HISTORIA EN BREVE

  • Todas las células de su cuerpo utilizan hormonas tiroideas, por lo que los síntomas relacionados con la tiroides pueden variar. Sin embargo, su delicado equilibrio se puede alterar por desequilibrios nutricionales, toxinas, alérgenos, infecciones y estrés, y ahí cuando surgen los problemas de la tiroides
  • La falta de yodo puede impedir que produzca suficiente hormona tiroidea, incluso si su glándula tiroidea está sana. Puede evitar esto al obtener suficiente yodo de buenas fuentes como vegetales marinos, yogur orgánico de animales alimentados con pastura, leche orgánica sin pasteurizar y de vacas alimentadas con pastura, sal marina celta y huevos de gallinas camperas
  • Los vegetales crucíferos como la col rizada, brócoli, repollo y los rábanos, en las cantidades adecuadas, son seguros incluso si tiene disfunción tiroidea
  • Así como existen alimentos que pueden mejorar su tiroides, existen otros que pueden obstaculizar los problemas de tiroides y es mejor evitarlos, como la soya sin fermentar. Los estudios demuestran que los fitoestrógenos de soya pueden causar problemas en la tiroides y deterioro cognitivo

Por el Dr. Mercola

¿Sabía que todas sus células usan hormonas tiroideas? Si su tiroides no funciona de manera correcta, empezará a desarrollar problemas como aumento (o pérdida) de peso, caída del cabello, manos y pies fríos e incluso enfermedades autoinmunológicas.

Su tiroides es fundamental para su salud en general, por lo tanto, es muy importante asegurarse de que funcione de manera correcta. Si le diagnosticaron un problema de tiroides, no se preocupe ya que existen formas de mejorar la función de su tiroides de forma natural. Al igual que con otras afecciones, todo comienza al hacer cambios en su alimentación.

Primero: ¿Cuál es el propósito de su tiroides?

La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la parte delantera de su cuello y forma parte de su sistema endocrino u hormonal. Se extiende a ambos lados de la tráquea, justo debajo de la laringe. La glándula tiroidea es el "sistema principal" que regula su metabolismo, controla todas las funciones de su cuerpo e interactúa con todas las demás hormonas, incluyendo la insulina, cortisol y las hormonas sexuales como el estrógeno, progesterona y la testosterona.

Además de regular el metabolismo, la hormona tiroidea también se usa para controlar el peso corporal al manejar la quema de grasa para obtener energía y calor. También son necesarias para la función y el desarrollo del cerebro en los niños.

La triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4) son dos de las hormonas principales producidas por la tiroides. Alrededor del 90 % de la hormona producida por las glándulas se encuentra en forma de T4, la forma inactiva. Con la ayuda de una enzima, su hígado convierte esta T4 en T3, que es la forma activa.

Su tiroides también produce diyodotironina (T2), aunque hoy en día es el componente menos comprendido de la función de la tiroides y aún es objeto de muchos estudios.

Luego, se libera la T3 y T4 en el torrente sanguíneo para trasportarlas por todo el cuerpo, donde el oxígeno y las calorías las convierten en energía. Todas las células de su cuerpo utilizan hormonas tiroideas, por lo que los síntomas relacionados con la tiroides pueden variar. Sin embargo, su delicado equilibrio se puede alterar por desequilibrios nutricionales, toxinas, alérgenos, infecciones y estrés, y es ahí cuando surgen los problemas de la tiroides.

Hipotiroidismo: ¿Qué sucede cuando tiene una tiroides lenta?

Si tiene hipotiroidismo, significa que tiene una tiroides hipoactiva, la cual produce menos hormonas. Esto a menudo se relaciona con la deficiencia de yodo y los síntomas pueden incluir:

Sensibilidad al frío

Pérdida de cabello, incluyendo las cejas

Piel áspera; cabello seco y enredado

Letargo

Aumento de peso

Estreñimiento

Hipoglucemia

Pérdida de memoria

Otros síntomas que al parecer no están relacionados con el hipotiroidismo incluyen ronquera, psoriasis, asma, piel pálida, vértigo, síndrome del túnel carpiano, dolor y rigidez en el cuello.

