HISTORIA EN BREVE

  • Los pacientes que obtuvieron un resultado positivo en la prueba de COVID-19, incluidos 190 pacientes ambulatorios y 280 pacientes hospitalizados, recibieron zinc oral o un placebo dos veces al día durante 15 días
  • Entre los que tomaron zinc, hubo una tasa casi 40 % menor de muerte y de ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI)
  • Los del grupo que recibió zinc tuvieron, en promedio, una estancia hospitalaria 3.5 días más corta, mientras que sus síntomas desaparecieron 1.9 días antes que los que recibieron un placebo
  • La investigación publicada en 2020 demostró que el zinc es importante para la función del sistema inmunológico y que su deficiencia puede aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad grave por COVID-19
  • El zinc tiene propiedades antivirales, actúa como inmunomodulador, inhibe la síntesis de ARN y la replicación viral; por otro lado, la deficiencia del mismo se asocia con un mal funcionamiento de las células asesinas naturales

Por el Dr. Mercola

Se estima que 1 de cada 3 personas en estados Unidos tiene deficiencia de al menos 10 minerales, entre los cuales se encuentra el zinc. 1 Esto no solo los pone en riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares,2 sino que también puede aumentar el riesgo de muerte o de hospitalización por COVID-19. 3

El zinc se reconoció como un mineral esencial para la salud humana desde la década de los 70. 4 Es el segundo mineral traza más abundante que se encuentra en el cuerpo humano,5 pero no se puede almacenar muy bien, por lo que necesita consumir alimentos con zinc todos los días para satisfacer sus necesidades. De hecho, existen más de 300 enzimas que requieren zinc para funcionar de forma normal,6 además de que ejerce un rol muy importante en la inmunidad y el desarrollo normal del sistema inmunológico. 7

Durante la pandemia, el difunto Dr. Vladimir Zelenko trató a miles de personas que padecían COVID-19 con una mezcla de hidroxicloroquina (HCQ), azitromicina y sulfato de zinc,8 la cual dio excelentes resultados.

No obstante, el uso de zinc para tratar el SARS-CoV-2 era un tema que los verificadores de datos en torno al COVID señalaban como "información errónea", así que no se difundió su potencial como agente para combatir esta enfermedad. Ahora, las investigaciones demuestran una vez más que el zinc es muy prometedor para salvaguardar la salud de las personas si se contagian de COVID.

Tomar zinc dos veces al día es una buena forma de tratar el COVID-19

Un equipo de investigadores del Hospital Universitario Fattouma Bourguiba de Túnez se propuso determinar la eficacia del zinc en el tratamiento de adultos con COVID-19. Indicaron que: "como ocurre en muchas otras enfermedades, regular la producción de glóbulos blancos mediante la inmunonutrición es un concepto novedoso que podría aplicarse al COVID-19". “Algunas moléculas y nutrientes como el zinc son fundamentales para el buen funcionamiento y la integridad del sistema inmunológico”.9

Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y los pacientes que obtuvieron un resultado positivo en la prueba de COVID-19, incluidos 190 pacientes ambulatorios y 280 pacientes hospitalizados 10, recibieron zinc oral o un placebo dos veces al día durante 15 días. Entre los que tomaron zinc, hubo una tasa casi 40 % menor de muerte y de ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI). De igual forma, su estancia en el hospital fue mucho más breve, al igual que sus síntomas. 11

En concreto, después de 30 días, la mortalidad fue del 6.5 % en el grupo que recibió el zinc y de 9.2 % en el que recibió el placebo. La tasa de ingreso a cuidados intensivos fue del 5.2 % en el primer grupo y del 11.3 % en segundo. Además, los del grupo que recibió zinc tuvieron, en promedio, una estancia hospitalaria 3.5 días más corta, mientras que sus síntomas desaparecieron 1.9 días antes que los que recibieron el placebo 12

Los efectos beneficiosos del zinc se observaron incluso en subgrupos de pacientes, por ejemplo, en las personas menores de 65 años, las que tenían comorbilidades y las que necesitaban oxigenoterapia al inicio del estudio. No se identificaron efectos adversos graves. De hecho, se presentaron más eventos adversos menores en el grupo que recibió el placebo (el 7.1 %), en comparación con el que recibió zinc (el 3.9 %). 13 Los investigadores concluyeron lo siguiente:14

"Hasta donde sabemos, este estudio es el primer ensayo clínico bien impulsado y controlado con placebo que informa sobre los beneficios del zinc para tratar pacientes con COVID-19.
Cuando se administró por vía oral a pacientes hospitalizados por COVID-19, que no tenían insuficiencia orgánica terminal, el zinc demostró ser eficaz para evitar el ingreso a la unidad de cuidados intensivos y para acortar la estancia hospitalaria; en el caso de los pacientes ambulatorios, el zinc ayudó a que los síntomas desaparecieran en menos tiempo. Sería provechoso considerar el zinc para tratar pacientes con COVID-19”.

