HISTORIA EN BREVE

  • Se estima que, durante la pandemia, más de 20 millones de personas en Estados Unidos comenzaron a cultivar su primer huerto
  • La idea de cultivar un huerto ha ganado popularidad debido a que muchas personas la ven como un pasatiempo o una actividad de ocio, pero recientemente, antes de la industrialización, casi todas las personas cultivaban alimentos
  • Recomiendo de manera encarecida que todas las personas comiencen a cultivar su propia comida, incluso si tienen poco espacio
  • Además de consumir los productos frescos de su huerto, le recomiendo que complete su suministro de alimentos con alimentos nutritivos no perecederos y un suministro limpio de agua potable

Por el Dr. Mercola

Los huertos familiares ganaron popularidad en el año 2020 cuando la pandemia de COVID-19 provocó un gran revuelo. En ese momento, los proveedores de semillas se vieron abrumados por la demanda sin precedentes1de personas que quisieron tomar control de una de las formas más básicas de autoconservación: cultivar su propia comida.

Se estima que, durante la pandemia, más de 20 millones de personas en Estados Unidos comenzaron a cultivar su primer huerto,2 además, con las continuas amenazas de escasez de alimentos que se avecinan, la demanda de huertos familiares sigue en aumento. Pero la verdad es que cultivar un huerto en tiempos de crisis no es nada nuevo. Los seres humanos han regresado a la tierra durante generaciones como una forma no solo de combatir la inseguridad alimentaria, sino también de participar en la práctica básica de la agricultura.

Hace poco tiempo, todas las personas cultivaban sus alimentos

La idea de cultivar un huerto ha ganado popularidad debido a que muchas personas la ven como un pasatiempo o una actividad de ocio, pero en la historia reciente, antes de la industrialización, casi todas las personas cultivaban sus propios alimentos.3 Aunque podría decirse que los humanos ahora están más alejados del mundo natural que en cualquier otro momento de la historia, la humanidad tiene una forma de regresar a sus raíces agrícolas.

Esto es muy cierto en tiempos de incertidumbre. Durante la Segunda Guerra Mundial, una época en la que la posible escasez de alimentos era lo más preocupante, los huertos fueron tan productivos que suministraron casi el 40 % de los vegetales frescos de las personas en Estados Unidos. 4

Durante la década de los 50, cuando los alimentos precocinados estaban de moda, "una generación de agricultores caseros se opuso a los alimentos tan malos que existían, como las ensaladas de fruta envasada, la comida enlatada, comida congelada y el Tang", escribió Jennifer Atkinson, profesora principal de estudios ambientales de la Universidad de Washington.  5

La idea de cultivar un huerto ha sido apreciada tanto por sus cosechas nutritivas como por el consuelo y la sanación que brinda. De acuerdo con Atkinson:6

"Para las personas de raza negra en Estados Unidos, a las que se les negó la oportunidad de abandonar el trabajo de subsistencia, el cultivo de la era de Jim Crow reflejaba un conjunto diferente de deseos. En su ensayo 'In Search of Our Mothers' Gardens',7Alice Walker recuerda que su madre cuidaba un huerto muy grande de flores a altas horas de la noche después de terminar días brutales de trabajo en el campo.
Cuando era niña, se preguntaba por qué alguien agregaría por su propia voluntad una tarea más a una vida tan difícil. Sin embargo, con el paso de los años, Walker entendió que tener un huerto no era solo otra forma de trabajo, sino un acto de expresión artística. Para las mujeres negras que desempeñaban los trabajos menos deseables de la sociedad, cultivar un huerto ofrecía la oportunidad de remodelar una pequeña parte del mundo en, como lo expresó Walker, la 'imagen personal de la belleza'".

Los huertos también se han utilizado durante mucho tiempo como una herramienta para proporcionar productos frescos y un sentido de comunidad en los "desiertos alimentarios" del centro de la ciudad, ya que los residentes plantan huertos en lotes baldíos y a lo largo de las banquetas.8

Para 2020, los huertos ganaron popularidad y, ahora, debido a que la élite tecnocrática decidió eliminar de manera intencional los sistemas de producción de alimentos y energía, la escasez severa de alimentos parece ser más o menos inevitable. Esta es la razón por la cual recomiendo de manera encarecida que todas las personas comiencen a cultivar su propia comida, incluso si tienen poco espacio.

