📝HISTORIA EN BREVE

  • El dióxido de carbono (CO2) estimula la producción de energía al incrementar el suministro de oxígeno que llega a las células. Además, ayuda a proteger de los daños que causa la peroxidación lipídica
  • El CO2 y el lactato producen efectos opuestos. El lactato es el subproducto de la metabolización de la glucosa sin oxígeno en el citoplasma, mientras que el CO2 contrarresta los efectos dañinos del lactato
  • Los niveles elevados de lactato se relacionan con varios problemas de salud, incluyendo la diabetes, el Alzheimer, la insuficiencia cardíaca, el shock y el envejecimiento. Además, promueven la inflamación y dañan las mitocondrias. Mientras que los niveles bajos de CO2 se relacionan con ataques epilépticos, espasmos musculares, inflamación, hipotiroidismo, derrames cerebrales y problemas de coagulación
  • Todos estos problemas de salud, ya sea ​​que se relacionen con los niveles elevados de lactato o los niveles bajos de CO2, se pueden tratar de forma efectiva con la ayuda de diferentes terapias de CO2, como baños de CO2 (donde se bombea CO2 a la bañera, de forma muy parecida a bañarse en agua mineral) o un tratamiento hiperbárico con CO2
  • Algunas estrategias simples para incrementar los niveles de CO2 en los tejidos incluyen respirar en una bolsa de papel, obtener suficiente calcio y consumir sal, bicarbonato de sodio o bebidas carbonatadas

🩺Por el Dr. Mercola

El fallecido Ray Peat, experto en biología y fisiología con especialidad en la teoría bioenergética de la salud,1 explicó hace años algunos de los beneficios del CO2 y cómo funciona dentro del cuerpo humano.

Al igual que lo estaba Peat, estoy convencido de que optimizar sus niveles de dióxido de carbono (CO2) es una de las estrategias más importantes que puede implementar para ralentizar la degeneración que se produce con la edad.

El CO2 es esencial para la salud

Muchas personas creen que el CO2 solo es un producto de desecho dañino que se produce al respirar, así como un "contaminante" que representa una amenaza para el planeta.

Pero todo eso no es del todo cierto, ya que el dióxido de carbono (CO2) estimula la producción de energía al incrementar el suministro de oxígeno que llega a las células. También es esencial para la vida en la Tierra, en especial para las plantas.  De hecho, todo parece indicar que el CO2 es incluso más importante para la materia viva que el oxígeno.2 Sin embargo, esta información no es nueva, es algo que se sabe desde hace décadas, pero de alguna manera ha pasado desapercibida.

Me parece importante mencionar que el CO2 optimiza la producción de energía en las mitocondrias, un efecto que experimentan las personas que viven o pasan más tiempo en altitudes elevadas, lo que les ayuda a estar más sanas y con menos problemas de salud crónicos, como el asma. Esto se debe a que, a mayor altitud, mayor es la presión del CO2 en relación con el oxígeno.

Un truco simple para incrementar los niveles de CO2

Según el portal Forbes Health, el “biohacking” es "un término que se utiliza para describir varios consejos o trucos de salud para mejorar la capacidad del cuerpo y, de esta manera, rendir al máximo e incluso extender la esperanza de vida".

Uno de los trucos que imita los efectos de exponerse a altitudes elevadas, para optimizar los niveles de CO2, es respirar en una bolsa de papel durante uno a dos minutos. Sin embargo, es importante que la bolsa no sea ni demasiado pequeña ni demasiado grande (el tamaño ideal es de 6 x 15 pulgadas o 15 x 38 centímetros).

Con la boca y la nariz tapadas, respire dentro de la bolsa hasta que se sienta mejor. Expulsará dióxido de carbono en cada exhalación. Volver a respirar el dióxido de carbono que se produce dentro de la bolsa de papel, lo ayudará a optimizar sus niveles de CO2. Según Ray Peat, se ha demostrado que respirar dentro de una bolsa de papel varias veces al día reduce la presión arterial hasta 30 puntos, y no solo eso, sino que ayuda a estabilizarla después de practicar esta técnica unos cuantos días.

El CO2 y el lactato producen efectos opuestos

Como dijo Ray Peat, el CO2 y el lactato producen efectos opuestos.3,4,5 Esto significa que el CO2 contrarresta los efectos dañinos del lactato.

Por ejemplo, los niveles elevados de lactato se relacionan con varios problemas de salud, incluyendo la diabetes, el Alzheimer, la insuficiencia cardíaca, el shock y el envejecimiento. Además, promueven la inflamación y dañan las mitocondrias. Mientras que los niveles bajos de CO2 se relacionan con ataques epilépticos, espasmos musculares, inflamación, hipotiroidismo, derrames cerebrales y problemas de coagulación.

Según Ray Peat, todos estos problemas de salud, ya sea ​que se relacionen con los niveles elevados de lactato o los niveles bajos de CO2, se pueden tratar de forma efectiva con la ayuda de diferentes terapias de CO2, como los baños de CO2 (donde se bombea CO2 a la bañera, de forma muy parecida a bañarse en agua mineral) o un tratamiento hiperbárico con CO2.

