📝HISTORIA EN BREVE

  • Se ha confirmado nuevamente que las grasas omega-3 son útiles para predecir su riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa
  • Los científicos sugieren que su nivel sanguíneo de omega-3 en realidad es un mejor indicador de mortalidad a diferencias del colesterol sérico
  • Las grasas omega-6 también se han relacionado con la mortalidad, lo que me da la oportunidad de recordarle la importancia de equilibrar su consumo de estos 2 ácidos grasos esenciales
  • Las mejores opciones para obtener omega-3 son los pescados silvestres, grasos y sin sustancias tóxicas, o bien, un suplemento de alta calidad; asimismo los omega-6 se obtienen mejor al comer frutos secos y semillas, no aceites vegetales
  • Le recomiendo que se realice una prueba sanguínea para medir su omega-3 y determinar con precisión su índice de dicho ácido graso, así como comenzar a monitorear su porcentaje; GrassrootsHealth ofrece una prueba conveniente y económica para medir sus niveles de vitamina D y omega-3

🩺Por el Dr. Mercola

Una vez más se ha confirmado que el omega-3 es útil para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y su riesgo de mortalidad por cualquier causa. Además, una nueva investigación financiada por los Institutos Nacionales de Salud, sugiere que, en comparación con el colesterol sérico, su índice sanguíneo de omega-3 puede ser un mejor indicador de su riesgo de muerte.

Asimismo, recientemente los omega-6 generaron revuelo por razones similares, lo que me ha dado la oportunidad de recordarle la importancia de equilibrar su consumo de estos 2 ácidos grasos esenciales.

En vista de que muy probablemente sea deficiencia en omega-3, le recomiendo que se realice una prueba sanguínea para medir dicho ácido graso con el fin de determinar con precisión su índice y comenzar a monitorear su porcentaje.

Como parte de un proyecto de investigación patrocinado por el consumidor, GrassrootsHealth ha creado un conveniente kit de prueba para medir su índice de vitamina D y omega-3.

Esta información se utilizará para analizar los beneficios de estos nutrientes vitales, así como cualquier posible vínculo entre ambos. Dada la importancia de la vitamina D y los omega-3 para su salud y longevidad en general, esta es una prueba que no puede darse el lujo de pasar por alto.

El nivel de Omega-3 reduce el riesgo de mortalidad y los eventos de ECV

Nuevamente una investigación financiada por los Institutos Nacionales de Salud destaca la importancia de su nivel de omega-3 para su salud cardíaca y bienestar general.

El nuevo estudio, publicado en el diario científico Journal of Clinical Lipidology,1 analizó la importancia de medir los niveles sanguíneos de ácidos grasos omega-3 tanto ácido eicosapentaenoico (EPA) como ácido docosahexaenoico (DHA) con el fin de evaluar el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.

¿Cuál fue el resultado? Un mayor índice de omega-3 se relacionó con un menor riesgo de:

  • Eventos totales de ECV
  • Eventos totales de enfermedad coronaria (CHD, por sus siglas en inglés)
  • Eventos totales de derrames cerebrales

Existe un cúmulo de trabajo, dirigido por el experto en omega-3 y prolífico investigador William Harris, Ph.D. y profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Sanford de la Universidad de Dakota del Sur, en el cual se midió el índice omega-3 en 2 500 participantes (54 % mujeres) descendientes en cohortes del Framingham Heart Study.2 El índice de omega-3 refleja el contenido de EPA y DHA de las membranas de los glóbulos rojos.

Todos los participantes, que tenían una edad promedio de 66 años y no sufrían alguna ECV al inicio, fueron monitoreados hasta que cumplieron 73 años aproximadamente. Además de monitorear la mortalidad total, los investigadores señalaron los casos de muerte por ECV, cáncer y otras causas, así como cualquier relación entre el índice de omega-3 y riesgo de eventos ECV, fatales o no.

Aunque se ha demostrado que los niveles elevados de omega-3 reducen el riesgo de ECV, los investigadores también notaron una fuerte relación entre el índice omega-3 y la muerte por todas las demás causas.

En particular, al comparar los niveles de omega-3 entre los participantes, aquellos con los niveles más altos de ácidos grasos omega-3 redujeron su riesgo de muerte por cualquier causa en un 34 %.

Este resultado sugiere que los omega-3 brindan otras acciones beneficiosas además de las ya conocidas y que están relacionadas con un proceso patológico, como la acumulación de placa en las arterias.3 Asimismo, los participantes con el mayor índice de omega-3 tuvieron un riesgo 39 % menor de sufrir un evento de ECV, como un paro cardíaco o derrame cerebral.

