HISTORIA EN BREVE

  • Entre 2020 y 2021 se realizaron varias encuestas que revelaron que las personas en Estados Unidos estaban muy confundidas y mal informadas sobre su verdadero riesgo de morir por COVID
  • De acuerdo con un análisis reciente de preimpresión, elaborado por el profesor John Ioannidis, ya no hay razón para que nadie viva con miedo, independientemente de su edad, ya que su riesgo de morir por COVID es, y siempre fue, mínimo en todos los ámbitos
  • Antes de que se implementaran las vacunas anticovid, si tenía 19 años o menos, su riesgo de morir por COVID era del 0.0003 %; de hecho, solo 3 personas en 1 millón de infectados con COVID a esta edad murieron. Entre los 60 y 69 años, la tasa de letalidad por infección fue del 0.501 %, es decir, 1 en cada 200 personas infectadas murió
  • La evidencia sugiere que las vacunas están causando deficiencia inmunológica en algunas personas, lo que en realidad aumenta el riesgo de morir a causa de la infección por SARS-CoV-2, incluso con las cepas más leves
  • El riesgo real de morir por COVID-19, de acuerdo con los datos publicados por la oficina del censo de Irlanda y la oficina central de estadísticas para 2020 y 2021, es el siguiente: para las personas menores de 70 años, la tasa de mortalidad fue del 0.014 % y para las menores de 50 años del 0.002 %, lo que equivale a un riesgo de 1 en cada 50 000 personas, o casi lo mismo que morir en un incendio o por inhalar humo. En el caso de las personas menores de 25 años, la tasa de mortalidad fue del 0.00018 %, lo que equivale a 1 en cada 500 000 personas

Por el Dr. Mercola

¿En realidad sabe cuál es su riesgo de morir por COVID-19? De acuerdo con el portal The Hill,1 una encuesta realizada a mediados de agosto de 2020 demostró que "las personas en Estados Unidos desconocen el riesgo de muerte por COVID-19 cuando se trata de diferentes grupos de edad".

Las personas en Estados Unidos tenían la impresión de que las personas menores de 44 años representaban alrededor del 30 % de las muertes, cuando la cifra real era inferior al 3 %. En ese momento, el 58 % de los encuestados que tenían entre 18 y 24 años también dijeron que tenían miedo de que hubiera “consecuencias” si se infectaban, cuando en realidad este grupo de edad representaba solo el 0.1 % de las muertes por COVID.

Se encontraron estadísticas similares en abril de 2021, cuando el Washington Examiner informó sobre las encuestas que demostraban que el "alarmismo del COVID-19" había provocado que los jóvenes de 18 a 24 años fueran los "más temerosos de reanudar la vida normal, a pesar de ser los que tenían el riesgo más bajo de morir por COVID-19”.2

En ese momento, la tasa de mortalidad informada entre este grupo era del 0.006 %, pero la mitad reportó sentir miedo por la interacción social. Mientras tanto, en el grupo de mayor riesgo, que incluye a las personas mayores de 55 años, solo el 31 % estaba nervioso por las interacciones sociales y el otro 65 % estaba tranquilo.

¿Ha cambiado algo? Como anécdota, parece que las personas que utilizan cubrebocas en estos días son personas jóvenes (y aparentemente sanas), mientras que la mayoría de las personas mayores decidieron respirar de manera libre.

De acuerdo con un nuevo análisis de preimpresión, elaborado por el profesor John Ioannidis, no hay razón para que siga con miedo, independientemente de su edad, ya que su riesgo de morir por COVID es, y siempre fue, mínimo en todos los ámbitos.

Tasas de mortalidad por infección previa a la vacuna

El análisis de Ioannidis,3,4 publicado el 13 de octubre de 2022 en el servidor de preimpresión medRxiv, analizó los estudios nacionales de seroprevalencia previos a la vacuna para determinar la tasa de mortalidad por infección (IFR) estratificada por edad en personas entre las edades de 0 y 69 años. Como se indica en el resumen:

“Es importante estimar con precisión la tasa de mortalidad por infección (IFR) de COVID-19 en las personas jóvenes en ausencia de vacuna o infección previa, ya que el 94 % de la población mundial es menor de 70 años y el 86 % es menor de 60 años.
En búsquedas sistemáticas en SeroTracker y PubMed identificamos 40 estudios nacionales de seroprevalencia elegibles que incluyen 38 países con datos de seroprevalencia previos a la vacuna.
Para 29 países (24 de ingresos altos), los datos disponibles de manera pública de las muertes por COVID-19 estratificadas por edad y la información de seroprevalencia estratificada por edad estaban disponibles y se incluyeron en el análisis principal”.

