📝HISTORIA EN BREVE

  • En la mayoría de los casos, la fiebre es inofensiva, por lo que recurrir a los medicamentos podría prolongar la enfermedad
  • Cada vez hay más investigaciones que demuestran que la fiebre produce efectos protectores, por lo que no debería tratar de combatirla
  • Un estudio tuvo que detenerse después de que los pacientes con enfermedad grave recibieron medicamentos para reducir la fiebre, esto debido a que a diferencia del grupo que no recibió ningún medicamento para este fin, el grupo de tratamiento experimentó un incremento marcado en sus tasas de mortalidad
  • En el caso de las personas con COVID-19, es beneficioso tener fiebre leve durante varias horas, ya que incrementa los niveles de las proteínas de choque térmico 70 (HSP70), las cuales producen un efecto de protección en los casos de SDRA inducido por sepsis
  • En el caso de personas con influenza, tomar medicamentos para la fiebre se relaciona con un mayor riesgo (5 %) de mortalidad; en la mayoría de los casos, si tiene fiebre lo único que necesita es reposo y muchos líquidos

🩺Por el Dr. Mercola

La primera vez que escribí un artículo sobre los beneficios de la fiebre fue hace 12 años, pero es un tema tan importante que decidí actualizarlo para hacer que más personas sepan que en la mayoría de los casos la fiebre no solo es inofensiva, sino también beneficiosa. Tomar medicamentos para la fiebre también suele ser contraproducente, e incluso podría prolongar el tiempo de recuperación.1,2

Tanto en niños como en adultos, la fiebre es una señal de que el sistema inmunológico está haciendo bien su trabajo. Casi todos los animales (incluyendo los peces)3 desarrollan fiebre de forma natural cuando su cuerpo está luchando contra una enfermedad bacteriana o viral. Esta respuesta se produce porque mejora la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.

Los beneficios de la fiebre

Cuando un organismo invade su cuerpo, se libera pirógeno, una sustancia que le indica al hipotálamo que incremente la temperatura del cuerpo. Esto se hace a través de varios mecanismos diferentes, incluyendo los siguientes:

  • Escalofríos
  • Liberación de la hormona TRH
  • Mayor tasa metabólica
  • Restricción del flujo sanguíneo a la piel para minimizar la pérdida de calor
  • Piloerección (cuando se erizan los vellos de la piel) que suprime la sudoración (la sudoración es un mecanismo de enfriamiento)

Por su parte, la fiebre activa una serie de procesos beneficiosos que ayudan de forma directa o indirecta a protegerlo de los virus y bacterias que invaden su cuerpo. Por ejemplo, una temperatura de 40 a 41 °C (104 a 105-8 °F) reduce hasta 200 veces la tasa de replicación del poliovirus en las células, mientras que incrementa la susceptibilidad de las bacterias gramnegativas a los anticuerpos.4

Un grupo de investigadores escribió lo siguiente en la revista Nature Reviews Inmunology:

"Dada la complejidad de estos mecanismos inmunológicos, nos parece extraordinario que tener una temperatura dentro del rango de fiebre estimule casi todos los pasos de este proceso y que promueva la inmunidad tanto innata como adaptativa.
La fiebre sirve como un sistema de alerta sistémica que activa la vigilancia inmunológica durante una invasión de patógenos".5,6

Algunos de los beneficios de la fiebre son los siguientes:

Incrementa los niveles de anticuerpos: células entrenadas para atacar el tipo específico de invasor en el cuerpo

Produce más glóbulos blancos para ayudar a combatir los virus o bacterias

Produce más interferón, una sustancia antiviral y anticancerosa natural que ayuda a bloquear la propagación de virus a las células sanas

Bloquea el hierro que alimenta a las bacterias

Incrementa la temperatura, lo que mata de forma directa a los microbios (la mayoría de las bacterias y virus crecen mejor a menores temperaturas que las del cuerpo humano)

Mejora la capacidad de ciertos glóbulos blancos para destruir las bacterias y las células infectadas

Detiene la replicación de los virus y bacterias

 Deje que la fiebre siga su camino

"La fiebre es una respuesta característica y distintiva de una infección o enfermedad inflamatoria, la cual ha evolucionado a lo largo de los cientos de millones de años de selección natural",7 pero muchos médicos aún la consideran una amenaza que debe combatirse.

También hay mucha controversia sobre los beneficios de la fiebre. Por un lado, se dice que la fiebre causa daños metabólicos, por lo que debe combatirse. Esto se debe a que cada incremento de 1.8 °F en la temperatura corporal requiere un incremento entre 10 % y 12.5 % en la tasa metabólica,8 que es una de las razones por las que la fiebre suele provocar que las personas bajen de peso.