Algunas estrategias simples para incrementar los niveles de CO2 en los tejidos incluyen la que ya mencioné, que es respirar en una bolsa de papel, así como obtener suficiente calcio y consumir sal, bicarbonato de sodio o bebidas carbonatadas.6

En algunas entrevistas, Ray Peat contaba la historia de una persona que sufría ataques isquémicos transitorios y que había acudido a urgencias en varias ocasiones con síntomas de derrame cerebral y parálisis, y que cuando le daban los ataques le daban soda o agua carbonatada. Recuerde que las burbujas que producen estas bebidas son gas de CO2. "Eso le ayudaba a controlar los ataques", dijo Peat.

El CO2 estimula la producción de energía

El lactato es el subproducto de la glucólisis o respiración anaeróbica, se produce cuando las mitocondrias no funcionan de forma correcta y no pueden metabolizar la glucosa. En lugar de que el piruvato llegue hasta las mitocondrias (en donde se quema), se transforma en lactato dentro del citoplasma de la célula. Cuando esto ocurre en presencia de oxígeno, se denomina efecto Warburg, que es la vía principal de las células de cáncer.

La glucosa se puede metabolizar de dos formas diferentes. Cuando consume demasiadas grasas, la glucosa se quema a través de la glucólisis, que no utiliza oxígeno y produce lactato. Esta es una forma muy poco efectiva de producir energía, ya que genera sólo 2 ATP por molécula de glucosa, y en el contexto de este artículo, nada de CO2.

Cuando consume la cantidad óptima de grasas, que es del 15 % al ​​40 %, y suficiente glucosa, se puede quemar como energía en las mitocondrias. En este caso, se generan hasta 38 ATP por molécula de glucosa, y no solo eso, sino que también se producen NADH y CO2.7

Sin embargo, si consume más de un 40 % de grasas, mientras consume menos de 200 gramos de carbohidratos al día, la glucosa se quema a través de la glucólisis en el citoplasma de la célula, lo que produce lactato que reduce la oxidación de la glucosa y cambia el metabolismo a modo de quema de grasas.

Como si esto no fuera suficiente, el lactato también promueve la inflamación y la fibrosis. Mientras que el CO2 limita la producción de lactato, promueve la oxidación de la glucosa, estimula la formación de mitocondrias (es decir, incrementa la cantidad de mitocondrias en las células) e incrementa la concentración de ATP en las células.8

Como explicó Ray Peat, los subproductos de la glucólisis (piruvato y lactato) compiten con el CO2 por los sitios de unión dentro de la mitocondria. La glucólisis reduce los niveles de CO2, lo que inhibe la producción de energía.

¿Cómo se produce la energía?

En resumen, aquí hay dos puntos claves:

1. La forma más efectiva de producir energía en las células es quemar glucosa en la cadena de transporte de electrones de las mitocondrias (respiración aeróbica). Además de producir hasta 38 moléculas de ATP por molécula de glucosa (a diferencia de las dos que se producen con la glucólisis), también genera un 50 % más CO2 que la oxidación de grasas.9

Para que la glucosa se metabolice en las mitocondrias, el consumo de grasas debe ser lo suficientemente bajo como para no inhibir la oxidación de la glucosa. Aunque no se sabe con precisión cuánta es demasiada grasa, sospecho que para optimizar el metabolismo de la glucosa se debería limitar su consumo a un 30 % o 40 %, según sus necesidades.

2. Se supone que hay dos estados de energía:

i. Un estado de estrés glucolítico en el que se reduce la producción de energía debido a los niveles bajos de CO2.

ii. Un estado de energía efectivo en el que se produce CO2 y se inhibe el lactato.

El CO2 protege de la peroxidación lipídica

El CO2 también ayuda a proteger de los daños que causa la peroxidación lipídica. La peroxidación lipídica10 se refiere a un proceso en el que los radicales libres y otros oxidantes dañinos atacan los lípidos (grasas) que tienen dobles enlaces carbono-carbono. Las grasas poliinsaturadas (PUFA), como el ácido linoleico (AL), son muy susceptibles a este proceso.

Sin embargo, algo que pocos saben es que la peroxidación lipídica incrementa cuando tiene niveles bajos de CO2, ya que el dióxido de carbono sirve como escudo para proteger las grasas. Según Ray Peat, cuando tiene niveles bajos de CO2, los PUFA incrementan la producción de peróxidos lipídicos (productos de oxidación de fosfolípidos).11

Por otro lado, los peróxidos lipídicos se transforman en aldehídos reactivos, como el malondialdehído y el 4-hidroxi-2-noneal (4-HNE), los cuales dañan el ADN y las proteínas, lo que provoca que dejen de funcionar de forma correcta. También se sabe que la peroxidación lipídica incrementa el riesgo de problemas de salud, como el cáncer, la aterosclerosis y las enfermedades neurodegenerativas, solo por mencionar algunas.12

Ray Peat mencionó un experimento en el que se demostró que cuando se incrementan (hasta tres veces lo normal) los niveles de CO2 en los tejidos humanos, la cantidad de peróxidos lipídicos llega a cero. Por lo tanto, el CO2 ayuda a combatir la inflamación y protege de los daños que causa la peroxidación lipídica.

