HISTORIA EN BREVE

  • Desde que comenzó la campaña de vacunación contra el COVID, las tasas de cáncer experimentaron un incremento repentino, una tendencia que ha tenido un fuerte impacto en la esperanza de vida en los Estados Unidos
  • En 2021, las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardíacas y el cáncer, dos problemas de salud que se consideran efectos secundarios de las vacunas antiCOVID
  • El Dr. Angus Dalgleish, profesor de oncología en la Universidad St. George de Londres, advirtió que los refuerzos de la vacuna antiCOVID podrían estar detrás de este incremento repentino en los casos de cáncer metastásico agresivo
  • La investigación demuestra que la proteína spike del SARS-CoV-2 destruye hasta el 90 % del mecanismo de reparación del ADN en los linfocitos, que es un tipo de glóbulo blanco que ayuda al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades crónicas como el cáncer
  • La vacuna antiCOVID es menos efectiva en pacientes con linfoma. Los investigadores de la Universidad de Emory encontraron que, a diferencia de los participantes (100 %) del grupo sin enfermedades, solo el 68 % del grupo de participantes con linfoma no Hodgkin y leucemia linfocítica crónica desarrollaron anticuerpos neutralizantes después de recibir la segunda dosis de la vacuna

Por el Dr. Mercola

Desde que comenzó la campaña de vacunación contra el COVID, las tasas de cáncer experimentaron un incremento repentino, una tendencia que ha tenido un fuerte impacto en la esperanza de vida en los Estados Unidos.

En 2019, la esperanza de vida promedio de las personas, sin importar su etnia, fue de casi 78.8 años. 1 Mientras que, a finales de 2021, se redujo a 76.42, una reducción de casi tres años, que es una cifra significativa. En 2021, las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardíacas, el cáncer y el COVID-19, los tres problemas de salud tuvieron mayores tasas que en 2020,3 y, tanto las enfermedades cardíacas como el cáncer, se consideran efectos secundarios de las vacunas antiCOVID.

Los refuerzos de la vacuna antiCOVID y su relación con el cáncer metastásico

El 26 de noviembre de 2022, The Daily Skeptic publicó una carta 45 que escribió el Dr. Angus Dalgleish, profesor de oncología en la Universidad St. George de Londres, al editor de The BMJ, en la que advertía que los refuerzos de la vacuna antiCOVID podrían estar detrás de este incremento repentino en los casos de cáncer metastásico agresivo:

“El programa de vacunación contra el COVID ya no es necesario porque en el Reino Unido la edad promedio de muerte por COVID es de 82 años y 81 años por cualquier otra causaescribió el Dr. Dalgleish. 6 “Además, ya se demostró su relación con los coágulos, la miocarditis, los ataques cardíacos, los derrames cerebrales, la mielitis y la neuropatía.
Como si eso no fuera suficiente, ahora hay otra razón para detener este programa de vacunación. Me especializo en oncología y en mi práctica he visto a muchos pacientes en remisión sostenida que experimentaron una recaída repentina después de que los obligaran a recibir la dosis de refuerzo, en la mayoría de los casos para viajar. Incluso en mi círculo cercano, he visto como desarrollan enfermedades que se relacionan con las células B después de recibir un refuerzo.
Comenzaron por describir que se sintieron muy mal unos días o semanas después de recibir la dosis de refuerzo: uno desarrolló leucemia, otros dos compañeros de trabajo desarrollaron linfoma no Hodgkin y un viejo amigo me comentó que sentía que tenía secuelas del COVID y después de sufrir un terrible dolor de huesos, le diagnosticaron metástasis múltiple de un raro trastorno de células B.
Tengo la experiencia suficiente para saber que todo esto no es una coincidencia.  Los reportes de supresión inmunológica innata después de exponerse al ARNm coinciden a la perfección, ya que, hasta la fecha, todos estos pacientes tienen melanoma o cáncer de células B, que son muy susceptibles al control inmunológico, y eso sin contar los reportes de como el mRNA inactivó el gen supresor en experimentos de laboratorio.  Es importante difundir toda esta información parar ponerle fin a la campaña de vacunación".

