📝HISTORIA EN BREVE

  • Es muy importante aclarar que, la inflamación intermitente es fundamental para la salud, el problema es cuando se vuelve crónica, que se relaciona con problemas de salud como la depresión y muchas otras enfermedades crónicas que son las causas principales de muerte en todo el mundo, tales como las enfermedades cardíacas, las enfermedades renales y la diabetes
  • Los datos demuestran que los medicamentos antiinflamatorios ayudan a reducir los síntomas de la depresión, incluso en los casos de depresión resistente al tratamiento. Pero, los medicamentos como el interferón alfa estimulan la respuesta inflamatoria e incrementan el riesgo de psicosis y depresión
  • El estrés de la vida cotidiana causa inflamación, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedades crónicas, y se relaciona con formas más resistentes de depresión. La inflamación en el cerebro también se relaciona con la fibromialgia y problemas cognitivos en personas de edad avanzada
  • El aceite de semilla negra tiene propiedades que combaten la inflamación, por lo que se consideró una buena alterativa para reducir la respuesta inflamatoria al COVID-19. Otros nutrientes que ayudan a reducir la inflamación incluyen jengibre, las grasas omega-3, la vitamina E, la cúrcuma y la bromelina

🩺Por el Dr. Mercola

Muchos estudios sugieren que el proceso inflamatorio se relaciona con trastornos mentales como la depresión y los cambios de humor. 1 La inflamación crónica puede causar varias enfermedades crónicas que se consideran graves, algunas incluso ocupan los primeros lugares de la lista de causas de muerte en todo el mundo, incluyendo la diabetes, las enfermedades cardíacas, las enfermedades renales, el cáncer y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 2

Es muy importante aclarar que la inflamación intermitente es fundamental para la salud, sobre todo después de sufrir una lesión o una infección. Pero, la inflamación sistémica y crónica que se produce a causa de los factores sociales, ambientales y estilo de vida incrementa el riesgo de muchas de las enfermedades crónicas no infecciosas que se han convertido en las causas principales de muerte a nivel mundial.

Más del 50 % de las muertes en todo el mundo se atribuyen a enfermedades que se relacionan con la inflamación, y la evidencia reciente sugiere que nuestra infancia influye mucho en el riesgo de inflamación crónica. 3 En muchos casos, el estilo de vida y los factores ambientales como el sedentarismo, el estrés psicológico y la mala alimentación, también causan inflamación sistémica y crónica.

La relación bidireccional entre la depresión y los procesos inflamatorios llevó a los investigadores a considerar que los tratamientos antiinflamatorios podrían producir efectos antidepresivos. 4El problema es que este tipo de medicamentos pueden causar efectos secundarios.

Combatir la inflamación crónica podría producir efectos positivos en la depresión

Los datos de las investigaciones demuestran que la inflamación es una de las características que comparten las enfermedades crónicas y la depresión. Según National Geographic,5 la inflamación también puede empeorar los trastornos mentales. Por ejemplo, una revisión de la literatura que se realizó en 20206, analizó 22 estudios y encontró que, en el caso de los adolescentes y niños, la depresión tiene una correlación positiva con las respuestas inflamatorias actuales y futuras.

Durante mucho tiempo, la depresión se consideró de manera simplista una disfunción de los neurotransmisores, sobre todo de la serotonina y la dopamina. Aunque los neurotransmisores sí influyen en el estado de ánimo y las emociones, tomar inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) no ayudó a combatir el problema de manera efectiva, lo que significa que hay muchos otros factores involucrados, y es posible que la función de estos neurotransmisores solo sea secundaria.

En 2022, un estudio7 destacó que, desde los años de 1980, se reconoció la relación entre la inflamación y la psicosis y, desde entonces, ha surgido más evidencia que demuestra que las citoquinas afectan la fisiopatología de este trastorno mental. Y, según las investigaciones, no solo se debe a una o dos citoquinas, sino al desequilibrio en los patrones de la inflamación.

Algunos creen que la evidencia más sólida de que la inflamación influye mucho en la depresión y otros trastornos del estado de ánimo proviene del uso de interferón alfa, una citoquina inflamatoria que funciona como antiviral. Algunos de los efectos secundarios de este medicamento que se utiliza para tratar la hepatitis C y otros problemas de salud son la psicosis y la depresión, que también se conoce como conducta de enfermedad inducida por citoquinas,8 que se caracteriza por la pérdida de energía y la depresión.

Los niveles de citoquinas y la inflamación (que es una respuesta inmunológica) se relacionan con la depresión y la fatiga, y las primeras investigaciones sobre las terapias con interferón alfa encontraron que el 17 % de las personas que recibieron este medicamento desarrollaron efectos secundarios psiquiátricos, que mejoraron cuando se suspendió el tratamiento. 9

En otras investigaciones, los datos demostraron que las personas con depresión que recibieron interferón alfa tuvieron mayor riesgo de sufrir episodios recurrentes, por lo que los investigadores sugirieron que las alteraciones del estado de ánimo no son transitorias.

