📝HISTORIA EN BREVE

  • La adicción a Internet ya superó al consumo de drogas como una de las principales preocupaciones de los padres de adolescentes, según un estudio revelador publicado en JAMA Network Open
  • En una encuesta realizada a 1 005 padres, el número de los que se mostraron preocupados por la adicción a Internet fue el doble que el de los que se mostraron preocupados por la adicción a sustancias en sus hijos de 9 a 15 años
  • Más de la mitad (el 51.1 %) expresó preocupación sobre cómo el uso de Internet podría afectar el desarrollo social, mientras que el 46.2 % afirmó alarmarse por los efectos en el desarrollo cognitivo y otro 46.7 %, por los efectos en el desarrollo físico
  • Señalaron el acceso a contenidos inapropiados y el ciberacoso como los principales motivos de preocupación y la adicción a Internet también fue un tema común
  • Las investigaciones demuestran que los niños de 12 y 13 años que consultan las redes sociales más de 15 veces al día se vuelven más sensibles a la retroalimentación social, lo que incluye cambios en la forma en que el cerebro procesa las recompensas y los castigos sociales

🩺Por el Dr. Mercola

La adicción a Internet ya superó al consumo de drogas como una de las principales preocupaciones de los padres de adolescentes, según un estudio revelador publicado en JAMA Network Open. 1 En una encuesta realizada a 1 005 padres, el número de los que se mostraron preocupados por la adicción a Internet fue el doble que el de los que se mostraron preocupados por la adicción a sustancias en sus hijos de 9 a 15 años.

Dado que el uso excesivo de Internet se relaciona con diversos problemas, como la dependencia al alcohol, la depresión, la ansiedad y el insomnio, junto con problemas de socialización y dificultades para afrontar los riesgos,2 los jóvenes podrían estar cada vez más expuestos a sufrir los efectos negativos por el uso del Internet.

Los padres expresan su preocupación por el efecto del Internet en el desarrollo de los adolescentes

Aunque el 71.6 % de los encuestados cree que sus hijos pueden utilizar Internet de forma responsable, esto no disipa sus temores sobre los efectos del uso de Internet en el desarrollo. Más de la mitad (el 51.1 %) expresó preocupación sobre cómo el uso de Internet podría afectar el desarrollo social, mientras que el 46.2% afirmó alarmarse por los efectos en el desarrollo cognitivo y otro 46.7% por los efectos en el desarrollo físico.

Señalaron el acceso a contenidos inapropiados y el ciberacoso como los principales motivos de preocupación respecto a los efectos en el desarrollo y la adicción a Internet también fue un tema común. Entre los padres, el 32.9 % manifestó sentir la misma preocupación por la adicción a Internet que por la adicción a sustancias en sus hijos, pero el 22.4 % sólo expresó inquietud por la adicción a Internet, más del doble que el 9.8 % que declaró que su única preocupación era la adicción a sustancias. 3

Algunos padres también expresaron que el uso de Internet tenía algún beneficio en la conexión familiar, pero esto fue atenuado por la preocupación sobre los efectos adversos en el desarrollo al igual que la adicción:4

“Los beneficios percibidos del uso de Internet se vieron contrarrestados por las preocupaciones de los padres sobre el potencial de las plataformas de redes sociales para contribuir a la adicción a Internet, haciéndose eco de las recientes advertencias del Director General de Salud Pública de Estados Unidos.
Los padres también se mostraron muy preocupados por los riesgos de ciberacoso y de exposición a contenidos inapropiados o nocivos. En estudios anteriores se descubrió que estos peligros tienen especial relevancia en lo que respecta a factores específicos de edad y contexto social.
El equilibrio entre beneficios y riesgos era evidente sobre todo en el caso de las tecnologías de realidad virtual inmersiva, que se percibían al mismo tiempo como algo positivo para la conexión familiar y como algo que aumentaba el riesgo de uso problemático de Internet [UPI]".

