HISTORIA EN BREVE

  • Durante años he recibido un sinfín de ataques por parte de la industria farmacéutica para desacreditarme, pero no fue hasta que estalló la pandemia del COVID en 2020 que me convertí en el enemigo número 1 de todo un país
  • Los ataques directos de censura y las violaciones a mi derecho de libertad de expresión comenzaron en el verano de 2020, cuando el Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI) solicitó a la Administración de Alimentos y Medicamentos y a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que tomaran acciones disciplinarias en mi contra por recomendar la vitamina D
  • Pero los ataques se intensificaron a finales de octubre de 2020, cuando publiqué un artículo científico revisado por pares sobre los beneficios de la vitamina D. En la víspera de Navidad de 2020, la procuradora general Letitia James envió un aviso de cese y desistimiento en el que nos exigía que dejáramos de compartir información sobre cómo los suplementos nutricionales que estimulan el sistema inmunológico podrían reducir el riesgo de COVID. Pero eso no es todo, la FDA también nos envió una carta de advertencia bajo la misma premisa
  • Lo más increíble de todo es que las autoridades del gobierno obtienen su "evidencia" para censurarme del Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH), una organización que manipula los datos a su conveniencia. Muchos de los miembros de la junta del CCDH tienen ciertos intereses en común con los centros tecnocráticos dentro de la red globalista

Por el Dr. Mercola

Durante años he recibido un sinfín de ataques por parte de la industria farmacéutica para desacreditarme, pero no fue hasta que estalló la pandemia del COVID en 2020 que me convertí en el enemigo número 1 de todo un país.

Para fines legales e históricos, aquí compartiré la cronología de eventos que documentan todos los sucesos y ataques coordinados contra mí persona y este sitio web. Mi primer artículo sobre la pandemia se publicó el 4 de febrero de 2020, en el que predije que era una amenaza muy exagerada que enriquecería a los fabricantes de vacunas.

El 8 de marzo de 2020, publiqué una entrevista con el Dr. Francis Boyle, un experto en armas biológicas, en la que advirtió que el SARS-CoV-2 tenía todas las características de un arma biológica transgénica. Boyle fue uno de los primeros (o el primero) en sospechar que el brote se debió a una fuga de laboratorio.

Aunque todas las autoridades de salud alrededor del mundo afirmaron que no existía tratamiento para este virus y lo único que las personas podían hacer en caso de infectarse era acudir al hospital más cercano para recibir ventilación mecánica y esperar hasta morir, no me quedé con los brazos cruzados y comencé a entrevistar a expertos médicos que trabajan en opciones de tratamiento temprano y publiqué artículos sobre los beneficios de la vitamina D, el zinc, la quercetina y otros nutracéuticos que estimulan la función inmunológica, así como medicamentos que se han utilizado de forma segura durante décadas, como la hidroxicloroquina.

También publiqué el testimonio de denunciantes como Erin Marie Olszewski, una enfermera de primera línea, que informó que los hospitales ponían a los pacientes bajo ventilación mecánica a propósito para que murieran, y poco después se confirmó que esta intervención para el COVID-19 era mortal.

Verano de 2020: comienza la censura sobre la vitamina D

Al principio, se volvió evidente que los niveles de vitamina D y pasar tiempo al aire libre eran dos factores que influían mucho en el riesgo de infección y los resultados finales. Y dado que estos dos factores siempre han influido en las infecciones respiratorias, no debería sorprender que también produzcan un impacto en las infecciones por coronavirus. A pesar de toda la evidencia, las autoridades de salud insistieron en que la vitamina D no servía para tratar ni prevenir el COVID.

Dijeron que la única forma de salir de la pandemia sería una vacuna, esto a pesar de todos los intentos previos por crear una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus, algo que jamás se había logrado porque se trata de un virus que muta muy rápido.

En junio de 2020, lancé una campaña de información sobre la vitamina D. Publiqué un reporte científico que explicaba cómo y por qué optimizar los niveles de vitamina D entre la población general podría minimizar el impacto de la próxima ola de COVID.  Entonces, si optimizar los niveles de vitamina D es una medida racional, segura y económica que ningún funcionario de salud en su sano juicio objetaría, ¿por qué sucedió todo lo contrario?