La deficiencia de zinc se relaciona con una peor progresión del COVID

La investigación publicada en 2020 demostró que el zinc es importante para la función del sistema inmunológico y que su deficiencia puede aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad grave por COVID-19. 15 “Los datos del estudio demuestran con claridad que un número significativo de pacientes con COVID-19 tenían deficiencia de zinc”, indicaron los investigadores. “Los pacientes con deficiencia de zinc desarrollaron más complicaciones y esta deficiencia se relacionó con una estancia hospitalaria prolongada y con una mayor mortalidad”.16

Hay varias razones por las que la falta de zinc podría empeorar la progresión del COVID-19 en las personas, entre las cuales destacan la carencia de las propiedades antivirales del zinc y su acción como inmunomodulador. El zinc inhibe la síntesis de ARN y la replicación viral, mientras que la deficiencia del mismo se asocia con un mal funcionamiento de las células asesinas naturales.

Se han utilizado suplementos de zinc durante mucho tiempo para tratar el resfriado común, que suele surgir a causa de coronavirus, y se sabe que reducen la duración de los síntomas y la gravedad de las infecciones respiratorias. 17 Los investigadores escribieron lo siguiente en el Journal of Infectious Disease:18

“Resulta interesante que la hidroxicloroquina, que es un medicamento que se usaba al principio para tratar el COVID-19, es un ionóforo que transporta zinc a través de la membrana celular hidrofóbica.
Además, las pruebas sugieren en concreto que los suplementos de zinc con medicamentos antivirales que contienen ionóforos de zinc se dirigen y se unen con precisión al SARS-CoV-2, lo que impide que se replique dentro de las células huésped infectadas. A nivel intracelular, el zinc se une a la ARN polimerasa dependiente del ARN, lo que impide que se alargue y disminuya la unión de la plantilla del ARNm viral”.

Es probable que haya oído hablar del uso de la HCQ para tratar el COVID-19, pero la clave en los protocolos de tratamiento temprano que utilizan HCQ es el zinc. El objetivo de la HCQ es aumentar la absorción de zinc en la célula.

En una investigación similar, la gravedad de la enfermedad COVID-19 se asoció con niveles bajos de selenio y la mortalidad se asoció con la deficiencia de zinc, sobre todo en pacientes con diabetes. No obstante, la mayoría de los que fallecieron tenían déficit de selenio y de zinc. 19

Los investigadores explicaron que los micronutrientes, como el zinc, "pueden ser muy importantes para reducir el riesgo de infección por SARS-CoV-2, ayudar al sistema inmunológico a combatir el virus y evitar los problemas de salud a largo plazo derivados del COVID-19". Explicaron lo siguiente:20

"Existen ... numerosos estudios y análisis que destacan la importancia potencial de suministrar Zn [zinc], del estado de Zn y la distribución del mismo en pacientes con COVID-19, lo que sugiere que la suplementación de este mineral es un adyuvante terapéutico muy prometedor.
La replicación del virus es mayor cuando la persona tiene deficiencia de Zn, y el Zn suplementario puede inhibir la propagación y proliferación del virus, como se ha demostrado en estudios preclínicos y en sujetos infectados. Se supone que la deficiencia de Zn predispone a desarrollar una enfermedad severa de COVID y, en consecuencia, se han observado tasas elevadas de mortalidad de pacientes de COVID-19 con déficit de Zn en las clínicas".

Cómo influye el zinc en la función inmunológica

Aún no se descubren los detalles del rol que ejerce el zinc en la función inmunológica. El zinc es necesario para el desarrollo de células T y para regenerar el timo, que es el que produce dichas células.

