📝HISTORIA EN BREVE

  • Se calcula que el 99 % de los componentes que hay en los alimentos reales son un misterio. La base de datos nacional de nutrientes para referencia estándar del Departamento de Agricultura de Estados Unidos enlista 188 componentes alimenticios, incluyendo 38 flavonoides, pero los científicos calculan que existen más de 26 000 sustancias bioquímicas diferentes en nuestros alimentos
  • No sabemos lo suficiente sobre los componentes de los alimentos procesados y los alimentos sintéticos, como las "carnes o leche que no provienen de animales", los cuales se promocionan de manera errónea como "equivalentes" a los alimentos enteros
  • Un artículo que se publicó en la edición de abril de 2023 de la revista Animal Frontiers, advierte que los productos cultivados no tienen los mismos valores nutricionales que las carnes que pretenden reemplazar
  • Un informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de mayo de 2023, demostró que existen por lo menos 53 riesgos posibles para la salud relacionados con la carne cultivada en laboratorio, incluyendo la posible contaminación con metales pesados, microplásticos, nanoplásticos y productos químicos, aditivos alergénicos, componentes tóxicos, antibióticos y priones

🩺Por el Dr. Mercola

¿Sabe en realidad qué hay en los alimentos que consume? Por interesante que parezca, el 99 % de los ingredientes que hay en los alimentos reales son un misterio. De acuerdo con un informe de la revista New Scientist de julio del 2020:1

"Sabemos muy poco sobre la mayoría de los componentes de nuestra alimentación... "La manera en la que entendemos cómo la alimentación afecta la salud, se limita a 150 componentes alimenticios esenciales",2 menciona Albert-László Barabási de la Facultad de Medicina de Harvard, quien inventó el término materia oscura nutricional.
'Pero esto sólo representa una pequeña parte de los productos bioquímicos que se encuentran en nuestros alimentos'... La idea de que los alimentos son una mezcla rica y compleja de sustancias bioquímicas no es ninguna novedad.
Incluso, los macronutrientes más conocidos (proteínas, carbohidratos y grasas) son muy variados. También existe una gran cantidad de micronutrientes: minerales, vitaminas y otros productos bioquímicos, muchos de los cuales están presentes sólo en pequeñas cantidades, pero que, aun así, podrían afectar de forma significativa la salud".

La fuente oficial de información nutricional es la base de datos nacional de nutrientes para referencia estándar del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).3 Esta base de datos tiene una lista de componentes de cientos de miles de alimentos, pero no es tan detallada como debería.

En total, sólo enlista 188 componentes alimenticios, incluyendo 38 flavonoides, pero los científicos calculan que existen más de 26 000 sustancias bioquímicas diferentes en nuestros alimentos.4,5

De acuerdo con la revista New Scientist,6 "según la guía del USDA, el 99.5 % de los componentes de los alimentos son un misterio", y como dice Barabási, "sería absurdo descartar el 99.5 % de los componentes que comemos sin darles importancia…7 Si no resolvemos este misterio, no lograremos entender cómo es que nos enfermamos".8

¿Qué es la 'materia oscura' nutricional?

Hace 10 años, preocupado por la falta de información, un equipo internacional de investigadores comenzó a trabajar en una base de datos más completa llamada FooDB,9 la cual para el 2020 contenía información sobre unos 70 000 componentes alimenticios.

Sin embargo, incluso a esta gran base de datos, aún le falta mucha información. Se calcula que el 85 % de los componentes alimenticios que se mencionan no están cuantificados, lo que significa que saben que un alimento contiene un componente particular, pero no saben cuánto. También se desconocen las repercusiones para la salud de la mayoría de los componentes. La revista New Scientist señala lo siguiente:10

"Esto también sucede con los micronutrientes individuales. 'Pensemos en el betacaroteno', dice Barabási. 'De acuerdo con estudios epidemiológicos, podría tener efectos positivos contra las enfermedades cardíacas, pero los estudios que añaden betacaroteno a la alimentación, no demuestran ningún beneficio para la salud.
Una razón podría ser que el betacaroteno nunca se encuentra por sí solo en las plantas, siempre viene acompañado de 400 moléculas, aproximadamente. Por lo tanto, la epidemiología tal vez detecte los efectos para la salud de alguna otra molécula'.
Otra razón podría ser el efecto del microbioma sobre los nutrientes oscuros, menciona David Wishart, fundador de FooDB. 'Las bacterias intestinales transforman la mayoría de los nutrientes oscuros.
Esto podría explicar por qué los estudios sobre los beneficios de diferentes alimentos presentan resultados poco precisos. No controlamos de forma adecuada la variación en la microflora intestinal o nuestro metabolismo innato, por lo que diferentes personas obtienen diferentes dosis de metabolitos de sus alimentos'".

