En el primer caso del mundo con implicaciones de gran alcance sobre el futuro de cómo nacen los bebés y de quién, nació un bebé con un peso de 6 libras y 13 onzas de un útero que un robot implantó en su madre.

El útero fue donado por un familiar y utilizó fertilización in vitro (FIV) para fecundarla. El bebé nació a través de una cesárea planificada. Si bien el uso del robot fue el primero, este no fue el primer bebé nacido de un útero implantado. El robot les permitió a los médicos realizar procedimientos que eran muy peligrosos de realizar a mano o simplemente imposibles de realizar a mano.

El éxito del procedimiento es una fuente de esperanza para las mujeres sin útero, como las que han tenido cáncer u otras afecciones que les impiden tener un bebé.


🔍Fuentes y Referencias