HISTORIA EN BREVE

  • La ropa donada se envía a países pobres donde se clasifica, se vende o se tira en vertederos que crean pequeñas montañas de desechos a lo largo de las playas
  • La moda rápida o copias baratas de prendas de alta costura que se venden a precios muy baratos, contribuyen al secreto oculto de la industria de la moda de que solo el 1 % de toda la ropa se recicla y la mayoría de los textiles terminan en vertederos
  • El propósito de la industria de la moda es hacer que las personas se sientan insatisfechas con su ropa y contribuir a la adicción de comprar ropa nueva con la mayor frecuencia posible. Aunque existen varias empresas que consideran la idea de alquilar ropa, ésta debe estar bien hecha y ser duradera
  • Existen varios medios para reducir el impacto de la moda rápida, incluyendo comprar ropa de alta calidad fabricada de manera sostenible, repararla y reutilizarla, intercambiarla con amigos y familiares y donarla a organizaciones benéficas locales que se encarguen de mantenerla en su comunidad

Por el Dr. Mercola

Los estudios realizados durante los confinamientos intermitentes de COVID-19 revelaron cuán dañino fue el aislamiento social para la mayoría de las personas. Un reportero de The Conversation1 hizo una revisión informal de 33 estudios publicados que incluyeron a casi 132 000 personas de todo el mundo y descubrió que las restricciones sociales aumentan el riesgo de desarrollar depresión más de 4.5 veces y las probabilidades de experimentar soledad aumentan casi al doble.

Durante este tiempo, muchas personas recurrieron a lo que se ha llamado "terapia de compras" o comprar ropa, muchas de las cuales se realizaron en línea durante los confinamientos. Mientras que algunas personas sugieren que comprar ropa nueva podrían hacerlas sentir mejor, la mayoría está de acuerdo en que esos sentimientos positivos duran poco tiempo.

Lo que perdura es el impacto que tiene la moda rápida en su bolsillo y en el medio ambiente. Detrás de todo el glamour de las tiendas y las hermosas fotos en línea, existen secretos que la industria de la moda no quiere que sepa o entienda. Si usted es como muchas personas, es probable que no sepa lo que sucede con su ropa después de donarla. 2

Puede creer que es una buena acción donar la ropa que no desea a organizaciones benéficas o al dejarla en un contenedor de devolución. Pero la triste realidad es que una gran parte de esta ropa termina en un vertedero en alguna parte. 3 El exceso de ropa donada es el resultado de la ropa barata por parte de los fabricantes cuyo único objetivo es crear demanda y aumentar sus ingresos. Estas acciones han contribuido demasiado a la contaminación ambiental. 4

En 2014, las personas en Estados Unidos compraron un 500 % más de ropa que en la década de los 80's5, mientras que las personas en Canadá compraron un 400 % más. 6Aunque el problema es importante, existen algunas opciones efectivas que puede elegir. Antes de hablar sobre estas ideas, descubramos por qué es importante que hacer cambios en la forma en que compramos, usamos y desechamos la ropa.

¿Qué sucede con la ropa donada?

Stacy Dooley es una reportera de investigación de la BBC cuyo documental de 2018 titulado, "Fashion's Dirty Secrets"7 demostró el daño que la terapia minorista causa en los países en desarrollo. Es posible que se sorprenda al saber que la moda ocupa el segundo lugar después del petróleo como las cinco industrias que más contaminan en el mundo.

Debido a que las tiendas pueden producir copias rápidas de artículos de alta costura a precios muy baratos, la gente se siente tentada a actualizar su apariencia. Esto alimenta su apetito insaciable, lo que aumenta el potencial de que la terapia de compras se haga aún más adictiva. Por desgracia, de la enorme cantidad de moda rápida que llega a los contenedores de devolución y las tiendas benéficas, menos del 1 % se reciclará en nuevas prendas.

Gran parte de lo desechado termina a lo largo de la costa de Ghana, que, de acuerdo con Bloomberg, es uno de los mayores importadores de ropa usada. 8 La industria de la moda produce más de 100 mil millones de artículos cada año, a medida que la ropa cada vez es más barata y desechable. Bloomberg informa que esto equivale a 14 piezas de ropa por cada persona que camina sobre la Tierra. Esto es más del doble de la cantidad que se producía hace poco más de 20 años, en el 2000.