El 21 de julio de 2020, el Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI) publicó un comunicado de prensa1 en el que solicitó a la Administración de Alimentos y Medicamentos y a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que "tomaran acciones disciplinarias contra Mercola y sus compañías por sus afirmaciones ilegales en las que afirman de manera falsa y engañosa: tratar, curar o prevenir las infecciones por COVID-19".

El CSPI me acusó de afirmar de manera falsa "que al menos 22 vitaminas, suplementos y otros productos que se venden en su sitio web pueden prevenir, tratar o curar la infección por COVID-19". Esto a pesar de que su Apéndice de Reclamos Ilegales2 demuestra de forma clara y contundente que no hice ninguna afirmación con relación al COVID-19 en ningún producto específico y solo hice referencia a estudios y artículos que se publicaron en importantes revistas y otros medios de comunicación para respaldar mis opiniones.

En un correo electrónico del 12 de agosto de 2020, el Dr. Peter Lurie, presidente del CSPI y exmiembro de la FDA, también hizo una afirmación falsa al decir que "me estaba aprovechando de la pandemia" a través del "movimiento antivacunas":3

"Mercola ha afirmado de forma descarada que muchos de sus productos tratan o curan el coronavirus, tales como la vitamina C, la vitamina D, el zinc, el selenio, el 'hidrógeno molecular', el regaliz y otras sustancias.
Además de beneficiarse de la pandemia, al parecer Mercola también aconseja a las personas a contraer el COVID-19 después de tomar suplementos que, según él, "estimulan la inmunidad" (claro que suplementos que vende en su sitio web). Para empeorar las cosas, Mercola es uno de los principales defensores de las teorías de conspiración contra las vacunas, y ha estado infundiendo miedo contra las posibles vacunas anticovid-19 incluso antes de que tales vacunas estén disponibles".

A mediados de agosto, se lanzó toda una campaña para acabar con Mercola.com, cuando Laurie ordenó a los miembros del CSPI que bombardearan a la FDA y la FTC con tweets prescritos en los que pedían medidas contra nosotros. También solicitó a los "procuradores generales estatales investigar cómo pueden dar mayor protección a los consumidores contra la comercialización ilegal de Mercola".4

No es una sorpresa que el CSPI esté financiado por la Fundación Rockefeller, el Fondo de la Familia Rockefeller, Bloomberg Philanthropies y otras fundaciones que pertenecen a multimillonarios. Además, se asoció con el grupo de relaciones públicas de agroquímicos de Bill Gates: Cornell Alliance for Science. Además, Greg Jaffe, quien dirige el Proyecto de Biotecnología del CSPI, también es director asociado de asuntos legales en Alliance for Science.

Invierno de 2020: se intensifican los ataques contra la vitamina D

Los ataques en mi contra se intensificaron a finales de octubre de 2020, cuando publiqué un artículo científico revisado por pares5 sobre los beneficios de la vitamina D. Con eso, establecí mi mérito médico y científico, así como mi derecho a una opinión profesional, que es algo que decreta la Constitución de los Estados Unidos.

El artículo titulado "Evidence Regarding Vitamin D and Risk of COVID-19 and Its Severity" que se publicó en la revista Nutrients, lo coescribí con el Dr. William Grant y la Dra. Carol Wagner, que forman parte del panel de expertos en vitamina D de GrassrootsHealth.

Como se señaló en ese artículo, el color de piel, la edad, las enfermedades crónicas y la deficiencia de vitamina D son factores de riesgo de la enfermedad grave por COVID y, de estos, la deficiencia de vitamina D es el único factor que puede modificarse. Así que sería una tontería ignorarlo, en especial porque los suplementos de vitamina D son económicos y fáciles de conseguir.

En la víspera de Navidad del 2020, la procuradora general Letitia James envió un aviso de cese y desistimiento en el que nos exigía que dejáramos de compartir información sobre cómo los suplementos nutricionales que estimulan el sistema inmunológico como la vitamina D, el zinc, la NAC y la vitamina C, podrían reducir el riesgo de COVID.

Febrero de 2021: la FDA trata de violar la libertad de expresión

El 18 de febrero de 2021, después de que entró la nueva administración presidencial, el CSPI y AG James con financiamiento de Rockefeller, lograron su objetivo, ya que la FDA nos envió una carta de advertencia por "Productos no aprobados y mal etiquetados relacionados con la enfermedad del coronavirus 2019".6Laurie incluso se jactó de forma pública7 sobre su capacidad para influir en la FDA y lograr tomar acciones disciplinarias en nuestra contra.

