HISTORIA EN BREVE

  • De acuerdo con un análisis reciente del "ciclo de vida de la cuna a la puerta", la industria de la carne cultivada en laboratorio produce de cuatro a 25 veces más CO2 que la ganadería tradicional
  • Las carnes cultivadas son ultraprocesadas y podrían provocar problemas de salud similares a los que provocan otros productos ultraprocesados, incluyendo obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, síndrome del intestino irritable, cáncer, problemas de salud mental y aumento de la mortalidad por todas las causas
  • Los ingredientes iniciales en los nuevos productos fermentados de biología sintética son azúcares baratos derivados del maíz y soya genéticamente modificados (GE). Los cultivos transgénicos se desarrollan en monocultivos que dañan al medio ambiente, además utilizan muchos herbicidas, pesticidas y fertilizantes sintéticos. Como resultado, contienen cantidades muy elevadas de residuos químicos
  • Una vez que los organismos deseados del fermento consumen los nutrientes que necesitan, lo que sobra son desechos biológicos peligrosos que deben desactivarse y eliminarse de manera segura. Los residuos no pueden desecharse en un vertedero ni utilizarse para alguna otra cosa
  • La carne cultivada en laboratorio en realidad no tiene nada que ver con la salud o el medio ambiente; sino que es una herramienta para deshacerse poco a poco de los agricultores y ganaderos y de esta forma reemplazar sus productos por alimentos ultraprocesados bajo el control de patentes

Por el Dr. Mercola

La carne de laboratorio o cultivada se promociona como el futuro de los alimentos: la forma "ecológica y sostenible" de comer. Sin sufrimiento animal, no se emiten gases de efecto invernadero y obtenemos una proteína similar a la carne, con el mismo sabor de las hamburguesas y los cortes a los que está acostumbrado. Por desgracia todo esto es una mentira.

Debajo de la imagen "ecológica", desaparecen las promesas de la carne cultivada en laboratorio. La carne cultivada en laboratorio en realidad no tiene nada que ver con la salud o el medio ambiente; sino que es una herramienta para deshacerse poco a poco de los agricultores y ganaderos, y de esta forma reemplazar sus productos por alimentos ultraprocesados bajo el control de patentes.

Es importante destacar que, incluso si las carnes cultivadas no son tóxicas en sí, son productos ultraprocesados1 y podrían provocar problemas de salud similares a los generados por otros alimentos ultraprocesados, incluyendo obesidad,2 enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, síndrome del intestino irritable, cáncer,3 problemas de salud mental4 y aumento de la mortalidad por todas las causas. 5,6,7,8,9

Además de eso, es más dañina para el medio ambiente que la ganadería tradicional. Debido a que la biología sintética se basa en el monocultivo genéticamente modificado (GE) y genera las mismas cosas que aseguran contrarrestar: la degradación ambiental que favorece el cambio climático.

La biología sintética está hecha con ingredientes de comida chatarra

Alan Lewis, vicepresidente de asuntos gubernamentales de Natural Grocers, analiza el proceso de fabricación de la biología sintética. La biología sintética es conocida de muchas maneras, incluyendo como "fermentación modificada por genes" y "productos de fermentación de precisión".

Aunque esto puede sonar inofensivo, los fabricantes de biología sintética no mencionan lo que contiene el pienso que utilizan para cultivar el organismo objetivo, o lo que hacen con los residuos al final del proceso de fermentación. Eso es comprensible, ya que ambos factores generan muchas dudas.

Como lo explica Lewis, los ingredientes iniciales en los productos fermentados de biología sintética son azúcares baratos derivados del maíz y de la la soya genéticamente modificados. Todos los cultivos transgénicos se desarrollan en monocultivos que dañan el medio ambiente y se pagan con subsidios de los contribuyentes, además utilizan muchos herbicidas, como el glifosato, pesticidas, como los neonicotinoides y fertilizantes sintéticos.

Esto genera un gran contenido de residuos químicos. Además de azúcares, también se agregan cientos de ingredientes al fermentado para poder conseguir el producto deseado, como una determinada proteína, color, olor o sabor.

Alan Lewis aseguró que el microorganismo que más se utiliza en el proceso de fermentación es la bacteria E. coli. La bacteria E. coli se modifica mediante la ingeniería genética para producir el compuesto deseado a través de su proceso digestivo.

El microorganismo también debe ser resistente a los antibióticos, ya que necesita sobrevivir a los antibióticos que se utilizan para eliminar otros organismos no deseados. Como resultado, los organismos resistentes a los antibióticos se integran al producto final, y nadie sabe qué tipo de enfermedades transmitidas por los alimentos podrían ser provocadas por la bacteria E. coli y sus metabolitos. Nadie sabe en realidad cómo podrían ser esas enfermedades.

