📝HISTORIA EN BREVE

  • La vitamina E es una vitamina liposoluble y antioxidante muy importante que ayuda a disminuir la inflamación, produce glóbulos rojos, apoya la función del sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K, que es esencial para la salud cardíaca
  • La deficiencia de vitamina E podría aumentar el riesgo de disfunción inmunológica, deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer, incluyendo de próstata, mama, colon y pulmón
  • Un metaanálisis de 11 estudios concluyó que los pacientes con niveles séricos más bajos de vitamina E (el nivel de vitamina E en la sangre) tenían un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Otros estudios han demostrado que la vitamina E natural podría disminuir en un 60 % el riesgo de cáncer de pulmón, mientras que el gamma-tocotrienol, un cofactor, podría reducir en un 75 % la formación de tumores de próstata y suprimir el crecimiento de células de cáncer de mama
  • La vitamina E también evita que el ácido linoleico (AL) en los tejidos se oxide y genere subproductos tóxicos. Dado que la mayoría de las personas tienen niveles de AL que son hasta 10 veces más altos de lo normal y que dicho exceso incrementa de forma significativa el riesgo de enfermedades crónicas, le recomiendo que tome vitamina E de forma regular hasta que sus niveles de AL bajen a niveles saludables
  • Si decide tomar suplementos, asegúrese de que estén elaborados con vitamina E natural (no sintética), que tenga un equilibrio de los ocho compuestos de vitamina E y que no contenga ingredientes genéticamente modificados ni soya

🩺Por el Dr. Mercola

La vitamina E es una vitamina liposoluble con efectos antioxidantes poderosos que podrían ayudar a combatir los radicales libres dañinos. También influye en la producción de glóbulos rojos, ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K (que es fundamental para la salud cardiaca1) y participa en la función del sistema inmunológico y en la señalización celular. Al igual que con otros nutrientes, muchas personas no obtienen la cantidad suficiente de su alimentación.

Sólo en Estados Unidos, entre el 75 % y el 90 % de la población no obtiene el consumo diario recomendado (RDA) de vitamina E.2,3 El RDA para las personas mayores de 14 años es de 15 miligramos de vitamina E al día, pero la mayoría de las personas en Estados Unidos obtiene sólo la mitad.4 La insuficiencia de vitamina E podría aumentar el riesgo de diversas enfermedades, incluyendo la disfunción del sistema inmunológico, el deterioro cognitivo, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer,5 en especial de próstata, colon y pulmón. 6,7

La obesidad podría incrementar el riesgo de deficiencia de vitamina E, en parte, porque el aumento del estrés oxidativo en las células grasas favorece la necesidad de vitamina E. La obesidad también afecta la manera en la que el cuerpo aprovecha la vitamina E.8,9 La mejor manera de obtener vitamina E es a través de la alimentación, ya que los alimentos contienen una combinación de los ocho tipos de vitamina E. Si decide tomar suplementos, es importante considerar diversos factores importantes, los cuales revisaré a continuación.

Los niveles bajos de vitamina E podrían tener relación con un riesgo elevado de cáncer

Diversos estudios han analizado el efecto de la vitamina E en enfermedades como el cáncer. Cabe recalcar que, si bien algunos estudios han sugerido que la suplementación con vitamina E podría aumentar el riesgo de cáncer,10 la mayoría de esos estudios analizaron la vitamina E sintética, la cual no recomiendo utilizar.

Por ejemplo, un estudio que se publicó en 2015 analizó los efectos del consumo de vitamina E sobre el riesgo de cáncer de pulmón en mujeres que no fumaban. Este estudio evaluó la alimentación contra los suplementos de vitamina E en 72 000 participantes. Después de 12 años de seguimiento, se les diagnosticó cáncer de pulmón a 481 mujeres.

Por interesante que parezca, la vitamina E en la alimentación tuvo una correlación significativa con un riesgo menor de cáncer de pulmón, mientras que los suplementos de vitamina E tuvieron una relación con un riesgo mayor. No es de extrañar que la vitamina E de los suplementos era sintética.

