📝HISTORIA EN BREVE

  • El libro titulado "Súper Keto: Las claves cetogénicas para descubrir el poder de las grasas en tu dieta", habla sobre la ciencia de las grasas alimentarias y sobre cómo aprender a diferenciar las grasas dañinas de las saludables
  • La membrana interna de las mitocondrias contiene un elemento llamado cardiolipina, que debe estar lleno de ácido docosahexaenoico (DHA) de grasas omega-3 de origen marino para poder funcionar de forma correcta y prevenir la formación de tumores
  • Las grasas omega-3 de origen marino DHA y EPA son mucho más que solo un combustible. Estos omega-3 de cadena larga en realidad son elementos estructurales esenciales de todas las células, entre ellas las células cerebrales
  • El DHA es esencial para el cerebro, mientras que el EPA podría ser el compuesto más importante para el corazón y podría tener una relación con un menor riesgo de enfermedad cardíaca

🩺Por el Dr. Mercola

Mientras que mi libro titulado "Contra el Cáncer" explica cómo realizar una dieta cetogénica cíclica, mi libro titulado "Súper Keto: Las claves cetogénicas para descubrir el poder de las grasas en tu dieta", coescrito con el Dr. James DiNicolantonio, habla sobre la ciencia de las grasas alimentarias y sobre cómo aprender a diferenciar las grasas dañinas de las saludables.

No podemos pasar por alto la importancia de esto, ya que las grasas son un combustible fundamental para el cuerpo y el cerebro, pero las grasas malas podrían ser peores que el exceso de azúcar.

Por desgracia, la mayoría de los médicos no tienen idea de esto, mientras que las normas alimentarias en Estados Unidos confunden a las personas en relación a la salud y las grasas alimentarias. Esta es la razón por la que escribí el libro "Súper Keto".

Omega-3: la grasa saludable que la mayoría de las personas no consume

Una de las principales grasas en la alimentación humana es el omega-3 de origen marino. Por desgracia, en los últimos 100 años, el consumo de omega-6 casi se ha triplicado, en gran parte debido a las campañas de salud pública y de mercadotecnia engañosas o erróneas, mientras que el consumo de omega-3 se ha reducido 10 veces, lo que genera un grave desequilibrio en la relación omega-3 y omega-6.

Lo ideal, es mantener una relación de 4 a 1 o menor de grasas omega-6 y omega-3, lo cual es muy complicado si consume con frecuencia alimentos procesados o comida de restaurante, ya que están llenos de omega-6 de aceites vegetales industriales, como el aceite de maíz y de canola. Si bien algunos omega-6 son necesarios, estos deben estar sin procesar (como semillas de plantas crudas y enteras y frutos secos), lo cual no sucede con la mayoría de los aceites vegetales comerciales.

Uno de los mayores riesgos de los aceites vegetales es que las grasas malas dañan las membranas celulares y mitocondriales, lo que podría generar diversos problemas de salud.

DiNicolantonio explico que la membrana interna de las mitocondrias contiene un elemento llamado cardiolipina, que debe estar lleno de ácido docosahexaenoico (DHA) de grasas omega-3 para poder funcionar de forma correcta.

El DHA en la cardiolipina funciona como una alarma celular, cuya oxidación provoca la muerte celular (apoptosis), al enviar señales a la caspasa-3 cuando hay algo malo en la célula. Sin embargo, si la cardiolipina no está llena con DHA, no puede enviar señales a la caspasa-3 y, por lo tanto, no se genera la apoptosis. Como resultado, las células disfuncionales crecen y podrían convertirse en una célula cancerígena.

El DHA es esencial para su cerebro y el EPA para el corazón

También es muy importante recordar que las grasas omega-3 de origen marino DHA y el ácido eicosapentaenoico (EPA) son mucho más que solo un combustible. Estos omega-3 de cadena larga son en realidad elementos estructurales esenciales de todas las células, entre ellas las células cerebrales. Cuando no tiene suficiente DHA y EPA, disminuye la capacidad del cuerpo para reparar y mantener estructuras celulares sanas.

El DHA es fundamental para su cerebro. Además de estimular el Nrf21 (un factor de transcripción que controla cómo se oxidan y reducen las células, y ayuda en la desintoxicación), también aumenta la hemooxigenasa 1 (una proteína que se genera debido al estrés oxidativo) y aumenta las enzimas antioxidantes.2

Por otro lado, el EPA podría ser el compuesto más importante para el corazón y podría tener una relación con un menor riesgo de enfermedad cardíaca. Asimismo, un estudio3 que utilizó una forma altamente procesada de EPA, demostró que podría reducir los riesgos para la salud cardiovascular en un 25 %, que es similar a lo que se podría conseguir con el uso de estatinas.