La carne cultivada produce residuos biológicos tóxicos

Además del metabolito objetivo deseado, estos organismos genéticamente modificados también podrían expulsar una gran cantidad de metabolitos no deseados y tener consecuencias desconocidas para el medio ambiente y la salud de las personas.

Alan Lewis explica que los diferentes ingredientes del "alimento" se colocan en un biorreactor de fermentación a una temperatura entre los 87 y 90 grados Fahrenheit (30 y 32 grados Celsius) y puede tardar entre 24 y cientos de horas para que crezca el microorganismo deseado. Estos organismos en el fermento consumen los nutrientes que necesitan, mientras que lo que sobra después de extraer dichos organismos son residuos biológicos peligrosos.

Aunque los procesos de fermentación tradicionales, como la elaboración de cerveza, producen residuos que son comestibles para los animales o que pueden usarse como composta y que no representan ningún riesgo biológico, los desechos biológicos de estos fermentos de biología sintética, primero deben desactivarse y luego deben desecharse de manera segura. No pueden desecharse en un vertedero. Elaborar alimentos que producen residuos biológicos peligrosos no es un modelo sostenible.

La carne cultivada en laboratorio es 25 veces más dañina para el medio ambiente que la carne de res

Son un desastre ambiental en crecimiento. Su impacto ambiental es muy similar al de la industria farmacéutica.

De acuerdo con un análisis reciente del "ciclo de vida de la cuna a la puerta", la industria de la carne cultivada en laboratorio produce de cuatro a 25 veces más CO2 que la ganadería tradicional.

De hecho, la fermentación de precisión, el proceso de crear una secuencia genética para una proteína específica en una bacteria o cepa de levadura, y luego cultivarla en fermentadores para producir la proteína deseada, se ha utilizado por muchos años en la producción de medicamentos y vacunas.10

De acuerdo con un análisis reciente del "ciclo de vida de la cuna a la puerta",11,12,13,14la industria de la carne cultivada en laboratorio produce de cuatro a 25 veces más CO2 que la ganadería tradicional.

De acuerdo con los autores, los inversionistas han invertido miles de millones de dólares en el sector de la carne basada en células animales (ACBM, por sus siglas en inglés) respaldándose en la teoría de que la carne cultivada es menos dañina para el medio ambiente que la carne de res. Pero de acuerdo con estos investigadores, esa teoría se basa en análisis deficientes de las emisiones de carbono.

Las fuentes principales de emisiones de CO2 son los procesos de purificación, que requieren combustibles fósiles. Las bacterias que se utilizan para producir la “carne” liberan endotoxinas, y estas deben eliminarse del cultivo, o de lo contrario las células no se reproducirán de forma adecuada. Como señalaron los autores:

“El cultivo de células animales se realiza con componentes del medio de cultivo que fueron mejorados para eliminar o reducir las endotoxinas. Utilizar dichos métodos de mejora, contribuye de forma significativa a los costos económicos y ambientales relacionados con los productos farmacéuticos, ya que consumen muchos recursos y energía”.

De acuerdo con este análisis, cada kilo de carne cultivada produce entre 542 libras (246 kilos) y 3325 libras (1508 kg) de emisiones de dióxido de carbono, por lo que su impacto al medio ambiente es de cuatro a 25 veces mayor que el de la carne de res convencional.

Los autores señalan que varios análisis de los impactos climáticos de ACBM dependen de tecnologías novedosas que aún no existen o que tal vez no funcionan.

Por ejemplo, algunos sugieren cultivar cianobacterias hidrolizadas en estanques abiertos de concreto, para luego ser "cosechadas, esterilizadas, hidrolizadas y utilizadas como medio de crecimiento de células animales". Pero según los autores, esta tecnología no está disponible, “ni está cerca de ser factible”.

En pocas palabras, las declaraciones que respaldan a la industria de la carne cultivada son una mentira, ya que la teoría de que la carne cultivada es una opción más ecológica se basa en tecnologías que no existen.

Impacto en el medio ambiente de la carne cultivada

Existen otros estudios que también son fundamentales. Un artículo de 2019 de la revista Frontiers in Sustainable Food Systems señaló que, si se hiciera el cambio a la carne cultivada en todo el mundo, al principio, su impacto en el calentamiento global podría parecer beneficioso. Sin embargo, con el tiempo, la producción de carne cultivada podría provocar un mayor calentamiento. Como se explica en siguiente resumen:15

