📝HISTORIA EN BREVE

  • El síndrome del corazón roto (miocardiopatía por estrés o miocardiopatía de takotsubo) es una enfermedad real que se desarrolla a causa de un estrés físico o emocional muy intenso, como la pérdida de un ser querido
  • Los estudios confirman que perder a un ser querido incrementa el riesgo de muerte súbita, lo que se conoce como "efecto duelo". Incluso hay evidencia que demuestra que tener al cónyuge enfermo también afecta la longevidad
  • Según los estudios sobre la longevidad, tener una actitud positiva es fundamental para vivir más

🩺Por el Dr. Mercola

El 27 de diciembre de 2016, la actriz Carrie Fisher, de 60 años, falleció a causa de un infarto, y al día siguiente, su madre, la actriz Debbie Reynolds, murió de un derrame cerebral. La muerte de estos dos íconos de Hollywood, hicieron que muchas personas se preguntaran si es posible morir de tristeza. 1,2,3

La respuesta es sí. El síndrome del corazón roto (que recibe el nombre de miocardiopatía por estrés o miocardiopatía de takotsubo) es una enfermedad real que se desarrolla a causa de un estrés físico o emocional muy intenso, como la pérdida de un ser querido.

De hecho, el corazón y la mente tienen una interconexión muy estrecha, por lo que las emociones pueden tener un impacto importante en la salud del corazón y la longevidad.

El síndrome del corazón roto

Los síntomas del síndrome del corazón roto son muy similares a los de un infarto, ya que incluyen dolor en el pecho y dificultad para respirar. La diferencia es que no se produce a causa de un daño físico real en el corazón. El shock o el estrés extremos también pueden causar un derrame cerebral hemorrágico porque afectan bastante la presión arterial.

Según la British Heart Foundation (BHF), el síndrome del corazón roto es un "problema de salud temporal en la que el músculo del corazón se debilita de forma repentina", lo que también provoca que se deforme el ventrículo izquierdo, que es la cámara más grande del corazón.

Se cree que estos efectos negativos en el corazón se relacionan con la liberación repentina de grandes cantidades de adrenalina y otras hormonas del estrés.

La adrenalina aumenta la presión arterial y frecuencia cardíaca, y se ha sugerido que podría causar un estrechamiento de las arterias que suministran sangre al corazón, o inclusive que se unen directamente a las células cardiacas, lo que permite que grandes cantidades de calcio entren y provoquen que las células sean temporalmente incapaces de funcionar de forma adecuada.

Aunque la mayoría de las personas se recuperan por completo, en algunos casos, esta deformación en el ventrículo izquierdo puede causar un infarto que podría ser mortal. Se estima que el 90 % de las personas con síndrome del corazón roto son mujeres.

También se cree que las personas con antecedentes de problemas neurológicos, como trastornos convulsivos y problemas de salud mental, tienen mayor riesgo. 4 Si bien, este síndrome podría ser mortal y requiere de atención médica inmediata, suele ser temporal y no causa daño permanente.

Las investigaciones5 también demuestran que la actividad de la amígdala, la región del cerebro que se relaciona con el estrés y el miedo, podría ayudar a predecir el riesgo de enfermedad del corazón y derrame cerebral, y que este riesgo se mantuvo incluso después de considerar otros factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión y la diabetes. Según el Dr. Ahmed Tawakol, autor principal:

"nos sorprendió lo certera que fue la actividad amígdala para predecir eventos cardiovasculares graves y proporcionar información sobre el momento de tales eventos".

Esta y otras investigaciones sugieren que el estrés influye en las enfermedades cardiovasculares de muchas formas diferentes, pero la inflamación es un factor fundamental.

Como informó CNN, "el estrés podría activar la amígdala, lo que estimula la producción de células inmunológicas en la médula ósea, y esto a su vez, puede dañar las arterias y producir inflamación, lo que podría terminar en una enfermedad cardiovascular".

El efecto del dolor emocional

Varios estudios confirman que perder a un ser querido incrementa el riesgo de muerte súbita, lo que se conoce como "efecto duelo", incluso hay evidencia que demuestra que tener al cónyuge enfermo también afecta la longevidad.

  • En 2006, un estudio6 que se publicó en el New England Journal of Medicine (NEJM) encontró que el riesgo de muerte era mayor después de la hospitalización del cónyuge, y que algunas enfermedades tenían un impacto más profundo que otras.