Aunque el estudio fue un tanto limitado ya que su tiempo de monitoreo fue relativamente corto (7.3 años en promedio), los investigadores concluyeron que: "Un índice de omega-3 más alto se relacionó con un riesgo menor tanto de ECV como de mortalidad por cualquier causa".4

Remplace al colesterol sérico por el Omega-3: Es un mejor indicador de mortalidad

Aunque los resultados mencionados son dignos de mención, lo más impresionante del estudio actual de Harris implicó la comparación de omega-3 con el colesterol sérico. El nivel de colesterol sérico se define como la cantidad total de colesterol presente en su sangre y la medicina convencional todavía lo considera un factor de riesgo para las cardiopatías, aunque esto ha sido refutado.

Aunque estudios anteriores han confirmado la conexión entre mayores niveles sanguíneos de omega-3 y un menor riesgo de muerte, Harris y su equipo compararon el omega-3 y colesterol sérico con el fin de determinar cuál es un mejor indicador de mortalidad. El omega-3 sobresalió por encima del colesterol sérico. Harris declaró lo siguiente en relación con los hallazgos:5

"Cuando los niveles basales de colesterol sérico fueron sustituidos por el índice omega-3 en los mismos modelos multivariables, [el colesterol sérico] no se relacionó significativamente con ninguno de los resultados subsiguientes, mientras que [el índice de omega-3] se relacionó con 4 de los 5 resultados evaluados".

¿Qué es el índice Omega-3 y por qué es importante?

A pesar de saber la importancia de los omega-3, la mayoría de las personas no saben a ciencia cierta cuánto necesitan o si obtienen lo suficiente en su alimentación o suplementación. En términos generales, los niveles de omega-3 son bajos en gran parte de Europa y los Estados Unidos.

Las personas en Japón, suelen tener los niveles más altos a nivel mundial debido a la cantidad de pescado que consumen. Para ayudarlo a encontrar y monitorear su nivel de omega-3, Harris ayudó a crear el índice omega-3.

El índice de omega-3 es una prueba sanguínea que mide la cantidad de ácidos grasos omega-3 tanto EPA y como DHA en las membranas de los glóbulos rojos (RBC, por sus siglas en inglés). Su índice se expresa como un porcentaje del total de sus ácidos grasos RBC. El índice de omega-3 ha sido validado como un marcador estable a largo plazo de su rango de dicho ácido graso, y refleja los niveles tisulares de EPA y DHA.

Un índice de omega-3 superior al 8 % – típico en Japón–se relaciona con el menor riesgo de muerte por cardiopatía. Un índice inferior al 4 %, que es común en gran parte de Europa y los Estados Unidos, lo posiciona en el mayor riesgo de mortalidad relacionada con alguna cardiopatía.

En vista de su importancia para la salud, definitivamente vale la pena someterse a este sencillo análisis sanguíneo que resulta necesario para determinar su índice de omega-3. En breve descubrirá más sobre cómo hacer esto.

Los estudios sugieren que el Omega-6 también reduce las tasas de mortalidad

Un estudio publicado en el diario científico The American Journal of Clinical Nutrition6 sugiere que los ácidos grasos omega-6 pueden ser igual de beneficiosos para reducir el riesgo de muerte prematura. Los Omega-6 es un grupo de ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran en los frutos secos, semillas y aceites vegetales.

Al llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental analizaron los datos del Factor de Riesgo de la Enfermedad Cardíaca Isquémica del estudio Kuopio (KIHD, por sus siglas en inglés).

El estudio KIHD es un extenso estudio en curso respecto al riesgo cardiovascular que ha monitoreado cerca de 2 500 hombres de mediana edad que viven en el este de Finlandia, donde se registran altas tasas de enfermedad coronaria.

Los hombres, cuya edad al inicio del estudio era de 42 a 60 años, fueron monitoreados durante un promedio de 22 años, durante los cuales se registraron sus niveles sanguíneos de ácidos grasos. Más de 1 100 de los hombres han muerto por causas relacionadas con la enfermedad.

El equipo de investigación de omega-6 clasificó a los hombres del estudio KIHD en 5 grupos de acuerdo a su nivel sanguíneo de ácido linoleico de la serie de omega-6, posterior a esto, compararon las tasas de muerte en cada grupo.