Las recaídas de cáncer agresivo se están volviendo cada vez más comunes

El 19 de diciembre de 2022, se publicó un artículo 7 en Conservative Woman, en el que el Dr. Dalgleish vuelve a hablar sobre el fenómeno de la rápida propagación del cáncer entre los pacientes que estuvieron en remisión sostenida durante años antes de recibir sus refuerzos de la vacuna antiCOVID. Señaló que después de que se publicó su carta a The BMJ, varios oncólogos se comunicaron con él para decirle que sus pacientes también experimentaron ese mismo efecto.

"Ver este nivel de recurrencia después de tanto tiempo hace que me pregunte si hay una causa común",escribió. 8 “Ya había notado que la recaída en la remisión sostenida de cáncer también se relaciona con estrés grave a largo plazo, como la bancarrota, un divorcio, etc.
Pero descubrí que, durante este tiempo, ninguno de mis pacientes experimentó este tipo de estrés, aunque si tenían algo en común, todos recibieron vacunas de refuerzo y de hecho, dos de ellos notaron que tuvieron una reacción adversa al refuerzo que no experimentaron con las dos primeras dosis.
Luego observé que algunos de estos pacientes no tenían un patrón normal de recaída sino más bien una recaída agresiva, con metástasis en varios sitios al mismo tiempo. Según la ciencia, leí algunos reportes que señalan que el refuerzo produce demasiados anticuerpos a expensas de la respuesta de las células T y que esta supresión de las células T podría durar tres semanas o más.
Para mí, esto podría ser causal porque se le pide al sistema inmunológico que responda de manera excesiva a través de la parte inflamatoria humoral de la respuesta inmunológica contra un virus (la variante alfa-delta) que ya no existe en la comunidad.
Este esfuerzo provoca lo que se conoce como agotamiento inmunológico y es la razón por lo que, a diferencia de las personas sin vacunar, estos pacientes reportan un incremento de hasta un 50 % en Ómicron y otras variantes".

Un cambio de perspectiva

De manera curiosa, a mediados de 2021, el Daily Mail publicó un artículo en el que el Dr. Dalgleish invitaba a las personas a vacunarse contra el COVID, sobre todo a las personas jóvenes. 9El Dr. Dalgleish explica que, en ese momento, había “mucha presión por parte del gobierno y la comunidad médica para que todas las personas se vacunaran”.

Y aunque no estaba del todo convencido, cedió ante la narrativa oficial. Pero su perspectiva ha cambiado, y cree que no hay ninguna necesidad de más dosis experimentales.

Sus preocupaciones crecieron aún más cuando su hijo desarrolló miocarditis “después de recibir una vacuna que no quería pero que necesitaba para trabajar y viajar”, mientras que un amigo de su hijo, que tenía poco más de 30 años, sufrió un derrame cerebral tras ponerse la vacuna y un pariente de un colega cercano murió de un ataque al corazón a la edad de 34 años, también después de recibir su respectiva dosis.

“Empecé a alarmarme mucho de que fueran las vacunas las que provocaban estos síntomas”, escribió el Dr. Dalgleish”,10 y que tal como habíamos escrito,11 el diseño de estas vacunas se basó en un virus transgénico.
Este documento, que se censuró y, por lo tanto, no apareció impreso durante muchos meses, informó que era casi seguro que la secuencia del virus se manipuló de manera genética, ya que tenía un sitio de escisión de furina y seis inserciones en lugares que harían que el virus fuera muy infeccioso, y la razón por la que esto tuvo implicaciones tan tremendas para el diseño de vacunas fue que el 80 % de estas secuencias tenían homología con los epítopos humanos.
Lo más evidente era la homología con el factor plaquetario 4 y la mielina, el primero se relaciona con lo que se conoce como VITT (plaquetas bajas y problemas de coagulación) y el segundo con todos los problemas neurológicos, como la mielitis transversa, que incluso la MHRA [Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido] los considera efectos secundarios de la vacuna antiCOVID".