Los alimentos procesados son un misterio más grande

La razón por la que comencé con esa información es porque no sabemos lo suficiente sobre los componentes de los alimentos procesados y los alimentos sintéticos, como las "carnes o leche que no provienen de animales, los cuales se promocionan de manera errónea como "equivalentes" a los alimentos enteros.

El proceso de elaboración de los alimentos a menudo modifica la composición de las moléculas bioactivas de un alimento y, por ende, su efecto en la salud,11 pero hoy en día, los alimentos procesados también contienen una gran variedad de sustancias químicas sintéticas que en el pasado nunca formaron parte de la alimentación humana. Por lo tanto, a largo plazo, podrían presentar riesgos significativos para la salud y el bienestar. Los alimentos procesados también podrían tener efectos en las generaciones futuras.

En los últimos años, ha crecido la idea de que podemos reemplazar los alimentos reales con opciones sintéticas, genéticamente modificadas o cultivadas en laboratorio que, según los científicos, son iguales a los alimentos reales. ¡Eso es casi imposible!

¿Cómo pueden los científicos desarrollar productos similares si desconocen el 85 % del contenido del alimento real que quieren replicar? Es obvio que no se puede. Su apariencia, olor e incluso sabor, podrían ser similares, pero la composición de micronutrientes será demasiado diferente y los efectos sobre la salud también serán muy diferentes.

La similitud de los productos artificiales con los alimentos reales es solo una mentira de relaciones públicas

Tomemos como ejemplo la carne cultivada. Mencionan que es igual a la carne real de animales porque se cultiva a partir de células animales. Las células se cultivan en una solución de nutrientes dentro de un biorreactor, hasta que se convierten en una masa parecida a la carne.

De la misma manera, la leche Bored Cow, que no proviene de animales,12 es una alternativa que se elabora con proteína de suero, la cual se obtiene mediante un proceso de fermentación, grasas de origen vegetal (en lugar de grasas lácteas), fibra cítrica (para darle cremosidad) y vitaminas y minerales añadidos.

Los defensores de la carne cultivada insisten en que no es "carne falsa" sino "carne real",13 y que la única diferencia es que no fue necesario sacrificar ningún animal para crearla. También afirman que la carne cultivada y otros alimentos sintéticos son menos dañinos para el medio ambiente. Sin embargo, esto podría ser una gran mentira.

Su impacto ambiental es muy similar al de la industria farmacéutica. De acuerdo con un análisis reciente del "ciclo de vida de la cuna a la puerta",14,15,16,17 la industria de la carne cultivada en laboratorio produce de cuatro a 25 veces más CO2que la ganadería tradicional.

De acuerdo con este análisis, cada kilo de carne cultivada produce entre 542 libras (246 kilos) y 3325 libras (1508 kg) de emisiones de dióxido de carbono, por lo que su impacto en el medio ambiente es de cuatro a 25 veces mayor que el de la carne de res convencional. Y esta información sólo se proporciona para desmentir a quienes creen que en realidad contribuye en menor medida al calentamiento global.

De acuerdo con los autores, los inversionistas han inyectado miles de millones de dólares en el sector de la carne basada en células animales (ACBM), respaldándose en la teoría de que la carne cultivada es menos dañina para el medio ambiente que la carne de res. Sin embargo, de acuerdo con estas investigaciones, esa teoría se basa en análisis deficientes de las emisiones de carbono.

Las carnes cultivadas son ultraprocesadas18y podrían provocar problemas de salud similares a los provocados por otros productos ultraprocesados, incluyendo obesidad,19 enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, síndrome del intestino irritable, cáncer,20 problemas de salud mental21 y mayor mortalidad por todas las causas.22,23,24,25,26

Un artículo27 que se publicó en la edición de abril de 2023 de la revista Animal Frontiers, también advirtió que la carne a base de células podría causar muchos efectos que deben considerarse, como el hecho de que los productos cultivados no tienen los mismos valores nutricionales que las carnes que pretenden reemplazar.

