📝HISTORIA EN BREVE

  • Dos de las recomendaciones más comunes en la industria de la salud y del bienestar son que debe beber mucha agua y consumir poca sal, pero esto podría causar más daños que beneficios
  • La cuestión es que estas dos estrategias no mejoran su hidratación, pero sí incrementan el riesgo de muchos de los problemas que pretenden prevenir, incluyendo el dolor de cabeza, los problemas de la piel y los problemas de desintoxicación, así como el deterioro de la función inmunológica y el metabolismo
  • Aunque limitar el consumo de sal podría ayudar a reducir la presión arterial, a largo plazo las consecuencias pueden ser graves, ya que podría causar deshidratación
  • Beber mucha agua puede producir efectos similares a la falta de sodio, lo que empeora la deshidratación y la hipertensión
  • A nivel celular, una buena hidratación permite que las células mantengan una estructura saludable. Sin embargo, el agua no es el único factor que influye en la hidratación. Los electrolitos son otro factor importante en el proceso de hidratación, al igual que la estructura de las proteínas y la cantidad de energía en las células
  • Las mismas estrategias que estimulan su metabolismo y producción de energía en las células también ayudan a combatir la hipertensión, ya que relajan los vasos sanguíneos y regulan la respuesta al estrés

🩺Por el Dr. Mercola

En el podcast llamado “Energy Balance”, Jay Feldman (investigador independiente de temas de salud y coach de bienestar) y Mike Fave, (investigador independiente y especialista en enfermería), hablan sobre los efectos del consumo de agua y de sal en la producción de energía y la presión arterial. Tanto Jay Feldman como Mike Fave se especializan en medicina bioenergética, una práctica que inició el fallecido Ray Peat, quien fue un experto en biología y fisiología.1

Hace poco comencé a seguir su canal de YouTube y quedé impresionado con su forma de compartir información precisa sobre la salud y la medicina bioenergética. Revisé 35 de sus podcasts y toda la información me pareció muy precisa.

Este podcast acaba con el mito de beber ocho vasos de agua al día. Dos de las recomendaciones más comunes en la industria de la salud y del bienestar son que debe beber mucha agua y consumir poca sal, pero esto podría causar más daños que beneficios.

La cuestión es que estas dos estrategias no mejoran su hidratación, pero sí incrementan el riesgo de muchos de los problemas que pretenden prevenir, incluyendo el dolor de cabeza, los problemas de la piel y los problemas de desintoxicación, así como el deterioro de la función inmunológica y el metabolismo. Sobre esto, Feldman afirma lo siguiente:

"Una mejor estrategia podría ser beber menos agua y consumir más sal. También hablaremos sobre cómo combatir la hipertensión y por qué las recomendaciones generales de beber más agua y consumir menos sal causan más daños que beneficios en términos de hipertensión".

Estas recomendaciones no tienen un fundamento sólido

Aunque no lo crea, la recomendación de beber ocho vasos de agua (o más) al día "es en muchos sentidos, una recomendación sin un fundamento sólido que no está respaldada por la ciencia", dijo Jay Feldman. Tal vez lo más sorprendente de todo es que se necesita mucho más que agua para mantenerse bien hidratado.

Hay muchos factores que afectan la capacidad de las células para utilizar el agua, incluyendo el equilibrio de los minerales y el volumen de la sangre. Beber mucha agua, hasta el punto de que la orina sea casi transparente, también puede tener sus consecuencias.

Mientras tanto, con la sal sucede todo lo contrario. Consumir muy poca sal, que es una de las recomendaciones más comunes para los pacientes con problemas del corazón e hipertensión, podría causar más daños que beneficios. Otro mito muy popular es que consumir mucha sal también causa deshidratación.

El agua no es el único factor que influye en su nivel de hidratación

A nivel celular, una buena hidratación permite que las células mantengan una estructura saludable. Sin embargo, el agua no es lo único que necesita para mantener su cuerpo hidratado. Los electrolitos son otro factor importante en el proceso de hidratación, al igual que la estructura de las proteínas y la cantidad de energía en las células. Todos estos factores trabajan de forma sinérgica para mantener las células hidratadas.