La ciencia demuestra que la vacuna antiCOVID causa cáncer

En agosto de 2022, The Exposé13 mencionó la evidencia científica que demuestra que las vacunas antiCOVID pueden causar cáncer de ovario, páncreas y mama, y que “hay grandes poderes que tratan de ocultar toda esta información para que las personas no sepan las consecuencias que todo esto podría tener en la salud de las mujeres".

Jiang y Mei realizaron esta investigación y publicaron un artículo revisado por pares que demuestra que la proteína spike del SARS-CoV-2 puede eliminar el mecanismo de reparación del ADN en los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que influyen mucho en la función del sistema inmunológico. Los linfocitos ayudan a su cuerpo a combatir infecciones y enfermedades crónicas como el cáncer. Joel Smalley, que se especializa en analizar datos, escribió:14

“La proteína spike del virus era tan tóxica para esta vía que eliminó hasta el 90 % de ella. Si toda la proteína spike entrara en el núcleo (en los ovarios), y se replicara lo suficiente y se mantuviera el tiempo suficiente antes de que el cuerpo la elimine, causaría cáncer. Por suerte, en el caso de una infección natural, es poco probable que esto ocurra.
Pero, por desgracia, la vacuna experimental de ARNm induce la producción de proteína spike (que coincide a la perfección con la longitud de la proteína spike viral, aminoácido por aminoácido15) dentro y alrededor del núcleo de la célula, durante al menos 60 días, aunque se sabe que puede ser por más tiempo. 16
Los 'verificadores de datos' dijeron que la proteína spike viral no entra en el núcleo a pesar de que los científicos expertos demostraron lo contrario.  Las autoridades de salud pública y los reguladores dijeron que la proteína spike de la vacuna no entra en el núcleo a pesar de las fotografías del ARNm que enviaron los fabricantes como parte de su solicitud de uso de emergencia.
Vacuna spike
De manera bastante lógica y razonable, Jiang y Mei advirtieron que es probable que la proteína spike de ARNm tenga el mismo efecto que la proteína spike viral en p53 y, que, por defecto, cause cáncer. Como era de esperar, retiraron el artículo de Jiang y Mei debido a falsas 'expresiones de preocupación' (EOC) sobre los métodos del estudio a pesar de que eran una práctica estándar.
A pesar de esta retracción, la proteína spike que circula en grandes cantidades dentro del núcleo de la célula por largos períodos de tiempo, tiene el potencial de inducir cáncer en esas células (ovario, páncreas, mama, próstata, ganglios linfáticos).  Estos tipos de cáncer pueden tardar años en desarrollarse, por lo que es posible que no veamos una señal de seguridad durante los próximos 5 o 10 años".

Según Smalley, uno de los autores del EOC que condujo a la retractación del artículo fue Eric Freed, Ph.D., quien dirige el Centro de Investigación del Cáncer de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.

Ha sido investigador titular en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y los NIH desde 2002,17 que son las mismas agencias que financiaron la vacuna de ARNm de Moderna, pero no reveló este conflicto de intereses en las EOC.

Un "extraño" caso de cáncer

A finales de septiembre de 2022, The Atlantic18 presentó la historia del inmunólogo belga Michel Goldman de 67 años que recibió su primera y segunda dosis de la vacuna antiCOVID en la primavera de 2021. En el otoño de ese mismo año, le diagnosticaron linfoma, un cáncer del sistema inmunológico.

Pocas semanas después de su escaneo corporal y diagnóstico, se aplicó su dosis de refuerzo porque pensó que lo necesitaría ahora que comenzara la quimioterapia. Pero el refuerzo provocó un rápido deterioro en su salud.