Uno de los factores más importantes de este ensayo podría ser la dosis que se utilizó. El ensayo REDUCE-IT utilizó una dosis de 3 a 4 gramos al día, mientras que la mayoría de los estudios usan dosis de alrededor de un solo gramo por día.

El resultado positivo que se logró con esta dosis más alta confirma y respalda lo que se menciona en el libro "Súper Keto", donde explicamos que la mayoría de las personas necesitan dosis mucho más altas de las sugeridas (aunque la única manera de estar seguro es midiendo su nivel de omega-3 en la sangre).

Para que se dé una idea, sólo necesita alrededor de 1 a 2 gramos de ácido linoleico omega-6 al día, de preferencia de semillas de plantas y frutos secos, mientras que los niveles ideales de grasas omega-3 marinas son de 3 a 4 gramos al día.

Relación entre el aceite de kril, los fosfolípidos y su cerebro

Es importante recordar que los pescados pequeños como las anchoas, las sardinas y la caballa son excelentes fuentes de EPA y DHA. Por desgracia, los procesos industriales hacen que la mayoría de los aceites de pescado no sean óptimos. Este tema lo explicamos más a fondo en "Súper Keto".

Cerca de la mitad de los suplementos de aceite de pescado también podrían oxidarse. Yo recomiendo comprar un suplemento de aceite de pescado que analice los niveles de hidroperóxido y que tenga un nivel menor al 5%.

Una buena opción es el aceite de kril, ya que no tiene estos problemas de calidad. Además de ser menos propenso a oxidarse (gracias a la astaxantina natural, un eficaz antioxidante que podría beneficiar la salud), los omega-3 en el aceite de kril están unidos a los fosfolípidos, lo que brinda mayores beneficios, a diferencia del aceite de pescado, en el que los DHA/EPA se unen a los triglicéridos.

Debido a que los ácidos grasos como el DHA y el EPA non son solubles en agua, no pueden transportarse en su forma libre en la sangre, ya que es en su mayoría agua. Por lo tanto, deben transportarse en lipoproteínas, como los fosfolípidos. Esta es la razón principal por la que la biodisponibilidad del aceite de kril es mucho mayor a la del aceite de pescado. Cuando consume aceite de pescado, el hígado tiene que unirlo a la fosfatidilcolina, para que su cuerpo y cerebro puedan utilizarlo de manera eficiente.

Los fosfolípidos son uno de los compuestos principales en las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y podrían ayudar a las células a funcionar de manera adecuada, al permitir que mantengan su integridad estructural.

Es importante destacar que su cerebro no puede absorber con facilidad el DHA a menos que esté unido a la fosfatidilcolina, y mientras que el aceite de kril contiene fosfatidilcolina de forma natural, el aceite de pescado no. La fosfatidilcolina está compuesta en parte de colina, que es el precursor del neurotransmisor acetilcolina y que envía señales nerviosas al cerebro. Además, la fosfatidilcolina es esencial para el desarrollo del cerebro, el aprendizaje y la memoria.

A pesar de ser uno de los mejores suplementos alimenticios de fosfatidilcolina, que es esencial para desintoxicar y facilitar la excreción de las células del hígado hacia la vesícula biliar para poder ser eliminadas en el intestino, los fosfolípidos son menospreciados.

El DHA unido a fosfolípidos podría ayudar con la enfermedad de Alzheimer

Una investigación4 realizada por la Dra. Rhonda Patrick, también señaló la importancia del DHA unido a los fosfolípidos y demostró que podría disminuir el riesgo de enfermedad de Alzheimer en personas con el gen apolipoproteína E4 (APOE4), que se calcula que está presente en una cuarta parte de la población, y reduce el promedio de edad de inicio de este trastorno cerebral degenerativo.

Dos características principales del alzhéimer son las placas de beta amiloide y los ovillos de tau, las cuales podrían influir en la función normal del cerebro. Una de las razones por la que la placa y los ovillos se forman y acumulan en los pacientes con alzhéimer, es porque no se transporta de forma adecuada la glucosa al cerebro.

De acuerdo con Patrick,5 el DHA estimula la absorción de glucosa en el cerebro, al controlar la estructura y función de los transportadores de glucosa, que son las proteínas ubicadas en la barrera hematoencefálica.

A pesar de que se ha demostrado que consumir pescado rico en DHA podría ralentizar el avance del alzhéimer en los portadores de APOE4, el consumo de aceite de pescado no logró los mismos resultados. De acuerdo con Patrick, la razón de esta diferencia en los resultados podría estar relacionada con las diferentes maneras en que las dos formas de DHA se metabolizan y transportan al cerebro.

