HISTORIA EN BREVE

  • Al considerar que pasamos un tercio de nuestra vida acostados en la cama, entonces no es insensato pensar que su colchón podría ser una fuente significativa de exposición química tóxica
  • Las perjudiciales sustancias ignífugas que podría encontrar en los colchones incluyen: PBDE, Deca, ácido bórico, antimonio, melamina, cloruro de vinilideno, bromo y formaldehído, todos los cuales están asociados con efectos graves para la salud
  • Los productos químicos tóxicos no son la única forma en que su colchón podría enfermarlo. Otros factores que podrían dañar su salud incluyen excrementos de ácaros del polvo, moho y hongos, sudor y saliva, orina y caspa de las mascotas que comparten su cama
  • Cuando compre un colchón orgánico sin químicos, busque uno certificado por la Norma Textil Orgánica Global (GOTS, por sus siglas en inglés) o la Norma de Látex Orgánico Global (GOLS, por sus siglas en inglés). Se discute el valor de otras etiquetas de colchones
  • Los mejores y más puros colchones del mercado cumplirán con múltiples estándares de seguridad. Tenga especial cuidado al elegir un colchón para sus hijos, ya que los productos destinados a niños y bebés también son los que tienen más probabilidades de estar empapados de productos químicos retardantes de llama

Por el Dr. Mercola

Existen varios factores que van más allá de la comodidad y que debe considerar al momento de comprar un colchón. Durante las ofertas por el Día del Presidente en los Estados Unidos, The New York Times enumeró algunos consejos que lo ayudarán a seleccionar el colchón ideal, los cuales incluyen lo siguiente:

1.Evalúe la calidad y durabilidad — Los médicos y expertos en camas recomiendan buscar un colchón de memory foam (también conocida como espuma de memoria) con una densidad de 3 libras por pie cúbico o más y espirales con un calibre de 13 a 15.

2.Casi siempre lo barato sale caro — Hace poco, New York Times, realizó una prueba en 20 colchones de espuma y los resultados sugirieron que los modelos en el rango de 1000 dólares en adelante eran de mejor calidad que los de menor precio. Un colchón de alta calidad le durará unos 10 años, así que vale la pena invertir en la mejor calidad que pueda pagar.

3.La comodidad es subjetiva — Lo que podría ser demasiado duro o suave para una persona, podría ser lo ideal para otra y esto incluye a todos aquellos con dolor de espalda.

Y aunque un estudio realizado en 2003 en Lancet concluyó que los colchones con firmeza media mejoraron los síntomas de dolor y discapacidad entre los pacientes con dolor lumbar crónico no especifico, lo mejor que puede hacer es probar una variedad de niveles de firmeza hasta encontrar el ideal para usted.

The New York Times recomienda que cuando vaya a comprar un colchón nuevo lleve su propia almohada y se acueste en la posición en la que duerme normalmente durante unos 15 minutos.

Si bien la comodidad es importante, si sufre de dolor de espalda también debe considerar evaluar su posición para dormir.

Como lo explicó el quiropráctico, el Dr. Peter Martone en el artículo “¿Cuál es la mejor posición para dormir?”, en donde explica que es importante dormir con la columna vertebral en una posición neutral, lo que significa dormir boca arriba con una almohada debajo del cuello, no con toda la cabeza.

Para obtener más información sobre este tema, por favor consulte a mi artículo mencionado en el párrafo anterior haciendo clic en el enlace.

4.Aproveche los periodos de prueba — Como lo señaló Ron Rudzin, presidente ejecutivo de The Saatva Company, su colchón no solo debe sentirse cómodo cuando se va a la cama, “sino que también cuando despierta”.

Muchos colchones tienen un periodo de prueba de 30 días y si no se siente completamente satisfecho con su desempeño, puede regresarlo y escoger otro. Después de todo, dormirá en este colchón durante los próximos diez años, así que vale la pena tomarse el tiempo necesario para encontrar el ideal.

Muchos colchones están llenos de toxinas

Uno de los factores que no estaba en la lista de consejos de The New York Times era asegurarse de que el colchón no contenga sustancias químicas tóxicas. Desde una perspectiva de salud, esta podría ser la consideración más importante.

A partir de 1 de julio de 2007, todos los colchones vendidos en los Estados Unidos debían ser lo suficientemente resistentes al fuego como para soportar una exposición de una llama de soplete de 2 pies de ancho, durante 70 segundos.

Y aunque los fabricantes pueden pasar esta prueba al utilizar métodos naturales o medios químicos, la mayoría optan por utilizar sustancias químicas ignífugas. Los colchones de las marcas de “alta gama” también incluyen dichas sustancias químicas dañinas como:

Polibromodifenil éteres (PBDE) — El PBDE se ha relacionado con problemas de salud como alteración endocrina, neurotoxicidad del desarrollo, problemas reproductivos, disfunción tiroidea y ciertos tipos de cáncer, solo por nombrar algunos.