Se realizó otro escaneo corporal a finales de septiembre de 2021, solo tres semanas después de su primer escaneo, y evidenció "muchas lesiones nuevas de cáncer, eran tantos puntos que parecía que alguien había encendido fuegos artificiales dentro del cuerpo de Michel". Segun Roxanne Khamsi:19

“más que eso, las lesiones ahora eran prominentes en ambos lados del cuerpo, y se propagaban hasta la axila derecha y por todo el lado derecho del cuello de Michel.
Vacuna
Cuando la hematóloga de Michel vio el escáner, le dijo que acudiera de inmediato a la farmacia del hospital más cercano, ya que tenía que empezar a tomar esteroides lo antes posible. Una progresión tan rápida del linfoma (solo tres semanas) era algo bastante raro y no podía arriesgarse a esperar un solo día más.
Mientras seguía estas instrucciones, Michel tenía el presentimiento que el refuerzo de la vacuna antiCOVID había provocado todo esto. Su hermano [Serge, jefe de medicina nuclear en el hospital de la Université Libre de Bruxelles] tenía el mismo presentimiento.
En la exploración inicial, el grupo asimétrico de nódulos cancerosos alrededor de la axila izquierda de Michel se veía "un poco inquietante", como dijo su hermano; sobre todo porque las dos primeras dosis de la vacuna se aplicaron de ese lado. Y después de que recibió una dosis de refuerzo en el otro brazo, la asimetría del cáncer se había invertido.
Aunque los hermanos sabían que esto solo podría ser una extraña coincidencia, no pudieron evitar la sensación de que Michel experimentó lo que sería un efecto secundario muy raro, pero potencialmente mortal, de la vacuna antiCOVID”.20

La vacuna antiCOVID alterar las células T

Goldman, que fue de las primeras personas en defender la vacuna de ARNm antiCOVID, ahora “sospecha que también es una de sus víctimas”, escribió Khamsi.  21 A pesar de que temía que los "antivacunas" utilizaran su caso para atacar la vacuna antiCOVID, decidió hacer pública su enfermedad porque quería llegar a las personas que tenían su mismo tipo de cáncer.

Existen alrededor de 30 subtipos diferentes de linfoma. Su tipo de cáncer, el linfoma angioinmunoblástico de células T, ataca a las células T auxiliares foliculares, que determinan la respuesta inmunológica del cuerpo a los patógenos invasores.

Las células T auxiliares sirven como mensajeros entre las células dendríticas, que identifican al patógeno, y las células B que producen los anticuerpos que se requieren. Las vacunas de ARNm antiCOVID “son muy buenas para generar ese mensaje y estimular su paso a través de las células T auxiliares”, escribió Khamsi.

Esta activación de las células T colaboradoras es parte de lo que hace que estas vacunas funcionen. Pero Goldman comenzó a sospechar que activar esas células T colaboradoras podría, en algunos casos, hacer que se salgan de control, lo que causa tumores o empeora los que ya existen.

Otros reportes de casos

Goldman fue de los afortunados porque vivió para contarlo. Muchos otros no tuvieron la misma suerte. Y, aunque todavía cree que se trata de un caso "muy raro", desde entonces ha recibido reportes de otros pacientes que tras recibir la vacuna desarrollaron linfoma de células T angioinmunoblástico de la noche a la mañana.  Según Khamsi:22

“más o menos por febrero, Michel recibió un mensaje de un médico que había leído el reporte de caso que había realizado. A la madre del médico le habían diagnosticado el mismo subtipo de linfoma después de recibir el refuerzo de la vacuna antiCOVID. Además, no tenía mucho tiempo que había recibido un correo electrónico de una mujer que le contó que a su hermana le dieron el mismo diagnóstico un mes después de recibir la vacuna”.