Con base en estos datos, los autores llegaron al siguiente promedio de IFR:5

Nacimiento a 19 años: 0.0003 % = 3 de cada 1 000 000 personas infectadas morían

20 a 29 años: 0.003% = 3 de cada 100 000 personas infectadas morían

30 a 39 años: 0.011 % = 1.1 de cada 10 000 personas infectadas morían

40 a 49 años: 0.035 % = 3.5 de cada 10 000 personas infectadas morían

50 a 59 años: 0.129 % = 1.3 de cada 1000 personas infectadas morían

60 a 69 años: 0.501 % = 1 de cada 200 personas infectadas moría

En general, el promedio de IFR para todos los grupos de edad combinados (desde el nacimiento hasta los 69 años) fue de 0.095 %, con un rango intercuartílico de 0.036 a 0.125 %. Al limitar el rango de edad entre el nacimiento y los 59 años, el promedio de IFR fue aún más bajo, solo 0.035 %, con un rango intercuartílico de 0.013 - 0.056 %.

En otras palabras, antes de que aparecieran las vacunas anticovid, de 10 000 personas infectadas menores de 59 años, solo tres morían. En cuanto a la distribución de edad completa, desde el nacimiento hasta los 69 años, 7 de cada 10 000 personas infectadas murieron. Los autores también señalaron lo siguiente: 6

“A nivel mundial, la IFR previa a la vacuna podría haber sido tan baja como 0.03 % y 0.07 % para personas de 0 a 59 y de 0 a 69 años. Estas estimaciones de IFR en poblaciones jóvenes son más bajas de lo que sugerían los cálculos anteriores. Existieron grandes diferencias entre los países y podrían reflejar diferencias en las comorbilidades y otros factores”.

Según lo informado por el portal Daily Skeptic,7 “Los valores significativamente más altos para los siete [países] principales sugieren que parte de la diferencia puede ser un artefacto de, por ejemplo, la forma en que se cuentan las muertes por COVID-19, particularmente donde los niveles de exceso de muerte son similares ..."

También se encontraron amplias variaciones en IFR entre países para los mismos grupos de edad, lo que postulan que puede deberse a:8,9

  • Artefactos de datos, como medidas inexactas de seroprevalencia o registro inexacto de muertes
  • Presencia y gravedad de las comorbilidades: por ejemplo, en los EE. UU., la obesidad afecta al 41,9 % de la población, en comparación con solo el 2 % en Vietnam y el 4 % en la India
  • Prevalencia de fragilidad (número de ancianos que viven en hogares de ancianos)
  • Diferencias en la gestión de la atención de la salud y el apoyo social
  • Prevalencia de problemas de drogas

Tasas de supervivencia de COVID antes de la vacuna

Al presentar estos mismos datos como tasas de supervivencia de COVID en la era previa a la vacuna (es decir, 2020, antes del lanzamiento de las vacunas anticovid) en lugar de tasas de mortalidad, se obtiene lo siguiente:

Nacimiento a 19 años: tasa de supervivencia del 99.9997 %

20 a 29 años: tasa de supervivencia del 99.997 %

30 a 39 años: tasa de supervivencia del 99.989 %

40 a 49 años: tasa de supervivencia del 99.965 %

50 a 59 años: tasa de supervivencia del 99.871 %

60 a 69 años: tasa de supervivencia del 99.499 %

Estas estimaciones se realizaron antes de las vacunas anticovid. La evidencia sugiere que las vacunas están causando deficiencia inmunológica en algunas personas, lo que en realidad aumenta el riesgo de morir a causa de la infección por SARS-CoV-2, incluso con las cepas más leves.

Se comparan los riesgos del mundo real con datos de Irlanda

Es importante comprender que cuando se trata de un riesgo que es solo una fracción de un porcentaje, el peligro es tan pequeño que no tiene sentido preocuparse.

