HISTORIA EN BREVE

  • Cuando se toman durante el embarazo, los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), podrían aumentar el riesgo de sufrir trastornos del neurodesarrollo
  • El estudio en animales demostró que los ISRS podrían interactuar con la inflamación en el cuerpo de la madre, lo que produce una reacción que afecta la interfaz materno-fetal (MFI) y el cerebro en desarrollo del feto
  • En el útero, el feto recibe serotonina a través de la placenta durante las primeras etapas del embarazo, y es posible que un desequilibrio de los niveles de serotonina por los ISRS provoque alteraciones en el cerebro
  • Los hijos adultos cuyas madres estuvieron expuestas a la inflamación durante el embarazo tuvieron cambios de comportamiento basados en el sexo, incluyendo una comunicación reducida y un bajo interés en las interacciones sociales, lo que imita a las personas con autismo
  • La combinación de la inflamación materna y los ISRS produjo efectos en la fisiología de las MFI y la neurobiología de la descendencia, lo que impactó en las vías de señalización inmunológica y de la serotonina

Por el Dr. Mercola

Cuando los medicamentos antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se usan durante el embarazo, podrían aumentar el riesgo de trastornos del neurodesarrollo. 1 El hallazgo provino de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, en un estudio respaldado por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Derrames cerebrales de los Institutos Nacionales de Salud.

Durante el embarazo, todo, desde la desnutrición, obesidad y las infecciones hasta las afecciones de salud mental, podrían afectar el desarrollo del feto.  Se sabe que las afecciones autoinmunológicas y la exposición a contaminantes durante el embarazo alteran el desarrollo neurológico, mientras que el estrés y la depresión en una mujer embarazada también podrían aumentar el riesgo de afecciones psiquiátricas en sus hijos. 2

Por lo que no es una exageración que la exposición a medicamentos en el útero también pueda provocar cambios en el neurodesarrollo de por vida, incluyendo los relacionados con el autismo.

Los antidepresivos durante el embarazo se relacionan con cambios cerebrales

Las tasas de autismo han aumentado de manera constante durante décadas, lo que contribuye a un aumento de más del 150 % en los últimos 20 años. Mientras que diagnosticaron a 1 de cada 150 niños con autismo en 2000, esto aumentó a 1 de cada 54 (en niños de 8 años) en 2016.3 En 2020, 1 de cada 30, o el 3.49 %, de los niños de 3 a 17 años fueron diagnosticados con trastorno del espectro autista (TEA). 4

Lo que está impulsando este cambio es tema de un intenso debate, pero la investigación, publicada en Brain, Behavior, and Immunity, sugiere que los medicamentos antidepresivos durante el embarazo podrían estar involucrados. El hallazgo podría tener repercusiones importantes en la salud pública, en especial si se considera que al 80 % de las mujeres embarazadas que usan antidepresivos se les recetan ISRS. 5

El estudio en animales demostró que los ISRS podrían interactuar con la inflamación en el cuerpo de la madre, lo que causa una reacción que afecta la interfaz materno-fetal (MFI), que incluye la decidua (una membrana mucosa que recubre el útero), la placenta y en última instancia, el cerebro en desarrollo del feto.

En la edad adulta, los hijos cuyas madres estuvieron expuestas a la inflamación durante el embarazo tuvieron cambios de comportamiento basados en el sexo, incluyendo una comunicación reducida y un bajo interés en las interacciones sociales, similar a las personas con autismo. 6

"Además", explicaron los investigadores, "Combinar la inflamación materna con la inhibición farmacológica de la recaptación de serotonina transformó aún más la fisiología de la MFI y la neurobiología de la descendencia, lo que afectó las vías de la señalización inmunológicas y de la serotonina".7

Los ISRS funcionan al alterar los niveles de serotonina en el cuerpo. Aunque esta hormona de "sentirse bien" puede mejorar el estado de ánimo, también está involucrada en la respuesta inmunológica. En el útero, el feto recibe serotonina a través de la placenta durante las primeras etapas del embarazo y es posible que un cambio en los niveles de serotonina por los ISRS provoque cambios en el cerebro.

