📝HISTORIA EN BREVE

  • La temperatura corporal y la frecuencia cardíaca son indicadores vitales de la salud metabólica, además, reflejan la capacidad para producir energía y la funcionalidad general del cuerpo
  • La temperatura corporal baja y el pulso bajo son indicativos de que está en un “modo de supervivencia”, y esto sucede con frecuencia cuando sigue algún tipo de alimentación restrictiva, como la dieta cetogénica, el ayuno o la dieta carnívora
  • Un metabolismo óptimo se caracteriza por temperaturas corporales más altas, lo que indica una producción efectiva de energía, lo que a su vez brinda una gran variedad de beneficios, incluyendo una mejor digestión y sueño, así como mejores niveles de energía
  • Las temperaturas ideales están entre los 97 °F (36.1 °C) y 98 °F (36.6 °C) al despertar, y deben aumentar poco a poco después de las comidas hasta alcanzar los 98.6 °F (37 °C) al mediodía o temprano en la tarde
  • Las estrategias para mejorar la salud metabólica y aumentar la temperatura corporal incluyen consumir una alimentación balanceada y no restrictiva para mejorar la producción de energía y el bienestar general

🩺Por Ashley Armstrong, autora invitada

Una de las formas más sencillas de evaluar su salud metabólica en casa es midiendo su temperatura corporal. La temperatura corporal es una señal de qué tan bien su cuerpo crea y utiliza la energía. Entonces, una temperatura corporal baja es una señal de que nuestro cuerpo no está produciendo la energía suficiente (es decir, una función metabólica deficiente).

Medir mi temperatura corporal por primera vez hace cinco años, y me hizo dar cuenta de que el estilo de vida restrictivo que llevaba (dieta cetogénica, ayuno y dieta carnívora) ya no me funcionaba.

La lectura del termómetro oral fue de 96.5 °F (38.8 °C), con un pulso en el rango de 50 a 60 lpm.

Estas lecturas gritaban: ESTÁS EN MODO DE SUPERVIVENCIA y NO estás prosperando. Algunos de los síntomas que experimentaba mientras estaba en ese estado de hipotiroidismo y energía baja (confirmado por mi temperatura corporal baja) incluían manos y pies fríos, caída del cabello, problemas de digestión, tolerancia alimenticia limitada (tenía una lista muy reducida de alimentos que podía comer) y niveles de energía cada vez más bajos.

Una temperatura corporal baja es una señal de que lo que está haciendo no es lo más adecuado. Pero no se preocupe, esto se puede cambiar y mejorar. Sin embargo, es posible que deba realizar algunos cambios en su alimentación y estilo de vida.

Por qué la temperatura corporal y el pulso brindan información sobre la salud metabólica

El cuerpo no funciona con aire, cada función requiere energía. Esta energía se obtiene en gran medida de los alimentos que consumimos (¡claro que otros factores como la luz y la exposición al sol también importan!). Pero los electrones entran a través de los alimentos y la finalidad es llevar esos electrones a las mitocondrias, a través de la cadena de transporte de electrones hasta el receptor final de electrones, el oxígeno, para producir la molécula de energía que alimenta la vida: el ATP.

Un cuerpo próspero con un metabolismo óptimo genera la energía suficiente para que todas las funciones del cuerpo se desarrollen sin problemas. Por lo tanto, entre menos ATP generamos, menos energía tiene el cuerpo para funcionar; asimismo, disminuye la capacidad para realizar las tareas no esenciales.

Tener un índice metabólico alto tiene varias ventajas: puede comer más calorías y mantener su peso, tener más energía, tener una composición corporal más óptima, digerir mejor los alimentos, comer una variedad más amplia de alimentos, defecar de forma óptima, dormir mejor y tener una mayor calidad de vida en general.

Con una producción de energía mayor, usted prospera, en lugar de solo sobrevivir. El calor es un subproducto de la producción de energía. Por lo tanto, tomarse la temperatura corporal y el pulso a lo largo del día es una forma sencilla de evaluar su salud metabólica.

Entonces, una temperatura corporal más alta significa una tasa metabólica más alta, ya que producimos mucha energía y generamos calor como subproducto.

Nuestra temperatura corporal sigue un ritmo circadiano. En un cuerpo próspero y resistente, la temperatura al despertar debe ser de entre 97 °F (36.1 °C) y 98 °F (36.6 °C), mientras que las mediciones del pulso deben estar en el rango de 70-90/95 BPM.

Luego, la temperatura corporal debería aumentar poco a poco después de cada comida, hasta alcanzar los 98.6 °F (37 °C) al mediodía o temprano en la tarde. La temperatura corporal disminuirá de forma gradual a medida que se acerca la hora de acostarse. Las mediciones del pulso a lo largo del día deberían estar en el rango de 70 a 95 BPM.