Eléonore Beurel es una especialista en bioquímica de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami en Florida, junto con sus colegas está investigando la función de la inflamación en la reparación de las células del cerebro. 10 Además, dice que hay estudios que demuestran que ciertas células T y citoquinas que pueden cruzar la barrera hematoencefálica afectan a las células inmunológicas del sistema nervioso central, que suelen reparar el daño, pero cuando se exponen a la inflamación, dañan las neuronas.

Las consecuencias por la exposición temprana a la inflamación

Los investigadores saben que un historial de trauma infantil incrementa el riesgo de depresión en la edad adulta. 11 El Dr. Andrea Danese se especializa en psiquiatría infantil y adolescente en el King's College London, y dice que la inflamación podría ayudar a explicar la relación entre el trauma infantil y la depresión en adultos, y que combatirla podría ayudar a superar este trastorno mental. 12

Además de la depresión, el maltrato infantil también se relaciona con un mayor riesgo de problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Exponerse al estrés durante la infancia se también se relaciona con formas más resistentes de depresión.

"Las personas que tienen antecedentes de maltrato infantil tienden a tener tipos de depresión más resistentes y tienden a responder peor al tratamiento convencional", dijo el Dr. Andrea Danese. "En definitiva, la inflamación podría ser una de las causas biológicas de este trastorno".13

Los pacientes con depresión resistente al tratamiento y las personas con niveles elevados de inflamación que no responden bien al tratamiento convencional, han tenido mejoras con medicamentos antiinflamatorios, como el infliximab, un antagonista del factor de necrosis tumoral (TNF) que se utiliza para tratar trastornos autoinmunes. 14

La inflamación cerebral es una de las características de la fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad debilitante que se caracteriza por el dolor crónico y que afecta a más mujeres que hombres. El escáner cerebral de pacientes con fibromialgia revela que su umbral del dolor es mucho menor que el de la mayoría de las personas. Pero, aún no se sabe cuál es el mecanismo detrás de esta reducción en el umbral del dolor.

Una investigación que utilizó imágenes PET,15 encontró que los pacientes con fibromialgia tenían inflamación generalizada en el cerebro. Otras investigaciones16 también encontraron concentraciones elevadas de citoquinas inflamatorias en el líquido cefalorraquídeo, lo que sugiere que los pacientes con fibromialgia también tienen inflamación en otras áreas del sistema nervioso.

En Alemania, un grupo de investigadores analizó los mecanismos de la inflamación en el cerebro y descubrió que, cuando los ratones envejecen y comienza a deteriorarse su respuesta inflamatoria, empiezan a perder las células del cerebro. 17

De manera curiosa, el receptor cannabinoide tipo 1 (CB1), que produce el efecto de "euforia" en respuesta al tetrahidrocannabinol (THC) de la marihuana, también ayuda a regular las reacciones inflamatorias en el cerebro. En pocas palabras, parte de la inflamación cerebral crónica se relaciona con la falta de respuesta de los receptores CB1.

Al parecer, las células microgliales liberan endocannabinoides, que luego se unen a los receptores CB1 que se encuentran en las neuronas cercanas. Luego, estas neuronas se comunican con otras células nerviosas, por lo que se regula de manera indirecta esta área de la respuesta inmunológica del cerebro.

En 2017, los datos18 demostraron que el THC puede ayudar a restaurar la función cognitiva en cerebros de edad avanzada. Dado que el estudio se realizó en ratones, se necesitan más investigaciones para confirmar que también aplica en humanos, a pesar de esto, parece algo muy prometedor.

Los beneficios del aceite de semilla negra

Existen muchas estrategias que podrían ayudar a regular el proceso inflamatorio, y el aceite de semilla negra es una de ellas. Los compuestos bioactivos del aceite tienen propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias que evitan que se active el factor regulador del interferón 3, lo que influye mucho en la respuesta inmunológica innata. 19

El aceite de semilla negra tiene un historial de uso terapéutico muy extenso y en 2020, un estudio20 sugirió que podría ayudar a tratar y prevenir el COVID-19, ya que podría regular la respuesta inflamatoria y promover la autofagia.

Según una revisión de investigaciones anteriores, los compuestos bioactivos de la semilla, en especial la timoquinona y la nigelladina, podrían ser muy beneficiosos. Mientras que su uso a corto plazo podría ayudar a tratar el COVID-19, su uso a largo plazo como enfoque de prevención, podría producir efectos dañinos. Por ejemplo, un estudio21 sobre la composición química del aceite de semilla negra demuestra que el 50.2 % de sus ácidos grasos se componen de ácido linoleico.