Puede cultivar alimentos incluso en si tiene poco espacio

Una de las estrategias más importantes es cultivar la mayor cantidad posible de alimentos, pero deberá asegurarse de tener muchas semillas a la mano. Entonces, el primer paso para empezar a cultivar su propio huerto es asegurar su suministro de semillas. Puede hacer esto no solo al comprar semillas, sino también al guardar semillas de sus propias plantas y participar en intercambios de semillas locales.

Aunque dejé de cultivar germinados de girasol debido a su contenido tan alto de ácido linoleico (LA), son un ejemplo de un alimento rico en nutrientes que se puede cultivar en un espacio limitado y muy rápido. ¿Qué tan fácil es cultivar germinados nutritivos en casa, con tan solo unos pocos pasos? A continuación le explico cada uno de los pasos:9

Primero, remoje las semillas en agua limpia durante ocho horas

Vacíe el agua en un recipiente para regar otras plantas

Enjuague las semillas y déjelas secar por 24 horas o hasta que empiecen a germinar

Después coloque tierra hasta la mitad en una bandeja

Extienda las semillas en la tierra

Riegue bien la tierra

Cubra la tierra con placas de cerámica y un peso de 5 a 10 libras

Retire las placas para regar cada 24 horas durante dos a cuatro días; reemplace las placas y los pesos entre cada riego

Una vez que los germinados comiencen a crecer, retire las placas

Coloque la bandeja en un lugar soleado

Coseche los germinados después de dos o tres días y córtelos con unas tijeras

En casi una semana, puede tener alimentos frescos y nutritivos. Los germinados, en tiempos de crisis de alimentos, se convierten en una fuente de alimento ideal que, debido a su ciclo de crecimiento, se pueden cosechar a diario si es necesario. En circunstancias normales, consumir germinados de girasol mesuradamente, asegurará que no aumente su consumo de LA a niveles poco saludables.

Si su huerto es muy productivo, también tenga en cuenta que puede hacer donaciones. De acuerdo con una encuesta del portal Bonnie Plants, solo la mitad de los horticultores domésticos pueden usar todos los alimentos que producen sus huertos, pero solo el 10 % se asocia con organizaciones para donar su cosecha. Mike Sutterer, presidente y director ejecutivo de Bonnie Plants explicó:10

"Muchas personas no saben que puede donar los alimentos adicionales de su huerto a las cooperativas de alimentos locales. La mayoría de los horticultores terminan con calabacines, pepinos y tomates adicionales que no saben qué hacer con ellos, sin embargo, si todos ellos donaran solo una o dos bolsas de vegetales, podríamos reducir un poco la inseguridad alimentaria en todo el país".

Cómo aprovechar los alimentos nutritivos no perecederos

Para mejorar su suministro personal de alimentos, si las normas locales lo permiten, también puede criar pollos para tener un suministro constante de huevos. (Solo recuerde que ellos también podrían necesitar alimento adicional). Una estrategia a largo plazo es invertir en arbustos y árboles frutales. También puede unirse a una cooperativa local de alimentos y comprar alimentos estables y no perecederos a granel.

Los alimentos básicos secos, como los frijoles, también pueden permanecer en buenas condiciones después de su fecha de vencimiento; sin embargo, lo ideal es que aumente su reserva con alimentos más nutritivos. Dicho lo anterior, aquí hay una lista de artículos nutritivos y no perecederos que pueden ayudarlo a superar los momentos difíciles:

Caballa, sardinas y salmón salvaje de Alaska enlatados: todos estos productos contienen grasas saludables y tienen niveles muy bajos de metales pesados y de contaminantes tóxicos del agua.

Sebo, ghee y aceite de coco: estas grasas saludables son ideales para cocinar y se mantienen estables incluso sin refrigeración.

Caldo de res orgánico o colágeno en polvo: el caldo de res es una fuente ideal de colágeno, pero el colágeno orgánico en polvo se mantendrá fresco por más tiempo. El colágeno es una de las proteínas más comunes y abundantes de su cuerpo, además refuerza la salud de sus huesos y tejidos.