En agosto de 2022, Frontiers in Medicine publicó un caso clínico23 que describe la "rápida progresión del linfoma de células B de la zona marginal" después de recibir la vacuna antiCOVID. La mujer japonesa de 80 años que aparece en el reporte desarrolló un tumor al día siguiente de su primera dosis. De acuerdo con los autores:24

“al principio, sospechamos que la linfadenopatía benigna de cabeza y cuello era un efecto secundario de la vacuna. Nueve semanas después, incrementó el número de glándulas submandibulares y parótidas inflamadas y los ganglios linfáticos se agrandaron aún más.
Con base en los hallazgos de inmunohistoquímica y citometría de flujo de muestras de biopsia, al final, la masa temporal derecha se diagnosticó como linfoma de células B de la zona marginal.
Nuestros hallazgos sugieren que, aunque se recomiendan de 4 a 6 semanas de observación para la inflamación de los ganglios linfáticos después de recibir la segunda dosis, también se debe considerar la malignidad en el diagnóstico diferencial de la linfadenopatía después de la vacunación”.

Ineficacia de la vacuna antiCOVID en pacientes con linfoma

En mayo de 2022, un estudio de un solo centro25 que se realizó en la Universidad de Emory descubrió que, a diferencia de las personas sin enfermedad, la respuesta inmunológica humoral en pacientes con linfoma no Hodgkin (LNH) o leucemia linfocítica crónica (LLC) se redujo bastante después de recibir una dosis.

Además, los pacientes con NHL o CLL tampoco tuvieron la misma respuesta de anticuerpos a la vacuna. A diferencia de los participantes (100 %) del grupo sin enfermedades, solo el 68 % del grupo de participantes con linfoma no Hodgkin y leucemia linfocítica crónica, desarrollaron anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 después de recibir la segunda dosis.  Asimismo, los pacientes con NHL/CLL que se sometieron a terapias dirigidas contra CD20 en el plazo de un año desde la primera dosis tenían menores niveles de anticuerpos.

Este tipo de cáncer se está volviendo cada vez más común

La información de la base de datos de epidemiología médica de defensa (DMED)26, que es una de las bases de datos médicas más precisas y confiables del mundo, demuestra que, a diferencia de los promedios de los cinco años previos, las tasas de cáncer entre el personal del Departamento de Defensa (DOD) se dispararon en 2021.

En general, los casos de cáncer se triplicaron entre los militares y sus familiares después de que comenzó la campaña de vacunación contra el COVID. Las tasas de cáncer de mama incrementaron en un 487 %. Las tasas de cáncer agresivo se han vuelto comunes en varios lugares diferentes. Uno de los primeros en advertir que las vacunas podrían causar cáncer fue el Dr. Ryan Cole, un experto en patología que dirige su propio laboratorio.

Sospecha que las vacunas aceleran los cánceres ya existentes al alterar la regulación del sistema inmunológico. 27Notó que los casos de cáncer que estaban bien controlados de repente se salían de control después de recibir la vacuna antiCOVID, y por desgracia, muchos terminaron en muerte.

La Dra. Ute Kruger, que también es experta en patología, investigación y medicina de la Universidad de Lund, observó varios casos de cáncer que comenzaron a volverse más agresivos después de recibir la vacuna antiCOVID. Por ejemplo, notó que:28,29

  • Los pacientes con cáncer son cada vez más jóvenes: el mayor incremento se experimentó entre el grupo de 30 a los 50 años.
  • El tamaño de los tumores ahora es mucho más grande: antes, al momento de diagnosticar cáncer, los tumores solían ser de unos 3 centímetros. Ahora, los tumores suelen medir de 4 a 12 centímetros, lo que sugiere que están creciendo a un ritmo mucho más rápido de lo normal.
  • Cada vez es más común encontrar múltiples tumores en diferentes órganos.
  • La recurrencia y metástasis son cada vez mayores. La Dra. Kruger señaló que muchos de los pacientes con cáncer que atiende han estado en remisión durante años, pero de pronto experimentan crecimiento incontrolable de cáncer y metástasis poco después de recibir la vacuna antiCOVID.

Estos cánceres agresivos o "turbocánceres" como los llama la Dra. Kruger no tienen ninguna relación con la falta de atención médica debido a los confinamientos y demás restricciones por el COVID, ya que esos días quedaron en el pasado. Los pacientes, que otra vez tienen acceso a exámenes médicos, están experimentando un rápido y extraño crecimiento tumoral, una situación que se le atribuye a las vacunas ARNm antiCOVID.