El Director General de Salud Publica advierte sobre el uso de internet por parte de los jóvenes

El uso de Internet aumentó de forma espectacular durante la pandemia del COVID-19, ya que se duplicó con creces el tiempo que los adolescentes pasaban frente a las pantallas sin tener relación con la escuela, pues de 3.8 horas al día subió a 7.7 horas. Además, en 2020, el 81 % de los jóvenes de entre 14 y 22 años afirmaron utilizar las redes sociales "a diario" o "casi de forma constante".5

En un aviso destinado a proteger la salud mental de los jóvenes, el Director General de Salud Pública de Estados Unidos advirtió de que las empresas de tecnología se dedican a maximizar el uso sin tener en cuenta lo que es mejor para el usuario:6

"En estos espacios públicos digitales, que son de propiedad privada y tienden a gestionarse con ánimo de lucro, puede haber tensión entre lo que es mejor para la empresa de tecnología y lo que es mejor para el usuario de manera individual o para la sociedad.
Los modelos de negocio se construyen a menudo en torno a la máxima participación de los usuarios, en lugar de salvaguardar su salud y garantizar que se relacionen entre sí de forma segura y saludable. Esto se traduce en que las empresas de tecnología se centran en maximizar el tiempo de uso, no el tiempo de buen uso."

El aviso señala que los investigadores han relacionado las tecnologías digitales con el acoso escolar, la obesidad, los trastornos alimenticios, la depresión, la ansiedad y las autolesiones, al tiempo que interfieren en el sueño y animan a los niños a compararse de forma negativa con los demás. El uso pasivo de las redes sociales, como ver publicación tras publicación y vídeos en reproducción automática, también puede perjudicar el bienestar.

Sugirieron prohibir las funciones de reproducción automática y limitar las capacidades de desplazamiento para los jóvenes, pero dependen en gran medida de los gigantes tecnológicos (o empresas "Big Tech") para realizar cambios que permitan tener protección, un ejemplo clásico de cuando se deja al zorro cuidando a las gallinas. En el aviso se indicó lo siguiente:7

“Existe una clara necesidad de comprender mejor el impacto de tecnologías como las redes sociales en diferentes tipos de usuarios y abordar los daños a quienes corren un mayor riesgo.
Necesitamos más estudios que utilicen datos y métodos de investigación sólidos, como diseños longitudinales y experimentales, mediciones del comportamiento (en lugar de autoinformes) del tiempo que se pasa en línea y los tipos de contenidos que se utilizan, así como datos sobre subgrupos de usuarios (por ejemplo, varones frente a mujeres).
Lo más importante es que las empresas de tecnología deben dar un paso adelante y asumir la responsabilidad de crear un entorno digital seguro para niños y jóvenes. En la actualidad, la mayoría de las empresas no son transparentes sobre el impacto de sus productos, lo que impide a padres y jóvenes tomar decisiones con conocimiento de causa y a los investigadores identificar problemas y soluciones. Cuando menos, el público y los investigadores merecen mucha más transparencia...
Los altos ejecutivos del sector tecnológico deben reconocer que sus productos pueden perjudicar a algunos jóvenes y tomar medidas materiales y cuantificables para prevenir y reducir estos daños, incluso a expensas del atractivo, el alcance y los beneficios".

Revisar las redes sociales de manera constante podría perjudicar el desarrollo del cerebro

Los padres tienen motivos para preocuparse por el uso de Internet, y no solo por problemas de adicción. Una investigación que se publicó en JAMA Pediatrics reveló que consultar las redes sociales de forma habitual en la adolescencia temprana podría alterar el desarrollo del cerebro. 8

La retroalimentación social en forma de me gusta y comentarios puede resultar irresistible para los jóvenes: el 78 % de los jóvenes de 13 a 17 años dicen que revisan sus teléfonos celulares cada hora, mientras que el 35 % de los adolescentes afirman que usan al menos una plataforma de redes sociales. casi de forma constante. 9

En el estudio, que estuvo a cargo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC), descubrió que los niños de 12 y 13 años que consultan las redes sociales más de 15 veces al día se vuelven más sensibles a la retroalimentación social, lo que incluye cambios en la forma en que el cerebro procesa las recompensas y los castigos sociales.