¿Por qué debe tomar la temperatura varias veces?

Al evaluar la salud metabólica, es importante realizar las mediciones a lo largo del día, ya que las hormonas del estrés podrían mantener la temperatura corporal alta por la mañana. Por lo tanto, una persona que tiene niveles elevados de hormonas del estrés podría tener una temperatura alta al despertar que disminuye después del desayuno (lo cual no es una señal de un metabolismo óptimo, ya que queremos ver que la temperatura corporal suba, una señal de que estamos utilizando los alimentos para producir energía). Como lo explicó el fallecido Ray Peat, biólogo y experto en la salud de la tiroides:

“Si el estrés nocturno es muy alto, los niveles de adrenalina seguirán elevados hasta el desayuno, lo que aumentará tanto la temperatura como el pulso. El cortisol promueve la degradación del tejido muscular y su conversión en energía, por lo que es termogénico, por algunas de las razones por las que los alimentos son termogénicos.
Después de desayunar, el cortisol (y la adrenalina, si se mantuvo elevada a pesar del aumento de cortisol) comenzarán a regresar a un nivel más adecuado, ya que el azúcar en la sangre se mantiene con los alimentos y no con las hormonas del estrés.
En algunas personas con hipotiroidismo, este es un buen momento para medir la temperatura y el pulso. En una persona normal, la temperatura y frecuencia cardíaca aumentan después de desayunar, pero en las personas con hipotiroidismo ambas podrían disminuir”.

Un descenso de la temperatura corporal después de una comida demuestra que los alimentos que consumimos reducen nuestro estrés (¡lo cual es algo bueno!), pero no siempre aumentan nuestras reservas de energía metabólica. Una comida estimulante, en términos metabólicos, debería aumentar la producción de calor (y, por lo tanto, de energía).

Por consiguiente, lo ideal es que las mediciones de la temperatura corporal sean similares a los parámetros de la izquierda. Los parámetros de la derecha indican una función lenta de la tiroides y del metabolismo, al igual que un nivel elevado de hormonas del estrés.

¿Por qué tomarse el pulso?

Incluir las mediciones del pulso es opcional, pero podría ayudarle a separar el efecto de las hormonas del estrés o de los factores ambientales y evaluar mejor su salud metabólica. Además de la tiroides, existen diversos factores que podrían influir en la temperatura corporal, por ejemplo:

  • Dormir con mantas térmicas
  • Vivir en un lugar con clima cálido

Ninguno es malo, pero ambos factores podrían ayudar a que el cuerpo regule la temperatura (a pesar de tener un metabolismo deteriorado). Una persona con niveles elevados de hormonas del estrés también podría tener temperaturas corporales elevadas (como se explica en la cita anterior de Ray), en especial a primera hora de la mañana.

Por lo tanto, incluir la medición de la frecuencia cardíaca podría ayudar a interpretar las lecturas de temperatura y tener un panorama más amplio, ya que una temperatura corporal alta con un pulso muy bajo es señal de un metabolismo débil. Su pulso refleja la cantidad de nutrientes y de energía que llegan a las células de todo el cuerpo (¡y este suministro es vital para la producción adecuada de ATP!).

A pesar de lo que muchas personas piensan, aunque una frecuencia cardíaca baja podría significar un cuerpo en forma, no siempre es un signo de buena salud y es un síntoma de un metabolismo lento. Con un pulso bajo (<60 lpm), el cuerpo del atleta se vuelve más eficiente y utiliza menos energía para realizar el mismo trabajo.

Aunque esto es útil para un evento deportivo, podría tener efectos negativos a largo plazo, como índices mayores de envejecimiento, menor libido, problemas digestivos y otras consecuencias debido a una tasa metabólica más baja. Por supuesto que no queremos lecturas elevadas del pulso, pero lo ideal es permanecer en el rango de 70-90/95 BPM.

Puede separar el efecto de las hormonas del estrés de la función de la tiroides al tomar la temperatura corporal y, de forma opcional, la frecuencia cardíaca a lo largo del día.

Mantener una temperatura corporal elevada también es vital para el funcionamiento adecuado de varios sistemas de órganos en todo el cuerpo. La temperatura corporal óptima a la que funcionan los sistemas del cuerpo humano es de 98.6 °F (37 °C).1

¿Por qué? La función de las enzimas depende de la temperatura. Cada pérdida de la actividad de las enzimas significa una pérdida de funcionalidad para el sistema de órganos respectivo. Una caída de sólo 1.8 °F (-16.77 °C) podría provocar una pérdida de alrededor del 50 % de la actividad enzimática.