Entonces, ¿qué relación tiene la deficiencia de yodo con el hipotiroidismo? Esta es la razón: su glándula tiroidea toma el yodo de los alimentos, que es la única forma en que se puede obtener yodo, lo combina con un aminoácido llamado tirosina y lo convierte en los tres tipos de hormonas producidas por su tiroides.

De hecho, los nombres de las diferentes formas de hormona tiroidea reflejan la cantidad de moléculas de yodo adheridas. Ejemplo: la T4 tiene cuatro moléculas de yodo unidas. A continuación, le daré consejos importantes sobre cómo controlar sus niveles de yodo, para que pueda mantener un buen funcionamiento de la tiroides.

Hipertiroidismo: descubra por qué tiene una tiroides hiperactiva

En el otro extremo del espectro de la disfunción tiroidea se encuentra lo que se conoce como hipertiroidismo o enfermedad de Graves. Esto ocurre cuando tiene una tiroides hiperactiva, lo que hace que su cuerpo la ataque. Es mucho menos común que el hipotiroidismo, pero no es un problema menor. En algunos casos, sus síntomas más comunes son opuestos a los causados por una tiroides hipoactiva:

Inquietud e irritabilidad

Pérdida de peso

Confusión

Movimientos intestinales frecuentes

Frecuencia cardíaca irregular

Ojos saltados

Aunque el hipertiroidismo puede afectar a cualquier persona, las mujeres son más propensas a experimentarlo, ya que es casi 10 veces más común en ellas que en los hombres. Suele ocurrir cuando una persona tiene entre 20 y 40 años.

Una forma de mejorar la disfunción tiroidea incluye consumir vegetales crucíferos

Es posible que algunos expertos recomienden evitar los vegetales crucíferos como la col rizada, repollo, brócoli y los rábanos porque "podrían evitar que su sistema absorba el yodo", pero la verdad es que estos alimentos, en las cantidades adecuadas, son seguros incluso si padece disfunción tiroidea.

En la década de los años 50, los científicos analizaron los alimentos que, en lugar de desempeñar un papel nutritivo, pudieran representar un riesgo, en especial con respecto a la tiroides. Descubrieron a los llamados "alimentos bociogénicos", que son los pueden causar una inflamación en el cuello llamada bocio.

Los glucosinolatos en los vegetales crucíferos se consideraron como posibles culpables. Sin embargo, los estudios en ese sentido son escasos, como explica un artículo:

"En términos de investigación en humanos, los estudios que sugieren que existe una relación entre los vegetales crucíferos y la enfermedad de la tiroides son limitados. La gran mayoría de las investigaciones respaldan el consumo de vegetales crucíferos para prevenir el cáncer de tiroides".

Además, se descubrieron enzimas desyodasas, fundamentales para producir hormonas tiroideas. Desde entonces, los científicos han modificado su teoría sobre los vegetales crucíferos. Un estudio destaca:

“Existe poca evidencia confiable de que el consumo de niveles normales de vegetales crucíferos afecte la función tiroidea. Además, la concentración de bociógeno se puede reducir al hervir los alimentos, lo que provoca la filtración de glucosinolatos el agua y la desactivación de la enzima mirosinasa”.

La prioridad ahora es hacer que las personas conozcan cuáles son los nutrientes necesarios para optimizar su función tiroidea. En el caso de los vegetales crucíferos, las cantidades moderadas son las mejores, ya que demasiado puede evitar que su cuerpo absorba el yodo y, de lo contrario, dificultar la función de la tiroides.

La buena noticia es que existen muchas maneras de ampliar sus opciones culinarias, incluso si tiene hipotiroidismo o hipertiroidismo. Existe una gran variedad de alimentos de origen vegetal que ofrecen antioxidantes y electrolitos que pueden ser buenos, como:

Calabaza

Pimientos

Zanahorias

Ejotes

Chícharos

Tomates

Apio

Pepino

Espárragos

Berenjena

Uvas moradas

Mango

Granada

Moras azules

Piña

Kiwi

Manzana

Frutas cítricas

Cerezas

Albaricoques

Solo tenga en cuenta que la mayoría de las frutas que mencionamos aquí se deben consumir con moderación debido a su alto contenido de fructosa.