"La mayoría de los adolescentes comienzan a utilizar la tecnología y los medios sociales en uno de los periodos más importantes para el desarrollo del cerebro durante nuestra vida", dijo en un comunicado de prensa de la UNC el autor del estudio: Mitch Prinstein, quien es director científico de la Asociación Americana de Psicología, y añadió lo siguiente:10

"Nuestra investigación demuestra que regular los comportamientos en las redes sociales podría tener consecuencias importantes y duraderas en el desarrollo neuronal de los adolescentes, lo que es fundamental que padres y responsables políticos tengan en cuenta a la hora de comprender los beneficios y los daños potenciales relacionados con el uso de la tecnología por parte de los adolescentes."

Más de la mitad de los adolescentes podrían desarrollar una dependencia a las redes sociales

De acuerdo con Mitch Prinstein, más de la mitad de los adolescentes manifiestan uno o más síntomas de dependencia clínica a las redes sociales, lo que demuestra que, "es posible que los chicos no tengan la capacidad de contenerse" a la hora de utilizar las plataformas.

Comparó las redes sociales con las "calorías vacías de la interacción social", que "parecen ayudar a saciar nuestras necesidades biológicas y psicológicas, pero no contienen ninguno de los ingredientes saludables que se necesitan para obtener beneficios".11 En un testimonio escrito ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos, Mitch Prinstein destacó el mal estado de la salud mental de los niños, que podría tener algo que ver con el uso de Internet.

Las tasas de depresión en adolescentes se duplicaron entre 2009 y 2019, mientras que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de Estados Unidos, con una tendencia ascendente del 4 % desde 2020. 12

Mitch Prinstein dice que los seres humanos son seres sociales cuyo desarrollo depende en gran medida de las interacciones con sus iguales, y que estas experiencias influyen en las estructuras cerebrales, las vías neuronales y la forma en que el sistema nervioso responde al estrés en etapas posteriores de la vida. Pero en las últimas dos décadas, las redes sociales han cambiado mucho la forma en que ocurren estas interacciones sociales:13

"Nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestra sociedad han evolucionado juntos para dar forma al desarrollo humano durante milenios, lo que ha influido en nuestras comunidades, nuestra cultura y nuestra sociedad. En los últimos veinte años, la llegada de la tecnología portátil y las plataformas de medios sociales está cambiando lo que tardó 60 000 años en evolucionar. Apenas estamos empezando a comprender cómo puede influir esto en el desarrollo de los jóvenes".

El uso de Internet antes de la edad adulta puede ser perjudicial debido ya que podría alterar el cerebro durante un periodo muy crítico del desarrollo neuronal. Esto ocurre durante el primer año de vida y desde la pubertad hasta la edad adulta temprana, entre los 10 y los 25 años.

Al principio, entre los 10 y los 12 años, se desarrollan las regiones cerebrales relacionadas con la necesidad de recompensas sociales, como la atención positiva de los compañeros, pero las regiones que regulan la capacidad de resistir las tentaciones no se desarrollan hasta después de 10 o 15 años. Mitch Prinstein explica las repercusiones tan graves que esto tiene en la salud mental de los jóvenes:14

"La adolescencia es, por consiguiente, un periodo vulnerable desde el punto de vista del desarrollo, durante el cual los jóvenes podrían tener una motivación especial para perseguir recompensas sociales y no tener plena capacidad para controlarse todavía. Las investigaciones sugieren que es posible que el uso de la tecnología y las redes sociales exploten esta vulnerabilidad biológica de los jóvenes.
Los datos revelan que los estímulos de las redes sociales, como recibir "likes" o tener cada vez más seguidores, activan las regiones de recompensa social del cerebro. En otras palabras, estas características de las redes sociales aprovechan la necesidad biológica de los jóvenes de obtener recompensas sociales antes de que sean capaces de autorregularse y evitar usarlas en exceso".

