HISTORIA EN BREVE

  • El aceite de kril, astaxantina y berberina podrían ser de los mejores tratamientos para las personas con altos niveles de N-óxido de Trimetilamina (TMAO), que pueden ser un indicador de resistencia a la insulina en el hígado
  • También deberá normalizar su peso; dos estrategias que son más útiles al respecto son la dieta cetogénica cíclica y el ayuno intermitente
  • El TMAO es un metabolito de la colina y carnitina en los alimentos de origen animal como los huevos y la carne; algunas investigaciones sugieren que los niveles elevados de TMAO podrían ser un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares
  • Prácticamente no hay evidencia que sugiera que el consumo alimenticio de TMAO o sus precursores (el pescado es una de las fuentes más ricas), en realidad promueve las enfermedades cardiovasculares (CVD, por sus siglas en inglés), siempre y cuando su función renal sea normal
  • La causa probable de los niveles elevados de TMAO es la resistencia hepática a la insulina; se ha demostrado que una función hepática deficiente eleva significativamente el TMAO al aumentar el FMO3

Por el Dr. Mercola

En los últimos años, las investigaciones han sugerido que el N-óxido de Trimetilamina (TMAO) podría tener un objetivo terapéutico en la resistencia a la insulina y los cánceres gastrointestinales. Como se señala en una revisión científica de 2017:1

“Por medio de la digestión de proteínas y de otros elementos constituyentes de los productos de origen animal, las bacterias comensales en el intestino (microbioma intestinal) forman metabolitos que pueden contribuir al desarrollo tanto de la resistencia a la insulina como del cáncer.
El N-óxido de Trimetilamina (TMAO) es una molécula de este tipo y recientemente atrajo mucha atención, ya que puede ser un factor de riesgo, y un vínculo entre el microbioma intestinal, para las enfermedades cardiovasculares y renales.
Además, se anticipa que el TMAO tendrá importancia como biomarcador, o incluso factor de riesgo independiente, de otras condiciones indeseadas, incluida la resistencia a la insulina... EL TMAO se origina a partir del precursor trimetilamina (TMA), que es un metabolito de varios precursores; principalmente la colina y carnitina de su alimentación".

En un artículo reciente, escrito por el Dr. James DiNicolantonio, quien también es coautor de mi libro titulado Súper Keto, demostramos cómo la resistencia hepática a la insulina es la causa probable de los altos niveles de TMAO, lo cual se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD).2

Además, el documento demuestra que tomar aceite de kril, astaxantina, aceite de pescado y berberina pueden ser algunas de las mejores estrategias complementarias para aquellos con altos niveles de TMAO después de optimizar su alimentación, ya que es solo un reflejo de la resistencia a la insulina en el hígado.

DiNicolantonio tiene un libro titulado The Longevity Solution, escrito con el Dr. Jason Fung y que profundiza en los beneficios de los omega-3, incluyendo a los aceites de kril y pescado.

¿Qué provoca los niveles elevados de N-óxido de Trimetilamina (TMAO)?

Como se señaló antes, el TMAO se crea cuando las bacterias gastrointestinales metabolizan la colina y carnitina en los huevos, hígado, carne y pescado, por solo mencionar algunos. Las bacterias convierten la colina y carnitina en trimetilamina, que luego se absorbe y oxida en TMAO con la ayuda de las monooxigenasas de flavina en el hígado, principalmente FMO3.

Las monooxigenasas de flavina son una familia de enzimas que oxidan los xenosustratos, lo que permite la excreción de los compuestos. Debido a que la colina y carnitina aumentan el TMAO, que se cree que es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD) y diabetes tipo 2, hay quienes recomiendan limitar el consumo alimenticio y suplementario de estos nutrientes.

Sin embargo, DiNicolantonio y sus coautores señalan que hay una falla importante en esta teoría, al afirmar lo siguiente:3

“La epidemiología nutricional no ha logrado incriminar a la colina alimenticia como un factor de riesgo CV; se sabe que la carnitina suplementaria es altamente protectora en pacientes con enfermedad vascular; y el pescado (la fuente alimenticia más rica de TMAO preformada) también tiene una función protectora.
Por lo tanto, al menos en las concentraciones moderadas que se observaron en las personas sin disfunción renal grave, el TMAO no es un factor de riesgo mediador para las enfermedades vasculares, sino que sirve como marcador para los factores que promueven la enfermedad vascular y diabetes.
La insuficiencia renal es uno de estos factores, pero no el único. La posibilidad de que ciertas bacterias GI, que son adeptas a producir trimetilamina, también sean perjudiciales para la salud vascular y metabólica, sigue sin comprobarse. Por lo tanto, los factores que aumentan el FMO3 hepático quedan bajo sospecha.
De hecho, la alteración de la actividad hepática de la insulina que se relaciona con la resistencia hepática a la insulina aumenta la expresión de FMO3 en el hígado.
La resistencia hepática a la insulina puede ser consecuencia del síndrome metabólico y la obesidad visceral, además puede reflejar una actividad subóptima de la adiponectina o péptido 1 similar al glucagón, todos los cuales pueden desempeñar funciones de mediación en la enfermedad cardiovascular y diabetes.
Las dietas, nutracéuticos y medicamentos que combaten la resistencia hepática a la insulina pueden ser útiles para aliviar los riesgos para la salud asociados con el aumento de TMAO".