Por ejemplo, cuando la causa de la hospitalización de una mujer era el cáncer de colón, su marido no experimentó un mayor riesgo de muerte, pero cuando la causa era un derrame cerebral, el riesgo de muerte del marido incrementó en un 6 %.

Por su parte, la hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva incrementó el riesgo de mortalidad en un 12 %, y la fractura de cadera u otra fractura grave en un 15 %. Mientras que el mayor riesgo de muerte en el cónyuge se relacionó con una enfermedad psiquiátrica (19 %), y la demencia en particular tuvo un riesgo 22 % mayor.

  • En 2011, otro estudio7 descubrió que, después de la muerte del cónyuge, el riesgo de muerte de la pareja sobreviviente se mantiene elevado durante seis meses (el efecto del viudo), sin importar factores como la edad y el sexo.
  • Mientras que, en 2012, un estudio8 descubrió que perder a un ser querido incrementa 21 veces el riesgo de sufrir un infarto al día siguiente y seis veces durante la siguiente semana. El riesgo de infarto comienza a disminuir después de casi un mes, lo que podría deberse a que los niveles de las hormonas del estrés comienzan a estabilizarse.
  • Un cuarto estudio que se publicó en 2014, encontró que la muerte de un cónyuge podría duplicar el riesgo de infarto o derrame cerebral durante un periodo de un mes. 9

La estrecha relación entre la salud cardíaca y mental

Se ha demostrado que existe una relación muy estrecha entre la salud cardíaca y la salud mental. No tratar un trastorno de depresión o ansiedad incrementa el riesgo de sufrir un infarto o desarrollar una enfermedad cardíaca. Las hormonas del estrés son responsables de todo esto. Otros estudios que demuestran la relación entre la salud mental y la salud del corazón incluyen:

  • Un estudio que se realizó en 2011 encontró que, las personas que se sentían más satisfechas en áreas como su carrera profesional, vida sexual y familia tenían un menor riesgo de enfermedad cardíaca. 10
  • El siguiente año, los investigadores de Harvard analizaron más de 200 estudios sobre este tema y confirmaron que las personas son más optimistas y están satisfechas con su vida tienen un menor riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. 11
  • En otro estudio, ser pesimista se relacionó con un riesgo 19 % mayor de morir en un período de 30 años. 12
  • Después de revisar las relaciones entre el optimismo y la salud del corazón en más de 5100 adultos de diversos grupos étnicos durante 11 años, los investigadores concluyeron que las personas que tienen una actitud más optimista y positiva ante la vida experimentan una mejor salud cardiovascular a largo plazo.

Además, las personas que eran más optimistas tenían una probabilidad 76 % mayor de que su puntuación de salud estuviera en el rango ideal. 13

Según Julia Boehm, investigadora del Department of Society, Human Development and Health y autora de uno de los estudios más recientes sobre la relación entre el optimismo y las enfermedades cardiovasculares (ECV):14

"el hecho de que no haya negatividad, no significa que haya positivismo. Descubrimos que cosas como el optimismo, la satisfacción con la vida y la felicidad se relacionan con un menor riesgo de ECV, sin importar factores como la edad, el nivel socioeconómico, el tabaquismo o el peso corporal".

La influencia de la mente en la salud

El corazón no es el único órgano o sistema del cuerpo que se relaciona con la salud mental. De hecho, Medical News Today15 enumera una serie de ejemplos en los que los estudios demuestran la relación entre la salud física y mental, aunque agregué un par más:

Muerte súbita: según las investigaciones, la primera semana después de la muerte de un cónyuge, se duplica el riesgo de muerte.

Enfermedades cardíacas, cardiovasculares, infartos y derrames cerebrales:  las explosiones de ira son muy dañinas porque provocan incrementos repentinos en los niveles de las hormonas del estrés y dañan los revestimientos de los vasos sanguíneos.

Por ejemplo, un estudio16 descubrió que las personas mayores de 50 años que expresan su enojo de forma agresiva tienen mayores probabilidades de acumular calcio en las arterias coronarias (lo que incrementa el riesgo de infarto).

Una revisión sistemática17 de los datos de 5000 infartos, 800 derrames cerebrales y 300 casos de arritmia demuestra que la ira es un factor de riesgo importante en todos estos problemas de salud.

Problemas gastrointestinales (GI): el estrés crónico se relaciona con una serie de problemas gastrointestinales, que incluyen la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable. Cada vez está más claro que el cerebro, el sistema inmunológico y los microbios intestinales están conectados.

Por ejemplo, el autismo se relaciona con problemas gastrointestinales y una posible reacción exagerada del sistema inmunológico.

