médica. Hoy en día, 13 estados han despenalizado el consumo recreativo, 10 han legalizado su uso lúdico y 33, incluido Washington, DC, ya legalizaron la marihuana medicinal.

La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) eliminó los medicamentos de CBD con un contenido de THC por debajo del 0.1 % de su lista de medicamentos de la Lista 1 tres meses después de que la FDA aprobara el primer medicamento no sintético derivado del cannabis como tratamiento para ciertos tipos de epilepsia.

Además de los estudios de tratamiento del cáncer antes mencionados, los investigadores han encontrado que el cannabis es proapoptótico, desencadena la muerte de las células cancerosas mientras que a su vez deja las células sanas intactas, además de ser antiangiogénico, ya que corta el suministro de sangre hacia los tumores.

Por ejemplo, los investigadores de Harvard encontraron que el THC reduce el desarrollo de tumores en el cáncer de pulmón mientras que al mismo tiempo reduce significativamente su capacidad para propagarse.

Cómo aumentar su liberación de endocannabinoides naturales

En mi artículo anterior, "El sistema endocannabinoide y su importante rol en la salud humana", hablo sobre la importancia de activar su ECS. Hay varias formas naturales de activar el sistema para mejorar su salud sin usar cannabinoides externos:

Evite los pesticidas y ftalatos — Para comenzar, es importante evitar el bloqueo de la receptividad de su sistema endógeno al disminuir su exposición a los pesticidas y ftalatos neonicotinoides. Obtenga más información sobre los ftalatos en mi artículo anterior: "La exposición a los ftalatos amenaza la supervivencia humana".

Optimice su consumo de omega-3 — Existe una relación íntima entre su ECS y sus niveles de omega-3. Las grasas omega-3 hacen que sus receptores de cannabinoides se vuelvan más activos y se usan como elementos constituyentes para producir cannabinoides en el cuerpo.

Expóngase a temperaturas frías — En artículos anteriores, he escrito sobre algunos de los sorprendentes beneficios de las temperaturas extremas. Uno de esos beneficios es la regulación del endocannabinoide en el tejido adiposo blanco y marrón.

Practique el ayuno — El ayuno intermitente podría mejorar su salud al emplear otro mecanismo en su cuerpo, ya que aumenta sus niveles de endocannabinoides y regula su ECS.

Cafeína — Consumir cafeína de manera regular normaliza y mejora la activación de los receptores de cannabinoides. Recuerde que el consumo adicional de cafeína también podría alterar la calidad del sueño, por lo que es importante evitar cualquier sustancia con cafeína después de las 2 p. m.

Reduzca sus niveles de estrés — Se ha demostrado que los niveles altos de estrés emocional regulan descendentemente los niveles de endocannabinoides en su cuerpo. Los altos niveles de cortisol también reducen la activación de sus receptores de endocannabinoides.

Le aconsejo consultar mi artículo anterior, "Cómo afecta el estrés a su cuerpo y técnicas sencillas para reducirlo y desarrollar una mayor resiliencia", con el fin de ayudarle a encontrar métodos útiles para su caso particular.

Haga ejercicio — Aunque el ejercicio es un excelente reductor del estrés, las investigaciones también indican que el tan conocido "éxtasis del corredor" podría ser una función de la liberación de endocannabinoides en el cerebro y no solo de endorfinas.

Si es novato en el ejercicio, consulte mi artículo anterior: "Primeros pasos", donde encontrará sugerencias y otros enlaces.


Fuentes y Referencias