El PBDE ha estado prohibido en los Estados Unidos desde 2004 debido a su relación con diferentes problemas para la salud, pero si su colchón contiene espuma de poliuretano y se fabricó antes de esta fecha, entonces podría contener esta clase peligrosa de sustancia química ignífuga.

Óxido de decabromodifenilo — Una sustancia química ignífuga similar al PBDE, que se ha relacionado con la pérdida de cabello, pérdida de memoria y posiblemente, cáncer. Como grupo, las sustancias químicas ignífugas se han identificado como uno de los 17 grupos de sustancias de “alta prioridad” que deberían evitarse con el fin de reducir su riesgo de cáncer de mama.

Ácido bórico — Un irritante de las vías respiratorias utilizado para matar cucarachas que ha sido relacionado con daño reproductivo, neurológico y del desarrollo.

Antimonio — Un metal que podría ser más tóxico que el mercurio y el formaldehído, y que ha sido relacionado con el cáncer y problemas cardíacos. La filtración de antimonio de los cubre colchones de cloruro de polivinilo (PVC) también ha sido relacionada con el síndrome de muerte súbita del lactante.

Las temperaturas elevadas, orina, saliva y detergentes utilizados para limpiar la cubierta aumenta la liberación de antimonio, lo cual podría suceder mientras cubre el colchón.

Melamina — Este compuesto ha sido relacionado con daño celular, disfunción renal, daño reproductivo y cáncer.

Cloruro de vinilideno — Aunque no es tan común como otras sustancias químicas ignífugas, esta sustancia química es un posible carcinógeno. Los efectos en la salud incluyen alteraciones en el sistema nervioso tales como convulsiones, sedación y espasmos.

Bromina — Una sustancia química corrosiva. Los efectos de su exposición crónica incluyen edema pulmonar.

Formaldehído — Un veneno altamente tóxico y agente causante de cáncer.

Su colchón puede ser una fuente importante de exposición a sustancias químicas ignífugas tóxicas

La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos ha admitido que las sustancias químicas ignífugas como las que le acabo de mencionar son tóxicas y pueden ser absorbidas por su cuerpo, aunque considera que las cantidades emitidas por su colchón son tan pequeñas que no causan efectos secundarios.

Sin embargo, esa es la misma afirmación que hacen para la mayoría de las fuentes de exposición tóxicas, ya sea que estemos hablando de comida, aire, agua, productos para la limpieza, muebles, electrónicos y productos para el cuidado personal, entre otros. Y cuando se añaden todas estas sustancias químicas juntas, entonces ya no estamos hablando de cantidades mínimas.

Al considerar que pasamos un tercio de nuestra vida acostados en la cama, entonces no es insensato pensar que su colchón podría ser una fuente significativa de exposición química tóxica y si investiga un poco sobre este tema, se encontrará con reportes anecdóticos de personas que se han enfermado gracias a la exposición a las sustancias tóxicas en sus colchones.

Por desgracia, es casi imposible saber qué sustancias químicas contiene su colchón porque los fabricantes no están obligados a revelarlo o ponerlo en sus etiquetas. Por lo tanto, su mejor opción es buscar fabricantes que especifiquen que sus productos no contienen sustancias químicas.

Siempre debe tomar en cuenta que el hecho de que una compañía utilice espuma certificada como libre de sustancias químicas en sus colchones, no significa que el colchón no contiene sustancias químicas ignífugas.

Con frecuencia, las sustancias químicas ignífugas se colocan en una capa de tela de malla por separado, por encima de la espuma, pero debajo de capa de tela superior, así que este caso, el hecho de que la espuma sea libre de sustancias químicas, no significa que todo el producto lo sea.

Lo que puede hacer es buscar colchones hechos de materiales con propiedades ignífugas naturales como Kevlar, lana o algodón orgánico.

Su cama podría ser la culpable de sus problemas de salud

Las sustancias químicas tóxicas no son la única fuente de enfermedades en su colchón. El año pasado, CNN Health, enumeró una serie de factores que también podrían dañar su salud, entre ellos:

Excremento de ácaros de polvo — De acuerdo con algunas investigaciones, 4 de cada 5 hogares en los Estados Unidos tienen al menos una cama con ácaros de polvo y aunque los ácaros en sí, no representan un peligro para la salud, su excremento es muy alergénico.

Para controlar los ácaros de polvo, la Asociación Americana del Pulmón recomienda reducir la humedad en las habitaciones, así como los lugares en donde los ácaros podrían establecerse, remplazar las alfombras y mojar y trapear el piso con regularidad.