Cuatro efectos nocivos de las redes sociales en el cerebro de los jóvenes

Mitch Prinstein explicó a detalle cuatro repercusiones importantes del uso de las redes sociales y de Internet sobre los jóvenes:15

  1. Mayor sensación de soledad, ya que las plataformas incitan a los jóvenes a conseguir "likes" y seguidores (en otras palabras, cifras) en lugar de entablar relaciones con otras personas; las investigaciones demuestran que los adolescentes se sienten más solos después de utilizar las redes sociales
  2. Mayor riesgo de que los demás influyan de forma negativa en ellos: además de encontrar contenidos que presentan conductas peligrosas o poco éticas, ver "likes" en publicaciones con ese tipo de contenido podría cambiar la percepción que los adolescentes tienen de la conducta; podría darles la idea, por ejemplo, de que sus compañeros aceptan el consumo excesivo de alcohol, lo que podría promover esa conducta
  3. Riesgos del uso adictivo de los medios sociales: el uso de los medios sociales activa muchas de las mismas zonas del cerebro que se activan cuando se consumen drogas y alcohol. Muchos adolescentes no sólo declaran que usan las redes sociales casi de forma constante, sino que muchos también afirman ser incapaces de dejarlas, ya que se esfuerzan por acceder a ellas y las utilizan para regular sus emociones
  4. Alteraciones en el desarrollo del cerebro: el estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill señaló que la tecnología y el uso de las redes sociales modifican el funcionamiento del cerebro, sobre todo cuando se usan en exceso.

Los datos de los teléfonos de los adolescentes revelan que el uso es, de hecho, muy alto: los alumnos de sexto grado utilizan sus teléfonos más de 100 veces al día, y algunos más de 400 veces al día. Los adolescentes también pasan un promedio de 8.2 horas al día frente a dispositivos electrónicos, y algunos pasan incluso el doble de ese tiempo

El estrés digital, que se produce por la sobrecarga de conexiones, el miedo a perderse conversaciones en línea o sentir la necesidad de estar siempre disponible y la ansiedad por obtener aprobación, también en línea, es otro problema importante. Cerca del 50 % de los jóvenes que utilizan las redes sociales sufren estrés digital, que se asocia con una mayor cantidad de síntomas depresivos. 16

¿Deberían prohibirse las redes sociales a los niños?

La legislación propuesta bloquearía el uso de las redes sociales a los menores de 13 años, al tiempo que prohibiría a las empresas de tecnología utilizar algoritmos para dirigir contenidos a usuarios menores de 18 años. 17 "Desde luego, no creo que nadie menor de 13 años deba utilizarlas", dijo Mitch Prinstein para CNBC. "El acceso sin restricciones, sin control de la pantalla ni supervisión [de los padres], quizás debería retrasarse el mayor tiempo posible, al menos hasta los 16 años".18

No obstante, no es necesario esperar a que la legislación tome medidas para proteger a nuestros hijos. Desconectarse de las redes sociales y del uso excesivo de Internet, lo que se conoce como desintoxicación digital, puede ser beneficioso para su salud mental y la de su hijo. Animar a los jóvenes a apagar los aparatos electrónicos y pasar tiempo al aire libre, para que puedan practicar deportes, hacer jardinería, pasear al perro o solo estar en la naturaleza, debería ser una prioridad.

Siempre que tenga la oportunidad de alejarse de las pantallas y pasar tiempo al aire libre, no la desaproveche. Las comidas, las reuniones familiares e incluso lavar el coche son oportunidades para liberarse del uso nocivo de Internet y volver a conectar con el mundo real que nos rodea.