📝HISTORIA EN BREVE

  • La diabetes de tipo 2 es una enfermedad causada por la resistencia a la insulina y por una señalización defectuosa de la leptina; en esencia, se produce cuando una persona tiene niveles elevados de insulina y leptina.
  • Esta enfermedad se controla mejor cuando se restablece la sensibilidad a la insulina y a la leptina; la principal causa es el consumo excesivo de fructosa, así que reducir los niveles de azúcar en la alimentación es una de las primeras cosas que se deben hacer
  • El ayuno o la alimentación con restricción de tiempo (TRE, por sus siglas en inglés) es una intervención simple y poderosa que imita los hábitos alimenticios de nuestros antepasados y debería ser esencial para contrarrestar la diabetes. En un estudio de 2017 que se publicó en la revista Cell, los investigadores descubrieron que el ayuno parcial ayuda al páncreas a regenerarse, ya que promueve la generación de células beta productoras de insulina

🩺Por el Dr. Mercola

La diabetes se considera un "reto formidable para la salud pública", ya que 463 millones de adultos padecen diabetes de tipo 2 en todo el mundo. Se espera que esta cifra ascienda a 700 millones para 2045 y ni siquiera se están contemplando a las personas con prediabetes, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.

En este artículo analizaremos las causas de la diabetes de tipo 2, sus síntomas característicos y los hábitos que pueden ayudar a controlar o contrarrestar esta enfermedad.

¿Qué es la diabetes tipo 2?

La prediabetes se define como una elevación de los niveles de glucosa en ayunas, entre 100 miligramos por decilitro (mg/dl) y 125 mg/dl. Si se alcanza un nivel de 126 mg/dl en dos ocasiones distintas, se considera diabetes tipo 2 de manera formal. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), se estima que 96 millones de adultos en Estados Unidos, alrededor del 38 % de la población, tienen prediabetes y el 23 % de ellos no lo saben. Tienen hasta un 50 % de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos cinco a 10 años.

Mientras que la medicina convencional todavía clasifica la diabetes tipo 2 como un problema del azúcar en la sangre, la verdad es que es una enfermedad causada por la resistencia a la insulina y la señalización defectuosa de la leptina; en esencia, ocurre cuando una persona tiene niveles elevados de insulina y leptina. Esta es una enfermedad derivada de la alimentación y suele estar presente en sociedades donde hay un alto consumo de alimentos ultraprocesados y comida rápida. Este tipo de alimentos son la raíz del problema, ya que contienen aceites de semillas en altas cantidades, los cuales se denominan de forma engañosa como "aceites vegetales". El ácido linoleico (LA), el omega-6 oxidado y tóxico que contienen, acelera la disfunción metabólica.

La insulina es esencial para vivir, pero, por desgracia, la gran mayoría de las personas tienen resistencia a esta hormona esencial, que acelera el proceso de envejecimiento y contribuye al desarrollo de enfermedades degenerativas. Cualquier comida rica en granos y carbohidratos suele generar un aumento rápido en la glucosa en la sangre.

Para compensar, el páncreas secreta una mayor cantidad de insulina en el torrente sanguíneo con el fin de disminuir el azúcar en la sangre. Sin embargo, la insulina también es muy útil para reducir el azúcar, ya que la convierte en grasa. Cuanta más insulina secrete, mayor será la cantidad de grasa que se acumule en su cuerpo.

Si su alimentación suele ser rica en azúcar y granos, los niveles de glucosa en la sangre también serán altos y, con el tiempo, el cuerpo perderá la sensibilidad a la insulina, por lo que cada vez requerirá más de ella para funcionar de forma apropiada. Tarde o temprano, se genera una mayor resistencia a la insulina y la persona es más propensa a ganar peso y, luego, desarrollar diabetes.

Síntomas y factores de riesgo

Los síntomas de la diabetes tipo 2 no se presentan de forma repentina, sino que pueden desarrollarse poco a poco. De hecho, es posible vivir con esta enfermedad durante varios años sin darse cuenta. Estos son algunos síntomas comunes:

Sed intensa

Llagas que tardan mucho en sanar

Micción frecuente (por lo general, durante la noche)

Infecciones frecuentes

Mayor apetito

Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies

Pérdida de peso involuntaria

Visión borrosa

Fatiga

Oscurecimiento de ciertas áreas de la piel, como las axilas y el cuello

Existen ciertos factores que pueden aumentar su riesgo de desarrollar diabetes, tales como tener sobrepeso, llevar una vida sedentaria y tener antecedentes familiares de diabetes. Es fundamental controlar esta enfermedad porque, de otro modo, puede ponerle en riesgo de sufrir complicaciones graves que podrían perjudicar sus ojos, riñones y sistema nervioso, al tiempo que aumenta su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales y la amputación de extremidades. Aunque la medicina convencional se enfoca más en las intervenciones farmacéuticas para tratar la diabetes, debe comenzar por hacer cambios significativos en su estilo de vida y alimentación.