En general, estos resultados sugieren que lo mejor es obtener la vitamina E de los alimentos o de un suplemento de vitamina E natural, ya que la vitamina E natural es el único tipo que tiene un efecto protector. Caso en cuestión: los estudios que evalúan los efectos anticancerígenos de la vitamina E natural descubrieron lo siguiente:

  • Consumir 300 UI11 de vitamina E natural al día podría ayudar a disminuir en un 61 % el riesgo de cáncer de pulmón.12
  • El gamma-tocotrienol, un cofactor que se encuentra en las preparaciones naturales de vitamina E, podría ayudar a disminuir en un 75 % la formación de tumores de próstata.13
  • Asimismo, el gamma-tocotrienol también podría ayudar a combatir los tumores de cáncer de próstata existentes y a suprimir el crecimiento de células de cáncer de mama en humanos.14

Un metaanálisis de 201715 de 11 estudios concluyó que los pacientes con niveles séricos de vitamina E más bajos (el nivel de vitamina E en la sangre) tenían un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Un estudio anterior,16 que se publicó en 1993, también encontró que el consumo elevado de vitamina E podría ayudar a disminuir el riesgo de cáncer colorrectal, especialmente en personas menores de 65 años. Como se explica en el estudio:

“La vitamina E es el antioxidante soluble en lípidos más importante que se encuentra en las membranas celulares, donde ayuda a proteger contra la peroxidación lipídica. Además, al igual que los carotenoides y la vitamina C soluble en agua, también podría estimular el sistema inmunológico y disminuir el riesgo de cáncer, ya que mejora la vigilancia inmunológica. Las vitaminas E y C podrían ayudar a reducir los nitritos, que son compuestos que podrían inducir tumores”.

Otros beneficios de la vitamina E natural

Además de que podría ayudar a prevenir el cáncer, la vitamina E natural también podría:

  • Reducir el riesgo de enfermedades del corazón y derrames cerebrales.17
  • Ayudar a aliviar los síntomas relacionados con la esteatohepatitis no alcohólica, una enfermedad común del hígado graso relacionada con la obesidad.
  • Reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, una de las causas principales de pérdida de la vista en adultos mayores.18
  • Promover las mejoras en la función de los vasos sanguíneos que se producen cuando una persona deja de fumar.19
  • Retrasar la pérdida de la función cognitiva en pacientes con alzhéimer. 20 Los resultados demostraron que la progresión clínica del alzhéimer se retrasó en un 19 % al año en el grupo que recibió 2000 UI al día de vitamina E, en comparación con el grupo de placebo. Este retraso representó más de seis meses en la progresión, durante el período de seguimiento de dos años. El tiempo de cuidado médico en el grupo que recibió vitamina E también fue el que menos aumentó. Este estudio utilizó alfa-tocoferol sintético que no estaba en equilibrio con los tocotrienoles ni con ninguno de los otros tocoferoles: beta, gamma y delta. Es probable es que los beneficios hubieran sido mayores si se hubiera utilizado la forma natural.

La vitamina E podría ayudar a proteger contra los daños provocados por el ácido linoleico y el estrógeno

Otro beneficio de la vitamina E es que evita que el ácido linoleico (AL) en los tejidos se oxide y genere subproductos tóxicos. Esto es importante teniendo en cuenta que la mayoría de las personas tiene niveles de AL que son hasta 10 veces más altos de lo normal.

Debido a que el exceso de AL incrementa de forma significativa el riesgo de enfermedades crónicas, le recomiendo que tome vitamina E de forma regular hasta que sus niveles de AL bajen a niveles saludables, lo que podría tardar hasta seis años en la mayoría de los casos. La vitamina E podría, casi de forma milagrosa, prevenir la mayor parte del daño provocado por el AL.

La vitamina E también podría ayudar a revertir o prevenir muchos de los problemas relacionados con el exceso de estrógeno. Esto es importante, ya que, en términos de sus efectos metabólicos y contra la salud, el AL tiene efectos similares al exceso de estrógeno. Cuando consume grasas poliinsaturadas (PUFA) o AL en exceso, aumenta la producción de estrógeno en su cuerpo. Entonces, cuando los niveles de AL aumentan, también aumenta el estrógeno, y eso no es bueno.

Tanto el AL como el estrógeno favorecen la entrada de calcio a la célula, lo que provoca que el óxido nítrico y el superóxido aumenten dentro de la misma. El óxido nítrico y el superóxido se combinan casi de forma instantánea para crear una especie de nitrógeno reactivo muy nocivo llamado peroxinitrito, el cual podría dañar los tejidos del cuerpo.

El AL y el estrógeno también podrían favorecer un proceso peligroso en el cuerpo llamado lipólisis, que es la liberación de ácidos grasos de las células grasas al torrente sanguíneo. Esto aumenta la oxidación del AL, que es justo lo que debe evitar, ya que lo ideal es mantener el AL en las células grasas hasta que se metabolice con peroxisomas. Por suerte, la vitamina E también podría ayudar a contrarrestar este efecto dañino del AL.