“El consumo materno de ISRS puede causar una interrupción sistémica de la señalización serotoninérgica”, escribieron los investigadores, y agregaron que las células inmunológicas circulantes y basadas en tejidos, las células neuronales en desarrollo y las células placentarias conocidas como sincitiotrofoblastos y citotrofoblastos utilizan transportadores y señalización relacionados con la serotonina:8

“La acción de los ISRS en cualquiera o en todas estas poblaciones podría tener un impacto potencial en el neurodesarrollo. Nuestros hallazgos demuestran que la exposición a ISRS por sí sola puede modular la expresión de genes implicados en la señalización inmunológica y de serotonina en la interfaz materno-fetal.
La función de las células inmunológicas puede verse afectada por la exposición a los ISRS en la madre y el embrión, los cuales podrían afectar el neurodesarrollo dado que las células inmunológicas maternas y embrionarias contribuyen tanto al soporte como al neurodesarrollo de la placenta”.
Además, la combinación de ISRS e inflamación podría ser perjudicial. De acuerdo con la investigadora Kristine Zengeler:9
“Descubrimos que las madres que enfrentaron un problema inmunológico durante el embarazo, presentaron una marca muy diferente en la placenta cuando tomaban ISRS en comparación con las madres que no los tomaban. Esto destaca la importancia de considerar todo el entorno prenatal, ya que los medicamentos diseñados para amortiguar la inflamación podrían tener consecuencias imprevistas en el bebé si se combinan con otros moduladores, como los ISRS”.

Relación del Tylenol con el autismo

El estudio presentado analizó los efectos de los ISRS durante el embarazo, pero un punto importante a tener en cuenta es que otros medicamentos y exposiciones ambientales también podrían tener efectos perjudiciales en el desarrollo. De hecho el paracetamol, el nombre de la marca Tylenol, que muchas personas consideran como inofensivo, se relaciona con el autismo cuando se usa durante el embarazo.

En comparación con los hijos de madres con la carga más baja de acetaminofén durante el embarazo, los hijos del segundo tercil tenían un riesgo 226 % mayor de ser diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y un riesgo 214 % mayor de ser diagnosticados con TEA, a la edad de los 10 años (edad promedio de 9.8 años).  10

Las personas con la mayor concentración de paracetamol tenían un riesgo 286 % mayor de TDAH y un riesgo 362 % mayor de TEA. Como señalaron los autores, sus hallazgos "respaldan estudios previos sobre la relación entre la exposición prenatal y perinatal al paracetamol y el riesgo del neurodesarrollo infantil".11

Una investigación española de 2016 que se publicó en el International Journal of Epidemiology también reveló que los niños cuyas madres usaron paracetamol durante el embarazo tenían una probabilidad 41 % mayor de presentar síntomas de TDAH a los 5 años, mientras que los de sexo masculino tenían también tenían un riesgo mayor de desarrollar TEA.  12

Un estudio de 2017 afirmó: "El uso de paracetamol en bebés y niños pequeños podría relacionarse más con el autismo que su uso durante el embarazo, tal vez debido a deficiencias bien conocidas en la descomposición metabólica de los productos farmacéuticos durante las primeras etapas del desarrollo".13

Riesgos adicionales de los ISRS durante el embarazo

Además de los posibles efectos sobre el desarrollo neurológico, el uso de ISRS durante el embarazo se ha relacionado con otros problemas. Una revisión sistemática y un metaanálisis descubrieron que las mujeres que recibieron ISRS durante el embarazo tenían un riesgo mayor de desarrollar un parto prematuro que las mujeres del grupo de control. 14

El uso de ISRS durante las primeras etapas del embarazo también se relacionó con un riesgo mayor de desarrollar anomalías importantes y defectos cardíacos congénitos. 15En una revisión publicada en el International Journal of Risk & Safety in Medicine, el Dr. Adam Urato de la Universidad de Tufts señaló:16

“[Los ISRS] no parecen ser medicamentos efectivos que produzcan mejores resultados para las madres y los bebés. La evidencia científica sugiere de manera convincente que los ISRS antidepresivos son sustancias químicas que causan daño al feto y que la FDA debería considerar cambiar la categoría de la FDA de C a D para toda la clase.
Este movimiento proporcionaría una advertencia adecuada al público y al mismo tiempo permitiría su uso en casos seleccionados”.

En 2019, una revisión publicada en Lancet Psychiatry también descubrió que el uso de ISRS durante el embarazo se relacionó con un riesgo mayor de TEA en la descendencia.17También se han relacionado con un riesgo mayor de sufrir convulsiones neonatales en los recién nacidos,18así como una probabilidad mayor de hemorragia posparto en las mujeres. 19

¿Valen la pena los riesgos de los antidepresivos?

La depresión es una enfermedad que debilita a las personas y que requiere un tratamiento efectivo, pero ¿valen la pena los riesgos de los antidepresivos, durante el embarazo?  El hecho es que los medicamentos antidepresivos aún son un tratamiento de primera línea para la depresión,20aunque dos tercios de los pacientes deprimidos no responden bien a ellos. 21

En 2022, se publicó el análisis más completo de datos de ensayos clínicos de antidepresivos hasta la fecha. 22El estudio realizado por investigadores de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y colegas, incluyó todos los datos de ensayos clínicos de antidepresivos presentados a la FDA entre 1979 y 2016, incluyendo ensayos sin publicar. En total, se analizaron 232 ensayos aleatorizados, doble ciego, controlados con placebo en los que participaron 73 388 pacientes diagnosticados con depresión.