La carta de la FDA menciona declaraciones que se hicieron en los artículos de mi sitio web que tenían referencias completas y que estaban respaldadas por la ciencia publicada. Según la ley, ninguno de los artículos que citaron tenía publicidad comercial que vinculara la información con alguno de mis productos. En ese sentido, jamás hicimos nada ilegal o irregular, y la Constitución de los Estados Unidos protege mi derecho de dar mi opinión profesional.

No hace falta decir que respondimos con la frente en alto, tanto al aviso de cese y desistimiento de James como a la carta de advertencia de la FDA, les informamos que no pueden censurar el discurso protegido solo porque lo que dice va en contra de sus intereses.

Por cierto, el 18 de abril, solo dos meses después de que William Correll, director de la Oficina de Cumplimiento de la FDA, firmó la carta de advertencia, "falleció de forma repentina tras una breve batalla contra el COVID-19".8

Otra organización fachada de Gates se suma a la ola de ataques en mí contra

La organización fachada de agroquímicos: Cornell Alliance for Science (CAS),9que recibe casi todo su financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates,10también se sumó a la ola de ataques en mi contra al declarar de forma falsa11que, casi un mes después de recibir la carta de advertencia de la FDA, mi sitio web todavía tenía "las páginas con publicidad que afirman que la vitamina C y la quercetina producen efectos sinérgicos que los hacen efectivos para prevenir y tratar el COVID-19 desde casa".

Para dejar las cosas claras, teníamos artículos de noticias científicas con todas sus referencias. Los artículos de noticias NO son "publicidad", ya que no se refieren a ningún producto específico, ni hacen referencia ni recomiendan ninguna marca específica. En el caso de la advertencia sobre la vitamina C, el artículo habló sobre los hospitales que utilizaron vitamina C por vía intravenosa para tratar el COVID-19 y la sepsis.

Pero dado el interés de Gates en todo este tema y la relación entre la CAS y el CSPI, un hecho que la CAS admitió de forma pública, estos ataques coordinados solo eran cuestión de tiempo antes de que salieran a la luz.12

Marzo de 2021: obligan a las librerías a censurar mi libro

El 11 de febrero de 2021, inició la preventa de mi libro "Toda la Verdad sobre el COVID-19", y a principios de marzo ya estaban presionando a las librerías de Estados Unidos, Reino Unido y Australia para que no lo vendieran o para que le agregaran algún tipo de etiqueta de advertencia con la palabra "desinformación". El 5 de marzo de 2021, Sky News informó lo siguiente:13

"En el Reino Unido, se administraron más de 20 millones de dosis de vacunas como parte de las medidas para acabar con la pandemia del COVID-19, y aun así les preocupa que la desinformación impida que más personas reciban la vacuna. Alex Norris, secretario de salud de la oposición, dijo para Sky News:
'Vacunar a la población es nuestra prioridad y es muy triste ver que sea tan fácil publicar este tipo de cosas. Esperamos que estos minoristas actúen de manera responsable y analicen si quieren que se les relacione con este tipo de productos y si quieren que quede en evidencia que se benefician de ellos'".

Otra de las marionetas globalistas se une a la ola de ataques

El 3 de marzo de 2021, el Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH), una organización turbia que dirige Imrad Ahmed en Reino Unido y que recibe financiación anónima, también se unió a la ola de ataques en mi contra y publicó su lista negra14de los "10 principales antivacunas" a quienes querían silenciar y censurar de todos los foros públicos para siempre. La lista mostraba con nombres tachados, a las personas que ya habían logrado censurar de todas las plataformas y redes sociales.

Aunque se sabía (y aún se sabe) muy poco sobre el CCDH, tras investigar a fondo se descubrió que, en abril de 2020, Ahmed fue miembro del comité directivo del Grupo de Trabajo Piloto de la Comisión para la Lucha contra el Extremismo del gobierno del Reino Unido, justo cuando crecía el temor por la pandemia del COVID-19. Además, muchos de los miembros de la junta del CCDH tienen ciertos intereses en común con los centros tecnocráticos dentro de la red globalista. 15

Más datos manipulados y mentiras por parte del CCDH

Un par de semanas después (15 de marzo), Ahmed logró que el artículo titulado "Dismantling the Anti-Vaxx Industry"16se publicara en la revista Nature Medicine. En este artículo, Ahmed mintió al afirmar que tenía "la grabación de una reunión privada entre los principales antivacunas del mundo", cuando en realidad se trató de una conferencia internacional que se realizó en línea a la que asistieron miles de personas de todo el mundo, por lo que todos los asistentes tenían acceso a las grabaciones.