Proteína de lactosuero: es rica en leucina, que ayuda a estimular la síntesis de proteínas musculares, lo que refuerza la salud de los músculos. Sin una fuente regular de carne, puede ser difícil obtener suficientes cantidades de leucina para mantener sus niveles de proteína solo con la alimentación. Por suerte, el lactosuero es fácil de almacenar y es una gran forma de mantener la masa muscular.

Arroz: el arroz es un alimento básico que no contiene gluten y que se puede almacenar durante largos períodos de tiempo. De manera curiosa, el arroz blanco (mi favorito es el basmati) es mejor que el arroz integral, ya que los antinutrientes de este último afectan su función como fuente limpia de carbohidratos. Lo ideal es colocar la bolsa en un contenedor apto para uso alimentario junto con uno o dos absorbentes de oxígeno y taparlo bien.

Miel: además de ser un endulzante natural, la miel sin procesar también produce beneficios. Por ejemplo, es un medicamento efectivo para tratar la tos y puede ayudar a combatir las infecciones respiratorias y bacterianas, que incluyen las bacterias resistentes a los antibióticos.

Carne de res enlatada: busque variedades que solo contengan sal como conservador. La carne enlatada de Lehman es una de estas opciones.

Frutas, vegetales y carnes orgánicas liofilizadas: también puede considerar comprar productos orgánicos liofilizados, los cuales suelen tener una caducidad de unos 25 años.

Suplementos nutricionales esenciales como el complejo de vísceras de res, minerales esenciales, omega-3, vitamina K2, magnesio, complejo de vitamina B y astaxantina.

La comida es importante, pero no se olvide del agua limpia

Tener un suministro de agua potable para casos de emergencia podría considerarse incluso más importante que abastecerse de alimentos no perecederos. Las personas están tan acostumbradas a tener agua potable al alcance de sus manos, que no piensan en el hecho de que se trata de un recurso que podría desaparecer de la noche a la mañana. Si vive en una casa, recolectar el agua de lluvia es una excelente solución a largo plazo.

Algunos consejos básicos para mantener el agua de los barriles limpia, incluyen: instalar filtros para eliminar los residuos, tratar el agua con cloro o microorganismos anaeróbicos beneficiosos una vez al mes y mantener un pH adecuado con bicarbonato de sodio o vinagre.

Un sistema de riego por goteo y alimentado por la gravedad, que usa barriles de lluvia elevados, tiene el beneficio adicional de ser ideal para los horticultores, ya que el agua de lluvia beneficia a sus plantas de una manera que el agua del grifo no puede, ya que extrae nitrógeno y dióxido de carbono del aire, lo que fomenta el crecimiento de las plantas y la salud del suelo.

Los huertos involucran más cosas que solo alimentos

Los beneficios de los huertos van mucho más allá del sustento básico hacia la necesidad inherente de los humanos de estar cerca de la naturaleza. ​El periodista Richard Louv, autor del libro: "Last Child in the Woods", fue el creador del término "Trastorno por déficit de naturaleza", 11el cual no es un diagnostico psicológico real, sino un término que se utiliza para describir el estilo de vida que contribuye a la falta de salud mental y emocional.

Sugirió que las consecuencias de que las personas se alejaran de la naturaleza fueron "un menor uso de los sentidos, problemas de atención y tasas más altas de enfermedades físicas y emocionales". 12 En esta era digital, cultivar sus propios huertos es una forma poderosa de reconectarse con la naturaleza, en parte debido a lo que se conoce como la teoría de la restauración de la atención:13

"La teoría de restauración de la atención sugiere que es posible restaurar la capacidad de concentración al exponerse a la naturaleza. El hecho de que una persona cultivara su huerto le permitió que se moviera de manera mental y física a otro lugar, le ofreció la oportunidad de conectarse con el mundo y lo involucró en su entorno para satisfacer sus necesidades e intereses, todo lo cual contribuye a un entorno reparador.
Participar en actividades como cultivar su propio huerto se ha relacionado con menor estrés, así como una mayor concentración, salud social y autoeficacia".

En pocas palabras, en tiempos de incertidumbre y crisis, "estamos desesperados por encontrar señales de la resiliencia de la vida", dijo Atkinson.14 Mientras tanto, el horticultor Robin Wallace dijo lo siguiente: "Un horticultor nunca deja de tener un propósito, un horario, una misión. No importa lo que hagamos o cómo se desarrolle la reunión, el huerto continuará, con o sin nosotros".15