La evidencia demostró que los antidepresivos fueron mejores que placebo en solo el 15 % de los pacientes, y solo fueron efectivos en quienes sufrían depresión más severa.  En resumen, la razón por la que muchas personas creen que se benefician de estos medicamentos es solo por el efecto placebo.

Esto respalda investigaciones anteriores, que descubrieron que el efecto placebo representa entre un 30 %23y 67 %24 del efecto del tratamiento antidepresivo, y que el placebo es tan efectivo como los antidepresivos en personas con depresión leve a moderada. 25Además de los riesgos para el feto durante el embarazo, los ISRS tienen otros efectos secundarios conocidos, que incluyen:

  • Mayor riesgo de conducta suicida26
  • Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 227
  • Engrosamiento de la capa íntima-media de la carótida mayor (el revestimiento de las principales arterias del cuello que alimentan de sangre el cerebro),28 lo que podría contribuir al riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral
  • Un mayor riesgo de demencia; a medida que aumenta la dosis, también aumenta el riesgo de demencia29

Opciones más seguras para la depresión

Si sufre de depresión y quiere evitar los medicamentos antidepresivos, es muy importante que sepa que existen otras opciones disponibles. Muchas de estas también son opciones que podrían implementarse de manera segura durante el embarazo:

  • Optimice su salud intestinal:el eje microbiota-intestino-cerebro (MGB) es muy importante en las funciones fisiológicas y conductuales que a menudo se ven afectadas en la depresión.

Por ejemplo, se sabe que su microbiota intestinal influye en la función cerebral y el comportamiento depresivo, mientras que se descubrió que las personas con depresión tienen una microbiota intestinal diferente.30 Los alimentos fermentados, que son ricos en probióticos, se deben consumir de manera regular para apoyar la salud intestinal y mental.

  • Consumir grasas omega-3:se ha demostrado que las grasas omega-3 mejoran el trastorno depresivo mayor,31 así que asegúrese de obtener suficientes omega-3 en su alimentación, ya sea de salmón salvaje de Alaska, sardinas, arenque, caballa y anchoas, o un suplemento de alta calidad. Le recomiendo que se realice una prueba de índice de grasas omega-3 para asegurarse de obtener suficiente cantidad. Lo ideal es que su índice de grasas omega-3 sea 8 % o superior.
  • Considere la idea de tomar magnesio: la deficiencia subclínica de magnesio es común y provoca muchos problemas de salud mental, mientras que los síntomas de la deficiencia de magnesio podrían incluir depresión, confusión y nerviosismo. 32

También se sabe que las personas con depresión tienen niveles más bajos de magnesio en la sangre,33cerebro34 y líquido cefalorraquídeo. 35 A diferencia del cloruro de magnesio o el gluconato de magnesio, eltreonato de magnesio es el único que aumenta los niveles de magnesio en el líquido cefalorraquídeo y mejora la cognición en modelos animales,36mientras que un ensayo aleatorizado equivalente descubrió que, para fines de mejorar el estado de ánimo, los suplementos de magnesio por vía oral eran tan efectivos como un antidepresivo. 37

  • Ejercicio: el ejercicio actúa como un antidepresivo natural38 que puede ayudar a prevenir la depresión prenatal. 39Incluso las variedades más tranquilas de ejercicio pueden ser efectivas. Por ejemplo, una sesión de yoga de 90 minutos tres veces por semana redujo los síntomas de la depresión mayor en al menos un 50 %. 40
  • Optimizar sus niveles de vitamina D: los estudios han demostrado que la deficiencia de vitamina D puede predisponerlo a la depresión y que durante la depresión debe optimizar sus reservas de vitamina D, de preferencia al exponerse de manera correcta a los rayos del sol. 41,42

Si está tomando un antidepresivo y quiere dejarlo, debe contar con la aprobación del médico que se lo recetó.  Puede comenzar a reducir la dosis del medicamento que toma con la orientación de su médico. Existen protocolos para reducir poco a poco la dosis, y su médico debería conocerlas.

Un psiquiatra holístico tendrá una serie de opciones de tratamiento que los médicos convencionales no tienen y, por lo general, estará familiarizado con los suplementos nutricionales para ayudarlo en su proceso.

El libro del Dr. Peter Breggin, "Psychiatric Drug Withdrawal: A Guide for Prescribers, Therapists, Patients and Their Families",43 y “The Antidepressant Solution: A Step-by-Step Guide to Overcoming Antidepressant Withdrawal, Dependence, and Addiction” por el Dr. Joseph Glenmullen44 tambien son dos excelentes recursos que podrían ayudarlo.


Fuentes y Referencias