Lo más normal, ético y periodístico de su parte era admitir que se trató de una conferencia virtual pública a la que asistió, pero en lugar de eso la disfrazó de una misión arriesgada de agente encubierto donde grabó en secreto discusiones privadas que revelaron el funcionamiento interno de "la oposición".

Luego, el 21 de marzo de 2021, el CCDH publicó el reporte manipulado que tituló "La docena de la desinformación",17,18,19 en el que Ahmed afirmó de forma falsa que 12 personas u organizaciones eran responsables del 65 % de todo el contenido antivacunas en las redes sociales.

24 de marzo de 2021: procuradores generales tratan de violar el derecho a la libertad de expresión

El 24 de marzo de 2021, 12 procuradores generales se basaron en los datos manipulados del CCDH para decidir que enviarían una carta20 a los directores ejecutivos de Twitter y Facebook para solicitar su "cooperación para reducir la difusión de la desinformación" sobre las vacunas anticovid, Según los procuradores:

"Las personas y los grupos que difunden desinformación para engañar a las personas sobre la seguridad de las vacunas anticovid representan una amenaza para la salud de nuestras comunidades, ralentizan el progreso para proteger a nuestros residentes del virus y obstaculizan la recuperación económica en nuestros estados, ya que tener estas vacunas ayudará a acabar con la pandemia. Pero si queremos lograrlo, necesitamos que las personas sepan que las vacunas son seguras y efectivas. Por desgracia, toda la desinformación que se difunde en sus plataformas solo crea dudas sobre las vacunas.
Según un reporte reciente del Centro para Contrarrestar el Odio Digital, las llamadas cuentas 'antivacunas' en Facebook, YouTube, Instagram y Twitter tienen más de 59 millones de seguidores. Dada la difusión que obtienen los 'antivacunas' en sus plataformas, está en sus manos evitar que se publique desinformación sobre las vacunas anticovid".

La respuesta de Facebook ante esta situación

El 18 de agosto de 2021, después de realizar una investigación interna, Monika Bickert, vicepresidenta de política de contenido de Facebook, dio a conocer todas las falsedades en el reporte "La docena de la desinformación" y agregó lo siguiente:21

"En las últimas semanas, se ha debatido si censurar a 12 personas de las plataformas de redes sociales ayudaría a resolver el problema global de la divulgación de desinformación en torno a la vacuna anticovid-19. Las personas que defienden esta narrativa sostienen que estas 12 personas son responsables del 73 % de la desinformación sobre las vacunas en Facebook.
Pero no encontramos ninguna evidencia que respalde esta afirmación. De hecho, estas 12 personas son responsables de casi el 0.05 % de todas las visualizaciones de contenido sobre las vacunas en Facebook. Esto incluye todas las publicaciones sobre la vacuna que han compartido, ya sean verdaderas o falsas, así como las URL asociadas con estas personas".

Bickert destacó el hecho de que Ahmed preseleccionó a las 12 personas que menciona en su reporte, y que su "narrativa defectuosa" solo se basó en "un conjunto limitado de 483 piezas de contenido durante seis semanas en tan solo 30 grupos, algunos tan pequeños como de 2500 usuarios". Brickert termina diciendo:

"Además, la organización que realizó este reporte no explica cómo identificó el contenido que describen como 'antivacunas' o cómo eligieron los 30 grupos que incluyeron en su análisis. Tampoco justifican su afirmación de que sus datos son una 'muestra representativa' del contenido que se comparte en nuestras aplicaciones".

Al parecer, nadie en el gobierno hizo bien su trabajo y no lograron detectar todas las fallas en el reporte del CCDH, y no solo eso, sino que, durante el resto de 2021, muchos funcionarios citaron los datos manipulados del CCDH, incluso mucho después de que Facebook diera a conocer todas las falsedades que menciona. Es más, sin importar que Facebook admitió que las afirmaciones del reporte de CCDH eran falsas, se tomaron medidas contra estas cuentas al implementar sanciones o prohibiciones.