Como lo he dicho en varias ocasiones, el ácido linoleico (AL) podría considerarse la causa principal de casi todas las enfermedades crónicas que ha surgido en el último siglo. Y, actúa como un veneno metabólico cuando se consume en exceso. También es muy probable que lo consuma en exceso, ya que muchos alimentos son ricos en este compuesto, incluso los que se consideran saludables. Por ejemplo, consumir aceite de oliva y pollo de animales que se alimentan de granos ricos en AL, incrementa sus niveles ácidos grasos omega-6.

Una estrategia natural para combatir la inflamación

Algunos de los cambios en el estilo de vida que pueden reforzar la salud mental incluyen el ejercicio y la alimentación. 22 Se ha demostrado que llevar una alimentación estilo mediterráneo ayuda a reducir los síntomas de depresión. La alimentación y el ejercicio también afectan el estado del microbioma intestinal, que es otro de los factores que ayuda a regular la respuesta inmunológica. Otros factores del estilo de vida que influyen en la inflamación son la calidad del sueño, la exposición al sol y los niveles del estrés.

"Cada vez hay más información que relaciona los factores del estilo de vida con la salud mental y la inflamación, y creo que esa es una buena noticia", dijo Wolfgang Marx, investigador principal de Food & Mood Centre de la Universidad de Deakin, para National Geographic. 23 "Si hacemos ejercicio, entramos en contacto con la naturaleza y comemos de forma saludable, podemos hacer una diferencia, no solo en los resultados físicos, sino también en nuestra salud mental".

Hay muchos nutrientes que pueden ayudarlo a mantener la inflamación bajo control, y lo único que tiene que hacer es agregaros a su alimentación

La vitamina E evita que el AL que se almacena en los tejidos se oxide y genere subproductos tóxicos peligrosos. Dado que, la mayoría de las personas tienen niveles de AL que son hasta 10 veces más altos de lo normal y, que dicho exceso incrementa de forma significativa el riesgo de enfermedades crónicas, le recomiendo que tome vitamina E de forma regular hasta que sus niveles de AL bajen a niveles saludables, lo que podría tardar hasta seis años en la mayoría de los casos.

Las grasas omega-3 son muy importantes para la salud y la función de las membranas de las células y las mitocondrias. Las membranas son estructuras lipídicas a base de fosfolípidos y otros componentes. Los alimentos que consume le proporcionan la materia prima que necesita para crear las membranas de las células y mitocondrias.

Si consume alimentos procesados, es probable que tenga niveles elevados de AL, lo que daña sus mitocondrias. Si no puede reducir su consumo de AL y comer los tipos correctos de pescado, otra opción es que tome un suplemento de omega-3. Pero, compre un producto a base de aceite de kril, que es muy superior al aceite de pescado.

Se ha demostrado que el jengibre, que es fácil de cultivar en casa, podría fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a combatir enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide, ya que hace que los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco) sean más resistentes a la formación de trampas extracelulares de neutrófilos (NET), que promueven la inflamación y las enfermedades autoinmunes. 24

La cúrcuma (que le da al curry su color dorado) contiene curcumina, que es un polifenol que se relaciona con más de 150 efectos terapéuticos. Las investigaciones demuestran que la curcumina tiene propiedades antibacterianas, anticancerígenas, antiinflamatorias, antipalúdicas, antioxidantes, antiparasitarias, antiproliferativas, proapoptóticas y cicatrizantes.

La glucosamina y la condroitina son compuestos que se encuentran en el cartílago humano, mientras que el MSM25 es un compuesto rico en azufre que se puede encontrar en algunas plantas, frutas y vegetales. Según las investigaciones, la glucosamina y la condroitina trabajan de manera sinérgica y el MSM podría maximizar sus efectos al ayudar a que entren a las células. Estos tres compuestos tienen propiedades antiinflamatorias, y suelen utilizarse para tratar los síntomas de la artritis.

La glicina produce efectos antiinflamatorios, ya que evita que se activen las células inmunológicas y suprime la producción de citoquinas que promueven la inflamación. Ejerce su efecto en las células inflamatorias como los macrófagos, y bloquea la señalización del inflamasoma NLRP3.

La bromelina es una enzima que se encuentra en la piña.  Podría ayudar a disminuir la inflamación, el dolor y degradación de las articulaciones, mejorar la función de los intestinos y la salud digestiva, y estimular el metabolismo de los aminoácidos.

El ácido boswélico, que se extrae del árbol boswellia serrata, se ha utilizado en la medicina tradicional durante años. Podría ayudar a reducir el dolor y la inflamación en todo el cuerpo, incluyendo el dolor por artritis.

El extracto de té verde contiene una poderosa catequina antioxidante que se conoce como EGCG, que ayuda a combatir la inflamación, alivia el dolor de articulaciones y músculos, y reduce el estrés oxidativo.