Una vez que llega la ropa, los intermediarios y procesadores la clasifican, cuyo negocio es exportarla a los países en desarrollo donde se comprará y se usará. Una vez que la ropa entra en el montón de prendas transportadas a Ghana e India, no existe forma de rastrear lo que sucede con ella.

Mark Burrows Smith, director ejecutivo de Textile Recycling International, habló para un reportero de Bloomberg y compartió su experiencia con una empresa que procesa 400 millones de prendas al año en el Reino Unido e Irlanda,9 “Creo que es necesario saber que todos los textiles, ya sean nuevos o reciclados, terminarán en un vertedero. La clave es mantener la prenda en uso el mayor tiempo posible”.

Los desechos que llegan en pacas desde las naciones industrializadas se conocen en Ghana como obroni wawu, o ropa de gente blanca que ya falleció. Es casi incomprensible que las personas de Ghana puedan tirar tanta ropa.

Accra es la capital de Ghana y justo al sur se encuentra la playa de Chorkor a lo largo del Golfo de Guinea. Allí encontrará una pared de ropa de más de 6 pies de altura. La ropa se ha compactado debido a que se expone a la intemperie y se degrada en un montón putrefacto. Y aquí las personas construyeron un pequeño pueblo sobre una base de ropa.

Solomon Noi es el jefe de Gestión de Residuos de la ciudad y cree que el 40 % de toda la ropa usada que pasa por el puerto de Accra no se usa ni se reutiliza. Aunque el país no tiene la infraestructura para encargarse de los desechos, prohibir las importaciones cerraría un comercio que sustenta la manutención de muchas personas.

La ropa reciclada es un mito perpetuado por los minoristas

La ropa vieja rara vez se recicla para fabricar prendas nuevas porque no existe la tecnología para manejar los desechos producidos. Además, diferentes fibras requieren diferentes productos químicos para descomponer el producto para su reciclaje. Muchas prendas están hechas con dos o tres tipos de fibra, lo que hace que sea casi imposible reciclarlas. 10

En cambio, la ropa ingresa a una cadena de suministro apoyada por trabajadores en países del tercer mundo para prolongar su caducidad antes de que termine en un vertedero o amontonada a lo largo de la playa. El mito del reciclaje se creó y perpetuó por empresas que quieren que las personas sigan comprando ropa sin sentirse culpables por lo que pasa con la ropa que desechan.

Informes de Bloomberg11de 2013, demostraron que H&M inició un programa que recolecta ropa usada en 40 países para aprovechar la creciente conciencia ambiental. El blog de H&M afirmó una vez: "H&M reciclará todas las prendas, creará una nueva fibra textil y a cambio, obtendrá cupones para usarlos en H&M".12

Hoy, H&M reconoce que solo el 1 % de las prendas recolectadas se reciclan cada año y la mayoría termina en vertederos,13 pero el daño ya está hecho. Otras cadenas de moda iniciaron sus propias campañas de reciclaje y ninguna reconoció que no existía la capacidad de reciclar a esa escala. En 1950, el magnate de los grandes almacenes de Nueva York, Earl Puckett, dijo:14

“Nuestra misión es hacer que las mujeres se sientan insatisfechas con lo que tienen en cuanto a ropa. La utilidad básica no puede ser la base de una industria textil próspera. Debemos acelerar la obsolescencia”.

En 1974, Norman Wechsler, presidente de Saks Fifth Avenue, dijo que la obsolescencia en la moda femenina era "el nombre del juego".15 En la década de los 80's, la empresa de ropa española Zara fue pionera en un modelo que les permitió lanzar miles de diseños cada año.

Los montones de ropa contaminada contribuyen al trastorno de compras compulsivas de la moda rápida

El nuevo modelo de producción cambió los hábitos de compra de los consumidores de Zara, quienes comenzaron a visitar la tienda cuatro veces más de lo habitual cada año. Un estudio realizado en 200716 descubrió que la compañía había aprovechado estrategias que contribuyeron el comportamiento adictivo.

Los investigadores descubrieron que la decisión de comprar un producto se relacionaba con la cantidad que la persona anticipaba que ganaría y perdería. Se podía predecir la compra de un consumidor al observar patrones específicos de activación cerebral que demostraban que interfería una combinación de preferencia por el artículo y consideraciones de precio. En otras palabras, a su cerebro le gusta encontrar una oferta.

Informes de Bloomberg17demuestran que, en los últimos 20 años, el promedio de veces que una persona usa su ropa antes de deshacerse de ella ha disminuido en un 36 %. En Estados Unidos, eso equivale a usar ropa menos de 50 veces en promedio. En China, la cantidad promedio de veces que una persona usó su ropa redujo de más de 200 a solo 62 veces.

