HISTORIA EN BREVE

  • La curcumina, un derivado de la cúrcuma y el pigmento que le da a la cúrcuma su color amarillo-naranja, ha sido ampliamente investigada
  • La cúrcuma parece ser universalmente útil para casi todos los tipos de cáncer y es el nutriente con mayor evidencia literaria que respalda su uso contra el cáncer
  • Tiene la capacidad de modular la actividad y la expresión genética, destruyendo las células cancerosas y promoviendo una función celular saludable
  • Las investigaciones también han demostrado que trabaja sinérgicamente con ciertos medicamentos de quimioterapia, aumentando la eliminación de células cancerosas

Por el Dr. Mercola

El cáncer es una de las principales causas de muerte. ¿Qué pasaría si existiera una hierba natural y segura que pudiera funcionar para casi todos los tipos de cáncer?

De acuerdo con el Dr. William LaValley, la curcumina podría cumplir con esa misión. La curcumina es un derivado de la cúrcuma y es el pigmento que le da a esta especia su color amarillo-naranja. Este es un compuesto natural que ha sido ampliamente investigado y que se ha encontrado que tiene numerosas aplicaciones para la salud.

Al igual que yo, el Dr. LaValley estudió medicina general, pero ha dedicado una gran cantidad de tiempo en aprender más sobre las vías bioquímicas que pueden reforzar su salud por medio de la nutrición.

En 1982, participó en un programa de intercambio en la República Popular de China, en donde experimento con las antiguas prácticas de la medicina tradicional china y la acupuntura. Según LaValley:

“Uno de los mensajes más importante que aprendí allá fue que los productos naturales, las moléculas naturales de plantas y animales, que están disponibles en la naturaleza, han sido utilizados por los chinos por al menos cientos o miles de años. Eso cambió profundamente mi perspectiva del mundo de la medicina.
Regresé a la escuela de medicina y, después de eso, busqué la forma de integrar la perspectiva de la administración farmacéutica convencional, así como la administración de extractos y productos naturales”.

La curcumina tiene una poderosa actividad anticáncer

En el 2005, se tomó un año sabático de la práctica clínica para sumergirse en la ciencia de la biología molecular, la biología molecular del cáncer, específicamente. Él también dedicó entre unas 9000 y 9500 horas a construir una base de datos relacional de la literatura de PubMed sobre la biología molecular del cáncer.

Una lección importante que aprendió en esta aventura es que la aplicación de la biología molecular puede ser utilizada en una serie de enfermedades y síntomas descritos en la literatura médica. Este conocimiento puede ser aplicado buscando en la base de datos de PubMed y en otras bases de datos, al investigar las vías moleculares involucradas. De acuerdo con LaValley:

“En el aprendizaje de la biología molecular de las vías del cáncer y en el aprendizaje de lo que la evidencia muestra para el efecto de los productos naturales, en objetivos moleculares y en varios tipos de cáncer, vemos que existe mucha evidencia que respalda el uso de varias moléculas, productos naturales y medicamentos que ya han sido aprobados, que han estado a nuestro alcance durante mucho tiempo y que tienen actividad anticáncer, junto con esa vía en ese objetivo. A eso se le conoce como tratamiento anticáncer molecularmente dirigido y ha sido practicado de forma común en la oncología moderna.
Lo que no ha sido practicado de forma común es el uso de productos naturales para la actividad anticáncer molecularmente dirigida. Yo la utilizo con mis pacientes porque la evidencia sugiere y respalda el uso de las recomendaciones de este tratamiento”.

Curcumina: ¿Un tratamiento para cualquier tipo de cáncer?

Curiosamente, la curcumina parece ser universalmente útil para casi todos los tipos de cáncer, algo que es muy extraño, dado que el cáncer consiste de una amplia variedad de patologías moleculares diferentes.1 Era difícil pensar que existiera una hierba que funcionara para la mayoría de los tipos de cáncer. El Dr. LaValley explica cómo llegó a esta conclusión:

Volví a revisar la literatura y busqué la forma de respaldar el proceso de toma de decisiones y las recomendaciones que estoy haciendo para el tratamiento basándome en la literatura científica, incluyendo literatura que incluye tratamiento en humanos con productos orales como fármacos o productos naturales.
Esta es la razón por la que conocí esta molécula llamada curcumina, todo su uso en animales y después su uso en pruebas de ensayo o en una placa de petri… Una de las cosas más sorprendentes de la curcumina es que esta molécula tiene una poderosa actividad antinflamatoria y tiene actividad en muchas moléculas específicas.
Existen moléculas en las células y esas moléculas interactúan las unas con las otras a lo largo de ciertas vías o caminos. El tráfico de la interacción, las señales que son transferidas en ese tráfico de información en las moléculas, presentan muchos objetivos diferentes o complejos moleculares específicos”.