Además, existe una molécula dentro de sus células llamada GPR39 que actúa como un sensor que rastrea los cambios en el zinc externo, por lo que cuando el nivel aumenta, la GPR39 libera un factor clave que se encarga de regenerar y renovar el timo.  En resumen, parece que el zinc ayuda al sistema inmunológico a regenerar las células inmunológicas. 21

"Creemos que lo que sucede cuando se toma un suplemento de zinc, este se acumula dentro de las células T en desarrollo.  Se almacena una y otra vez, entonces se produce un daño y el zinc se libera", dijo en un comunicado de prensa el Dr. Jarrod Dudakov, un inmunólogo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson.

"Ahora tiene más zinc de lo que tendría en circunstancias normales, lo que inducir esta vía regenerativa".22 El zinc también influye en la función inmunológica de otras maneras, tales como:23

Las personas con deficiencia de zinc tienen una susceptibilidad mayor a los patógenos, ya que el zinc ayuda a prevenir la entrada de virus 24 y que se reproduzcan 25 dentro de sus células.

El zinc controla la inmunidad no específica, incluyendo las células asesinas naturales y los neutrófilos.

La deficiencia de zinc evita que se activen los linfocitos T, la producción de citoquinas Th1 y la capacidad de ayuda de los linfocitos B. Cuando existe una deficiencia, el desarrollo de linfocitos B también sufre las consecuencias.

La deficiencia afecta la función de las células macrófagas, lo que puede provocar que se produzcan citoquinas26 y una muerte intracelular desregulada. Por lo tanto, cuando existe una deficiencia de zinc, no solo se contraen más infecciones virales, sino que éstas provocan una mayor respuesta hiperinflamatoria.

El zinc es indispensable para que se reproduzca el ADN, se transcriba el ARN y se activen y dividan las células.

El zinc apoya el crecimiento y la función de los vellos ciliares en su sistema respiratorio. Un estudio publicado en el American Journal of Rhinology and Allergy27 demostró que el zinc estimula la frecuencia de los latidos ciliares y podría mejorar la limpieza mucociliar, que es esencial para limpiar la mucosidad de los pulmones. Otro grupo de científicos descubrió que administrarles un suplemento a los animales con deficiencia de zinc afectaba la longitud de los cilios y la cantidad de células epiteliales en los bronquios. 28

El zinc mejora la barrera epitelial respiratoria. 29,30

El zinc influye en el interferón-gamma (IFN-γ), que desempeña una función muy importante en la defensa contra los patógenos intracelulares. 31 Cuando se reduce esta citocina, el funcionamiento del sistema inmunológico se ve afectado.

Cómo aprovechar el zinc al máximo

Debe saber que el zinc no es muy biodisponible. Entonces, los ionóforos de zinc son ideales para que las células lo absorban mejor. Se encargan de transportar el zinc a través de la membrana celular y dentro de la célula, lo cual es esencial para evitar que el virus siga replicándose. Además de la HCQ, que se mencionó antes, la cloroquina, quercetina y el galato de epigalocatequina (EGCG) son otros ionósforos de zinc que pueden ser de ayuda. 32

Cuando se prohibió el uso de la HCQ para tratar el COVID, muchos recurrieron a la quercetina, que se puede adquirir sin prescripción médica y también tiene propiedades beneficiosas, como actividades antivirales33. Varios estudios demostraron que cuando la quercetina se utiliza a tiempo, reduce el riesgo de hospitalización y muerte por COVID 34 y mejora los resultados clínicos.

Signos de deficiencia de zinc y qué alimentos debe comer para obtenerlo

Los signos más comunes 35 de que podría necesitar más zinc incluyen falta de apetito, letargo mental, alteración del sentido del gusto o del olfato, resfriados frecuentes, gripe o infecciones, pérdida de cabello36 y mala función neurológica. 37Las personas con un riesgo mayor de desarrollar deficiencia de zinc incluyen a las que tienen algún tipo de desnutrición, diarrea persistente,38 adultos mayores, personas con enfermedades inflamatorias o autoinmunológicas, alcohólicos crónicos, vegetarianos y veganos.

Aunque podría ser necesario consumir algún suplemento durante la enfermedad, que es cuando necesita más zinc, le recomiendo tratar de obtenerlo a través de los alimentos. Por fortuna, hay muchos alimentos que son ricos en zinc, tales como:39,40,41

Cangrejo real de Alaska

Ostras

Almendras

Anacardos

Habichuelas rojas

Pollo de pastoreo

Cordero

Garbanzo

Avena

Carne de res de animales alimentados con pastura

Queso cheddar o suizo

Yogurt

Hongos

Espinaca

Chuletas de cerdo

Semillas de calabaza


Fuentes y Referencias