Los niveles elevados de TMAO podrían ser un factor de riesgo de afecciones cardiovasculares y enfermedad metabólica

Como se señaló en el artículo presentado, la evidencia que vincula a los niveles elevados de TMAO con el riesgo de CVD es contradictoria. Varios estudios han concluido que los niveles elevados de TMAO en la sangre predicen graves incidentes cardiovasculares en personas con cardiopatía preexistente, mientras que otros no han podido respaldar esta conexión.4,5,6,7,8,9

Aun así, un metaanálisis de 11 estudios publicados en 2018 encontró que los niveles más elevados de TMAO se asociaron con un aumento del 23 % en el riesgo de incidentes cardiovasculares y un 55 % de mayor mortalidad por todas las causas.10

Los estudios en animales, citados en el artículo de DiNicolantonio, también sugieren que las dosis muy altas de TMAO o sus precursores: fosfatidilcolina y carnitina, por vía oral, pueden tener un efecto proaterogénico.

Los estudios epidemiológicos de casos y controles también han relacionado los altos niveles de TMAO con un riesgo significativamente mayor de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. "De hecho, las correlaciones entre el TMAO y el riesgo de diabetes parecen ser más fuertes que el del riesgo cardiovascular", escribe DiNicolantonio.

Dicho esto, hay poca evidencia que sugiera que el consumo de TMAO o sus precursores, por medio de los alimentos, realmente promueva la CVD, siempre que su función renal sea normal. Por el contrario, la colina es crucial no solo para su cerebro, sistema nervioso y función cardiovascular, sino también para una buena función hepática y desintoxicación saludable.

De hecho, parece ser esencial para la prevención de la enfermedad del hígado graso y se encuentra en grandes cantidades en alimentos como el pescado, que son conocidos por su influencia beneficiosa en la CVD, en parte debido a los beneficios de las grasas omega-3 de cadena larga. DiNicolantonio afirma lo siguiente:11

"Con respecto a la carnitina y el riesgo CV, un metaanálisis de ensayos clínicos prospectivos en pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio recientemente, concluyó que la suplementación con carnitina se destaca por ser protectora respecto a la mortalidad en general, arritmias ventriculares y nuevos casos de angina...
Los ensayos clínicos también informaron efectos favorables de los suplementos de carnitina o ésteres de carnitina sobre la angina, claudicación intermitente e insuficiencia cardíaca.
Además, los estudios de aterogénesis en roedores, en los que la carnitina se administra en dosis razonablemente proporcionales a las dosis de suplementación de uso clínico, han encontrado que la carnitina es antiaterogénica, a pesar de su propensión a elevar el TMAO...
Por lo tanto, es razonable sospechar que el TMAO moderadamente elevado, en lugar de ser un mediador del riesgo CV relacionado, es un marcador de factores que promueven los incidentes CV y aumentan el TMAO en plasma".12,13,14

Una función hepática deficiente aumenta el TMAO de forma significativa

Según DiNicolantonio, un factor clave parece ser la resistencia a la insulina en el hígado, que se ha demostrado que eleva significativamente el TMAO:15

"El TMAO surge cuando la colina y carnitina de los alimentos son metabolizadas por bacterias gastrointestinales para producir trimetilamina, que luego es absorbida y oxidada a TMAO por las monooxigenasas de flavina en el hígado (FMO), principalmente por la alteración hepática de la actividad de insulina FMO3, tal como se observa en las personas con resistencia hepática a la insulina, aumenta la expresión de FMO3 en el hígado y, por lo tanto, los niveles de TMAO".

DiNicolantonio continúa y propone que la actividad elevada de FMO3 en el hígado puede ser un reflejo de la resistencia a la insulina en el órgano, lo que a su vez influye en el riesgo para la salud cardiovascular. Asimismo, considera que "puede racionalizar la epidemiología del TMAO". Lo explica de la siguiente manera:16

"La resistencia a la insulina hepática y su esteatosis hepática concomitante común, se asocian con un mayor riesgo cardiovascular, así como un riesgo elevado de diabetes tipo 2, que son riesgos que también están asociados con un aumento en el TMAO.
Por lo tanto, se puede postular que el TMAO puede servir como un marcador para la resistencia hepática a la insulina y que esto explica al menos una parte del riesgo de diabetes y los incidentes cardiovasculares relacionados con el TMAO".

Cómo revertir la resistencia a la insulina en su hígado

Si el TMAO elevado es un reflejo de la resistencia hepática a la insulina que aumenta el riesgo de CVD, ¿qué puede hacer para corregirlo y reducir su riesgo? Para empezar, debe normalizar su peso.