Como lo explicó el Dr. LaValley, ya sea que la molécula de la curcumina cause un aumento en el tráfico o actividad de una molécula en particular, o bien, disminuya/inhiba la actividad, los estudios han demostrado repetidamente que el resultado final es una potente actividad anticáncer. Además, la curcumina no afecta adversamente a las células sanas, lo que sugiere que se dirige selectivamente a las células cancerosas. Las investigaciones también demuestran que trabaja sinérgicamente con ciertos tipos de medicamentos de quimioterapia, aumentando la eliminación de las células cancerosas.

La curcumina destruye el cáncer en diversas maneras

La curcumina es el nutriente con mayor evidencia literaria2 que respalda su uso contra el cáncer, al igual que la vitamina D, que también tiene mucho respaldo científico. Curiosamente, esto incluye al metabolito de la curcumina y sus derivados que también son anticancerígenos.

La curcumina tiene la capacidad de modular la actividad y la expresión genética, destruyendo las células cancerosas y promoviendo la función celular saludable. También promueve la antiangiogénesis, lo que significa que ayuda a evitar el desarrollo de suministros sanguíneos adicionales que son necesarios para el crecimiento de las células de cáncer. En cuanto a sus efectos en las vías moleculares, la curcumina puede afectar a más de 100 de estas vías, una vez que llega a la célula. Para ser más específicos, la curcumina podría ofrecer los siguientes beneficios anticancerígenos:

Inhibe la proliferación de células tumorales

Disminuye la inflamación

Inhibe la transformación de células normales a tumorales

Inhibe la síntesis de una proteína que se cree es fundamental para la formación tumoral

Ayuda a su cuerpo a destruir las células de cáncer mutadas para que no puedan expandirse por todo su cuerpo

Ayuda a prevenir el desarrollo de suministros sanguíneos adicionales que son necesarios para el crecimiento de las células de cáncer (angiogénesis)

Por qué la cúrcuma entera no es efectiva

Desafortunadamente, si bien hay algo de curcumina en la cúrcuma entera, no hay la cantidad suficiente para lograr resultados clínicamente relevantes. La raíz de la cúrcuma contiene cerca del tres por ciento de la concentración de curcumina. Otra de las mayores limitaciones de la curcumina, como un agente terapéutico, es que se absorbe muy poco. Cuando se consume en su forma cruda, sólo se absorbe el uno por ciento de la curcumina disponible. El Dr. LaValley lo explica de la siguiente manera:

“La industria de los productos naturales ha desarrollado una concentración de curcumina estándar del 95 %. Al principio, hace años, era lo único que teníamos disponible para los pacientes. Aun así, a pesar de tomar una concentración del  95 % en forma de capsula, lo único que podía ser absorbido era el uno por ciento. Con el fin de obtener cantidades razonables de curcumina, en el torrente sanguíneo, para que tengan un efecto terapéutico, las personas tenían que consumir muchísima curcumina…
En mi búsqueda de literatura, encontré una manera de cambiar eso; para aumentar dramáticamente la biodisponibilidad se necesita de un proceso bastante simple, hervir agua, ponerle dos capsulas o un poco de polvo (yo lo hago por cucharadita) y dejar hervir durante 10 a 12 minutos. Esa cantidad representa una gran cantidad de moléculas de curcumina biodisponibles o en forma absorbible”.

Sin embargo, aunque esto ciertamente es algo factible, también es poco práctico, ya que se debe tener mucho cuidado para evitar manchar la ropa y la cocina. Es tan problemático que ha sido apodado como “el síndrome de la cocina amarilla”, ya que es prácticamente imposible quitar las manchas. De hecho, la cúrcuma es un excelente agente colorante para las telas, dando un color entre amarillo y naranja.

La practicidad y eficacia han llevado a realizar muchos cambios en las formas de la curcumina en los últimos años. Debido a que es una molécula lipofílica o amante de las grasas, las preparaciones más novedosas incluyen cierto tipo de aceite o grasa, que mejora su capacidad de absorción y biodisponibilidad. Tales preparaciones son de siete a ocho veces más absorbibles que el 95 por ciento de concentración cruda sin procesar y en polvo. También hay preparaciones más novedosas, que son las recomendadas por el Dr. LaValley.