La vitamina E también suprime de forma directa la función de una enzima llamada aromatasa. Esta enzima convierte las hormonas masculinas, como la testosterona y la DHEA, en estrógenos. Y, lo que es mejor, sirve como antagonista de estrógeno, lo que significa que se adhiere al receptor de estrógeno para impedir que se una al mismo. Esto reduce de forma significativa el daño provocado por el exceso de estrógeno.

La vitamina E funciona de forma similar al medicamento tamoxifeno, el cual se usa para tratar los cánceres de mama que dan positivo a receptores de estrógeno. Estas son las razones por las que creo que casi todo el mundo debería incluir vitamina E en su alimentación. Sin embargo, debido al exceso de AL, muy pocas personas pueden obtener suficiente vitamina E de su alimentación para detener esta destrucción oxidativa, a menos que tomen suplementos.

Por fortuna, debido a que la suplementación es a corto plazo (siempre y cuando disminuya su consumo de AL), no la necesitará para toda la vida. Si logra mantener su consumo de AL por debajo de 5 gramos al día durante tres años, tal vez ni siquiera la necesite o, como mucho, sólo unas pocas veces al mes.

Sin embargo, si durante este tiempo llega a consumir una comida con un alto contenido de AL, le recomiendo que tome una cápsula de vitamina E para protegerse de esta exposición.

Una vez que sus niveles de AL disminuyan, sólo necesitará alrededor de 2 mg de vitamina E por gramo de AL. Si su consumo de AL es igual o inferior a 5 gramos al día, qué es lo ideal, sólo necesitará alrededor de 10 mg de vitamina E, lo cual es una dosis muy baja. Dado que la vitamina E es soluble en grasa, permanece en los tejidos grasos durante un tiempo.

La vitamina E podría ayudar a detener la oxidación mitocondrial

En 1960 y 1963, se publicaron dos estudios que destacan los efectos destructivos del estrógeno y del cortisol.21,22 Como lo explicó Georgi Dinkov, investigador de bioenergética,23 estos estudios demuestran que el estrógeno y el cortisol suprimen la oxidación de NADH en las mitocondrias, lo que altera la proporción entre NAD+ y NADH en las mitocondrias.

Cuando esto sucede, se provoca un retroceso en el flujo de electrones en la cadena de transporte, lo que genera especies reactivas de oxígeno (ROS) dañinas. El resultado final es una función deficiente de la mitocondria y una inflamación crónica, que son las causas principales de la mayoría de las enfermedades crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Como si eso no fuera suficiente, el estrógeno también inhibe la piruvato deshidrogenasa, lo que aumenta la acumulación de NADH y altera aún más la relación NAD+/NADH, al igual que “induce un aumento múltiple de la ceruloplasmina, un biomarcador de inflamación tanto aguda como crónica, así como algunos tipos de cáncer (por ejemplo, linfomas)”, advierte Georgi.24 Por fortuna, dado que la vitamina E es un inhibidor muy poderoso del estrógeno y cortisol, podría ayudar a revertir estos efectos secundarios.

¿Cuánta vitamina E necesita para tener una salud óptima?

De acuerdo con una revisión científica,25,26 sólo el 21 % de las personas que se evaluaron tenía un nivel protector de vitamina E en la sangre, que se cree que es de 30 micromol por litro (μmol/L). Al parecer, este es el límite por encima del cual se obtienen “efectos comprobables sobre la salud humana en diversas áreas”. 27 Los estudios en humanos también demostraron que para alcanzar un nivel de 30 μmol/L es necesario consumir por lo menos 50 UI de vitamina E al día.28

Una de las razones principales de esta deficiencia generalizada es que la mayoría de las personas lleva una alimentación a base de productos procesados, la cual suele carecer de vitamina E y de otros nutrientes esenciales.

La deficiencia durante el embarazo podría ser muy riesgosa. En todo el mundo, alrededor del 13 % de las personas tienen niveles de vitamina E por debajo del límite de “deficiencia funcional” de 12 μmol/L, y la mayoría son recién nacidos y niños pequeños. Los bebés con deficiencia de vitamina E tienen un riesgo mayor de sufrir problemas inmunológicos y de la vista. La deficiencia de vitamina E durante el embarazo también aumenta el riesgo de aborto espontáneo.29

Debido a que la vitamina E es soluble en grasa, tomarla junto con alguna grasa saludable, como aceite de coco o aguacate, podría ayudar a aumentar su biodisponibilidad. De hecho, varios estudios demostraron que, si la toma sin grasa, su cuerpo absorberá solo el 10 % de la vitamina E de un suplemento.30