Como seguimiento del nuevo artículo de Ioannides, Ivor Cummins, fundador del portal TheFatEmperor.com, decidió analizar el riesgo real de morir por COVID-19 en función de los datos publicados por la oficina del censo de Irlanda y la oficina central de estadísticas (CSO) para 2020 y 2021.10

En otras palabras, estos datos se basan en muertes reales, no en proyecciones ni estimaciones. También se comparan con el riesgo de sufrir otras causas de muerte, como un envenenamiento accidental o caerse de una escalera. Este es un resumen de los hallazgos de Cummins:

  • En las personas menores de 70 años (es decir, desde el nacimiento hasta los 69 años), murieron 600 de cada 4.4 millones (0.014 %) de COVID. Esto equivale a un riesgo de 1 en cada 7500 de morir por COVID, o casi el mismo riesgo de muerte por envenenamiento accidental.
  • En el grupo de edad de 50 a 60 años, murieron 130 de cada 600 000 personas (0.022 %), lo que equivale a un riesgo de 1 en cada 5000.
  • En las personas menores de 50 años, murieron 70 de cada 3.4 millones (0,002 %), lo que equivale a un riesgo de 1 en cada 50 000 personas, o casi lo mismo que morir en un incendio o por inhalar humo.
  • En menores de 25 años se registraron menos de cinco muertes en una población de 1.65 millones. Dado que no se especifica una cantidad, Cummins se decidió por tres muertes para hacer su cálculo, lo que nos da una tasa de mortalidad del 0.00018 %. Esto equivale a un riesgo de que solo muera 1 persona en 500 000 si tiene menos de 25 años, o una cuarta parte del riesgo de morir por caerse o rodar de una escalera

Tenga en cuenta que estas muertes no están confirmadas como una infección grave por COVID. Son personas que murieron con una prueba de PCR positiva para COVID, por lo que es probable que los riesgos en el mundo real sean aún más bajos si está sano y no tiene comorbilidades como obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas preexistentes.

En total, solo 150 personas en Irlanda murieron de COVID durante 2020 y 2021, estas no tenían problemas subyacentes que contribuyeran a sus muertes, lo que significa que de verdad murieron de COVID y nada más.

Las bajas tasas de mortalidad no se pueden atribuir a los confinamientos

Cummins también publicó un borrador del documento titulado: "Evidence For and Against the Effectiveness of Lockdown Policies".11 Él señala que durante 2020 y 2021, una gran parte de la población de Irlanda dio positivo a la prueba PCR, por lo que los confinamientos NO fueron la razón por la cual la cantidad de muertes fue tan baja.

A pesar de que las personas permanecieron en confinamiento muchas dieron positivo, pero muy pocas murieron. La única razón por la que pudo ser así es porque la infección realmente no fue letal como pretendían.

¿Por qué murieron tantas personas 'con' COVID?

A principios de mayo de 2022, la cantidad oficial de muertes por COVID en los Estados Unidos se dijo que era de 1 millón, mientras que 4 de cada 10 personas encuestadas afirmaron que conocían a alguien que murió de COVID.12Pero ¿en realidad murieron de COVID? Esa es la pregunta. Existe evidencia que sugiere que la mayoría de las llamadas "muertes por COVID" fueron de tres categorías principales:

1. Personas que murieron por otras causas, pero dieron positivo en la prueba de COVID en el último mes: hubo todo tipo de incentivos para marcar las muertes no relacionadas con COVID como si en realidad hubiesen sido por COVID, desde hospitales que recibieron un pago adicional por cada paciente con COVID13 hasta familias que recibieron un donativo para los gastos funerarios (hasta $ 9000) de sus familiares que murieron a causa de o con COVID. 14,15

2. Los pacientes con COVID murieron por un tratamiento incorrecto y letal del "estándar de atención" para COVID: los doctores comenzaron a utilizar los ventiladores, sin embargo, en poco tiempo se reconoció que ese método mataba a los pacientes en lugar de curarlos. De acuerdo con los denunciantes de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), el 84.9 % de las personas en Texas que se trataron con ventiladores murieron en 96 horas.16 Sin embargo, la práctica continúa hasta el día de hoy.

Luego apareció el uso del remdesivir, un medicamento fallido contra el ébola y con una toxicidad extrema, Existen muchas historias terribles de personas que no tenían síntomas de COVID cuando ingresaron al hospital, pero que se incluyeron en este protocolo de muerte solo porque dieron positivo en la PCR y después murieron a causa del tratamiento.