8 de abril de 2021: los procuradores piden a las redes sociales que censuren a "los 12"

El 8 de abril de 2021, los procuradores generales James y William Tong publicaron un artículo de opinión en The Washington Post,22en el que volvían a pedir a las compañías de redes sociales que censuren a "La docena de la desinformación" que identificó el CCDH. Afirmaron que la falta de aceptación de la nueva tecnología de terapia génica, se debió a que un pequeño grupo de personas con presencia en las redes sociales, incluyéndome, lograron engañar al público al publicar mentiras sobre los riesgos inexistentes de las vacunas.

27 de abril de 2021: el Dr. Hotez hace un llamado de guerra

El 27 de abril de 2021, el Dr. Peter Hotez, presidente del Instituto de Vacunas Sabin23, que ha recibido decenas de millones de dólares de la Fundación Bill & Melinda Gates,24,25,26 llevó las cosas a otro nivel en un artículo que se publicó en la revista Nature.

Después de citar los hallazgos del CCDH, el Dr. Hotez pidió a los expertos en cibernética que se prepararan para la guerra que se avecinaba entre los defensores de la seguridad de las vacunas y las personas que "dudan sobre su efectividad", además, escribió lo siguiente:27

"Los mensajes precisos y específicos de la comunidad mundial de la salud para defender las vacunas son importantes, pero no suficientes, lo mismo sucede con la presión pública sobre las compañías de redes sociales. Las Naciones Unidas y los más altos niveles del gobierno deben comenzar a moverse para desmantelar los grupos antivacunas en los Estados Unidos.
Las medidas para contrarrestar el problema deben expandirse al ámbito de la seguridad cibernética, la aplicación de la ley, la educación pública y las relaciones internacionales. Un equipo interinstitucional de alto nivel que trabaja para la secretaria general de la ONU podría evaluar el impacto total de la agresión contra las vacunas y proponer medidas estrictas y equilibradas.
Este equipo debe incluir expertos en amenazas globales complejas como el terrorismo, los ataques cibernéticos y el armamento nuclear, porque la anticiencia se está volviendo un riesgo de un nivel muy similar. Cada vez es más claro que se necesita un contraataque si se quiere inmunizar a toda la población".

En resumen, el Dr. Hotez pidió el uso de tácticas de guerra contra todas las personas que viven en los Estados Unidos, y la revista Nature permitió que se publicara esta terrible amenaza. Un día después, el 28 de abril, el CCDH publicó un segundo reporte titulado "Disinformation Dozen: The Sequel",28que se enfocó en el fracaso de las grandes compañías tecnológicas para deshacerse de nosotros "a pesar de las llamadas bipartidistas del Congreso".

Para comprender el alcance que obtuvo el CCDH, a pesar de que antes del COVID nadie sabía de esta organización, considere esto: a finales de agosto de 2021, hubo 84 700 resultados de búsqueda en Google para la frase difamatoria del CCDH "la docena de la desinformación", que incluyó 16 000 noticias en la prensa internacional, casi todas repetían palabra por palabra las declaraciones difamatorias del CCDH y no solo eso, sino que las dieron por hecho.

Mayo de 2021: la guerra financiera les dio algo de ventaja

Poco después de que apareciera el artículo de opinión de los procuradores generales James y Tong, cerraron de golpe todas nuestras cuentas bancarias comerciales y cancelaron nuestras tarjetas de crédito. A nuestros socios comerciales también les cerraron sus cuentas de PayPal.

Después de este nuevo ataque en mi contra, del que no pude defenderme en un tribunal de justicia, el 4 de mayo tomé la decisión de eliminar todos los artículos sobre la vitamina D, la vitamina C, el zinc y el COVID-19 de mi sitio web.

Julio de 2021: la Casa Blanca lanza de forma pública una campaña de censura

A mediados de julio de 2021, la Casa Blanca intervino para presionar a Facebook para que eliminara a todos los "antivacunas" de su plataforma. Jen Psaki, la entonces secretaria de prensa, volvió a citar las afirmaciones falsas del CCDH y dijo:29

"Hay unas 12 personas que producen el 65 % de la desinformación sobre las vacunas en las plataformas de redes sociales. Todos tienen cuenta de Facebook, a pesar de que algunos incluso están vetados de otras plataformas, incluyendo las que pertenecen a Facebook.
Facebook debe comenzar a eliminar este tipo de publicaciones negativas. Las publicaciones que entran en su política de eliminación suelen permanecer activas durante días, y eso es mucho tiempo. La información se difunde demasiado rápido".