Signos y síntomas de deficiencia de vitamina E

Los signos y síntomas de una deficiencia grave de vitamina E incluyen:31,32

Debilidad muscular y marcha inestable

Pérdida de masa muscular

Arritmia cardíaca

Problemas de la vista, incluyendo reducción del campo visual, movimientos oculares irregulares, ceguera

Demencia

Problemas de hígado y riñón

 Cómo elegir un suplemento de vitamina E

La mayoría de los suplementos de vitamina E son sintéticos, por lo que no son buenas opciones. Diversos estudios demostraron que la vitamina E sintética tiene el efecto opuesto a la vitamina E natural, por ejemplo, podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer en lugar de reducirlo.33,34,35 Por lo tanto, es importante asegurarse de elegir la versión natural.

La vitamina E sintética se llama acetato de alfa tocoferol. Acetato significa que es sintético. También ponga atención a la orientación del isómero óptico. La mayoría de los suplementos vitamínicos son racémicos o tienen isómeros diestros y zurdos. Esto es un problema, ya que la mayoría de las moléculas biológicas tienen isómeros ópticos diestros.

Por lo regular se les llama isómeros D y L, para derecha e izquierda, respectivamente. Cuando tiene ambos isómeros se llama racémico. En términos biológicos, sólo hay un isómero óptico que funciona bien, y con la vitamina E es el isómero D, mientras que el isómero L no sirve.

Sin embargo, en los suplementos sintéticos, el 50% de la vitamina E es el isómero L. Y, lo que es peor, muchas versiones sintéticas utilizan un éster de vitamina E, el cual sólo tiene cerca del 50% de la función del producto natural. Por ende, el efecto total de muchos suplementos de vitamina E se reduce en un 75 %.

Por lo tanto, lo primero que debe hacer para identificar suplementos saludables y buenos de vitamina E, es asegurarse de obtener vitamina E real. Lo que debe buscar es el "d alfa tocoferol". Este es el isómero D puro, que es lo que su cuerpo puede utilizar. El alfa-tocoferol sintético aparece con un "dl" (es decir, dl-alfa-tocoferol).

También hay otros isómeros de vitamina E, y lo que necesita es el espectro completo de tocotrienoles, en particular los tipos beta, gamma y delta de vitamina E, en el isómero D efectivo.

Cabe recalcar que tomar grandes cantidades de alfa-tocoferol de forma aislada podría agotar los otros tocoferoles y tocotrienoles de su cuerpo. Esto aplica tanto para la forma natural como para la sintética, por lo que recomiendo buscar un suplemento alimenticio que tenga un equilibrio de los ocho tipos de vitamina E (cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles).

También busque un suplemento que no contenga soya, derivados del aceite de soya ni ingredientes transgénicos (GE), ya que algunos de los ingredientes GE más comunes en los suplementos son derivados de las semillas de maíz, soya y algodón.

La mejor fuente de vitamina E

Lo ideal es llevar una alimentación saludable y tomar suplementos sólo si de verdad los necesita. Si desea evaluar sus requerimientos de vitamina E o de otros suplementos, puede utilizar un rastreador de nutrientes, como Cronometer.com/Mercola, que es el más preciso del mercado, ya que elimina los datos inexactos de múltiples fuentes. Además, es gratis.

Recuerde que puede obtener vitamina E a través de una alimentación saludable, por lo que antes de tomar un suplemento, considere consumir más alimentos ricos en vitamina E.36,37 La vitamina E es sintetizada por las plantas y la mayor cantidad se encuentra en los aceites vegetales.

Sin embargo, aunque algunas autoridades sanitarias recomiendan el aceite de canola,38 la realidad es que es una muy mala opción, ya que contiene una gran cantidad de AL. Los frijoles, otra fuente importante de vitamina E, también podrían ser riesgosos para muchas personas debido a su gran contenido de lectinas.

Una de las fuentes naturales más saludables de vitamina E es la carne de rumiantes alimentados con pastura, como la carne de res o de bisonte. Si lleva una alimentación baja en AL, una porción normal de este tipo de carne podría proporcionarle suficiente vitamina E para protegerlo contra el estrés oxidativo del AL. Si lleva una alimentación rica en AL, como la mayoría de las personas, y la ha seguido durante bastante tiempo, podría considerar un suplemento con alrededor de 100 unidades de vitamina E que cumpla con los criterios ya mencionados.

Evite los suplementos que no cumplan con estas características, o tomar dosis mucho más altas de vitamina E, ya que más no es mejor y podría ser contraproducente.