Sin embargo, cada vez hay más investigaciones que demuestran que la fiebre produce efectos de protección, por lo que no debería tratar de combatirla.9 En un artículo que se publicó en la revista Journal of Thoracic Disease, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami mencionan un estudio que se realizó en 197510 sobre la fiebre y la supervivencia de iguanas infectadas con bacterias:11

"Colocaron lámparas solares y todas las iguanas, excepto por una, se acercaron a las lámparas para tratar de incrementar su temperatura, la iguana que no se acercó fue la única que murió. Después, les inyectaron bacterias y recibieron antipiréticos [medicamentos para la fiebre]. Las iguanas que desarrollaron fiebre a pesar del antipirético fueron las únicas que sobrevivieron".

Mientras tanto, otro estudio que se realizó en 1987 con conejos también encontró que administrar medicamentos para la fiebre causó más daños que beneficios. El equipo descubrió que combatir la fiebre de los animales "tuvo un efecto negativo durante la infección, ya que se relacionó con un mayor contenido de virus infeccioso en los ganglios linfáticos mesentéricos, una mayor tasa de mortalidad y una recuperación retardada en los animales que sobrevivieron a la infección".12

Sin embargo, eso no es todo, los estudios con humanos han obtenido resultados similares, sobre todo los que involucraron a pacientes graves de la unidad de cuidados intensivos. Un grupo de pacientes recibió un tratamiento intensivo para la fiebre, cuando su temperatura superaba los 38.5 °C (101.3 °F), se les administraba paracetamol cada seis horas.

El otro grupo solo recibió tratamiento si su fiebre alcanzaba los 40 °C (104 °F), pero en este caso, recibieron paracetamol y mantas frescas para bajar la temperatura.

El estudio tuvo que interrumpirse antes de tiempo porque, a diferencia del otro grupo (1 sola persona), en el grupo de tratamiento comenzaron a morir muchas personas (7 personas). "El tratamiento agresivo de la fiebre en personas con situación crítica podría incrementar la tasa de mortalidad". 13

Otro estudio, esta vez en peces, demostró que permitir que la fiebre siguiera su curso ayudó a combatir la infección en casi la mitad del tiempo que tardaron en curarse los animales sin fiebre.14,15 Además de combatir más rápido la infección, la fiebre ayudó a controlar la inflamación y a reparar el daño en los tejidos.

"Dejamos a la naturaleza seguir su curso y, en este caso, fue algo muy positivo", dijo Daniel Barreda, autor del estudio y especialista en inmunología de la Universidad de Alberta, en un comunicado de prensa.16 Y agregó que "todos los animales tuvieron esta respuesta biológica a la infección", lo que sugiere que la fiebre proporciona una gran ventaja de supervivencia evolutiva.

La fiebre leve protege del COVID-19

El síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), que implica la muerte celular programada en las células alveolares de los pulmones, es la causa principal de muerte en pacientes con COVID-19. Sin embargo, el incremento natural de la temperatura corporal que ocurre durante la fiebre leve o moderada podría estimular la producción de las proteínas de choque térmico 70 (HSP70), las cuales producen un efecto de protección en los casos de SDRA inducido por sepsis.

En un artículo que se publicó en la revista Frontiers in Medicine, los investigadores sugirieron que es beneficioso que los pacientes con COVID-19 tengan fiebre leve durante varias horas, que se define como menos de 101.8 °F (38.8 °C), "ya que permite que las células pulmonares acumulen HSP70 que protegen de los daños de la respuesta inflamatoria al virus SARS-CoV-2".17 Una vez más, permitir que una fiebre leve o moderada siga su curso ayuda a incrementar los niveles de HSP70, lo que mejora la tasa de supervivencia:18

"Las proteínas HSP70 pueden utilizar la energía de la hidrólisis del ATP para desplegar y desmantelar diferentes tipos de oligómeros proteicos agregados y funcionales en la célula. Por lo tanto, pueden producir cambios conformacionales en varios agregados de proteínas citotóxicas y convertirlos en proteínas funcionales, solubles e inofensivas.
En cambio, los tejidos neuronales y musculares degenerativos en nematodos y humanos de edad avanzada manifiestan de forma sistemática menores niveles de HSP70 en las células, por lo que son más frágiles y susceptibles al estrés que las personas jóvenes. Las células con niveles bajos de HSP70 tienden a sufrir apoptosis espontánea; y en humanos de edad avanzada, la pérdida de tejido incrementa el riesgo de enfermedades degenerativas progresivas".

Dado que la capacidad de desarrollar fiebre y acumular HSP70 disminuye con la edad, el equipo incluso sugirió que en estos casos podría ser buena idea utilizar termoterapias o entrenamiento físico para elevar la temperatura corporal. En la revista Evolution, Medicine, and Public Health, los científicos también dijeron que se debería dejar que la fiebre haga su trabajo, sobre todo durante la pandemia:19

"Durante el COVID-19, muchas organizaciones de salud pública recomendaron tratar la fiebre con medicamentos, como paracetamol o ibuprofeno. Y aunque se trata de una práctica común, bajar la temperatura corporal no ha mejorado la supervivencia en animales de laboratorio ni en pacientes con infecciones.
Al contrario, puede ser perjudicial porque la fiebre, junto con otros síntomas de la enfermedad, evolucionó como una defensa contra la infección. De hecho, la fiebre afecta más a los patógenos y células infectadas que a las células sanas. En general, es probable que durante la pandemia del COVID, dejar que la fiebre siga su curso produce más beneficios que daños".