El autor principal del estudio, Jyrki Virtanen, Ph.D. y profesor adjunto de epidemiología nutricional en la Universidad de Finlandia Oriental descubrió junto con su equipo que el grupo con los niveles sanguíneos más altos tenía un riesgo de muerte 43 % menor en comparación con el grupo con los niveles más bajos.

Un análisis más exhaustivo reveló que los hombres con niveles más altos de ácido linoleico tenían menos probabilidades de morir por ECV o por otras causas diferentes a la enfermedad cardiovascular o cáncer. No se observó ninguna relación para la muerte derivada del cáncer.

En palabras del propio Virtanen: "Descubrimos que cuanto más alto sea el nivel sanguíneo de ácido linoleico, menor será el riesgo de muerte prematura".7

¿Debería consumir más Omega-6?

La investigación actual de Finlandia apoya los hallazgos de estudios poblacionales previos que han relacionado un mayor consumo alimentario y un mayor nivel sanguíneo de ácido linoleico con un menor riesgo de ECV y diabetes tipo 2, sin aumentar el riesgo de cáncer.

Por ejemplo, una revisión sistemática realizada en 2014 y un metaanálisis publicado en la revista Circulation8 analizaron 13 estudios de cohortes publicados y no publicados donde participaron 310 602 personas y se contabilizaron un total de 12 479 eventos de CHD, lo que incluyó 5 882 muertes por CHD.

Al comparar las categorías de mayor y menor consumo, los investigadores observaron que el ácido linoleico alimentario se relacionó con un riesgo 15 % menor de eventos de CHD y un riesgo 21 % menor de muertes por CHD. ¿Acaso esto significa que debería esmerarse por consumir más omega-6? Por cierto, las mejores fuentes para obtener dicho ácido graso, son los frutos secos y semillas, no los aceites vegetales.

Los beneficios de los ácidos grasos omega-6 que se plantean han sido objeto de debate durante mucho tiempo. Al igual que los omega-3, las grasas omega-6 también son esenciales y deben provenir de su alimentación.

Aunque a menudo se enaltecen por su efecto en la optimización de los niveles de colesterol, también se cree que los omega-6 favorecen la inflamación de bajo nivel, que se relaciona con enfermedades cardiovasculares.9 Por lo tanto, ¿debería esforzarse por comer más omega-6? Probablemente no.

Si lleva una alimentación occidental, posiblemente esté consumiendo muy poco omega-3 y demasiado omega-6. La proporción ideal de grasas omega-3 a omega-6 es de 1 a 1, pero la típica alimentación occidental oscila entre 1 a 20 y 1 a 50, según sus hábitos alimenticios.

Si una gran parte de su alimentación se basa en alimentos procesados ​​y comida rápida repleta de aceite vegetal, no cabe duda de que su consumo de omega-6 es excesivo.

Por lo general, los alimentos procesados–desde papas a la francesa hasta las comidas congeladas y aderezos para ensaladas y bocadillos–tienen un alto contenido de omega-6, debido a los aceites vegetales que se utilizan para hacerlos.

Revise cuidadosamente las etiquetas y haga todo lo posible por evitar los productos que contengan aceites de canola, maíz, algodón, cártamo, soya y girasol. Además, si consume asiduamente comida rápida, tenga en cuanta que la mayoría está preparada con estos mismos aceites. En vista de que dichos aceites con frecuencia se dañan y se oxidan, son perjudiciales para su cuerpo.

Normalmente, cuando los omega-6 predominan en su alimentación, casi siempre sufrirá inflamación. El exceso de omega-6 también puede aumentar su producción de grasa corporal.

Asimismo, muchos científicos sospechan que la alta incidencia de cáncer, diabetes, cardiopatías, hipertensión, obesidad y envejecimiento prematuro en todo el mundo pueden originarse de la inflamación crónica que suele desencadenarse por este profundo desajuste entre el omega-3 y omega-6.

Por lo general, una alimentación alta en omega-3 y baja en omega-6 reducirá la inflamación, mientras que una alimentación baja en omega-3 y alta en omega-6 promoverá la inflamación. Cuando su cuerpo se encuentra crónicamente inflamado, no podrá tener una salud óptima.

La conclusión es que tanto los omega-3 como los omega-6 son esenciales para su alimentación. Su salud no puede prosperar sin ellos. El punto principal es alcanzar un equilibrio, elegir una combinación de cada tipo y tener cuidado para garantizar que incorpore fuentes animales de alta calidad para obtener grasas omega-3.

