HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en inglés) afecta de 80 a 100 millones de personas en Estados Unidos. El 20 % de los afectados, padece la forma más grave llamada esteatohepatitis no alcohólica o NASH
  • En la actualidad no existe un tratamiento para la NAFLD, pero cambios en el estilo de vida y modificaciones en la alimentación pueden tener grandes efectos
  • En un estudio reciente, los investigadores descubrieron que un suplemento con extractos de bergamota y alcachofa silvestre podría disminuir la grasa del hígado entre un 7 % y un 15 %
  • Evitar el azúcar, consumir más colina, hacer ejercicio de manera regular y perder peso también puede ayudar a la salud de su hígado y a reducir su riesgo de sufrir NAFLD

Por el Dr. Mercola

Es probable que crea que la enfermedad hepática solo es para las personas que beben alcohol en exceso, pero en la actualidad se estima que entre 80 y 100 millones de personas en Estados Unidos padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico, o NAFLD, una forma de enfermedad hepática que ocurre sin el abuso de alcohol.

Debido a que la NAFLD puede progresar a otros problemas más graves como el cáncer y la cirrosis, se considera un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca, enfermedad renal y diabetes tipo 2, por lo que encontrar estrategias para tratarla se ha convertido en una prioridad de salud pública.

Hoy en día no existen medicamentos aprobados por la FDA para la afección, pero las investigaciones demuestran que los cambios en el estilo de vida y la alimentación, como consumir suplementos con extractos de bergamota y alcachofa, podrían ser de gran ayuda.

La bergamota y la alcachofa pueden disminuir la grasa en el hígado

En un estudio publicado en Frontiers in Endocrinology en agosto de 2020, investigadores inscribieron a 102 participantes de entre 35 y 70 años con hígado graso y niveles de colesterol un poco altos en un ensayo clínico doble ciego.

Los participantes fueron asignados al azar en dos grupos: un grupo recibió un placebo y el otro grupo recibió una dosis diaria de 300 miligramos de Bergacyn FF, un suplemento que contiene compuestos bioactivos de bergamota y alcachofa silvestre, también llamado cardo silvestre o Cynara cardunculus L., por 12 semanas.

Además de tomar el suplemento, también se les indicó que siguieran una dieta mediterránea, y a los participantes con obesidad se les indicó que disminuyeran su consumo de calorías de 400 a 500 por día. Después de 12 semanas, los investigadores concluyeron que el suplemento disminuyó la grasa hepática general en un 7 %. En los participantes mayores de 50 años, la grasa hepática se redujo en un 15 %.

Aunque la bergamota y la alcachofa silvestre contienen muchas sustancias bioactivas, los investigadores atribuyeron los efectos a los polifenoles. Los polifenoles actúan como antioxidantes, ya que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen el organismo de los radicales libres.

También estimulan la lipofagia, que es la descomposición de las gotas de grasa en el cuerpo. Las frutas cítricas son ricas en una clase de polifenoles llamados flavonoides, pero la bergamota, un tipo de fruta cítrica amarga y no comestible, contiene la concentración más alta.

El compuesto más beneficioso de la alcachofa silvestre es la cinaropicrina, un terpeno que disminuye el estrés oxidativo y combate la inflamación. La alcachofa silvestre también contiene otros compuestos beneficiosos, como ácidos cafeoilquínicos, luteolina y apigenina.

En un estudio previo, investigadores descubrieron que la combinación de bergamota con extracto de alcachofa silvestre también podría disminuir el estrés oxidativo y combatir la inflamación vascular o la inflamación de los vasos sanguíneos en personas con diabetes tipo 2 y con NAFLD.

¿Qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico?

Para entender por qué este estudio es tan importante, debe comprender el impacto que tiene la NAFLD y la forma en la que afecta a la población. La NAFLD es un término general que engloba dos formas de enfermedad hepática, hígado graso no alcohólico (NAFL) y esteatohepatitis no alcohólica (NASH).

La NAFL es la forma más leve. Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, pero sin inflamación ni daño a las células del hígado. Aunque algunas personas con NAFL desarrollan afecciones hepáticas más graves, el riesgo es bajo.

La NASH es la forma más grave de la NAFLD. Además del exceso de grasa en el hígado, la NASH se caracteriza por hepatitis o inflamación del hígado que puede causar cicatrices. Con el tiempo, la NASH puede progresar a cirrosis o cicatrización excesiva del hígado que puede provocar daño hepático.

De los 80 a 100 millones de personas en Estados Unidos con NAFLD, el 20 % tiene NASH, y del 30 % al 40 % de los que tienen NASH desarrollarán cicatrices en el hígado (fibrosis).