Por su parte, los electrolitos son iones positivos o negativos de minerales específicos. El potasio es el electrolito intracelular primario, mientras que el sodio es el electrolito extracelular principal.

Otros electrolitos importantes incluyen el magnesio y el calcio. Estos cuatro minerales interactúan de muchas formas diferentes. Por ejemplo, el calcio y el magnesio son antagonistas el uno del otro, al igual que el sodio y el potasio, por lo que es necesario que tenga un buen equilibrio. De acuerdo con Fave:

"La interacción del agua con los electrolitos y las proteínas (en la membrana de las células) le da estructura al agua y crea un estado de gel (nota del editor: agua estructurada o agua EZ, que almacena energía y fortalece las mitocondrias2).
Esto significa que no solo necesita agua, también necesita electrolitos y proteínas. Y luego, necesita energía para mantener los gradientes de concentración adecuados o mantener las proporciones adecuadas de electrolitos dentro y fuera de las células.
En la teoría de la membrana plasmática, se necesita una cantidad adecuada de ATP, que se produce por la fosforilación oxidativa, para hacer funcionar las bombas que controlan los gradientes dentro y fuera de la célula.
En la teoría del estado de gel o teoría del gel de agua, se necesita que la célula produzca suficiente energía para mantener una carga específica de la estructura de las proteínas y del agua, de modo que puedan interactuar para mantener una forma adecuada.
En ambas teorías, cuando se interrumpe la producción de energía, la célula se inflama porque no ha podido mantener los gradientes adecuados entre los electrolitos de adentro hacia afuera, o en el caso de la teoría del estado de gel, el electrolito no interactúa de forma adecuada con el agua y la estructura.
Así que ahora tenemos una mejor perspectiva: los electrolitos son fundamentales para mantener una buena hidratación en los tejidos y las células. Claro que necesita agua, pero también necesita electrolitos, proteínas y aminoácidos, así como un metabolismo energético celular en óptimas condiciones. Esto significa que, si está deshidratado, beber mucha agua no es la solución.
Hay muchos factores que influyen en la hidratación, y cuando comienza a beber más agua de la que su cuerpo necesita, el proceso de eliminar el exceso de agua producirá un efecto negativo en esos otros factores".

La diferencia entre el agua simple y el agua estructurada

El agua EZ o agua estructurada es un tipo de agua con carga negativa, similar a un gel que se forma dentro de las células. Por lo tanto, no es igual al agua simple que suele beber. El agua EZ actúa como una batería, ya que almacena y suministra energía.

Sin embargo, se requiere energía para crear agua EZ. Esto significa que, aunque haya suficiente agua en la célula, si no hay suficiente energía, no se estructurará de forma adecuada y provocará que la célula se inflame.

En otras palabras, la inflamación grave (edema) que suelen experimentar las personas con problemas del corazón o pacientes que reciben líquidos por vía intravenosa para una infección, podría relacionarse con los niveles muy bajos de energía, electrolitos o ambos. Otras de las causas más comunes del edema y de la deshidratación incluyen comer muchas grasas poliinsaturadas (PUFA) y tener niveles elevados de endotoxinas en el intestino.

Sin embargo, un punto importante del que no hablaron Jay Feldman y Mike Fave es que el agua EZ también se crea al exponer el agua a la luz infrarroja, por lo que una manera fácil de estimular la producción de este tipo de agua es exponerse de forma regular a los rayos del sol.

Consumir poca sal incrementa el riesgo de deshidratación e hipertensión

El agua y la sal trabajan de forma sinérgica. Por su parte, la sal atrae el agua, por lo que tener una cantidad adecuada de sal en la sangre permite mantener un volumen sanguíneo adecuado, lo que mejora la circulación. Cuando no hay suficiente sal (sodio) en la sangre, se reduce el volumen sanguíneo, lo que evita que elimine los desechos.

Como se explicó en el podcast, la idea detrás de la recomendación sobre el consumo de sodio es que, consumir mucha sal, incrementa los niveles de sodio en la sangre, lo que aumenta el volumen sanguíneo y, por lo tanto, la presión arterial. Sin embargo, las cosas no funcionan de ese modo, ya que el cuerpo tiene un sistema de adaptación.