El abogado Thomas Renz calculó17 que los hospitales, como mínimo, ganan $100 000 adicionales por paciente con COVID siempre y cuando no se desvíen del protocolo estándar de atención, que incluye remdesivir y ventilación letal, y que prohíbe el uso de opciones que salvan vidas como la hidroxicloroquina, ivermectina, vitamina D o cualquier otra cosa que se haya demostrado que ayude a tratar la infección de manera efectiva.

En resumen, cada paciente que dio positivo represento una oportunidad, y los hospitales han sacado provecho al tratar en exceso y maltratar a los pacientes. Se ha estimado que del 75 % al 80 % de todas las muertes por COVID podrían haberse evitado si el tratamiento a tiempo con protocolos exitosos no se hubiera menospreciado o prohibido por completo.18

3. El COVID (cuando desempeñó un papel importante) mató a las personas que ya estaban cerca de la muerte, ya sea por su edad o por su mal estado de salud: por ejemplo, la edad promedio de muerte en el Reino Unido fue de 82.5 años. Mientras que la esperanza de vida proyectada es de 79 años para los hombres y 82.9 para las mujeres. 19

Se libera cualquier rastro de miedo

Para terminar, el COVID-19 nunca fue tan peligroso como pretendían, y el virus no se ha vuelto más letal con el tiempo. Al contrario, cada vez es más leve. Más infeccioso, sí, pero más leve, por lo que es casi indistinguible del resfriado común. Entonces, por favor, si todavía le tiene miedo al COVID, llegó el momento de detenerlo. Debe permanecer tranquilo. Fue una crisis que se fabricó desde el principio.

Lo invito a leer el artículo del Dr. Russell Blaylock, titulado "COVID Update: What Is the Truth?", publicado en la edición de abril de 2022 de la revista Surgical Neurology International. Aquí hay un extracto de este excelente artículo en el que habla de la mayoría, sino de todos, los conceptos básicos:20

“La pandemia del COVID-19 es uno de los eventos de enfermedades infecciosas más manipulados de la historia, caracterizado por mentiras oficiales en una corriente interminable liderada por burocracias gubernamentales, asociaciones médicas, juntas médicas, medios de comunicación y agencias internacionales.
Hemos sido testigos de una larga lista de interrupciones en la práctica médica, incluyendo ataques a expertos médicos, daños a carreras médicas entre médicos que se niegan a participar en el asesinato de sus pacientes y una gran cantidad de reglas de la atención médica, dirigida por personas no calificadas con una enorme riqueza, poder e influencia.
Ni el Dr. Anthony Fauci, los CDC, la OMS ni ningún establecimiento médico gubernamental han ofrecido un tratamiento que no sea Tylenol, hidratación y llamar a una ambulancia una vez que tenga dificultad para respirar. Esto no tiene precedentes en toda la historia de la atención médica, ya que el tratamiento a tiempo de infecciones es fundamental para salvar vidas y prevenir complicaciones.
Estas organizaciones médicas y lamebotas no solo ni siquiera sugirieron un tratamiento a tiempo, sino que atacaron a cualquier persona que intentara iniciar dicho tratamiento con todas las armas a su disposición, ya que se encargaron de hacer que perdieran su título, les retiraron los privilegios del hospital, les causaron vergüenza, destruyeron su reputación e incluso los arrestaron.
En la historia de la medicina de Estados Unidos los administradores de hospitales nunca les habían dicho a sus médicos cómo debían practicar la medicina y qué medicamentos podrían usar.
Los CDC no tienen autoridad para dictarle a los hospitales o médicos sobre tratamientos médicos. Sin embargo, la mayoría de los médicos cumplieron sin la menor resistencia. Debería ser una vergüenza para la profesión médica que tantos médicos siguieran sin pensar los protocolos mortales”.