En otra conferencia de prensa a mediados de julio, el propio presidente Joe Biden exigió a las redes sociales tomar medidas contra "La docena de la desinformación" y dijo que nuestra "desinformación" estaba "cobrando la vida de muchas personas".30,31 Pero nadie cuestionó al CCDH. El portavoz de Facebook, Dani Lever, respondió a las solicitudes de la Casa Blanca y dijo:

"No nos distraeremos con acusaciones que no están justificadas. El hecho es que más de 2 mil millones de personas han visto información fidedigna sobre el COVID-19 y las vacunas en Facebook, que es más que cualquier otro lugar en Internet. Los hechos demuestran que Facebook está ayudando a salvar vidas. Fin de la discusión".

Verano de 2021: una lluvia de difamación en mi contra

El 24 de julio de 2021, el periódico The New York Times me nombró el principal superpropagador de desinformación sobre el COVID en Internet.32 Según el NYT, este fue el artículo más leído del año hasta ese momento, lo escribió Sheera Frenkel y estaba lleno de ataques difamatorios y mentiras, por lo que mis abogados le enviaron una demanda para que se retractara. 33

Por ejemplo, afirmó que la FDA me impuso multas multimillonarias, lo cual es una completa mentira, la FDA jamás me ha multado. También insinuó que siempre digo que he publicado un artículo sobre la vitamina D para el COVID-19, pero "no pudo verificarlo". ¡Esto a pesar de tener un enlace directo al artículo! Mi trabajo también se puede encontrar en PubMed.gov al poner mi nombre.

Frenkel tiene la audacia de afirmar que soy el principal propagador de desinformación en Internet, pero ni siquiera supo cualificar qué es la "desinformación". Si no puede cualificar, ¿cómo podría cuantificar? Tampoco proporcionó evidencia que demuestre que en realidad tengo el mayor alcance entre todas las personas que informan sobre las vacunas anticovid. Mi nombre ni siquiera apareció en los primeros 15 en una búsqueda de Crowdtangle de publicaciones contra las vacunas en Facebook.

Pero los ataques no se detuvieron, después de Frenkel se unió el canal CNN, que el 4 de agosto emitió un segmento en el que su reportera Randi Kaye me acosa por todo el centro de Florida.

9 de septiembre de 2021: la campaña draconiana de la senadora Warren

El 9 de septiembre de 2021, la senadora Elizabeth Warren envió una carta34 a Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon.com para exigirle la "revisión inmediata" de sus algoritmos y así eliminar de su plataforma todos los libros que promueven la "desinformación sobre el COVID".35,36,37

Aunque no explicó qué leyes podría estar infringiendo Amazon, advirtió a Jassy que, de no hacerlo, la compañía podría ser considerada legalmente responsable de muerte por negligencia y homicidio al vender libros que "desinforman" a los lectores sobre el COVID-19, y menciona de forma específica mi libro: "Toda la Verdad sobre el COVIID-19" como un excelente ejemplo de los tipos de libros que se deben prohibir.

Warren volvió a citar los datos manipulados del CCDH, a pesar de que tres semanas antes de enviar esa carta, Facebook se refirió a este reporte como no justificado. Según Warren:

"El Dr. Mercola ha sido descrito como 'el principal propagador de desinformación sobre el coronavirus en el Internet. Este libro no solo es el primer resultado que aparece si se busca la palabra 'COVID-19' o 'vacuna' en las categorías de 'Todos los departamentos' y 'Libros', sino que también se clasificó como 'Más vendido' por Amazon y '#1 Más vendido' en la categoría 'Libertad política'.
El libro difunde conspiraciones peligrosas sobre el COVID-19 e información falsa y engañosa sobre las vacunas. Afirma que la vitamina C, la vitamina D y la quercetina pueden prevenir la infección por COVID-19. Además, el libro sostiene que no se puede confiar en las vacunas, a pesar de que estudio tras estudio han demostrado que las vacunas anticovid-19 son seguras y efectivas.
Así que no me sorprende que este libro contenga tanta desinformación. Además, uno de los autores, el Dr. Mercola, forma parte de 'La docena de la desinformación', el grupo responsable del 65 % del contenido antivacunas en Facebook y Twitter".