Entonces, cuando consume muy poca sal, los riñones dejan de eliminar el sodio como respuesta a la disminución del volumen sanguíneo, ya que retener sodio incrementa el volumen sanguíneo. También incrementa la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos) para hacer que la presión arterial vuelva a subir.

Aunque, al principio, limitar el consumo de sal podría ayudar a reducir la presión arterial, a largo plazo las consecuencias pueden ser graves, ya que no solo empeora la deshidratación, sino que también puede causar hipertensión, que es lo que se trataba de evitar en primer lugar.

Al obligar a los riñones a retener sodio, en su lugar, comenzarán a eliminar potasio y magnesio, que son los electrolitos intracelulares primarios y que son fundamentales para la hidratación. Pero no solo eso, sino que también son importantes en términos de relajación.

Los niveles bajos de magnesio y potasio incrementan la vasoconstricción y la actividad del sistema nervioso simpático, el cual se encarga de estimular los sistemas involucrados en la respuesta de lucha o huida. En otras palabras, provoca estrés.

Cuando tiene niveles bajos de sodio, también se libera norepinefrina, la cual se relaciona con el estrés. Aquí el problema es que el estrés aumenta la presión arterial. Esto significa que consumir poca sal incrementa el riesgo de deshidratación e hipertensión.

La importancia del equilibrio en la proporción de sodio y potasio

Si nota que al consumir más sal, también incrementa su presión arterial, le recomiendo que aumente su consumo de forma gradual. Por lo general, este efecto es temporal y disminuirá una vez que el cuerpo se adapte. Si no es así, podría significar que también necesita incrementar sus niveles de otros electrolitos (calcio, potasio y magnesio). En este caso, la proporción de sodio y potasio es muy importante.

El National Academies Sciences Engineering Medicine (que antes era el Institute of Medicine) recomienda 4700 mg al día para las personas mayores de 14 años3 y, por lo general, se recomienda consumir hasta cinco veces más potasio que sodio.

El sitio web chronometer.com/mercola puede ayudarlo a determinar cuánto sodio y potasio consume. Este rastreador de nutrientes le permite registrar sus alimentos y luego calcula de forma automática las proporciones.

El potasio ayuda a reducir la presión arterial porque relaja las paredes de las arterias y, según la revista Harvard Health,4 en el caso de muchas personas con hipertensión sistólica, consumir más potasio podría ser suficiente para normalizar sus niveles.

En mi opinión, la fruta madura es la mejor forma incrementar sus niveles de potasio. En lo personal, suelo obtener 3000 mg de potasio de alimentos como la sandía, el jugo de naranja y las mandarinas, así como unos 2000 mg de otras fuentes.

Para obtener una lista más completa, consulte la sección de "Fuentes alimentarias de potasio" en el sitio web DietaryGuidelines.gov.5  No le recomiendo los suplementos de potasio, ya que no le proporcionarán este beneficio.

Beber demasiada agua puede producir efectos similares a la deficiencia de sodio

Como se dijo en el podcast, dado que el agua diluye la sal, beber mucha agua puede producir efectos similares a la deficiencia de sodio. Provoca la misma respuesta al estrés que reduce los niveles de potasio y magnesio, produce la misma inflamación en las células, reduce la producción de energía celular y causa ¡deshidratación!

Y aunque se dice que el agua acelera el metabolismo, las investigaciones demuestran que el gasto de energía se debe a que activa los sistemas de estrés, incluyendo al sistema nervioso simpático. Por tanto, experimentar un mayor gasto de energía produce efectos dañinos, ya que incrementa los niveles de estrés.

Las investigaciones también demuestran que cuando bebe un tipo de agua que tiene la misma concentración de sal que su sangre (solución salina normal), no se activa la respuesta al estrés. Esto sugiere que los bajos niveles de sodio es el resultado del alto gasto de energía por beber agua simple, dijo Jay Feldman.

Conclusión

La conclusión de todo esto es que debe consumir suficiente sal y que es mucho mejor beber agua rica en electrolitos que agua simple. Pero ¿cómo consumir suficiente agua y sal sin excederse?