La declaración de que no se mata ningún animal en el proceso también es falsa. En la actualidad, la mayoría de las carnes cultivadas o a base de células son creadas al cultivar células animales en una solución de suero bovino fetal (FBS), el cual se elabora a partir de la sangre de terneros nonatos. En decir, para drenar la sangre del feto, se tiene que sacrificar a las vacas preñadas.

¿Es seguro comer tumores?

También hay muchos interrogantes en torno a la seguridad. Por ejemplo, para que los cultivos celulares crezcan, algunas empresas utilizan células inmortalizadas, que en teoría son precancerosas o cancerosas.28 Otras empresas utilizan células madre embrionarias o células de animales vivos.29

La razón por la que se utilizan las células inmortalizadas es porque las células normales no pueden replicarse para siempre. La mayoría de las células pueden multiplicarse unas cuantas veces, antes de que se vuelvan senescentes (viejas) y mueran.

Y esto no es factible cuando la intención es crear toneladas de tejido a partir de un pequeño número de células, por lo que utilizan células inmortalizadas que pueden dividirse de forma indefinida.

Por lo tanto, los sustitutos de la carne cultivados de esta manera, podrían ser considerados como tumores, ya que la carne está compuesta en su totalidad de células precancerosas o cancerosas. ¿Es seguro comer tumores? No lo sabemos con exactitud.

El Dr. Robert Weinberg, Ph.D, biólogo del MIT, considera que estas células no podrían provocar cáncer a los seres humanos, ya que no son células humanas y, por lo tanto, no pueden replicarse dentro de su cuerpo.30 Sin embargo, no existen investigaciones a largo plazo que comprueben este argumento.

Futuros dolores de cabeza a causa de la alimentación

Cabe recalcar que la composición nutricional y la seguridad de los alimentos sintéticos, dependerán de la marca.

Por ejemplo, cuando se trata de carne de res, la carne de una res será idéntica a la de cualquier otra res (una excepción importante es la forma en que se cría y se alimenta). Un salmón salvaje es similar a cualquier otro salmón salvaje, y cada papa russet es igual a todas las demás papas russet.

Sin embargo, debido a que cada marca de alimentos sintéticos utiliza ingredientes y procesos patentados, no habrá dos que tengan la misma composición o seguridad, así que, aunque llegaran a demostrar que uno es seguro y nutritivo, esos resultados no se podrían aplicar a ninguna otra marca.

Esta diferencia podría crear problemas importantes en el futuro, cuando todos los alimentos hayan sido reemplazados por alternativas sintéticas que no son iguales. ¿Cómo sabrá qué marca de carne cultivada, pollo o salmón sería mejor para usted? Sería muy complicado diseñar un plan de alimentación, ya que cada alimento tendría infinidad de variantes de diferente composición y seguridad.

Los alimentos sintéticos podrían presentar riesgos únicos para la seguridad alimentaria

Muchos defensores de los alimentos sintéticos afirman que los alimentos creados en laboratorio evadirán diversos problemas de seguridad alimentaria, pero es más probable que ocurra lo contrario. Claro que la carne de res podría contaminarse durante su elaboración, envasado, transporte, almacenamiento o durante el proceso de cocción.

Pero en la carne cultivada, la contaminación podría presentarse en cada uno de los ingredientes y en cada parte del proceso, y cualquiera de los cientos de ingredientes podría tener efectos tóxicos, por si solos o en conjunto.

De hecho, un análisis más detallado31,32de la evidencia disponible de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud, que se publicó en mayo de 2023, demostró que existen por lo menos 53 riesgos posibles para la salud relacionados con la carne cultivada en laboratorio.

Entre estos riesgos se encuentran la posibilidad de contaminación con metales pesados, microplásticos, nanoplásticos y productos químicos, aditivos alergénicos, componentes tóxicos, antibióticos y priones.

Y como si eso no fuera suficiente, algunos de los ingredientes que entran en la biología sintética, como la carne cultivada, están clasificados como "recursos de fabricación no detectables" y no podrá saber cuáles son. Un ejemplo de esto es Profuse Technology, una empresa emergente de Israel, que desarrolló un suplemento de medio de cultivo que estimula en gran medida el crecimiento de proteínas.