Esto es muy importante, ya que hoy en día la mayoría de las personas consumen demasiados aceites de semillas ricos en PUFA, lo que significa que tienen niveles muy elevados de AL en sus células.

El AL es una de las causas principales de las enfermedades crónicas, ya que daña las mitocondrias y promueve la inflamación.

Incrementar los niveles de CO2 en los tejidos podría ayudar a limitar el daño que causa el AL, ya que ayuda a eliminar el exceso de este ácido graso de los tejidos y a remplazarlo con grasas saludables (lo que puede tomar de seis a siete años).

El lactato y el CO2 también influyen en el estrés

Ray Peat también habló sobre cómo el lactato y el CO2 afectan la respuesta al estrés y otras partes de la biología humana que influyen en el riesgo de enfermedades, incluyendo el cáncer.

Para empezar, la enzima citocromo oxidasa, que también se conoce como Complejo IV en la cadena de transporte de electrones de las mitocondrias, que es la que utiliza el oxígeno, también influye en la tasa de consumo de oxígeno.

Entonces, mientras mayores sean sus niveles y más activa sea la enzima citocromo oxidasa, mayor será su consumo de oxígeno. La citocromo oxidasa también incrementa el número de mitocondrias dentro de la célula según su consumo de oxígeno.

Cuando una célula se llena de CO2, también incrementan los niveles y la actividad de la enzima citocromo oxidasa. Esto modifica el equilibrio oxidativo de la célula a un estado de mayor oxidación, ya que expulsa los electrones del sistema y disminuye el estrés reductor en la célula, lo cual es beneficioso.

En las células sanas, existe un equilibrio entre NAD+ y NADH, que es un aspecto fundamental en la producción de energía. Las enfermedades como el cáncer o la diabetes alteran este equilibrio, lo que provoca un exceso de lactato y una reducción de NAD+. Aquí, el dióxido de carbono también es fundamental, ya que regula la producción de lactato y ayuda mantener una proporción saludable de NAD+ a NADH.

El CO2 también influye en el equilibrio de agua de las células, lo que promueve un estado de oxidación en las células y reduce los niveles de estrés reductor, con lo cual mejora el consumo de oxígeno. La hiperventilación o respiración excesiva, que reduce el CO2, suele estimular la producción de lactato, lo que causa estrés y altera el equilibrio celular.

El CO2 para casos de emergencia

Ray Peat también analizó la importancia del CO2 en los cuidados de emergencia, ya que podría salvarle la vida a su ser querido. Los pacientes con derrame cerebral suelen someterse a ventilación mecánica con oxígeno puro con el fin de evitar el daño cerebral inducido por la hipoxia,13 pero este no es el mejor tratamiento para este tipo de pacientes.

Al parecer, la estrategia de ventilación que se conoce como hipercapnia permisiva es la mejor opción. La hipercapnia permisiva se refiere a una estrategia de ventilación que utiliza presiones parciales de CO2 que son superiores a los requisitos fisiológicos. Creo que sería muy buena idea que los expertos en oxigenoterapia exploren e implementen este tipo de estrategias en sus cámaras hiperbáricas. Como dijo Ray Peat:

"Cada vez más personas consideran que la hipercapnia permisiva es una alternativa más segura que la ventilación. Cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro, los pacientes reciben oxígeno puro y luego los hiperventilan.
La idea es encoger su cerebro a través de la hiperventilación, y esa es la razón por la que también se reduce la circulación sanguínea del cerebro. Sin embargo, si un paciente está muriendo por falta de oxígeno en el cerebro, eso es lo último que se debería hacer.
En una clase de nutrición, mencioné el uso de bebidas carbonatadas para el derrame cerebral isquémico. En la clase dije agua con gas, es decir, agua carbonatada, pero la semana siguiente, una de las estudiantes me dijo que lo había entendido como bicarbonato de sodio con agua.
En esencia, es la misma idea, pero me dijo que le dio una cucharada de bicarbonato de sodio a su madre, quien había estado semiparalizada durante seis meses, y 15 minutos después de beber un solo vaso de agua con bicarbonato de sodio la parálisis desapareció".

Este efecto del bicarbonato de sodio podría deberse a que este compuesto transporta el CO2 por el torrente sanguíneo.14 Ray Peat también dijo que en el pasado los bomberos solían llevar CO2 para tratar problemas como shock y paro respiratorio.

Todos los animales e incluso las plantas sufren de falta de dióxido de carbono, y cuando no se tiene suficiente CO2, hasta las plantas desarrollan problemas.

Por los años 20, Yandell Henderson, director del Laboratorio de Fisiología Aplicada de Yale, creó un sistema que utilizaba oxígeno al que se le añadía un 5 %, 7 % o 10 % de CO2. Los departamentos de bomberos de todo Estados Unidos y muchos hospitales utilizaban CO2 al 5 % para reanimar a bebés que habían dejado de respirar, así como para tratar los casos de shock. También se utilizó como parte de tratamientos postoperatorios para acelerar el proceso de recuperación.