Cáncer: su actitud influye mucho en su capacidad para recuperarse de esta enfermedad. El apoyo psicológico también es un factor importante en la tasa de supervivencia.

VIH: se ha demostrado que el estrés y la falta de apoyo por parte de familiares y amigos aceleran la progresión de la infección.

Alergias: los problemas de la piel como la psoriasis y el eczema se relacionan con la salud mental, lo mismo ocurre con el asma. Todos suelen empeorar cuando hay niveles elevados de estrés.

Cicatrización de heridas: también se ha demostrado que el estado mental de un paciente afecta su capacidad de curación.

Como se mencionó en el artículo en cuestión: "por ejemplo, sentir mucho miedo o angustia antes de una cirugía se relaciona con peores resultados, que incluyen estancias más largas en el hospital, más complicaciones postoperatorias y mayores tasas de rehospitalización. En un estudio sobre pacientes con heridas crónicas en la parte inferior de la pierna, las personas que tuvieron mayores niveles de depresión y ansiedad experimentaron retraso importante en la curación".

Inflamación: se ha demostrado que las estrategias para controlar el estrés, como la meditación, estimulan la actividad de los genes antivirales y reducen la expresión de genes inflamatorios.

Las personas optimistas suelen vivir más

De hecho, los estudios sobre la longevidad demuestran que tener una actitud positiva ante la vida es FUNDAMENTAL. Sin embargo, los comportamientos saludables no son la única razón detrás impacto positivo del optimismo en el riesgo de mortalidad. Algunos investigadores creen que el optimismo tiene un efecto directo en los sistemas biológicos.

Aunque la medicina convencional aún se niega a admitir que las emociones tienen un impacto importante en la salud y longevidad, un artículo que se publicó en Scientific American en 201318 habla sobre una serie de avances interesantes en el innovador campo de la psiconeuroinmunología (PNI).

Los investigadores descubrieron que el cerebro y el sistema inmunológico están conectados. Las conexiones entre el sistema nervioso y los órganos que se relacionan con el sistema inmunológico, como el timo y la médula ósea, permiten que estos dos sistemas se comuniquen entre sí. Las células del sistema inmunológico también tienen receptores de neurotransmisores, lo que demuestra esta relación.

El estrés afecta la función inmunológica y la expresión genética

Por ejemplo, se ha demostrado que el estrés reduce la actividad de las células inmunológicas que combaten los virus. El estrés también incrementa los niveles de anticuerpos de virus comunes como el de Epstein-Barr, lo que sugiere que puede reactivar virus que están latentes en su cuerpo.  También se ha demostrado que pensar en un incidente estresante incrementa los niveles de proteína C reactiva, que es un indicador de inflamación. 19 Las investigaciones también demuestran que los diferentes tipos de estrés alteran diferentes partes del sistema inmunológico. 20

  • Tener momentos breves de estrés, como dar un discurso o tener un examen, suele reducir la inmunidad celular (inmunidad adquirida mediada por linfocitos de células T específicos de antígeno que se relacionan con la resistencia a enfermedades infecciosas), pero no afecta la inmunidad humoral (que se refiere a la producción de anticuerpos y los procesos relacionados). Por lo que, es posible que se sienta más vulnerable al resfriado común o la gripe.
  • Estrés crónico, como cuidar a un ser querido con demencia, reduce ambos componentes del sistema inmunológico, lo que lo hace más susceptible no solo a las enfermedades infecciosas, sino a todo tipo de enfermedad.

La salud mental influye hasta en su expresión genética.  En un estudio,21 la soledad crónica se relacionó con la regulación ascendente y descendente de genes específicos. Por ejemplo, los genes que se relacionan con la respuesta inflamatoria tenían una regulación ascendente, mientras que los genes que se relacionan con el control antiviral tenían una regulación descendente, lo que dañó la función inmunológica. Mientras que en las personas con una vida social más activa sucedió todo lo contrario.

El secreto de las personas felices

Sentir emociones positivas y felicidad podría considerarse uno de los mayores tesoros del ser humano. Pero, hasta cierto punto, ser feliz es una elección, algo muy similar a hacer ejercicio o comer bien. La felicidad viene del interior, y no solo depende de nuestras circunstancias. Por eso, si en realidad quiere ser feliz, primero debe trabajarlo desde su interior.