Su alimentación es muy importante para reducir su riesgo

Es fundamental comprender que la diabetes tipo 2 se controla mucho mejor cuando se restaura la sensibilidad a la insulina y la leptina, y la principal fuerza impulsora detrás de esto es el consumo excesivo de alimentos ricos en fructosa. Por lo tanto, abordar la cantidad de azúcar presente en su alimentación es una de las primeras cosas que debe hacer para contrarrestar esta enfermedad.

La fructosa tiene efectos adversos en todas las hormonas metabólicas, por lo que es importante restringir su consumo a 25 gramos al día; si tiene diabetes o problemas de salud crónicos, consuma una cantidad pequeña, como 15 gramos al día. Esto incluye la fructosa que contienen las frutas enteras.

Asimismo, debe cambiar los alimentos procesados, incluyendo a los granos, por alimentos enteros y frescos. Los alimentos procesados son la fuente principal responsable de esta enfermedad, tales como el jarabe de maíz alto en fructosa y otros azúcares, los granos procesados, las grasas trans, los endulzantes artificiales y otros aditivos sintéticos que pueden agravar la disfunción metabólica.

Además de la fructosa, las grasas trans sintéticas aumentan el riesgo de diabetes debido a que interfieren con los receptores de insulina. Evite consumir aceites vegetales procesados de manera industrial, los cuales se encuentran en la mayoría de los alimentos procesados y en los alimentos de restaurantes. La grasa poliinsaturada que se encuentra en los aceites vegetales procesados no es perjudicial, pero sí es dañino consumirla en exceso o cuando los aceites se degradan, lo que ocurre durante el refinado, el procesamiento y el calentamiento (cocción).

En lugar de estas grasas trans, consuma alimentos ricos en grasas saludables, como aguacate, aceitunas, coco, nueces y semillas crudas, manteca de cacao cruda y yemas de huevo de gallinas camperas. Las mejores opciones para preparar alimentos son el aceite de coco, la mantequilla orgánica cruda de animales alimentados con pastura, el ghee orgánico, la manteca de cerdo, el sebo y el aceite de oliva. Se ha demostrado que las grasas lácteas que se encuentran en la mantequilla, el queso y el yogur reducen el riesgo de diabetes en específico.

El ayuno es una intervención poderosa para tratar la diabetes tipo 2

El ayuno o alimentación con restricción de tiempo (TRE, por sus siglas en inglés) es una intervención simple y poderosa que imita los hábitos alimenticios de nuestros antepasados y debería ser esencial para contrarrestar la diabetes. En esencia, implica limitar su tiempo de alimentación de seis a ocho horas por día en lugar de que esta consista en más de 12 horas, como en la mayoría de los casos. Este tipo de intervención restaura su cuerpo a un estado más natural, lo que le abre la puerta a una gran cantidad de beneficios metabólicos. La TRE aumenta las tasas de absorción de glucosa mediada por insulina, lo que promueve la sensibilidad a la insulina y mejora el control del azúcar en la sangre.

Diversos estudios respaldan los beneficios del ayuno: en un estudio de 2017 que se publicó en la revista Cell, los investigadores descubrieron que el ayuno parcial ayuda a que el páncreas se regenere, ya que promueve la generación de células beta productoras de insulina. Estas son células que detectan el azúcar en la sangre y liberan insulina si los niveles son demasiado altos. Otro estudio reveló que cuando 15 hombres con riesgo de diabetes tipo 2 restringieron su alimentación a un período de nueve horas, redujeron su nivel medio de glucosa en ayunas, sin importar cuándo comenzara el “período de alimentación”.

Sin embargo, debe tener cuidado al hacer este tipo de ayuno si tiene diabetes, en especial si ya está tomando algún medicamento para regularizar los niveles de azúcar en la sangre. El ayuno puede hacer que sus niveles se reduzcan demasiado y esto podría ser peligroso. No olvide consultar a un médico antes de implementar el ayuno.

El estado del magnesio interviene en la diabetes tipo 2

El magnesio interviene en cientos de reacciones bioquímicas del cuerpo y la deficiencia de este puede ocasionar problemas de salud importantes, como la diabetes tipo 2. Los niveles bajos de magnesio se han relacionado con un mayor riesgo de resistencia a la insulina, según los estudios.

Un estudio en la revista Nutrients reveló que, entre las personas con prediabetes, aquellos que consumían magnesio en mayores cantidades tenían un riesgo mucho menor (hasta en un 71 %) de desarrollar problemas metabólicos y de azúcar en la sangre, en comparación con aquellos que lo consumían en cantidades más bajas. Tener niveles altos de insulina en la sangre (lo cual indica resistencia a la insulina) también ocasiona una mayor pérdida de magnesio.

En 2019, una publicación de Diabetes Research and Clinical Practice también destacó la relación que existe entre los niveles bajos de magnesio, la diabetes y la hipertensión. De acuerdo con los autores:

"En los cuartiles de magnesio sérico de mayor a menor, los índices de prevalencia de diabetes fueron 1.00, 1.35, 1.88 y 2.70, respectivamente. La presencia de hipertensión aumentó de forma significativa la probabilidad de sufrir diabetes en una amplia gama de pacientes con niveles de magnesio sérico mucho más bajos. Un consumo bajo de MRDP [patrón dietético relacionado con el magnesio] también se asoció de forma positiva con la diabetes y la HbA1c alta".