Las dos estrategias más útiles al respecto son una dieta cetogénica cíclica y el ayuno intermitente. Para obtener mejores resultados, debe practicarlos juntos. Puede obtener más información sobre estas estrategias en los artículos a los que se hace referencia. Ciertos suplementos también pueden ser muy beneficiosos para abordar la resistencia hepática a la insulina, e incluyen los siguientes:17

Berberina — Funciona como la metformina, un medicamento de uso común para tratar la diabetes. Ambos funcionan, al menos en parte, al activar la proteína quinasa activada por el monofosfato de adenosina (AMPK). Conocido como el "interruptor maestro del metabolismo".

La AMPK es una enzima que controla cómo se produce la energía en su cuerpo y cómo la utilizan las células.

Al activar esta enzima, la berberina y metformina ayudan a regular las actividades biológicas que normalizan los desequilibrios de lípidos, glucosa y energía. Se ha demostrado que la berberina, empleada en la medicina china para tratar la diabetes, también contrarresta la resistencia a la insulina hepática en roedores con diabetes.18,19

AstaxantinaEste poderoso antioxidante carotenoide es agonista del PPAR alfa y posee una actividad similar a la del fenofibrato, el cual es un medicamento para reducir el colesterol.

Los agonistas del PPAR alfa estimulan la AMPK de forma indirecta en el hígado y se ha demostrado que alivian la resistencia hepática a la insulina en animales que reciben alimentos ricos en grasa o fructosa, al igual que reducen el riesgo de incidentes cardiovasculares en pacientes con síndrome metabólico.

Aceite de kril — Esta es otra alternativa ya que contiene la forma esterificada de astaxantina, que aumenta su biodisponibilidad, junto con las grasas omega-3 de cadena larga, que son esenciales para la buena salud cardíaca. Como se señala en el artículo de DiNicolantonio:

“Incluso en comparación con el aceite de pescado, el aceite de kril suprime la esteatosis hepática en roedores. Esto podría deberse al contenido de astaxantina que no se encuentra en el aceite de pescado.
Además, el aceite de kril (pero no así el aceite de pescado), reduce el contenido de diacilglicerol y ceramida en el hígado. También se ha observado que la fracción de fosfolípidos del aceite de kril reduce la producción de glucosa hepática, a diferencia del aceite de pescado.
Por lo tanto, el aceite de kril, que es una fuente de astaxantina altamente biodisponible, parece tener ventajas adicionales para reducir la esteatosis hepática y la resistencia hepática a la insulina, en comparación con el aceite de pescado".

Resumen general de los hallazgos

En resumen, aunque hay pruebas que sugieren que los niveles elevados de TMAO pueden ser un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, aterosclerosis y más incidentes cardiovasculares, los estudios de epidemiología nutricional no han podido demostrar que la colina y carnitina de los alimentos (de las cuales se sintetiza el TMAO), tengan un impacto perjudicial.

Los estudios tampoco apoyan la idea de que las fuentes alimenticias de TMAO, como el pescado, tengan un impacto perjudicial en la salud cardiovascular. Sino todo contrario.

El artículo de DiNicolantonio propone que la única manera en que los niveles elevados de TMAO pueden ser un factor de riesgo de CVD es cuando se acompaña de una función hepática deficiente, mientras que el TMAO elevada podría ser un signo de disfunción hepática.

La buena noticia es que puede mejorar su función hepática y reducir su nivel de TMAO con la ayuda de suplementos nutricionales: berberina, astaxantina y aceite de kril. El Dr. DiNicolantonio termina afirmando lo siguiente:

"En conclusión, hay razones para sospechar que el alto riesgo de incidentes vasculares y de diabetes tipo 2 asociada con un aumento en el TMAO, luego de corregir los factores de riesgo reconocidos, está mediado en gran medida por la resistencia hepática a la insulina y los factores metabólicos que la inducen...
Si este análisis es preciso, hay varias medidas que alivian la resistencia hepática a la insulina: corregir la obesidad visceral, activar la AMPK con metformina o berberina, activar la PPAR alfa con fenofibrato o astaxantina, amplificar la producción de adiponectina con pioglitazona o un régimen alimenticio a base de vegetales.
Además, se podría esperar que las estrategias clínicas que aumentan la producción o bioactividad del GLP-1 disminuyan el TMAO elevado, mientras que a su vez reducen el riesgo de incidentes vasculares y de diabetes asociados con este factor de riesgo. La figura 1 resume estas relaciones...
Es importante destacar que este análisis no excluye la posibilidad de que el TMAO pueda ser directamente patógeno en los niveles muy elevados que se suelen observar en la disfunción renal grave.
De hecho, los estudios de cultivos celulares sugieren que el TMAO puede ser proinflamatorio en las concentraciones plasmáticas que se alcanzan en la insuficiencia renal. En general, es aconsejable minimizar el consumo de compuestos nitrogenados en este contexto".
tmao

Figura 1: las medidas que aumentan la actividad de la adiponectina y el GLP-1, que controlan el síndrome metabólico y activan la AMPK hepática o PPAR alfa, pueden disminuir los niveles elevados de TMAO y con ello el riesgo vascular/metabólico relacionado.