“La mayor eficiencia de la emisión de gases de efecto invernadero (GHG) en la producción, se promueve como una de las posibles ventajas de la carne cultivada sobre los sistemas de producción ganadera tradicionales... En este estudio, se realizó una comparación más específica de los posibles impactos al medio ambiente de la carne cultivada y la producción ganadera.
Los impactos de calentamiento se analizan con un modelo climático que simula los diferentes comportamientos del dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), en lugar de depender de los indicadores equivalentes de dióxido de carbono (CO2e).
Comparamos el impacto de la temperatura del ganado vacuno y la producción de carne cultivada en los próximos 1000 años, utilizando cuatro huellas de GHG de carne sintética, que se encuentran disponibles en diferentes artículos, y tres sistemas diferentes de producción de carne vacuna, que fueron analizados en un artículo de modelos climáticos.
Los sistemas de ganado tienen una relación con la producción de los tres GHG ya mencionados, incluyendo emisiones considerables de CH4, mientras que las emisiones de carne cultivada son casi en su totalidad CO2 derivado de la generación de energía.
Al principio, si tomamos en cuenta el consumo global alto y continuo, la carne cultivada genera menos calentamiento que el ganado, pero esta diferencia disminuye a largo plazo y, en algunos casos, la producción de ganado genera menos calentamiento, ya que a diferencia del CO2, las emisiones de CH4 no se acumulan.
Luego, reducimos el consumo de carne a niveles más sostenibles, y mostramos que, aunque los sistemas de ganado por lo general dan como resultado un pico de calentamiento mayor que la carne cultivada, el efecto de calentamiento disminuye y se estabiliza bajo los nuevos índices de emisión de los sistemas de ganado, mientras que el calentamiento generado por CO2 de la carne cultivada persiste y se acumula, incluso con un consumo reducido, lo que supera una vez más a la producción de ganado.
Llegamos a la conclusión de que la carne cultivada a primera vista, no es menos dañina con el medio ambiente que la ganadería; en cambio, su impacto relativo depende de la descarbonización energética y los sistemas de producción específicos que se realizan”.

Diferencias entre las declaraciones y los hechos

Otro artículo,16 publicado en abril de 2023 en la revista Animal Frontiers, señaló que existen varias consecuencias de la carne a base de células que deberían considerarse. Paul Wood, autor responsable, también analiza estos temas, incluyendo los siguientes:

Importantes desafíos técnicos, éticos, normativos y comerciales.

Es probable que la adopción masiva “aumente la desigualdad entre las clases sociales y entre los países de ingresos altos y bajos”.

Los productos a base de células no son similares a los alimentos que pretenden reemplazar, en términos de propiedades sensoriales y de textura, y tampoco son igual de nutritivos.

Se perderán las funciones sociales relacionadas con la producción animal, "incluyendo los servicios ambientales, los beneficios de los coproductos y las contribuciones a los medios de vida y el sentido cultural".

Los procedimientos detallados de producción no están disponibles, por lo que es "imposible comprobar las afirmaciones relacionadas con las características y sostenibilidad de sus productos". De acuerdo con los autores, “la mayoría de las afirmaciones relacionadas con la producción de carne a base de células ['CBM, por sus siglas en inglés'] en términos de mejoras de sostenibilidad (por ejemplo, uso de energía o agua) no parecen estar científicamente justificadas, o son solo teorías, en especial con relación al impacto en el medio ambiente".

Las fábricas de carne a base de células afirman que el costo de la carne sintética se reducirá de manera significativa, conforme a la ley de Moore. Sin embargo, los sistemas de cultivo de carne basados en células “tienen límites naturales y mecanismos de retroalimentación que invalidan esta ley”.

Como se señaló en este artículo:

“Se realizó una gran inversión en el tema de la fermentación de precisión, y existen muchos pronósticos de que esta tecnología afectará las industrias de la carne y los lácteos; sin embargo, existen muchos desafíos técnicos, normativos y de consumo que deben abordarse.
Debido a que la fermentación de precisión será mucho más costosa, el mayor desafío técnico será el costo de los productos. En el caso de las proteínas de la leche, existe una variedad de cepas de levadura que podrían producir proteínas recombinantes a una tasa de 10 a 30 g/l, pero estas proteínas deben separarse de las células de levadura y de los desechos celulares a través de varios procedimientos que representan hasta el 60 % del costo de fabricación.
La tecnología de fermentación de precisión también será esencial para que el sector de la 'CBM' pueda producir los medios de crecimiento, así como otros compuestos necesarios para cultivar células de mamíferos. Para aumentar la fermentación de precisión, las fabricas utilizan fermentadores con una capacidad de más de 100 000 l, lo que requerirá una ingeniería compleja, así como procesadores que consumen bastante energía”.

La carne cultivada en laboratorio podría causar cáncer

Existen muchas interrogantes sobre si la carne a base de células pueda provocar cáncer. La mayoría de las carnes cultivadas o basadas en células son creadas al cultivar células animales en una solución de suero bovino fetal (FBS).