De manera curiosa, la autoaceptación parece ser uno de los aspectos más importantes para alcanzar la felicidad "crónica". En una encuesta22 que se realizó a 5000 personas de la organización benéfica Action for Happiness se les pidió que se calificaran del 1 al 10 sobre diez hábitos que los estudios han relacionado con la felicidad.

Aunque los 10 hábitos se relacionan con la satisfacción general con la vida, la "aceptación" fue el predictor principal. Según la encuesta, estas son las 10 claves para una vida más feliz que, en inglés, su primera letra forma el acrónimo GREAT DREAM:

  • Generosidad: hacer cosas por los demás
  • Empatía: identificarse con otras personas
  • Ejercicio:  cuidar su cuerpo
  • Gratitud:  valorar el mundo que lo rodea
  • Curiosidad: jamás dejar de aprender cosas nuevas
  • Sentido:  fijarse metas
  • Resiliencia: encontrar formas de recuperarse
  • Emoción: adoptar un enfoque positivo
  • Aceptación: sentirse bien con uno mismo
  • Significado: ser parte de algo más grande

Estrategias para ser más positivo

Según Barbara Fredrickson, Ph.D., especialista en psicología e investigadora de emociones positivas, la mayoría de las personas que viven en Estados Unidos tienen dos experiencias positivas por cada negativa. A simple vista, parece algo bueno ¿no lo cree? Por desgracia, esta proporción de positividad de 2 a 1 apenas sirve para ayudar a las personas a sobrevivir. Según la investigación de Barbara Fredrickson23, se necesita una proporción de 3 a 1 para alcanzar la estabilidad emocional. Esto significa que necesita tener tres emociones positivas por cada emoción negativa.

En los Estados Unidos, solo el 20 % de las personas tienen esta proporción, lo que significa que el 80 % de las personas tienen cierto nivel de problemas emocionales. Para empeorar las cosas, las investigaciones más recientes sugieren que casi al 25 % de las personas no les gusta su vida, y las tasas de mortalidad entre este grupo de personas también fueron mayores que entre las personas que están más satisfechas con su vida. 24 (Otra investigación también confirma que tener una perspectiva positiva de la vida en la mediana edad se relaciona con una esperanza de vida más larga. 25)

Según Barbara Fredrickson, experimentar emociones positivas también mejora la intuición, la creatividad y la mentalidad. Tener la mente abierta, a su vez, ayuda a desarrollar recursos personales importantes, como conexiones sociales, estrategias de afrontamiento y conocimientos ambientales que le ayudarán a ver la vida de otra forma.

En 2013, Nick Brown y sus colegas publicaron sus comentarios sobre26el artículo de Barbara Fredrickson, en el que dijeron que sus afirmaciones matemáticas eran erróneas y que la proporción de positividad de 3 a 1 "no tiene fundamento alguno". Aunque Barbara Fredrickson se retractó de manera formal del modelo matemático que utilizó para su artículo, aún defiende sus hallazgos. Al defender sus resultados mencionó que:27

"incluso cuando se eliminan los modelos matemáticos, hay suficiente evidencia para respaldar la conclusión de que, dentro de ciertos límites, tener mayores proporciones de positividad dice mucho sobre la salud mental y otros aspectos beneficiosos.  En el mejor de los casos, la ciencia se corrige por sí sola.
Es posible que seamos testigos de esta autocorrección en acción a medida que afirmaciones matemáticamente precisas sobre las proporciones de positividad den lugar a afirmaciones heurísticas como "cuanto más alto, mejor, dentro de unos límites". Aunque esta afirmación podría considerarse más conservadora, sigue siendo igual de útil".

No se trata de evitar experiencias negativas sino de enfocarse en las positivas

Muchas personas piensan que, para ser más feliz, el primer paso es evitar las experiencias negativas, pero hay un problema, muchas veces no podemos controlar este tipo de situaciones. Mejor, enfóquese en las experiencias positivas. Esto es algo que casi todos pueden hacer. Solo es cuestión de aprovechar el momento.

Por ejemplo, si tiene una hora libre, ¿qué hace? ¿La aprovecha para hacer algo divertido o la utiliza para ponerse al día con las tareas del hogar o cualquier otro pendiente? Según Robert Biswas-Diener, Ph.D., que se especializa en el tema de la felicidad, la segunda opción solo es "una forma leve de insensatez". 28

Evite caer en este círculo vicioso y procure programar sus semanas en torno a eventos o actividades ordinarias que lo hagan sentir vivo y feliz. Para más consejos de "personas comunes" que disfrutan mucho de la vida, consulte este artículo en The Guardian.