Los medicamentos para la fiebre podrían causar más daños que beneficios

En la mayoría de los casos, se deben evitar los medicamentos para la fiebre, ya que, por lo general, solo suprimen los mecanismos naturales de curación de la fiebre y prolongan la enfermedad. Por ejemplo, en personas con influenza, tomar medicamentos para la fiebre se relaciona con un mayor riesgo (5 %) de mortalidad.20 Incluso la Academia Americana de Pediatría (AAP) advirtió sobre la "fobia a la fiebre" y el uso excesivo de medicamentos para la fiebre:21

"El primer paso para un buen manejo de la fiebre es ayudar a los padres a comprender que la fiebre no represente un peligro importante para un niño sano, sino todo lo contrario, la fiebre podría ser beneficiosa.
Al asesorar a una familia sobre el manejo de la fiebre en un niño, los pediatras y otros médicos deben minimizar la fobia a la fiebre y aclarar que los antipiréticos no previenen las convulsiones febriles".

Además, al momento de aconsejar a los padres que no saben si deben tratar la fiebre de sus hijos, la AAP dijo que "la clave está en observar el comportamiento del niño. Si bebe, come, duerme y juega de forma normal, no es necesario tratar la fiebre. En ese caso, se debe esperar para ver si la fiebre mejora por sí sola".22

Recuerde, el objetivo de la fiebre es estimular el sistema inmunológico y crear un ambiente inhóspito para los organismos invasores, esto se logra al elevar el calor lo suficiente como para que los microbios invasores no puedan sobrevivir en este entorno. Por lo tanto, cada vez que recurre a los medicamentos para bajar la fiebre, lo que hace es que su cuerpo tenga un entorno apto para los patógenos invasores.

Bajar la fiebre con medicamentos también enmascara los síntomas, lo que puede llevarlo a regresar a sus actividades cotidianas demasiado pronto, cuando su cuerpo aún necesita descanso. Los medicamentos también podrían prolongar la enfermedad. En un estudio sobre el uso de paracetamol en niños con varicela, a diferencia del tratamiento con placebo, el medicamento solo prolongó la comezón y el tiempo de formación de costras. 23

Además, un estudio en adultos con resfriados encontró que la aspirina y el paracetamol suprimieron la producción de anticuerpos y empeoraron los síntomas de la enfermedad, lo que marca una tendencia hacia una infecciosidad más prolongada.24

Estos medicamentos también se relacionan con el riesgo de efectos secundarios, incluyendo daño hepático con paracetamol, malestar estomacal con ibuprofeno y síndrome de Reye con aspirina. Se recomienda que los niños menores de 19 años no tomen aspirina cuando tienen fiebre, debido a su relación con el síndrome de Reye.

Algunas señales de que la fiebre puede ser peligrosa

Es bastante raro que la fiebre suba a más de 40 °C (104 o 105 °F), y mientras su hijo no se sienta muy mal, no debería tratar de bajarla. También debe considerar que la fiebre tiende a incrementar durante ciertos periodos de tiempo, como al final de la tarde y la noche, así que no debe alarmarse si nota un ligero incremento a estas horas del día.

En la mayoría de los casos, si tiene fiebre, todo lo que tiene que hacer es descansar y beber muchos líquidos. La fiebre promueve la pérdida de líquidos, así que, con el fin de prevenir la deshidratación, es muy importante que su hijo beba muchos líquidos, incluso si no tiene sed. Sin embargo, hay algunos casos en los que la fiebre requiere atención médica. Por ejemplo:

  • Fiebre en un bebé menor de 3 meses (cualquier temperatura)
  • Fiebre por encima de 39 °C (102.2 °F) en niños entre 3 meses y 36 meses, sí parecen estar enfermos
  • Cada vez que la fiebre supera los 40 °C (104.5 °F)
  • En algunos casos de sepsis o lesiones neurológicas, no controlar la fiebre podría empeorar la enfermedad25

En los niños menores de 5 años, la fiebre también puede provocar una convulsión, lo que se conoce como convulsión febril. Aunque esto puede ser aterrador, no suele causar efectos duraderos. Durante una convulsión febril, acueste a su hijo de costado o boca abajo en el suelo, afloje la ropa ajustada y sostenga al niño para evitar lesiones.

Cuando la convulsión se detiene, debe buscar atención médica de inmediato para asegurarse de que la convulsión no haya sido causada por algo más que la fiebre, como meningitis o alguna bacteria.

Sin embargo, recuerde que dejar que la fiebre siga su curso suele ser la mejor opción para combatir una infección viral o bacteriana. También puede implementar otras estrategias para reforzar aún más la capacidad de su sistema inmunológico para protegerse de los patógenos y reducir la probabilidad de desarrollar fiebre en primer lugar, tales como comer bien, mantenerse activo, controlar el estrés y dormir bien.