Cuando se metaboliza la forma de triglicéridos de DHA, la mayor parte se convierte en DHA no esterificado, mientras que la forma de fosfolípidos se metaboliza en DHA-lisofosfatidilcolina (DHA-lysoPC). A pesar de que ambas pueden atravesar la barrera hematoencefálica para llegar al cerebro, la forma fosfolípida lo hace de una manera más eficiente.

Como lo informa Patrick, las personas con APOE4 tienen un sistema de transporte de DHA no esterificado irregular, y esta podría ser la razón por la que tienen un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer. Por fortuna, el DHA-lysoPC podría evitar las uniones estrechas, lo que favorece el transporte de DHA y, para las personas con una o dos variantes de APOE4, tomar la forma de fosfolípidos de DHA podría reducir de forma más efectiva el riesgo de alzhéimer.

Los aceites vegetales son terribles para la salud

A pesar de que las normas alimentarias en Estados Unidos impulsan la idea de que los aceites vegetales son la mejor opción, esto va en contra de la ciencia nutricional, la cual demuestra que existen muchos problemas con este tipo de aceites.

La Asociación Americana del Corazón aconseja que del 5 % al 10 % de las calorías que consuma sean omega-6 de aceites vegetales. Por otra parte, los estudios6demuestran que cuando se reduce el ácido linoleico omega-6 de más del 5 % al 3.5 %, los problemas cardiovasculares y la mortalidad disminuyen en un 70 %. En otras palabras, los aceites vegetales procesados (grasas poliinsaturadas) podrían perjudicar la salud de la siguiente manera:

Cuando se utilizan para cocinar, podrían crear grandes cantidades de productos de oxidación (ya que son muy sensibles al calor), cómo los aldehídos, qué podrían favorecer la lipoproteína de baja densidad (LDL) oxidada relacionada con enfermedades del corazón. Los aldehídos también reticulan la proteína tau y crean ovillos neurofibrilares, lo que podría favorecer el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Dañan el endotelio (las células que recubren los vasos sanguíneos), al permitir que las partículas de LDL y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) penetren en el subendotelio. De acuerdo con DiNicolantonio, estos aceites de semillas omega-6 "están transformando todo su cuerpo de adentro hacia afuera, ya que estos omegas de cadena larga se unen a la membrana celular".

Dañan las mitocondrias y el ADN al hacer que las membranas celulares sean más permeables, lo que permite que entren elementos no deseados.

Deterioran la fluidez de la membrana celular, que afecta los transportadores de hormonas en dicha membrana y ralentiza la tasa metabólica.

Limitan la cardiolipina, que es un componente esencial de la membrana interna de la mitocondria, que necesita llenarse de DHA para que funcione correctamente.

La cardiolipina funciona como una alarma celular que provoca la apoptosis (muerte celular), al enviar señales a la caspasa-3 cuando hay algo malo en la célula. Si la cardiolipina no está saturada con DHA, no puede enviar estas señales a la caspasa-3 y, por lo tanto, no ocurre la apoptosis. Como resultado, las células disfuncionales crecen y podrían convertirse en una célula cancerígena.

Dificultan la eliminación de células senescentes, es decir, células viejas o dañadas que ya no pueden reproducirse.

Eliminan el glutatión (que produce enzimas antioxidantes) del hígado, lo que disminuye las defensas antioxidantes.7

Limitan la enzima delta-6 desaturasa (delta-6), que ayuda a convertir los omega-3 de cadena corta en omega-3 de cadena larga en el hígado.8

Lo exponen al tóxico 4-hidroxinonenal (4HNE), que se forma durante la fabricación de la mayoría de los aceites vegetales, incluso si el aceite proviene de cultivos orgánicos. El 4HNE es muy tóxico, en especial para las bacterias del intestino, y su consumo podría tener una correlación con el equilibrio de los obesógenos del microbioma intestinal. También podría afectar el ADN y generar una serie de radicales libres que dañan la membrana mitocondrial.9

También lo exponen a residuos de glifosato, ya que la mayoría de los aceites vegetales se elaboran con cultivos transgénicos. Estudios demostraron que el glifosato podría afectar las uniones estrechas en el intestino y aumentar el ingreso de elementos extraños, en especial las proteínas calientes, que podrían provocar alguna alergia.

Tome el control de su salud con los tipos de grasas adecuadas

De esto y mucho más habla el libro:"Súper Keto: Las claves cetogénicas para descubrir el poder de las grasas en tu dieta". Ordene hoy mismo su copia en Amazon. Esta información es un excelente complemento de mi libro titulado "Contra el Cáncer", y lo ayudará a comprender mejor todos los beneficios de estas grasas tan importantes.

La siguiente lista de la Dra. Cate Shanahan, autora del libro "Deep Nutrition: Why Your Genes Need Traditional Food", también explica algunas de las mejores y peores grasas que se encuentran en la alimentación actual.

Grasas buenas y malas