YouTube elimina a Mercola por incumplimiento de contrato

El intento de Warren para que Amazon prohibiera mi libro tuvo eco en YouTube, que eliminó mi cuenta en inglés el 29 de septiembre de 2021, por "violar" las directrices de la comunidad. El problema era que actualizó y publicó nuevas directrices esa misma mañana.

Aunque no estaba de acuerdo con la censura de YouTube, cuando se implementó su política de "Desinformación sobre el COVID-19" en abril de 2021, evité publicar cualquier contenido que pudiera violar esa directriz de la plataforma. En ningún momento recibí un aviso de infracción por parte de YouTube.

En la mañana del 29 de septiembre de 2022, a las 9 a. m. EDT, The Washington Postpublicó el artículo titulado "YouTube Is Banning Joseph Mercola and a Handful of Other Anti-Vaccine Activists", y según el portal WaPo:38

"YouTube está eliminando varios canales de activistas antivacunas de alto perfil, incluyendo a Joseph Mercola, como parte de un nuevo conjunto de políticas para reducir el contenido antivacunas en el sitio que pertenece a Google. YouTube eliminará cualquier video que afirme que las vacunas aprobadas por las autoridades de salud son peligrosas o poco efectivas.
La compañía ya había eliminado los videos que hacían esas afirmaciones sobre las vacunas anticovid, pero no los que hacían referencia a otro tipo de vacunas como la del sarampión o la varicela".

En resumen, a partir del 29 de septiembre de 2021, ya no podrá publicar ningún video que hable o afirme que alguna vacuna (sin importar cuál) es peligrosa o poco efectiva. Seis minutos después de que se publicó ese artículo de WaPo, recibí un correo electrónico de YouTube en el que me informó que todo mi canal había sido eliminado de la plataforma, ya que se descubrió que violaba esta nueva política.

Octubre de 2021: el segundo ataque directo de CNN

El 4 de octubre de 2021, dos meses después del primer ataque contra mi libro: "Toda la Verdad sobre el COVID-19", CNN hizo un reportaje de seguimiento sobre el llamado de Warren para que Amazon prohibiera la venta de mi libro.

Como si lo hubiera sacado de la novela de ficción "1984" de George Orwell, Anderson Cooper, presentador de CNN, dijo que mi libro está lleno de "mentiras" sobre el COVID. Pero no presentó ni una sola prueba para respaldar esa afirmación.

Este es uno de los trucos de propaganda más antiguos que aparecen en el libro. Si solo arroja suficientes términos despectivos sobre su oponente, las personas olvidarán el hecho de que no proporcionó ninguna prueba para respaldar su posición.

Febrero de 2022: el director de los NIH culpa a Mercola por la pandemia

En febrero de 2022, el Dr. Francis Collins, exdirector de los Institutos Nacionales de Salud, me culpó por la incapacidad del gobierno para acabar con la pandemia del COVID. Esto a pesar de toda la censura de la que era víctima en ese entonces, ya que las únicas personas que podían ver mi información eran los suscriptores que recibían mi boletín de salud por correo electrónico.

Noviembre de 2021: Mercola demanda a la senadora Warren

El 7 de noviembre de 2021, poco más de un año después de que Warren intentara que Amazon prohibiera mi libro más vendido: "Toda la Verdad sobre el COVID-19", demandamos a la senadora Warren,39 tanto en su capacidad oficial como personal, por violar nuestros derechos de la Primera Enmienda.

Agosto de 2022: NYT transmite un documental para atacarme

Para agosto de 2022, The New York Times subió el documental titulado "Superspreader”, del que soy protagonista y que puede ver en FX y Hulu (ambos propiedad de Disney). Algo es seguro, perdieron mucho tiempo tratando de desenterrar cualquier tipo de suciedad de mi pasado, incluso entrevistaron a excompañeros de la facultad de medicina con los que estudié hace 40 años, todo para encontrar algo que pudiera desacreditarme.

Pero parece que no lo lograron: después de un año de investigación, no encontraron nada. De manera sorprendente, hasta entrevistaron a dos personas que afirmaron que les había salvado la vida. Todas las demás personas que entrevistaron no me conocen. Uno fue con un periodista de Chicago que me entrevistó una vez hace 13 años. Dos compañeros de clase de la facultad de medicina, a quienes no he visto en más de 40 años, también dieron sus impresiones.

