📝HISTORIA EN BREVE

  • La deficiencia de grasas omega-3 podría haber influido en la muerte de Lou Gehrig a causa de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), ya que las investigaciones demuestran que estas grasas saludables podrían ayudar a proteger a pacientes con ELA
  • Los niveles altos de grasas omega-3, en especial el ácido alfa-linolénico (ALA) de grasas omega-3 de origen vegetal, podrían tener una relación con un deterioro más lento y un menor riesgo de muerte en pacientes con ELA
  • El equilibrio del omega-3 que consume es esencial, ya que los alimentos procesados contienen demasiadas grasas omega-6, lo que altera la proporción de omega-3 a omega-6, y afecta la capacidad innata de su cuerpo para sintetizar los EPA y DHA beneficiosos
  • En 1939, Lou Gehrig tuvo que retirarse del béisbol, debido a que los síntomas del ELA provocaron que ya no pudiera jugar; la historia nos muestra que, a principios del siglo XX, el consumo del ALA comenzó a disminuir, debido a que se convencía a la gente de evitar las grasas animales naturales, lo que generó un mayor consumo de aceites vegetales
  • A pesar de que existen varios factores que favorecen la ELA, la deficiencia de las grasas omega-3 podría haber influido en el caso de Gehrig

🩺Por el Dr. Mercola

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, llamada así por el jugador de béisbol de los Yankees de Nueva York que murió a causa de esta enfermedad. Existen varios factores que pudieron influir en el deterioro de la salud de Gehrig, como el traumatismo craneal constante,1que tiene una relación con la ELA.

Sin embargo, la deficiencia de grasas omega-3 también pudo ser un factor, ya que las investigaciones demuestran que estas grasas saludables podrían ayudar a proteger a los pacientes con ELA.2 El estudio realizado por investigadores de Harvard, demostró que los niveles más altos de omega-3 podrían favorecer una supervivencia mayor y un deterioro funcional más lento en las personas con ELA.

Sin embargo, lo que este estudio no señala es que disminuir el omega-6 del aceite de semillas en forma de ácido linoleico podría ser igual de importante. Esto se debe a que cuando su cuerpo tiene demasiado omega-6, las enzimas que convierten la grasa omega-3 (ALA) son usadas por la grasa omega-6 (AL) y se utilizan para producir ácido araquidónico, en lugar de las EPA y DHA.

Consumir alimentos ricos en omega-3 podría ser beneficioso en el tratamiento de la ELA

Las grasas omega-3 son conocidas por sus efectos neuroprotectores, y una investigación publicada en la revista Neurology3 apoya estos efectos positivos en la ELA. En este estudio participaron 449 personas con ELA, cuya gravedad de los síntomas y progresión de la enfermedad se analizaron y calificaron durante 18 meses. También se midieron los niveles de grasas omega-3 en la sangre y se dividió a los participantes en cuatro grupos, de menor a mayor. 4

Los niveles altos de grasas omega-3, en especial el ácido alfa-linolénico (ALA) de grasas omega-3 de origen vegetal, podrían tener una relación con un deterioro más lento y un menor riesgo de muerte.5 El 33 % de los participantes que fallecieron durante el estudio, pertenecía al grupo con los niveles más bajos de ALA, en comparación con el 19 % del grupo con niveles más altos.

Incluso, cuando se consideraron los antecedentes familiares, la edad y otros factores, las personas con los niveles más altos de ALA tenían un riesgo 50 % menor de muerte.6 El estudio también demostró que el ácido eicosapentaenoico (EPA), otra grasa omega-3 que se puede encontrar en el pescado graso y el aceite de kril, también podría tener una relación con un menor riesgo de muerte.7

Kjetil Bjornevik, autor principal del estudio, profesor asistente de epidemiología y nutrición en Harvard T.H. Chan School of Public Health, explicó lo siguiente:8

“Los resultados de nuestro grupo de investigación demostraron que una alimentación alta en ALA y niveles elevados de este ácido graso en la sangre podrían disminuir el riesgo de desarrollar ELA. Encontramos que entre las personas que tienen ELA, los niveles sanguíneos más altos de ALA también tuvieron una relación con un desarrollo más lento de la enfermedad y un menor riesgo de muerte dentro del período de estudio.
Estos resultados, junto con nuestra investigación anterior, señalan que este ácido graso podría tener efectos neuroprotectores que podrían beneficiar a las personas con ELA”.

El equilibrio adecuado de omega-3 es primordial

Es curioso que este estudio destacó que el ALA, e incluso el ácido linoleico (AL), que es un tipo de omega-6 que se encuentra en los aceites de semillas procesados industrialmente, tuvo un efecto protector.9De acuerdo con lo que explica Nils Hoem, científico investigador de la empresa Aker BioMarine, la compañía de aceite de kril más grande del mundo, existen dos grasas poliinsaturadas (PUFA) esenciales en la medicina convencional.