Además del hecho de que esta alternativa "ecológica" requiere sacrificar vacas preñadas para poder drenar la sangre del feto, para que los cultivos celulares crezcan más rápido; varias empresas utilizan líneas celulares inmortalizadas. De acuerdo con los informes del portal The Fern:17 "Una línea celular inmortalizada es un elemento básico de la investigación médica, pero la realidad es que podrían ser precancerosas o cancerosas".

La razón por la que se utilizan estas células, es porque las células normales no pueden replicarse para siempre. La mayoría de las células pueden multiplicarse unas cuantas veces, antes de que se vuelvan senescentes (viejas) y mueran.

Y esto no es factible cuando la intención es crear toneladas de tejido a partir de un pequeño número de células, por lo que utilizan células inmortalizadas que pueden dividirse de forma indefinida. Las células inmortalizadas son, por definición, cancerosas (o por lo menos precancerosas), ya que no pueden dejar de replicarse.

El Dr. Robert Weinberg, biólogo del MIT, considera que estas células no podrían provocar cáncer a los seres humanos, ya que no son células humanas y, por lo tanto, no pueden replicarse dentro de su cuerpo.18 Sin embargo, no existen investigaciones a largo plazo que comprueben este argumento.

El hecho de que “los tumores de las vacas que en ocasiones se encuentran en la carne molida”,19 no provoquen ningún problema, no significa que un trozo de carne que está elaborado a base de células cancerosas y precancerosas no tendrá efectos peligrosos.

Para evitar la mala publicidad, algunas de estas fábricas utilizan células madre embrionarias en lugar de células inmortalizadas. Otras fábricas utilizan células de animales vivos.20 Sin embargo, cualquiera de estas estrategias difiere con el argumento de que la carne cultivada no contiene productos de origen animal.

Tenga cuidado con el objetivo real de los alimentos falsos

Al intentar crear carne de laboratorio a gran escala, para alimentar al mundo entero, surgen demasiados problemas logísticos, que son casi imposibles de resolver. Como el problema de los productos residuales (catabolitos), ya que incluso las células cultivadas generan desechos que son tóxicos.

Si analizamos la producción de soya transgénica y el uso de fuentes de energía convencionales, entonces los "beneficios ambientales" también son muy cuestionables. Si se toma en cuenta esto, el análisis concluye que la carne cultivada podría ser peor para el medio ambiente, a diferencia del pollo, cerdo21,22 y res producidos de forma convencional. 23

A fin de cuentas, es importante entender que el mercado de la carne sintética se basa en una serie de creencias y suposiciones falsas, y que el verdadero objetivo no tiene nada que ver con salvar el planeta o mejorar la salud humana. El objetivo real es desaparecer la agricultura tradicional y hacer que la gente dependa de alimentos ultraprocesados, patentados y producidos en masa.

¿Debemos preocuparnos por la guerra biológica?

También debemos preguntarnos si la carne cultivada en laboratorio podría convertirse en algún tipo de amenza. La comprañia GOOD Meat, que acaba de obtener la aprobación de la FDA para su pollo cultivado, trabaja con una empresa china llamada JOINN, una empresa vinculada al programa de guerra biológica de China Biologics, para realizar su producción y control de calidad.

JOINN Biologics también está vinculado con algún tipo de operación de cría de animales. En 2022, compraron 1400 acres (566 hectáreas) de tierra en Morriston, Florida, para construir una instalación para primates. De acuerdo con los informes de The National Pulse:24

"Varios empleados de alto rango que trabajan para JOINN Biologics y su empresa matriz, estudiaron o trabajaron en la Academia de Ciencias Médicas Militares en Beijing. En 2021, dicha Academia se agregó a la lista negra comercial de Estados Unidos, por proveer biotecnología al ejército chino.
La fundadora y presidenta de la junta directiva de JOINN es Yuxia Feng, médico militar y graduada de la Academia. Conglin Zuo, cofundador y vicepresidente de la junta directiva, trabajó en la Academia, en el Instituto de Biotecnología.
Otros miembros importantes como Hemei Wang y Shusheng Feng también fueron empleados por la Academia, en el Instituto de Farmacología y Toxicología. La Dra. Feng ha colaborado en investigaciones con varios científicos del Ejército Popular de Liberación, que son considerados clave en la investigación de armas biológicas de China...
La participación de JOINN en las pruebas y producción de la primera carne cultivada en laboratorio disponible en Estados Unidos, pone en duda el proceso de certificación de seguridad del producto, y la influencia china en la infraestructura de Estados Unidos, incluyendo el suministro de alimentos".

¿Qué podemos hacer al respecto? En realidad, no lo sé, pero la idea de delegar la producción y el control de calidad a una empresa que está vinculada al programa chino de guerra biológica parece bastante peligrosa y para nada confiable. No obstante, estoy seguro que la comida podría usarse como una vía de distribución para un arma biológica, pero no entraré en más detalles.