Aumentan los casos de NAFLD en los niños

La NAFLD se consideraba como una afección que afectaba a los adultos, pero debido a que cada vez más niños tienen sobrepeso u obesidad, se ha convertido en una de las principales causas de enfermedad hepática crónica en los niños. Aunque las estimaciones difieren, se cree que la NAFLD afecta casi del 3 % al 12% de la población pediátrica en general y del 70 % al 80 % de los niños con obesidad.

Esto se debe a una determinada variante genética llamada PNPLA3 y al consumo excesivo de azúcar. En un estudio realizado en 2008, investigadores descubrieron que tener el gen PNPLA3 podría incrementar el riesgo de acumular grasa en el hígado e inflamación. La población hispana, es la más susceptible a la enfermedad del hígado graso y es más propensa a portar este gen.

Los investigadores de un estudio diferente analizaron cómo el consumo elevado de carbohidratos y azúcar podría afectar el hígado de los niños hispanos con sobrepeso y con el gen PNPLA3. Descubrieron que los niños con dos copias del gen tenían una mayor acumulación de grasa en el hígado cuando consumían una alimentación con grandes cantidades de azúcar.

La fructosa fue preocupante porque activaba la SREBP-1, una proteína que desempeña un papel en la estimulación de la lipogénesis de novo, el proceso que convierte los carbohidratos en ácidos grasos en el hígado e impide la descomposición de grasas en el hígado.

Otras formas de apoyar la salud del hígado

Aunque no existen tratamientos aprobados para la NAFLD, varios estudios demuestran que las cicatrices, inflamación y la acumulación de grasa se pueden revertir si la afección se detecta a tiempo. Por supuesto, también es mejor prevenir una afección como la NAFLD en lugar de intentar revertirla una vez que la padece. Por suerte, existen muchas cosas que puede hacer para apoyar la salud de su hígado incluyendo cambios de estilo de vida.

Además de los suplementos con bergamota y extractos de alcachofa silvestre, existen otros factores que pueden tener un impacto significativo en el desarrollo de la NAFLD, los cuales incluyen:

Eliminar el azúcar de la alimentación: se sabe que el consumo excesivo de azúcar causa la enfermedad del hígado graso al estimular la lipogénesis de Novo. La fructosa tiene el efecto más significativo, pero la sacarosa (azúcar común) y la glucosa también pueden contribuir. Aunque tal vez, no le cause ningún problema comer ocasionalmente fuentes naturales de azúcar en forma de fruta, tiene que evitar los azucares agregados, sobretodo el jarabe de maíz de alta fructosa.

Consumir más colina: la deficiencia de colina se ha relacionado con un mayor riesgo de hígado graso. Puede proteger su hígado y su salud al incrementar el consumo de alimentos ricos en colina, como huevos, hígado de res de animales alimentados con pastura, pechuga orgánica de pollo de corral y carne molida de res de animales alimentados con pastura.

Perder peso (o mantener un peso saludable): si tiene sobrepeso, perder peso puede ayudarlo a mejorar la salud de su hígado, incluso sin cambiar ningún otro factor.

En un estudio de 2015 que se publicó en Digestive Diseases and Sciences, los investigadores descubrieron que una pérdida de peso significativa, definida como más del 10 % del peso corporal total, podría revertir la fibrosis incluso en formas avanzadas de NASH. Algunos de los participantes en el estudio retrocedieron desde la etapa 4 de NASH hasta la etapa 1.

Hacer ejercicio de manera regular: el ejercicio aeróbico lo ayuda a quemar el exceso de calorías, disminuye las células de grasa del hígado y las enzimas hepáticas, incluso sin cambios de peso. El ejercicio también puede mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que también puede reducir el riesgo de desarrollar NAFLD.

Limitar el consumo de medicamentos: limite su consumo de medicamentos a los necesarios y siga las recomendaciones de dosificación. Algunos medicamentos, como los corticosteroides, antidepresivos, antipsicóticos y el tamoxifeno (utilizados para tratar el cáncer de mama) incrementan el riesgo de la NAFLD y otras afecciones de salud. Disminuya esos riesgos al hacer los cambios necesarios en el estilo de vida, con el fin de minimizar su dependencia de los medicamentos.

Controlar la hipertensión: la presión arterial alta incrementa el riesgo de síndrome metabólico y resistencia a la insulina, que están relacionados con el desarrollo de la NAFLD. Existen varios métodos naturales para reducir la presión arterial alta, pero debe consultar a su médico para eliminar el uso de esos medicamentos.

Disminuir la resistencia a la insulina: la resistencia a la insulina podría provocar síndrome metabólico, prediabetes y diabetes tipo 2, todos ellos precursores de la NAFLD. Puede disminuir la resistencia a la insulina al seguir una alimentación baja en carbohidratos, hacer ejercicio de manera regular y perder peso.