Una de ellas es el AL, que es una molécula de 18 carbonos. El otro es el ALA, que también tiene 18 carbonos. Estas grasas deben obtenerse de los alimentos, ya que su cuerpo no puede producirlas. Debido a que el AL se encuentra en casi todos los alimentos y solo necesita una pequeña cantidad, es muy difícil tener una deficiencia. De hecho, ya que se encuentra en abundancia en casi todos los alimentos ultraprocesados, la mayoría de las personas consumen demasiado.

Por otro lado, los omega-3 EPA y DHA, que tienen 20 y 22 carbonos respectivamente, pueden sintetizarse en su cuerpo, siempre y cuando tenga suficiente delta-6-desaturasa disponible, que es la enzima que se encarga de producirla a partir del ALA.

El problema es que estas grasas compiten por esta enzima, por lo que cuando tiene 10 veces (1000 %) más omega-6 en su sistema, como la mayoría de las personas, la delta-6-desaturasa se utiliza para convertir el omega-6 en ácido araquidónico, en lugar de convertir el ALA en EPA.

Debido a que los alimentos procesados contienen demasiadas grasas omega-6, altera la proporción de omega-3 a omega-6 y afecta la capacidad innata de su cuerpo para sintetizar los EPA y DHA beneficiosos.

Aumentar los niveles de omega-3 podría ser fundamental para la mayoría de las personas

Recuerde que cuando su alimentación es rica en AL, se inhibe la enzima delta-6 desaturasa, que es la que convierte el ALA en EPA y luego en DHA. Por esta razón, es fundamental disminuir el consumo de AL tanto como sea posible, para que su cuerpo pueda convertir con mayor facilidad cualquier omega-3 de origen vegetal que se encuentre en las semillas de lino, cáñamo y chía, en grasas omega-3 EPA y DHA de origen animal.

Si disminuye su consumo de AL a solo el 1 % o 2 % de las calorías que consume al día, esta competencia por el delta-6 se vuelve irrelevante. Por desgracia, la mayoría de las personas consumen del 20 % al 25 % de sus calorías en forma de AL, lo que significa que esta grasa está almacenada en sus células, y podría tardar hasta siete años eliminarla.

Limitar su consumo de AL podría equilibrar de forma natural sus omega-3. Otra manera de lograr esto sería al aumentar el consumo de omega-3 de origen animal, lo que podría eliminar el omega-6 de sus membranas. Lo mejor es que realice ambas cosas. De acuerdo con Hoem:

“La diferencia entre la cantidad de omega-6 y omega-3 es tan grande, que la única manera de aumentar los niveles de omega-3 en las membranas es tomando más omega-3. Con lo que se podría alcanzar un intercambio 1 a 1 de EPA y DHA por omega-6 en la membrana.
Esto significa que al aumentar el volumen molar de EPA y DHA en la membrana, se eliminaría la misma cantidad de omega-6. Es importante recalcar que el estado de sus membranas tiene una relación con su consumo de grasas omega-6 y omega-3. Debido a que las grasas omega-6 están en todas partes, la mejor opción es enfocarse en aumentar su consumo de grasas omega-3 de cadena larga”.

En 1939, Gehrig se despidió del béisbol, ya que los síntomas de ELA provocaron que su cuerpo no fuera capaz jugar.10 La historia demuestra que, a principios del siglo XX, el consumo de ALA comenzó a disminuir, debido a que se convencía a la gente de evitar las grasas animales naturales, como la mantequilla y la manteca de cerdo.11

Esto generó un gran aumento, más del doble, en el consumo de AL, en especial de los aceites vegetales.12 A pesar de que existen varios factores que favorecen la ELA,13 la deficiencia de grasas omega-3 podría haber influido en el caso de Gehrig.

Las lesiones en la cabeza relacionadas con los deportes también podrían tener una relación con el omega-3 y la ELA

Otra relación interesante son las múltiples lesiones en la cabeza que sufrió Gehrig, que también tienen un vínculo con el omega-3. Las lesiones recurrentes en la cabeza podrían provocar encefalopatía traumática crónica (CTE),14 la cual podría tener una relación con el desarrollo de la enfermedad de la motoneurona.

Pero la CTE no suele desarrollarse después de una o dos conmociones cerebrales. La mayoría de las personas desarrollan la enfermedad después de recibir cientos o miles de golpes en la cabeza, que no solo incluyen conmociones cerebrales, sino también muchos impactos menores que no causan conmoción, pero que podrían ser el factor más importante.15 Esto podría explicar el caso de Gehrig. De acuerdo con la cadena PBS:16

"Lou Gehrig era conocido como el Caballo de Hierro, no solo por su gran fuerza y velocidad, sino también porque siempre jugaba sin importar la lesión que sufriera el día anterior.
En múltiples ocasiones fue golpeado por algún lanzamiento erróneo del pitcher, o golpeado en la cara por roletazos, sin ninguna protección más que su gorra de béisbol, sufrió varias conmociones cerebrales, episodios de pérdida del conocimiento y otras formas de traumatismo craneoencefálico.
Gehrig también se golpeó con varios objetos fuera de la caja de bateo y de primera base. En 1924, durante una pelea posterior al juego con los Tigres de Detroit, Gehrig intentó golpear Ty Cobb, pero falló y al caer se golpeó la cabeza contra el pavimento, lo que provocó que perdiera el conocimiento por un momento."