Una de las estrategias más simples y efectivas es guiarse por su sed y antojo. Beba agua cuando tenga sed y consuma sal al gusto. No se obligue a beber cierta cantidad de agua "solo porque así lo recomiendan". Según Jay Feldman:

"Muchas personas cometen el error de creer que solo les da sed cuando ya están deshidratados, pero no es así. Las investigaciones demuestran que nuestra sensibilidad a la sed y a la hidratación es muy precisa.
Entonces, sabemos que nos da sed con anticipación, digamos que, dentro de un rango bastante pequeño, si nos estamos deshidratando un poco o si necesitamos más líquido, lo que tiene mucho sentido.
Pues ese es el objetivo de la sed: decirnos que necesitamos más líquido. No tendría sentido si eso sucediera cuando ya estamos deshidratados. Lo mismo sucede con los animales, que tienen señales de sed muy precisas que les permiten mantenerse bien hidratados.
Lo mismo ocurre con la sal. Las señales que nos dicen cuánta sal necesitamos son bastante precisas, lo que significa que, si se le antoja la sal, podría significar que necesita consumir más".

Recomendaciones para mantenerse bien hidratado y mejorar su consumo de sal

Jay Feldman también dijo que, aunque las recomendaciones convencionales establecen que debe limitar su consumo de sal a 1500 o 2000 miligramos o menos, las investigaciones demuestran que este rango se relaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa, a diferencia de rangos entre los 4000 y 6000 mg. Según Feldman:

"La cuestión es que si consumiéramos mucha más sal de la que nos dicen, experimentaríamos mayores beneficios.
Y en lo que respecta a la sed, esto nos lleva a las mejores opciones de alimentos y bebidas para hidratarnos. No es tan simple como beber agua simple. Hay muchas otras fuentes de las que podríamos obtener el líquido que necesitamos para mantenernos hidratados".

Mike Fave mencionó algunos ejemplos que incluyen agua mineral, té con miel, jugos de frutas, agua de coco, leche, batidos de frutas y vegetales, algunos vegetales cocidos y frutas maduras. Estos contienen minerales, vitaminas y azúcares que hidratan mejor que el agua simple. Cuando beba agua simple, asegúrese de filtrarla bien para evitar contaminantes, como fluoruro, cloro y subproductos de desinfección (DBP).

Además, en casos en los que necesita incrementar su consumo de agua porque está sudando mucho, considere agregarle electrolitos. Una forma muy sencilla y económica de hacerlo es agregándole al agua una pequeña pizca de sal del Himalaya. Si desea mejorar su sabor, agregue un poco de jugo de limón.

En el caso de la sal, evite a toda costa la sal de mesa yodada y procesada, ya que contiene agentes antiaglomerantes y también puede contener contaminantes dañinos, como el plástico. Mejor, utilice sal natural y sin procesar. La sal de mar del Mediterráneo, la sal marina celta y la sal rosa del Himalaya son buenas opciones. Recuerde que debe guiarse por sus antojos y consumir sal al gusto.

La relación entre el metabolismo y la hipertensión

Además del agua y la sal, otros factores que afectan la hidratación y la presión arterial incluyen: optimizar los niveles de los otros tres electrolitos (potasio, calcio y magnesio) y estimular la producción de energía en las células. De acuerdo con Feldman:

"Si le preocupa su presión arterial, entonces es muy importante que considere estos factores.
Los factores que afectan la producción de energía también influyen mucho en la presión arterial, eso significa que debe asegurarse de consumir el tipo correcto de grasa (evitar los PUFA y consumir más grasas saturadas), consumir suficientes proteínas, suficientes carbohidratos, optimizar su digestión y controlar la producción de endotoxinas.
Si tiene hipertensión, diría que hay muchos más factores detrás de este problema que solo su consumo de sal. Diría que tiene un problema de endotoxinas, algún daño vascular por grasas poliinsaturadas oxidadas, tal vez algún tipo de infección latente y quizás un sistema adrenérgico hiperactivo por algún tipo de desequilibrio de electrolitos, estrés crónico o por falta de nutrientes.
Otro punto importante es que la hipertensión es cuando la presión arterial es muy alta, lo que provoca que los vasos sanguíneos se contraigan mucho y se produzca la hipertensión. Bueno, todo lo que estimula la producción de energía ayuda a liberar toda esa tensión".