Sin embargo, existen varias empresas que han analizado la idea de alquilar su guardarropa para reducir el impacto ambiental. Los investigadores describen el modelo de negocio como "brindar a los consumidores la capacidad de concentrarse en usar sus productos en lugar de en la propiedad".18 Un equipo de investigación encuestó a 362 adultos19 que nacieron entre 1997 y 2002 y encontró que la actitud de la generacion Z ayudó a mediar la intención de utilizar un servicio de alquiler.

Sin embargo, aunque esto podría ayudar a alimentar el deseo del consumidor por ropa nueva y mantener una prenda en circulación por más tiempo, la idea fundamental de la ropa de alquiler significa que la prenda debe estar bien hecha y ser duradera.

La industria de la moda solía tener cuatro temporadas, pero hoy en día las colecciones se actualizan casi cada semana. En un informe de CBC Marketplace de 2018,20 la periodista Charlsie Agro investigó las afirmaciones hechas por los programas de devolución minorista y llevó a una familia canadiense entre bastidores para mostrarles la ropa de viaje donada en su organización benéfica local en el camino a África o India.

Claudia Marsales, gerente sénior de gestión ambiental y de desechos de Markham en Ontario, cree que los programas de devolución son una propuesta perdida y un engaño verde.  No hacen nada para abordar "el modelo comercial fallido de la moda rápida",21 y en realidad evitan los problemas reales, en lugar de abordarlos.

En resumen, el problema principal es el modelo de negocios de la industria, y los programas de reciclaje son una forma sencilla de hacer que la industria parezca más responsable sin alterar la forma en que hacen negocios.

Ayude a reducir el impacto de la moda rápida

Además de ser cultivado de manera convencional y de necesitar muchos químicos, requiere mucha agua.   Estos textiles liberan productos químicos y tintes tóxicos, lo que se suma a nuestro problema global de contaminación del agua. Al final del día, la respuesta para reducir el desperdicio global radica en que cada persona haga su parte para reducir el consumo total.

La solución requiere que los consumidores compren ropa de alta calidad, fabricada de manera sostenible, que se cuide y se use durante mucho más tiempo que la moda rápida. Cuando compre ropa, busque telas que estén hechas con algodón orgánico, cáñamo, seda, lana y bambú. Considere intercambiar ropa con su familia y amigos, en especial cuando tenga ropa colgada en su armario que no haya usado desde hace más de 6 meses.

Encuentre formas de reparar y reutilizar su ropa y considere venderla o cambiarla en línea. Tenga en cuenta que la mayoría de la ropa donada termina en vertederos, así que considere buscar organizaciones benéficas acreditadas que atiendan las necesidades de su comunidad local, como su iglesia.

Antes no pensaba en mi ropa, pero desde entonces me he dedicado a usar ropa orgánica producida de manera sostenible y apoyar el movimiento "Care What You Wear" a través de Regeneration International. 22 Agregué una línea de ropa orgánica cultivada y cosida en los Estados Unidos a mi tienda web, y apoyamos la marca SITO, una marca de ropa orgánica certificada por GOTS por la agencia de certificación biodinámica Demeter.

El Proyecto Orgánico Biodinámico Mercola-RESET también apoya a 55 agricultores con certificado orgánico de la India para implementar la producción biodinámica de algodón en 110 acres de tierra. La agricultura biodinámica es orgánica por naturaleza, pero va aún más allá, ya que opera bajo la premisa de que la granja es regenerativa y autosuficiente.

La agricultura biodinámica une a los animales y las plantas para formar una red viva de vida, un ecosistema autosuficiente que beneficia a la comunidad que vive alrededor. RESET (Regenerativo, Entorno ambiental, Sociedad, Economía, Textiles) pagará a todos los agricultores biodinámicos orgánicos en nuestro proyecto una prima del 25% sobre los precios convencionales del algodón, que se les pagará directamente a los agricultores.

Así que, considere reemplazar su guardarropa con alternativas ecológicas.  Sus elecciones como consumidor ayudarán a guiar a la industria de la moda hacia procesos de fabricación más humanos y ambientalmente sanos, y no solo detenerse en una fachada de sostenibilidad a través de programas de reciclaje que hacen muy poco para reducir nuestros problemas globales de desechos textiles y contaminación ambiental.