Aunque la cantidad recomendada de magnesio es de 310 a 420 miligramos por día, muchos expertos concuerdan en que lo ideal sería consumir de 600 a 900 miligramos por día. La mejor forma de obtener magnesio es a través de los alimentos, en especial, las verduras de hojas de color verde oscuro. Los aguacates, el natto y los nibs de cacao crudo también son excelentes fuentes de este nutriente.

Además de ser una gran fuente de grasas saludables, las nueces y las semillas también contienen magnesio. Algunas de las semillas más ricas en magnesio son: girasol, sésamo negro, comino negro, calabaza y semillas de chía. De todos ellos, el comino negro (nigella sativa) merece una mención especial, ya que los estudios han demostrado que puede ayudar a prevenir tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2. Un estudio reveló que el comino negro mejoró la tolerancia a la glucosa con la misma eficiencia que la metformina.

El ginseng parece prometedor para combatir la diabetes tipo 2

El ginseng es una hierba que se utiliza en la medicina tradicional y que tiene el potencial de contrarrestar la diabetes debido a sus efectos antidiabéticos. Tanto el ginseng asiático (Panax ginseng) como el ginseng americano (Panax quinquefolius L.) contienen cerca de 200 ginsenósidos, saponinas o triterpenoides de ginseng, a los que se atribuyen algunas de las propiedades antidiabéticas de esta hierba.

El ginseng tiene múltiples mecanismos por los cuales ayuda a controlar la diabetes, tales como la modulación de los niveles de glucosa en la sangre al mejorar la función de las células beta del páncreas. El ginseng también mejora la sensibilidad a la insulina, y el extracto de bayas ayuda a mejorar el control glucémico cuando permite que las células beta del páncreas proliferen y apoyen la secreción de insulina.

Una revisión de 2019 que se publicó en la revista Moleculesdestacó las propiedades antidiabéticas de los extractos de ginseng y los ginsenósidos. Uno de los estudios fue un metaanálisis de 16 ensayos clínicos controlados y aleatorios, que reveló que el ginseng redujo de forma significativa la glucosa en la sangre (en ayunas) en comparación con el grupo de control. Otro metaanálisis de ocho ensayos demostró que la suplementación con ginseng condujo a mayores reducciones de la glucosa en ayunas y la insulina posprandial en comparación con el grupo de control. Estas fueron las conclusiones de los investigadores:

“Los estudios en humanos, animales y células han demostrado que diferentes extractos de ginseng procesados y ginsenósidos específicos poseen efectos beneficiosos sobre la diabetes, en especial, la de tipo 2”.

Otras estrategias relacionadas con el estilo de vida para controlar y contrarrestar la diabetes

Llevar un estilo de vida saludable es una de las mejores estrategias para prevenir y tratar la diabetes tipo 2. Estas son algunas recomendaciones adicionales que debería incorporar a su rutina diaria.

Lleve una alimentación rica en fibra. Un estudio de 2015 reveló que las personas que consumían más de 26 gramos de fibra al día tenían un riesgo 18 % menor de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con las que consumían menos de 19 gramos al día. La fibra beneficia a las personas con diabetes debido a que altera las señales hormonales, ralentiza la absorción de nutrientes o altera la fermentación en el intestino grueso y, además, promueve la sensación de saciedad.

Consuma cantidades suficientes de vitamina D. La evidencia respalda la idea de que la vitamina D es muy beneficiosa para las personas que padecen diabetes tipo 2. La mejor forma de optimizar su nivel de vitamina D es exponerse al sol con regularidad o tomar un suplemento de vitamina D3, en caso de que la luz solar sea escasa en la zona donde vive.

Haga ejercicio con la regularidad e intensidad adecuadas. Diversos estudios han demostrado que la actividad física puede ayudar a aumentar la sensibilidad a la insulina. Uno de los mejores ejercicios que puede hacer para controlar la diabetes tipo 2 es el entrenamiento de alta intensidad en intervalos (HIIT). De acuerdo con las investigaciones, solo un período de entrenamiento HIIT de dos semanas normalizó los niveles de absorción de glucosa en los músculos de los muslos de las personas con prediabetes o diabetes tipo 2.

Procure gozar de un sueño nocturno de alta calidad. La falta de sueño puede aumentar el estrés y los niveles de azúcar en la sangre, lo que contribuye a la resistencia a la insulina y la leptina. Un estudio indicó que las personas que solo dormían unas cuantas horas o menos tenían mayores probabilidades de sufrir prediabetes en comparación con las que dormían siete horas o más.

Optimice su salud intestinal. Introduzca bacterias buenas a su cuerpo al consumir alimentos fermentados (como natto, queso orgánico crudo, miso y vegetales cultivados) o tome un probiótico de alta calidad. Si su microflora se encuentra en buenas condiciones, su sistema inmunológico será más fuerte y, por ende, su cuerpo tendrá un mejor funcionamiento en general.


🔍Fuentes y Referencias