Su mejor fuente de omega-3: Las grasas de origen animal

Los omega-3 de origen animal son su mejor fuente para obtener este ácido graso esencial y en su caso, tiene las siguientes 3 opciones para obtener más en su alimentación diaria:

  • Pescado: los pequeños pescados grasos, de agua fría como las anchoas y las sardinas son una excelente fuente de omega-3 y tienen un bajo riesgo de contaminación dañina. El salmón silvestre de Alaska es otra buena fuente con bajo contenido de mercurio y de otras toxinas ambientales.

Debido a que gran parte del suministro de pescado está altamente contaminado con toxinas industriales y contaminantes, lo que incluye a ciertos metales pesados ​​como arsénico, cadmio, plomo, mercurio y venenos radioactivos, es sumamente importante ser selectivo y elegir un tipo de pescado con alto contenido de grasas saludables y bajo en contaminantes.

  • Aceite de pescado: Aunque el aceite de pescado es una forma conveniente y relativamente barata de aumentar su consumo de grasas omega-3, por lo general brinda un apoyo antioxidante insuficiente. El aceite de pescado es perecedero y su oxidación da pie a la formación de radicales libres dañinos.

Por esta razón, necesitará aumentar su protección antioxidante al consumir aceite de pescado con el fin de asegurarse de que no se oxide y se vuelva rancio dentro de su cuerpo.

  • Aceite de kril: El aceite de kril es mi opción favorita como suplemento de omega-3 porque contiene los indispensables ácidos grasos de omega 3, DHA y EPA, de origen animal que su cuerpo necesita en una forma que sea menos propensa a la oxidación.

Con la ayuda de los fosfolípidos, los nutrientes en el aceite de kril se transportan directamente a las membranas celulares, donde se absorben más fácilmente. Además, pueden cruzar su barrera hematoencefálica para llegar a ciertas estructuras cerebrales.

Aunque puede estar tentado a obtener sus ácidos grasos omega-3 de las fuentes que se muestran a continuación, sobre todo porque están disponibles y quizás sean menos costosas que las fuentes antes mencionadas, le recomiendo que evite los siguientes:

  • Salmón de piscifactoría: Contiene aproximadamente la mitad de los niveles de omega-3 del salmón silvestre. El salmón de piscifactoría suele ser alimentado con productos de maíz y soya transgénicos y puede contener antibióticos, pesticidas y otras toxinas químicas.
  • Grandes pescados carnívoros: Por ejemplo, el marlín, el pez espada y el atún (esto incluye al atún enlatado), suelen contener algunas de los niveles más altos de mercurio,10 una famosa neurotoxina.

Descubra su índice Omega-3; Hágase la prueba hoy

Ya sea que coma pescado graso o tome un suplemento diario, la mejor manera de determinar la dosis que requiere de omega-3 es medir su nivel mediante el índice omega-3. Si está por debajo del 8 %, deberá aumentar su consumo de omega-3 y realizar nuevamente la prueba entre 3 y 6 meses. Continúe ajustando su dosis y vuelva a analizar su índice hasta encontrar la dosis que le permita alcanzar y mantener un nivel ideal.

Aunque puede pensar que comer pescado ocasionalmente o consumir las dosis recomendadas que se encuentran en los empaques será suficiente, la única manera de saber cuánto omega-3 su cuerpo necesita es haciéndose la prueba.

En vista de que los requisitos para omega-3 varían según su tipo de alimentación y hábitos de ejercicio, lo mejor es realizar el análisis sanguíneo. Mire el video previo para descubrir más sobre lo que mide el índice omega-3.

Si es un atleta, probablemente ignora que quema omega-3 con bastante rapidez porque el DHA se utiliza como combustible en lugar de dirigirse hacia las membranas celulares. Por lo cual, posiblemente deba aumentar su dosis y monitorear cuidadosamente su índice. Para descubrir más estrategias y consejos sobre el omega-3, consulte mi Guía práctica de beneficios y suplementación de Omega-3.

Como parte de un proyecto de investigación patrocinado por el consumidor, GrassrootsHealth ha creado un conveniente y asequible kit de prueba para medir su índice de vitamina D y omega-3. Al estudiar los niveles de estos 2 nutrientes en la población general, los investigadores buscan comprender mejor cómo la vitamina D y los niveles de omega-3 afectan la salud humana.

Los datos recopilados con este kit de prueba de terceros, que no contendrá ninguno de sus datos personales, también permitirán a los científicos analizar los posibles vínculos entre ambos nutrientes vitales.