La relación entre el cáncer y la resistencia a la insulina

Si usted tiene sobrepeso, presión arterial alta, colesterol alto y/o diabetes, entonces la resistencia a la insulina y leptina es un factor predominante. La resistencia a la insulina y a la leptina también es un factor muy común entre los pacientes con cáncer. Desde mi punto de vista, la dieta cetogénica (con o sin ayuno intermitente) sería una buena estrategia de tratamiento para resolver la causa principal del problema. Una vez que haya normalizado sus niveles de insulina y leptina, puede dejar la dieta cetogénica, si se le hace demasiado restrictiva. El Dr. LaValley coincide conmigo en lo siguiente:

“Estoy de acuerdo con usted de que la dieta cetogénica es realmente apropiada en muchos casos, probablemente en la mayoría de ellos. Es bien sabido desde hace unos 80 años o más que los tumores sólidos y algunos tipos de cáncer de la sangre, son amantes del azúcar. Otro término es que son adictos al azúcar.
Yo utilizo un examen de imagen TEP para demostrarles a los pacientes que aquí hay una prueba objetiva de que los tumores en su cuerpo aman el azúcar. La tasa de azúcar es mucho más alta en las células cancerosas que en las sanas. Quiero llevar ese mensaje, para motivar a las personas a modificar su alimentación, por una muy baja en carbohidratos, para que su cuerpo genere moléculas que suministren nutrientes adicionales llamados cetonas…
Lo que esto significa es que estamos tratando de proporcionar presión antagonista anticáncer sobre las células cancerosas, reduciendo la cantidad de azúcar disponible para la absorción por medio de la reducción del azúcar disponible en la alimentación y compensando esta reducción de nutrientes y de azúcar aumentando el consumo de grasas saludables”.

Disminuir el consumo de proteína podría ser particularmente útil para los pacientes con cáncer

También sería prudente evaluar el consumo de proteína. Muchos estadounidenses comen mucha más proteína de la necesaria para una salud óptima. Esto se debe a que su cuerpo en realidad utiliza el exceso de proteína (si necesita un poco) para estimular la producción de carbohidratos. El exceso de proteína también estimula las vías de rapamicina (mTOR), que son útiles para la construcción de músculos, pero que también pueden ser dañinas en el tratamiento contra el cáncer, ya que la mTOR es una vía que aumenta la proliferación celular. Curiosamente, el medicamento Metformin, que tiene actividad anticancerígena, también inhibe la mTOR, y resulta que la curcumina tiene un efecto muy similar.

La fórmula que recomiendo para evaluar la cantidad de proteína que podría necesitar en su alimentación es la del Dr. Rosedale: un gramo de proteína de alta calidad por kilogramo de masa corporal magra o cerca de medio gramo por libra de masa corporal magra.

Por ejemplo, si su masa de grasa corporal es el 20 por ciento, su masa magra es el 80 por ciento de su peso corporal. Por lo tanto, si usted pesa 200 libras, debe dividir 160 entre 2.2 para convertir las libras en kilogramos y consumir 72.7 gramos de proteínas. Si usted hace mucho ejercicio o está embarazada, puede añadir otro 25 por ciento u otros 18 gramos a esta fórmula para aumentar el consumo total diario a 90 gramos.

Más información

El Dr. LaValley está disponible para consultarlo sobre una gran variedad de problemas de salud, incluyendo el cáncer, y tiene licencia para practicar medicina en Estados Unidos y Canadá. Su clínica médica está en Chester, Nueva Escocia, en donde atiende a sus pacientes. Los estadounidenses pueden volar para allá desde Chicago y Newark. El teléfono de su consultorio es 902-275-4555. También pasa tiempo en Austin, Texas. Cuando está allá, también está disponible para ser consultado por otros médicos y pacientes. Su número telefónico en los Estados Unidos es 512-794-8907. El Dr. LaValley concluye con lo siguiente:

“Por ejemplo, si los pacientes tienen cáncer de páncreas y el médico quiere implementar uno de mis protocolos, le doy una consulta al paciente de ese médico y le hago recomendaciones al médico para que las implemente. De esa manera, los pacientes pueden recibir consulta sin tener que viajar a Nueva Escocia…
Es un poco difícil en este momento porque existe mucha información que aún desconocen muchos médicos y cuando la escuchan les da miedo. Creo que uno de los problemas más grandes, sobre todo en Estados Unidos y Canadá, es que cuando un médico quiere administrar uno de estos productos naturales o muchos de ellos, así como productos farmacéuticos “no autorizados”, tienen miedo de recriminaciones o acciones disciplinarias.
Esto es, en mi opinión, bastante lamentable, porque existe evidencia que lo respalda y es consistente con la forma de uso de otros tipos de medicina convencionales. Creo que el movimiento más importante que debe darse en los pacientes es reconocer su propio valor en el proceso de toma de decisión y exigir que tengan acceso a estas opciones terapéuticas, porque están disponibles y respaldadas por evidencia científica, también tienen el derecho de pedirlas y no aceptar únicamente lo que le ofrezca su médico dentro del ámbito convencional”.