De forma irónica, una vez más, solo una semana antes de que se emitiera el documental "Superspreader", los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades cambiaron todas sus directrices para combatir el COVID-19, lo que demuestra que mi postura sobre este virus siempre ha sido la correcta. Por supuesto que esto jamás se mencionó en su documental.

23 de septiembre de 2022: sitio web de Mercola recibe un ciberataque

El siguiente golpe fue un ataque cibernético que derribó todo mi sitio web y destruyó nuestros servidores. Intentaron atacar nuestra página durante los últimos seis años, pero el 23 de septiembre de 2022 lograron superar nuestras defensas. En ese momento, mi alcance en las redes sociales se había reducido a casi nada y mi sitio web era el único lugar donde podía compartir mis artículos (con la excepción de las reediciones).

28 de septiembre de 2022: Mercola demanda a Google y YouTube

Warren no ha sido la única a la que he tenido que demandar para proteger mi derecho a la Primera Enmienda. El 28 de septiembre de 2022 también presenté una demanda40contra Google, YouTube y Alphabet Inc. por incumplimiento de contrato. 41

Como se explica en mi demanda, YouTube modificó de manera unilateral el contrato sin previo aviso, lo que viola sus propios términos de servicio, y luego usó esta enmienda de última hora para justificar la eliminación de mi contenido, que se remonta a 2005, el mismo año en que se fundó YouTube. En el momento en que YouTube eliminó mi contenido, tenía más de 300 000 suscriptores en total y mis videos habían obtenido más de 50 millones de visitas.

No pudimos revisar la nueva política y tomar las medidas necesarias para que mi canal cumpliera con las normas. En cambio, solo eliminaron 16 años de propiedad intelectual, sin previo aviso.

Esta es una clara violación de sus propios términos de servicio, que establecen que YouTube "avisará con antelación razonable" cualquier cambio en los términos de servicio, y que los usuarios tendrán "la oportunidad de revisarlos" y eliminar contenido si no cumple con los nuevos términos.

Los términos de servicio de YouTube también incluyen una política de "tres advertencias", donde los usuarios reciben tres advertencias y oportunidades para eliminar el contenido que viola las directrices antes de tomar alguna medida. No recibí "ningún aviso" el día que me quitaron la plataforma y eliminaron todo mi contenido.

También demandé a YouTube por enriquecimiento injusto, ya que, durante los últimos 16 años, mi contenido de video, que generó más de 50 millones de visitas, ha sido de gran beneficio financiero para YouTube, lo que le permitió incrementar sus ingresos por publicidad. Además, no me permitieron recuperar nada de mi contenido, el cual todavía tienen en su poder. Entonces, YouTube se ha beneficiado de manera injusta a costa mía.

Enero de 2023: tercera demanda para proteger la libertad de expresión

El 10 de enero de 2023, junto con otras personas, también presenté una demanda42contra el periodico The Washington Post, la cadena BBC, las agencias Associated Press y Reuters, este último es un grupo que también se conoce como Trusted News Initiative (TNI),43 un autoproclamado socio de la industria farmacéutica y de las grandes compañías tecnologías que los últimos dos años se ha creído el juez y el jurado de las noticias.

Ha hecho todo lo posible por censurar la información que no quiere que el público escuche. Como se señala en la denuncia, la TNI no solo ha censurado la libertad de expresión, sino que también se ha involucrado en actividades antimonopolio. En concreto, "la ley federal antimonopolio tiene su propio nombre para este tipo de 'asociación industrial': se llama 'boicot grupal' y es una violación per se de la Ley Sherman".

Como evidencia de esta acusación, nuestra queja hace referencia a múltiples declaraciones públicas que hicieron socios de la TNI, que incluyen una declaración que hizo Jamie Angus en marzo de 2022, que en aquel entonces controlaba las noticias de BBC News y que explicó la "estrategia de la TNI para acabar con la desinformación".

Mi lucha por la verdad y la libertad continua

Como puede ver, la camarilla globalista está muy bien coordinada y también juegan sucio. Pero no nos rendiremos, ni nos daremos por vencidos. Nuestra libertad es demasiado valiosa y para protegerla tenemos que levantar la voz para decir la verdad. Yo seguiré haciendo mi parte. Puede poner su granito de arena al ayudar a compartir, en cualquier medio disponible, los artículos que le parezcan importantes con familiares y amigos.


Fuentes y Referencias