El Dr. Hiromi Shinya, profesor de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, Estados Unidos, demostró que bajar la temperatura corporal sólo unos 0.9 ° da como resultado un descenso del 30 % en la actividad enzimática y del sistema inmunológico. También descubrió que las células cancerosas podrían multiplicarse mucho más rápido en una temperatura de 95°F (35 °C). La conclusión de sus estudios fue la siguiente:2

"Los seres humanos con temperaturas corporales bajas tienen una menor inmunidad, sufren de problemas circulatorios, tienen más cambios genéticos y, por lo tanto, un riesgo mayor de cáncer".

A medida que la temperatura corporal desciende, la función general del cuerpo disminuye.3

¿Por qué su temperatura corporal es baja?

Aunque las temperaturas corporales bajas podrían ser comunes en estos días, no es algo normal. Los seres humanos solían tener una temperatura corporal promedio de 98.6 °F (37 °C),4 pero esto ha disminuido de forma constante,5 mientras que los índices de obesidad han ido en aumento.

A medida que las tasas metabólicas disminuyen, el aumento de peso aumenta, ya que se quema menos energía en forma de calor y, por consiguiente, se acumula más energía. Existen varias razones por las que la temperatura corporal (y las tasas metabólicas) podría bajar, incluyendo (pero no se limitan a):

Contaminantes ambientales y toxinas, como el glifosato

Xenoestrógenos

Comer poco y tener ciclos constantes de excesos y restricciones

Alimentaciones bajas en carbohidratos

Niveles elevados de estrés

Consumo elevado de PUFA (ácidos grasos poliinsaturados)

 Es algo así como las ardillas

Las ardillas y otros mamíferos, como los osos y las marmotas, hibernan. La hibernación implica temperaturas corporales más bajas y tasas metabólicas más lentas para que un animal pueda sobrevivir durante el invierno (o en condiciones climáticas adversas) sin necesidad de comer. Las tareas no esenciales disminuyen para que el animal pueda conservar energía.

Diversos estudios han demostrado que los animales que hibernan requieren una cantidad importante de PUFA en sus alimentaciones para entrar por completo en la hibernación.6,7,8,9,10 ¡Esto está muy bien documentado en la literatura!

"La composición de las grasas alimenticias influye en los patrones de hibernación y letargo diario. Los mamíferos heterotermos que llevan alimentaciones que contienen aceites vegetales ricos en UFA y PUFA tienen episodios de letargo más prolongados, al igual que Tb [temperatura corporal] y MR [tasas metabólicas] más bajas que los individuos con alimentaciones que contienen grasas ricas en SFA". Geiser et al., 199411

¿Qué comen las ardillas en el otoño para prepararse para hibernar en el invierno? Frutos secos ricos en PUFA. Ahora bien, es fundamental para la supervivencia de este tipo de animales que entren en total hibernación. Pero NO es algo bueno para los humanos entrar en un estado similar a la hibernación. El resultado es que las tareas no esenciales disminuyen y gana peso cuando no consume calorías.

Salud centrada en el metabolismo

Si tiene mediciones de temperatura corporal bajas, no todo está perdido. Sin embargo, es probable que necesite realizar cambios en su alimentación y estilo de vida para poder PROSPERAR y no sólo sobrevivir.

Utilizar mediciones simples de la temperatura corporal podría ser una gran herramienta para ver si los cambios en la alimentación o estilo de vida que realiza ayudan a aumentar la tasa metabólica (y, por lo tanto, a elevar la temperatura corporal). A medida que su temperatura corporal aumenta, sus síntomas reducirán, ya que las “tareas no esenciales” comenzarán a activarse de nuevo (¡porque su cuerpo tiene energía para gastar!). Entonces, ¿cómo puede mejorar las mediciones de la temperatura corporal?

"Lo principal es mantener la tasa metabólica elevada, y hay muchas maneras de hacerlo". Ray Peat Ph.D.

No existe un enfoque universal, ya que todos venimos de diferentes entornos restrictivos. Pero estos son algunos consejos para comenzar (usando mediciones de temperatura como guía):

Consuma las calorías suficientes de acuerdo con sus necesidades (no prosperará con solo 1600 calorías).

Reduzca su consumo de PUFA tanto como pueda.

Coma carbohidratos que le funcionen bien.

Realice entrenamiento de fuerza para desarrollar músculo.

Disminuya, en la medida de lo posible, el estrés en su vida.

Busque la ALEGRÍA y la creación.

Evite las alimentaciones restrictivas, como el ayuno excesivo o las alimentaciones bajas en carbohidratos.

Aunque la restricción podría tener beneficios a corto plazo, casi siempre conlleva un costo metabólico a largo plazo (que es difícil de ver en el momento).

 Sobre la autora

Ashley Armstrong es cofundadora de la empresa Angel Acres Egg Co., que se especializa en huevos con bajo contenido de PUFA (grasas poliinsaturadas), así como de la empresa Nourish Cooperative, que vende carne de cerdo, de res, queso, lácteos A2 y masa madre tradicional con bajo contenido de PUFA.