El yodo y el selenio son nutrientes esenciales para que la tiroides funcione de manera correcta

En este artículo mencioné que el yodo ayuda a mantener una función tiroidea óptima, en especial porque se usa para producir hormonas tiroideas. Su cuerpo no puede producirlo; por lo tanto, debe obtenerlo de su alimentación.

Por desgracia, la mayoría de las personas no obtienen suficiente yodo en su alimentación, ya que al menos el 30 % de la población mundial tiene deficiencia de este nutriente. Por lo tanto, la falta de yodo puede evitar que produzca suficiente hormona tiroidea, incluso si su glándula tiroidea está sana. Puede evitar esto al asegurarse de obtener suficiente yodo de buenas fuentes como vegetales marinos, yogur orgánico de leche de vacas alimentadas con pastura, leche de vaca orgánica sin pasteurizar y y de vacas alimentadas con pastura, sal marina celta y huevos de gallinas camperas.

El cloro, flúor y bromo también afectan la función tiroidea y, dado que son haluros como el yodo, compiten por sus receptores de yodo. Puede evitar esto al filtrar el agua potable, lo que puede reducir el contenido de cloro y flúor, y al mismo tiempo minimizar su exposición a plásticos, pesticidas y retardantes de llama que contienen bromo.

El selenio es otro nutriente esencial de la tiroides. Además de ayudar a disminuir la inflamación, también regula la respuesta inmunológica y previene enfermedades crónicas. Tener una deficiencia de este nutriente puede dificultar la conversión de la hormona T3. Para ayudar a controlar sus niveles, asegúrese de obtener suficiente selenio de los alimentos como las nueces de Brasil, semillas de girasol, salmón salvaje de Alaska, lácteos, ajo, cebollas y los tomates.

Además del yodo y el selenio, la tirosina es otro nutriente del que debería obtener grandes cantidades. Este aminoácido, que está involucrado en casi todas las proteínas de su cuerpo, es muy importante, ya que ayuda a regular las hormonas tiroideas, así como producir varias sustancias químicas cerebrales, como los neurotransmisores y la dopamina.

Tenga en cuenta que existen ciertos alimentos que contienen tirosina, como la soya y el trigo, pero que no son buenos. Las buenas fuentes a las que puede recurrir son las almendras, semillas de calabaza, plátanos, salmón salvaje de Alaska, aguacates y aves camperas y huevos orgánicos de gallinas camperas.

Evite estos alimentos para evitar problemas de la tiroides

Así como existen alimentos que pueden mejorar su tiroides, existen alimentos que pueden obstaculizar los problemas de la tiroides y es mejor evitarlos. Los cuales incluyen:

  • Gluten: puede alterar la tiroides, causar inflamación, mal funcionamiento gastrointestinal y otros problemas.
  • Soya sin fermentar: los estudios indican que los fitoestrógenos de soya pueden dañar la tiroides y causar deterioro cognitivo.
  • Alimentos transgénicos (GE): los alimentos transgénicos podrían provocar tanto la enfermedad de Graves como la de Hashimoto al afectar el revestimiento del transportador de a glucosa.
  • Alimentos que contienen bromo: este aditivo disruptor endocrino se usa a menudo en harinas para panes y productos horneados, así como en sodas y bebidas deportivas.

Recuerde que una enfermedad de la función tiroidea no es diferente de cualquier otra enfermedad crónica, ya quesi desea solucionar el problema, debe abordar los problemas subyacentes. Una de las principales estrategias que debe implementar para tener una tiroides saludable es una buena nutrición. Esto controla e incluso revierte los síntomas de los problemas de la tiroides. Como siempre, asegúrese de obtener su nutrición de los alimentos en lugar de recurrir a los suplementos.