En términos de traumatismo cerebral, la grasa omega-3 DHA podría ayudar al cerebro a resistir el estrés oxidativo, mientras conserva la homeostasis y la función de la membrana después de una lesión. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles señalaron que el DHA en los alimentos podría "contrarrestar aspectos amplios y esenciales de la patología de TBI (lesión cerebral traumática), que podrían ayudar a conservar la capacidad cognitiva".17

Los beneficios del omega-3 para el cerebro están bien documentados

Las grasas omega-3 son esenciales para el cerebro. La revista Neurology publicó un estudio que encontró que, "a diferencia de las mujeres con un menor nivel, las mujeres de edad avanzada con niveles elevados de grasas omega-3 tuvieron una mejor salud cerebral con la edad, lo significa que podrían mantener una mejor función cerebral durante uno o dos años más".18

Además, los adultos de edad avanzada con problemas de memoria, que consumieron DHA, solo o combinado con EPA, mejoraron su memoria.19 Los niveles bajos de DHA podrían tener una relación con la pérdida de memoria y la enfermedad de Alzheimer, mientras que algunos estudios señalan que las enfermedades degenerativas del cerebro podrían ser reversibles con la cantidad adecuada de DHA. 20,21

Esto es lógico, ya que el DHA es un componente estructural primordial del cerebro que se encuentra en niveles altos en sus neuronas, las cuales son las células de su sistema nervioso central. Cuando no consume suficientes grasas omega-3, las células nerviosas se vuelven rígidas y más propensas a inflamarse, ya que las grasas omega-3 que faltan se sustituyen con grasas omega-6.

Cuando las células nerviosas se vuelven rígidas e inflaman, se altera la neurotransmisión adecuada de célula a célula y dentro de las células. Si desea más información puede leer mi libro: "Súper Keto", coescrito con el Dr. James DiNicolantonio. El DHA también estimula la vía Nrf2, que ayuda a regular la oxidación y reducción celular, así como el proceso de desintoxicación.22

Además, el DHA podría aumentar la hemooxigenasa 1,23 una proteína que se produce en respuesta al estrés oxidativo y que ayuda a regular de forma ascendente las enzimas antioxidantes, las cuales son fundamentales para la salud del cerebro.

Las mejores fuentes de Omega-3

A pesar de que el aceite de pescado es el más común cuando se piensa en suplementos de omega-3, no es la mejor opción. Esto se debe a que en la mayoría de los suplementos comerciales de aceite de pescado, el DHA y el EPA se encuentran en forma de ésteres etílicos.

En otras palabras, los ésteres etílicos son un sustrato sintético que se crea a través del proceso de microdestilación del aceite de pescado crudo. La mayoría de las compañías producen aceite de pescado con grasas en forma de éster etílico, ya que es mucho más económico que producir grasas en forma triglicéridos. Además, es más fácil trabajar con ésteres etílicos, ya que tienen un mayor punto de ebullición, que es importante cuando los aceites se calientan y purifican de contaminantes ambientales.

La desventaja de los ésteres etílicos es que son la forma menos biodisponible de omega-3. Los ácidos libres del aceite de pescado tienen un índice de absorción de al menos el 95 %. Un estudio demostró que el EPA en su forma de triglicérido natural tuvo un índice de absorción del 69 %, mientras que las formas de éster etílico absorbieron solo alrededor del 20 %, al igual que los ácidos libres.24

Cabe recalcar que las moléculas inestables también son más propensas al daño oxidativo y, por lo tanto, a volverse rancias, lo que significa que consumir aceite de pescado sintético podría provocar más daños que beneficios.25

La mejor opción es consumir grasas omega-3 en forma de alimentos enteros, cómo el pescado graso de agua fría. Incluyendo salmón salvaje de Alaska, sardinas, anchoas, caballa y arenque. Si prefiere tomar un suplemento, la mejor opción es el aceite de kril, ya que es mucho mejor que el aceite de pescado.

Para garantizar que obtiene la cantidad adecuada de grasas omega-3 beneficiosas, ya sea a través del pescado de agua fría o del aceite de kril, mida su índice de omega-3, una medida de la cantidad de EPA y DHA en las membranas de las células de sangre.

No olvide que para favorecer la salud y el cerebro, además de aumentar los niveles de EPA y DHA, también debe disminuir en gran medida el consumo de AL para asegurarse de que los niveles de omega-3 estén equilibrados.

Puede utilizar el sitio web cronometer.com para ingresar y medir sus alimentos, y este le dirá la cantidad de AL que consume. Lo ideal es menos de 5 gramos, pero entre más bajo es mejor. El mío es de 2.5 gramos o alrededor del 0.8% del total de calorías diarias. El objetivo es consumir menos del 2 % de las calorías diarias.