Los hospitales hicieron mucho dinero

Blaylock continúa abordando las únicas razones racionales por las que los hospitales seguían protocolos letales transmitidos desde arriba por burócratas analfabetos en medicina:

“La ley federal Care Act alentó este desastre humano al ofrecer a todos los hospitales de Estados Unidos hasta 39 000 dólares por cada paciente de la UCI al que le pusieran respiradores, a pesar de que desde el principio era obvio que los respiradores eran una de las principales causas de muerte.
Además, los hospitales recibieron 12 000 dólares por cada paciente que ingresaba en la UCI, lo que explica, en mi opinión y en la de otros, por qué todas las burocracias médicas federales (CDC, FDA, NIAID, NIH, etc.) hicieron todo lo posible para prevenir los tratamientos efectivos a tiempo.  Dejar que los pacientes se deterioraran hasta el punto de necesitar hospitalización significó mucho dinero para todos los hospitales.
Se observó que estos gigantes hospitalarios utilizan miles de millones en ayuda federal para el COVID para adquirir estos hospitales en peligro financiero, lo que aumenta aún más el poder de la medicina corporativa sobre la independencia de los médicos.
También hay que tener en cuenta que este evento nunca cumplió con los criterios de una pandemia. La Organización Mundial de la Salud cambió el criterio para hacer de esto una pandemia.
Hasta la fecha, no se ha demostrado que estas medidas draconianas establecidas para contener esta 'pandemia' artificial hayan sido efectivas, como obligar a que las personas utilizaran el cubrebocas, los confinamientos y el distanciamiento social. Varios estudios cuidadosamente realizados durante temporadas anteriores de gripe demostraron que los cubrebocas, de cualquier tipo, nunca habían impedido la propagación del virus entre el público".

La estafa de verificación de hechos

Blaylock también examina cómo se ha suprimido la verdad mientras han prosperado las falsedades durante estos años de COVID:

“Los diseñadores de esta pandemia anticiparon un rechazo del público y que se harían preguntas muy embarazosas. Para evitar esto, los controladores alimentaron a los medios con una serie de tácticas, una de las más utilizadas fue y es la estafa de 'verificación de hechos'.
Cuando las fuentes se revelaron, se demostró que siempre se ha tratado de los CDC, la OMS,  el Dr. Anthony Fauci o simplemente su opinión. Aquí hay una lista de cosas que se etiquetaron como 'mitos' e 'información errónea', y que luego se demostró que eran ciertas:
· Las personas vacunadas y asintomáticas propagan el virus de la misma manera que las personas infectadas sintomáticas sin vacunar.
· Las vacunas no pueden proteger contra nuevas variantes, como Delta y Ómicron.
· La inmunidad natural es mejor que la inmunidad de las vacunas y lo más probable es que dure toda la vida.
· La inmunidad de la vacuna no solo disminuye después de varios meses, sino que todas las células inmunológicas se ven afectadas durante períodos prolongados, lo que pone a las personas vacunadas en un alto riesgo de contraer todas las infecciones y el cáncer.
· Las vacunas anticovid pueden causar una incidencia de coágulos de sangre y otros efectos secundarios graves.
· Los defensores de la vacuna exigirán una gran cantidad de dosis de refuerzo a medida que aparezca cada variante.
· El Dr. Fauci hará todo lo posible para que los niños y bebes reciban la vacuna anticovid.
· Se requerirán pasaportes de vacunas para ingresar a un negocio, volar en un avión y usar el transporte público.
· Habrá campos de internamiento para las personas sin vacunar (como en Australia, Austria y Canadá).
· A las personas sin vacunar se les negaran todas las posibilidades de trabajar.
· Existen acuerdos secretos entre el gobierno, instituciones elitistas y fabricantes de vacunas.
· Muchos hospitales estaban vacíos o tenían poca ocupación durante la pandemia.
· La proteína spike de la vacuna ingresa al núcleo de la célula y altera la función de reparación del ADN celular.
· Cientos de miles de personas han muerto por las vacunas y en otros casos han provocado daños permanentes.
· El tratamiento a tiempo podría haber salvado la vida de la mayoría de las personas que murieron.
· La miocarditis inducida por la vacuna (que se negó en un principio) es un problema importante y desaparece en un período breve.
· Los lotes especiales de estas vacunas se mezclan con otras vacunas anticovid-19”.

Blaylock aun analiza los peligros de la vacuna anticovid, la evidencia de "lotes peligrosos", la falta sin precedentes de autopsias en personas que mueren poco después de la vacuna, las prácticas engañosas de las pruebas de Pfizer, la vergonzosa difamación de los medicamentos efectivos, e incluso la forma en que fabricaron estudios para que estos medicamentos parecieran mortales, los peligros de las vacunas anticovid durante el embarazo, el aumento de la mortalidad después de la vacuna y mucho más.

Es un artículo muy largo, pero vale la pena leerlo para obtener un resumen de dónde nos encontramos y hacia dónde nos dirigimos.