De acuerdo con un artículo del portal Food Navigator Europe, titulado: "Cultivated Meat ‘Breakthrough’: Media Supplement Achieves Full Muscle Maturation on Scaffold Within 48 Hours",33el suplemento disminuye el tiempo para cultivar filetes y bistecs en un 80 %, mientras que aumenta hasta en unas cinco veces la proteína como producto final.

Un modelo insostenible

El proceso para elaborar carne cultivada también produce residuos biológicos tóxicos, algo que no sucede en la agricultura convencional ni en el procesamiento de alimentos. Alan Lewis, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la empresa Natural Grocers, analiza el proceso de fabricación de la biología sintética.

Los ingredientes iniciales, por lo regular, son azúcares y grasas baratas que son derivadas del maíz y la soya genéticamente modificados, cultivados en monocultivos que dañan el medio ambiente, ya que tienen una gran cantidad de herbicidas, pesticidas y fertilizantes sintéticos.

Esto genera un gran contenido de residuos químicos. Luego, se agregan cientos de ingredientes al fermento para poder conseguir el producto deseado, como una determinada proteína, color, olor o sabor. El microorganismo que más se utiliza en el proceso de fermentación es la bacteria E. coli, la cual se modifica mediante la ingeniería genética para producir el compuesto deseado a través de su proceso digestivo.

El microorganismo también debe ser resistente a los antibióticos, ya que necesita sobrevivir a los antibióticos que se utilizan para eliminar otros organismos no deseados. Como resultado, los organismos resistentes a los antibióticos se integran al producto final, y nadie sabe qué tipo de enfermedades transmitidas por los alimentos podrían ser provocadas por la bacteria E. coli y sus metabolitos.

Además del metabolito objetivo deseado, estos organismos genéticamente modificados también podrían expulsar metabolitos no objetivo, los cuales podrían tener consecuencias desconocidas para el medio ambiente y la salud de las personas. Pero eso no es todo. Una vez que se extraen los organismos objetivo, lo único que queda son residuos biológicos peligrosos.

Aunque los procesos de fermentación tradicionales, como la elaboración de cerveza, producen residuos que son comestibles para los animales, o que pueden usarse como composta y que no representan ningún riesgo biológico, los desechos biológicos de estos fermentos de biología sintética, primero deben desactivarse y luego desecharse de manera segura. No pueden desecharse en un vertedero.

Evite los alimentos transgénicos

Elaborar alimentos que requieren insumos de GMO y que generan más CO2 que la agricultura convencional, además de biorresiduos peligrosos, no es en lo absoluto un modelo sostenible. Pero como ya lo sabemos, promover la biología sintética y los alimentos procesados como un movimiento de sostenibilidad crea muchas interrogantes.

Si eso fuera verdad, todo el mundo estaría buscando la agricultura regenerativa, donde cada parte del sistema apoya y sostiene a otras partes, sin la necesidad de insumos químicos, lo que disminuye de forma radical el uso de agua, al mismo tiempo que mejora las cosechas.

Pero no, la biología sintética se busca porque es un mecanismo de control enorme. Aquellos que controlen toda la producción de alimentos sintéticos, controlarán el mundo, en un sentido muy literal.

En resumen, los globalistas ya poseen y controlan la mayoría de los carbohidratos que se cultivan en la actualidad en todo el mundo. Al reemplazar los alimentos de origen animal con alternativas de proteínas patentadas y fabricadas en laboratorio, los globalistas tendrán el poder absoluto sobre la población mundial.

No solo eso, también tendrán un mayor control sobre la salud de las personas. Como ya lo sabemos, el consumo de alimentos ultraprocesados aumenta el riesgo de enfermedades, y la industria farmacéutica es la única que se beneficia con esto.

Desde hace muchos años, la industria de los alimentos procesados ha provocado enfermedades crónicas, las cuales se tratan con medicamentos. Es muy probable que los alimentos sintéticos contribuyan aún más a problemas crónicos de salud y muerte prematura.

La realidad es que la carne y los productos lácteos falsos no pueden reemplazar los nutrientes que se encuentran en la carne y en los productos lácteos de los animales alimentados con pastura, y consumir carne y leche ultra procesadas podría generar problemas de salud. Por esta razón, si de verdad desea proteger su salud y al medio ambiente, evite consumir los pseudoalimentos que requieren patentes, mejor elija los que se obtienen en la naturaleza.