Moho y hongos — En un estudio, se probaron 10 almohadas y los resultados fueron que contenían 47 especies diferentes de hongos. Para minimizar el crecimiento de moho y hongos, coloque un purificador de aire con filtro HEPA al lado de su cama.

Sudor — Algunos estudios sugieren que, al año, transpiramos hasta 3.7 litros de sudor en la cama, lo que promueve infecciones como estafilococos o estreptococos. Para minimizar su riesgo, lave su ropa de cama con agua caliente, al menos una vez a la semana.

Caspa de mascotas, saliva y orina — Si tiene mascotas, debería considerar no dejarlas dormir en su cama. Si permite que su mascota duerma en su cama, entonces lave la ropa de cama con mayor frecuencia y aspire el colchón y las almohadas al menos una vez a la semana.

Etiquetas de colchones orgánicos en los que puede confiar

Si está buscando un colchón seguro, necesita saber qué debe buscar en las etiquetas. Algunos términos como “natural”, en realidad no significan nada, mientras que otras palabras como “orgánico” podrían ser engañosas (ya que puede significar que solo algunos materiales del colchón son orgánicos).

Consumer Reports publicó una guía de lo que significa el contenido de las etiquetas. Aquí algunos factores que debe considerar:

Etiquetas de los mejores colchones

  • Norma Textil Orgánica Global (GOTS)  Al menos el 95 % de los materiales del colchón deben estar certificados como orgánicos. Ciertas sustancias, incluyendo las ignífugas y poliuretano (común en los productos de memory foam), están prohibidas.
  • Norma de Látex Orgánico Global (GOLS) — Aplica para los colchones de látex y garantiza que solo se ha utilizado látex orgánico.

Etiquetas de colchones buenos

  • Oeko-Tex Standard 100 — Esta etiqueta establece límites de emisión de sustancias químicas tóxicas como formaldehído y compuestos orgánicos volátiles (VOC). Las sustancias químicas ignífugas, colorantes y tintes alergénicos están prohibidas.

Etiquetas con algo de valor

  • CertiPUR-US — Solo aplica para la espuma de poliuretano y prohíbe el uso de ciertas sustancias como PBDE. Se realizan pruebas para detectar contenido de formaldehído y otras toxinas. Pero debe recordar que esta prueba solo aplica para el material de espuma y no para las demás capas de tela que podrían contener sustancias químicas ignífugas.
  • Greenguard — El producto final debe someterse a ciertas pruebas para detectar límites de emisiones específicas de formaldehído y otros VOC.
  • Greenguard Gold — Lo mismo que Greenguard pero con límites de emisiones más estrictos.
  • Organic — Un colchón puede etiquetarse como orgánico incluso cuando solo algunos de sus compuestos son orgánicos (mientras que otros son sustancias químicas dañinas). Por ejemplo, la etiqueta puede decir "hecho con algodón orgánico".
  • Organic Content Standard 100 — Esto aplica al porcentaje de materiales certificados como orgánicos en el colchón. También garantiza un seguimiento adecuado del algodón orgánico de su fuente hasta el producto final.

Los mejores colchones tienen múltiples etiquetas en las que puede confiar

Un colchón no necesita tener solo una de las certificaciones que le acabo de mencionar. El mejor y más puro colchón disponible en el mercado tendrá varias certificaciones de seguridad para poder proporcionarle el mayor nivel de seguridad y comodidad.

Este es el caso de mis productos de ropa de cama y Colchones Certificados Orgánicos Essentials Healthy Home hechos por Naturepedic. Estos colchones no solo cumplen con las normas más estrictas de inflamabilidad sin el uso de sustancias químicas ignífugas, sino que también están certificados por terceros:

  • Norma Textil Orgánica Global (GOTS)
  • Norma de Látex Orgánico Global (GOLS)
  • GREENGUARD® Gold
  • Organic Content Standard (OCS100)

Mis colchones proporcionan protección contra incendios con un diseño de producto superior y materiales de la más alta calidad. Su enfoque único e innovador brinda una solución simple y elegante que les permite cumplir con las normas de inflamabilidad, federales y estatales, sin el uso de sustancias químicas peligrosas.

Debe tener especial cuidado al elegir un colchón para su hijo, ya que los productos diseñados para niños y bebés son los que tienen la mayor probabilidad de contener sustancias químicas ignífugas dañinas.

Todos los días pasamos de seis a nueve horas con nuestro rostro pegado al colchón, así que respiramos estas sustancias químicas. Sus hijos pasan aún más tiempo durmiendo, con sus rostros aún más cerca de la superficie del colchón, así que debe asegurarse de comprarles a sus niños un colchón libre de sustancias químicas.